Los aficionados de PC ya pueden disfrutar de una de las mejores aventuras de acción del año pasado y de la continuación del extraordinario Tomb Raider de 2013. Lara Croft no se cansa de sufrir y en esta ocasión vuelve a la carga con una versión para ordenador que luce texturas, iluminación y filtros de una forma impresionante. Rise of the Tomb Raider es perfectamente capaz de dejarnos con la boca abierta.
Definir la continuación de Tomb Raider como sorpresa sólo cabría en caso de no haber jugado al extraordinario reseteo de 2013. Lo mejor que le ha podido pasar a Lara Croft es haber tropezado con la valentía de Crystal Dynamics a la hora de reformular sus aventuras en una clave algo más realista y, definitivamente, mucho más seria. Esta nueva entrega no es sino una prolongación, quizá menos sorprendente, pero al mismo tiempo en algunos aspectos corregida y aumentada con respecto a su predecesor. Estrenado en primera instancia tanto en Xbox One como en Xbox 360 a finales del 2015, en esta ocasión nos toca el turno de asumir el análisis de su desembarco en PC.
¿Qué tenemos esta vez entre manos? Un port del que no podemos decir que tenga una factura impecable pero que, con sus problemas menores, vuelve a demostrar una vez más el imponente aspecto visual que se puede lograr con los PCs de la actualidad. El trabajo de traslado a ordenador de Nixxes Software se apoya en la extraordinaria belleza del título en las consolas de Microsoft, y ahora lo respalda con un aspecto tecnológico todavía más cuidado. Rise of the Tomb Raider en PC es, a día de hoy, la mejor plataforma para disfrutar de las aventuras de nuestra arqueóloga favorita, y con algún parche y más drivers que solucionen algunos elementos puntuales de su caprichoso rendimiento tendremos un port impoluto.
El Ascenso de la Leyenda
La segunda aventura de Lara Croft dentro de su nuevo arco argumental, el de su reseteo, ha dejado un extraordinario sabor de boca tanto en las máquinas de Microsoft tras su estreno a finales del año pasado. No insistiremos demasiado en sus bondades jugables puesto que están al alcance de todo aquel que quiera profundizar en ellas en el análisis que publicamos en su momento, pero sí recordaremos que se apoyó en las virtudes del primer videojuego, lanzado apenas un par de años antes, para consolidar el mejor juego de acción y aventuras puro y duro que vimos el año pasado.
La historia de Rise of the Tomb Raider más allá de consolas Xbox es larga y farragosa y, por supuesto, no vamos a perder el tiempo describiéndola por enésima vez, así que nos quedaremos únicamente con el hecho de que en noviembre veía la luz en Xbox One y Xbox 360 y que ahora, un par de meses después, ya podemos disfrutar también de su aventura en ordenador. De su adaptación a compatibles ha sido encargado el estudio Nixxes Software, un equipo afincado en Holanda y que lleva colaborando precisamente con Crystal Dynamics y con otros estudios de EIDOS desde principios del siglo XXI en trabajos de este perfil. Con ese currículum, plagado de ports, parecía más que obvio que la versión para ordenador estaba en buenas manos y así ha sido en términos de jugabilidad o control, con soporte para pad y ratón-teclado lógicamente, aunque el resultado final en lo tecnológico admite matizaciones.
Por supuesto vamos a comenzar por lo mejor, y es que el título que nos ocupa en ordenador luce absolutamente impresionante. El original, especialmente en Xbox One, ya presentaba un aspecto asombroso; y, de hecho, si nos remontamos un poco más en el tiempo lo cierto es que el propio Tomb Raider de 2013, aquel que reseteó la marca en la generación anterior, ya comenzaba a difuminar las líneas entre un ciclo de máquinas y el siguiente, merced al extraordinario motor gráfico empleado por los chicos de Crystal Dynamics para ese debut de la nueva Lara Croft. Aquí todo va un paso más allá. La calidad de las texturas mejora notablemente, si disponemos de una tarjeta gráfica suficientemente capacitada en cuanto a memoria para maximizarlas, la iluminación alcanza extremos de realismo asombrosos y los extras en resolución (que puede alcanzar el estándar 4K si nos lo permite nuestro monitor) consiguen la que es la versión más hermosa y nítida de las vistas hasta la fecha y, con total seguridad, de las que veremos en el futuro.
