Si Pokémon logró dar un empujón de auxilio a Nintendo en tiempos difíciles, Square Enix también usará a sus particulares monstruitos con el fin de iniciar el asentamiento en el viejo continente de una de sus mejores sagas: Dragon Quest. La plataforma afortunada ha sido la "dual screen" y, aunque el título recuerda mucho a las aventuras de Pikachu y compañía, nos ofrece una visión única de lo que debe ser un "scout" dispuesto a convertirse en el mejor adiestrador de monstruos del mundo. ¿Te apetece seguir su camino?
¿Qué pasaría si se mezclara el mundo de la fantasía medieval de Dragon Quest con la pasión adiestradora de una saga como Pokémon? Esto es algo que se plantearon muy seriamente los profesionales de Enix cuando en 1998 decidieron idear un "spin-off" que siguiera los pasos de los "pocket monsters" de Nintendo. El proyecto, que no planteaba pocos quebraderos de cabeza, debía mantener la esencia de la franquicia Dragon Quest, algo que se intentó conseguir a través de la conservación de las batallas por turnos y de la inclusión de la imaginería de los autores originales de la franquicia. Sólo había una diferencia, y es que el proyecto pasaría a manos de TOSE.
A muchos no les sonará de nada esta desarrolladora, pero lo cierto es que ha llevado a cabo más de mil videojuegos desde que se pusiera en marcha allá por el año 1979. TOSE fue la encargada de llevar Dragon Quest Monsters desde sus más humildes inicios hasta llegar al día de hoy, momento en que, después de pasar por las exitosas Game Boy y PlayStation, la serie desembarca finalmente en Europa gracias a Nintendo DS. Aunque la máquina invitaba al empleo del lápiz táctil, esta vez se ha optado por conservar el control clásico basado en una cruceta y en unos botones que, eso sí, se apoyarán en una doble pantalla que ayudará a apreciar simultáneamente acción y mapas.
El “hazte con todos” de Square Enix
¿Y por qué mapas? Porque Dragon Quest: Monsters centra gran parte de su historia en la exploración y en la captura de unos monstruitos que nos ayudarán a convertirnos en el mejor "scout" (entrenador) del mundo. Un mundo que es muy extenso y que comprende siete islas basadas en el archipiélago de Green Bays, un lugar en el que tan pronto se podrán encontrar personas con las que charlar como monstruosos seres contra los que luchar. A nosotros, en realidad, nos interesarán ambas cuestiones, puesto que tan importante es recopilar información sobre la aventura como hacer que nuestras criaturas sean cada vez más poderosas.
Para dar comienzo a la acción RPG, Square Enix nos pondrá al frente de un "monster scout" que ha sido llamado para una importante misión que le situará muy cerca de uno de sus mayores sueños: convertirse en el mejor entrenador que se haya conocido jamás. Sacado de su celda con el único fin de infiltrarse en el torneo de "scouts", nuestro amigo pronto se dará cuenta de las grandes posibilidades que se le abren para explorar el archipiélago y dar la vuelta a una situación que le convertirá en alguien respetado. Y todo sin olvidar la filosofía del "hazte con todos", la cual supondrá un valor seguro para atraer a los más acérrimos seguidores de los Pokémon.
Con identidad propia
Aunque hay muchos elementos que recuerdan a la popular franquicia de Nintendo, lo cierto es que Dragon Quest Monsters: Joker logra mostrar una identidad propia. Para empezar, la acción se desarrolla de una manera tridimensional, sitúa la cámara justo detrás de nuestro protagonista y sigue la aventura desde la perspectiva de la tercera persona. Pero hay mucho más, y es que podremos poner a luchar hasta a tres monstruos de manera simultánea dentro de unos escenarios que, también en 3D, serán partícipes de los golpes y ataques especiales de unas criaturas que se defenderán siguiendo la lógica de las batallas por turnos.