El videojuego ha hecho mucho ruido por parte de Nvidia en cuanto a la inclusión de la tecnología VXAO, aunque de momento no hemos sido demasiado capaces de calibrar cuál es su efecto real sobre el videojuego o si quiera si está implementada. Sus resultados mostrados en otros motores a base de demostraciones técnicas, como la de CryEngine de finales del año pasado, han sido espectaculares, pero aquí no aparece propiamente reflejado en el menú de opciones gráficas, así que puede ser que acabe incorporándose a corto plazo en alguna actualización del juego y/o implementación de nuevos drivers, puesto que el primero lanzado por ejemplo por Nvidia no ha solucionado demasiadas cosas. De hecho la propia Nvidia ya ha asegurado que en los días posteriores a la puesta a la venta de la obra lanzará controladores nuevos que, intuimos, mejorarán el rendimiento del programa que, por ahora, no es ni mucho menos malo pero sí algo irregular. Nos explicamos.
Hemos logrado movernos entorno a los 55-60 frames por segundo en casi todo momento
Con el equipo de pruebas de gama alta de redacción (i7 4,00Ghz, GTX 970, 16GB Ram) hemos logrado movernos entorno a los 55-60 frames por segundo en casi todo momento, y con todas las opciones gráficas al máximo a excepción de un anti-aliasing que recomendamos moderar ante el consumo de recursos absolutamente desproporcionado que supone en sus configuraciones más altas (hemos sido incapaces de superar los 30 frames por segundo con éste al máximo). Hay, de todas formas, la friolera de más de una quincena de opciones visuales específicas, además de las habituales de resolución, tasa de refresco y demás, de modo que si tenemos un equipo con ciertos problemas para mover el programa con fluidez siempre podemos jugar bastante con todas estas alternativas hasta conseguir que se adapte a nuestras exigencias en cuanto a tasas de imágenes por segundo, siempre que estemos dentro de los Requisitos Mínimos, claro.
De igual modo no hemos podido evitar, ni tan siquiera jugueteando con el resto de baremos visuales, algunas fuertes caídas hasta los 40 en secuencias específicas y aparentemente desligadas de grandes exigencias de hardware. No hace el título injugable, ni muchísimo menos, pero llama la atención la capacidad del juego para mantenerse estable en valores mucho más altos en escenas muy espectaculares y, sin razón aparente, su imposibilidad de mantener el tipo en secuencias muy distintas aunque, insistimos, esporádicas y para nada frecuentes. El asunto es aún más desconcertante cuando nos enfrentamos a cinemáticas, y es que están hechas con el propio motor del producto y algunas de ellas sufren de ligeras ralentizaciones e incluso de alguna puntual congelación de micro-segundos. Todo ello, a nuestro entender, fácil de ubicar y de solucionar, así que no es para nada descartable que en sólo unos días ya esté resuelto con los primeros parches del programa.
Y será una gran noticia porque, como hemos dejado claro, el trabajo de Nixxes Software luce de forma asombrosa en compatibles si somos capaces de maximizar (o al menos estar cerca de hacerlo) sus opciones visuales. Mención especial, por un lado, a una Oclusión Ambiental que, en su rango HBAO+, dota de prodigiosa profundidad a todos los rincones del escenario, e incluso a las vestimentas de los protagonistas y, por otro, a un efecto Purehair para el pelo que reemplaza al TressFX que vimos en el videojuego anterior de PC. Su activación en el juego de 2013 dejaba momentos de veracidad impactantes, pero también otros en los que parecía que la hermosa cabellera de Lara flotaba en el agua. Todo eso se sustituye con la activación de esta característica en Rise of the Tomb Raider que, sin ser demasiado exigente en tarjetas poderosas, nos permite simular por GPU los mechones de pelo de la protagonista para disparar su naturalidad.
Tras pasar con mucho éxito por las consolas Xbox, Lara Croft recorre ahora PC con el mismo paso firme que en su estreno de finales del año pasado pero con una propuesta más bella si cabe gracias a un hardware más poderoso. Sí, faltan elementos por pulir en términos de optimización y es que algunos elementos del rendimiento tienen mucho margen de mejora, pero parecen fácilmente solucionables a corto plazo con parches y drivers. Desde luego, si disponemos de un ordenador poderoso, la de compatibles es con diferencia la mejor versión para disfrutar de Rise of the Tomb Raider.
Comprar Rise of the Tomb Raider- La indiscutible calidad del Rise of the Tomb Raider sigue siendo santo y seña.
- A nivel visual es absolutamente redondo, pocos juegos presentan mejor aspecto.
- Se ha sacado mucho partido de las posibilidades tecnológicas de los PCs actuales.
- Las pegas sobre el carácter excesivamente continuista del original siguen presentes.
- Algunos aspectos relacionados con la optimización admiten margen de mejora.