Esta lógica se activa sólo cuando encontremos a alguno de los monstruos que deambulan por el mundo. Andarán libremente, intentarán toparse con nosotros para entrar en batalla, pero en ningún caso nos obligarán a disputar una lucha que puede que no nos interese. En otras palabras, se ha roto con las batallas aleatorias que desde antaño había conservado una saga como Dragon Quest. Que haya sido un acierto o no será cuestión de gustos, aunque parece más que notorio que esta reforma nos evitará perder minutos de lucha que podremos dedicar, por ejemplo, a explorar libremente el entorno o ir a por un determinado monstruo al cual ya le hemos echado el ojo.
Aprendiendo a ser “scout”
De la misma manera, y gracias a esta opción, tendremos la libertad de decidir si luchar para subir el nivel de nuestras criaturas o si ponernos en camino para avanzar más en una aventura que nos propone un buen repertorio de opciones de cara a la interactividad. Para empezar, la exploración a pie nos deja desencadenar algunas acciones como abrir puertas, investigar algunos objetos del escenario, hablar, subir escaleras... mientras que cuando estemos en las batallas todo cambia un poco para darnos unos menús de batalla extensos que se nutren de un completo pero no demasiado abrumador repertorio de acciones.
Atacar, defender, usar magia, emplear ítem, capturar adversario, escapar... son varias las posibilidades seleccionables gracias a la cruceta digital o al lápiz táctil (limitado prácticamente a esta funcionalidad en todo el videojuego). Especial mención merecen las tácticas, las cuales se dividen en el ataque indiscriminado, en el uso equilibrado de ataques y magias, en dar prioridad a la curación de nuestros monstruos o en no usar ningún tipo de ofensivas mágicas para vencer. En definitiva, un buen repertorio que personaliza el estilo de cada usuario, más aún si tenemos en cuenta que podemos tener a nuestro lado a las criaturas que queramos.
Los monstruos de Square Enix llegan a Europa
En total, son cerca de 200 los monstruos que habitan las tierras de Green Bays. Cada uno tiene sus habilidades especiales, además de un modelado característico que aprovecha la técnica del cel-shading, la cual ha sido especialmente aprovechada en este título. Tanto es así que nos encontramos ante uno de los videojuegos que más se han preocupado por el apartado visual dentro de lo que es el catálogo de Nintendo DS. Escenarios detallados, texturas que exprimen las capacidades de la máquina, buenas animaciones, fluidez de movimientos y un colorido especial que consigue dar vida a un mapeado realmente vasto en extensión.
Adicionalmente, si sumamos al excelente apartado gráfico el hecho de contar con un dibujante como Akira Toriyama, entonces nos queda una obra que goza de una personalidad única que seguro que llamará la atención de todos los seguidores del admirado creador de Goku y compañía. Pero tendemos dos nombres más, y no necesariamente menos importantes. Uno de ellos es Koichi Sugiyama, experto compositor japonés que lleva llamándonos la atención desde que en 1986 se estrenara con el primer Dragon Quest, génesis de una saga que no ha abandonado ni aunque hayan pasado más de veinte años desde su nacimiento.
Y nos queda por nombrar a la punta del iceberg, Yuuji Horii, considerado de una manera simplificada como el verdadero artífice de la saga Dragon Quest. Con este equipo no se permitía la posibilidad de error, que no se ha producido, ya que este Pokémon basado en el mundo medieval de Dragon Quest ha resultado ser una apuesta segura y con las novedades suficientes como para ser considerado como algo no demasiado innovador pero que sí como algo que puede dar una visión diferente a la de los monstruos de Nintendo. Desde luego, virtudes no le faltan para contentar a todos aquellos que aman los RPG y les fascina eso de reclutar a fantásticas criaturas para ponerlas a luchar.
La saga Dragon Quest Monsters llega por fin a Europa ofreciendo un estilo de juego que recoge la esencia de los "pocket monsters" con el toque característico de tres nombres propios como Yuuji Horii, Akira Toriyama y Koichi Sugiyama. Un RPG sobresaliente en su apartado gráfico que, aunque podría haber hecho una mejor gala de la pantalla táctil, logra tener su propia personalidad a base de aventuras, exploración y batallas por turnos que nos invitarán a convertirnos en los mejores "scouts" del mundo.
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