Análisis de ARK Survival Evolved. El mundo perdido

Análisis de ARK Survival Evolved. El mundo perdido
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¡A la caza de dinosaurios!... y también de otros jugadores si así lo deseas. La que es una de las aventuras de supervivencia más exitosas de los últimos años estrena, al fin, versión final en PC, Xbox One y PS4 con una enorme variedad de contenidos jugables de los que disfrutar solo o en compañía de amigos pero, como veremos en el análisis de ARK: Survival Evolved, también con algunos errores y problemas de rendimiento que afean el resultado final.

Corres en mitad de la noche sin rumbo fijo. Solo quieres escapar, huir de un pavoroso depredador prehistórico ¡que no se cansa!, que no cesa en su empeño por convertirte en un rico tentempié. Y cuando creías haberlo dejado atrás de la nada aparece un Dilophosaurus, ese extraño dinosaurio con la habilidad de escupir un veneno capaz de cegar a su presa, que vuelve a meterte el miedo en el cuerpo. "Voy a morir", repites una y otra vez; "está todo perdido, ya no tengo fuerzas ni para correr". Que pasa, y mucho, en el desafiante mundo de ARK: Survival Evolved, una de las aventuras de supervivencia más populares de los últimos años en la que la muerte es una fiel compañera de viaje, pero también hay lugar para los milagros. Cuando todo parece perdido otros jugadores pueden entrar en escena, acabar con tus enemigos, sanar tus heridas, equiparte con mejores armas o, simplemente, acompañarte en tu trágico final para que al menos, tu muerte, tenga cierto halo de romanticismo; que no es una tontería.

Es lo que más me gusta de este videojuego desarrollado por Studio Wildcard. Su capacidad para crear de la nada grandes aventuras, emocionantes relatos de ficción que te mueres de ganas por contar a tus conocidos. Sobrevivir al ataque de un T-Rex en las peores condiciones imaginables, domesticar un Pterodáctilo para surcar los cielos junto a esta bestia alada, conquistar la base de otros jugadores o, simplemente, ¡cultivar tus propios alimentos! No parece haber límites en una aventura que atesora una asombrosa capacidad para sorprender con nuevos desafíos aun cuando, en esencia, es tremendamente fiel a los cánones propios del género. Recolectas recursos, primero con las manos, luego con herramientas cada vez más elaboradas que diseñas valiéndote de unas recetas, aquí conocidas como Engramas, que desbloqueas con los puntos de experiencia que obtienes al subir de nivel... y por el camino combates, construyes y exploras un mundo dominado por dinosaurios. Un proceso largo, costoso, pero que sabe recompensarte con situaciones de juego extraordinarias.


¡El mundo es mío!

No hay nada como ir a lomos de un T-Rex equipado con cañones láser mientras disparas a diestro y siniestro sin que nadie pueda hacer nada para frenar tu sangriento arrebato de furia desmedida. De la calma al caos más absoluto solo hay un paso en el loco mundo de ARK: Survival Evolved, y es algo que me encanta. Toparse con otros jugadores sin saber exactamente qué quieren, si van a por ti o simplemente desean colaborar para sobrevivir, es una sensación angustiosamente deliciosa. Vale que a veces puedes cruzarte con tontos de capirote, gente que disfruta mostrando al mundo su estulticia, pero en general, el videojuego de Studio Wildcard sabe cómo motivarte para que explores sus inhóspitas tierras con la ilusión de un niño; con la ilusión de aquel capaz de maravillarse ante la simple imagen de un dinosaurio. Y en este sentido el juego es genial.

Proteger tu bastión es imprescindible. ¡Los dinosaurios no son la única amenaza! Otros jugadores pueden ir en tu busca, creando emocionantes situaciones de juego.
Proteger tu bastión es imprescindible. ¡Los dinosaurios no son la única amenaza! Otros jugadores pueden ir en tu busca, creando emocionantes situaciones de juego.


Es fantástico cómo se ha recreado el comportamiento de las criaturas que pululan por las islas hasta el punto de que las sientes reales, seres vivos a los que en muchas ocasiones da pena matar. Pero hay que hacerlo. Básicamente porque necesitas su carne para alimentarte y su piel para crear algunos de los útiles más importantes del videojuego. Así que, realmente, en ARK actúas como un auténtico superviviente; alguien obligado a hacer cualquier cosa con tal de permanecer en la tierra un día más. No siempre es fácil, y el juego tampoco hace mucho por facilitar las cosas en el sentido de que sus tutoriales son algo parcos en detalles. Al final, que es lo habitual en esta clase de juegos, recurres a Internet, a las guías de otros aventureros para descubrir cómo fabricar ciertos objetos o de dónde extraer materias primas concretas. Que no está mal puesto que la comunidad ha demostrado vivir con gran pasión todos los avances que este videojuego ha realizado desde que iniciara, dos años atrás, su Acceso Anticipado.

El mundo perdido


Todo es posible en un videojuego que promete no dejar de crecer en tiempos venideros

¿Hasta qué punto se nota el cambio? Aún hay ciertos problemas de rendimiento especialmente en consolas, donde en los mapas con mayor carga gráfica el juego sufre por momentos ralentizaciones notorias; pero se deja jugar y en el caso del PC, con equipos de gama media, puedes disfrutar de su acción con un buen nivel de detalle. Es un gran progreso teniendo en cuenta lo duro que resultaba explorar el mundo de ARK: Survival Evolved en sus orígenes. Desgraciadamente me he topado también con algún que otro error que afea el resultado final. Uno de los más graciosos, pero a la vez molestos, tiene que ver con el clima. En esta aventura necesitas comer, beber, reponer fuerzas... pero también protegerte del frío o refrescarte si el calor azota con fuerza. ¿Qué pasa? Que hay veces en las que pasas del frío mortal a un calor infernal moviéndote tan solo un par de metros, lo que no tiene ningún sentido. También hay texturas que tardan en cargar, opciones que no funcionan como debieran, y animales que actuarán de forma extraña, atacando sin control nuestras estructuras, o bloqueándose con elementos del escenario como si tal cosa. Aún falta mucho para que el juego muestre su mejor cara y esto es algo que no todo el mundo tolerará de buen grado.

Además de potenciar los atributos físicos de tu superviviente, debes decidir qué recetas aprendes. Hay tantas, que lo suyo es cooperar con otros jugadores para tenerlo todo.
Además de potenciar los atributos físicos de tu superviviente, debes decidir qué recetas aprendes. Hay tantas, que lo suyo es cooperar con otros jugadores para tenerlo todo.


El sistema de control en consolas, y la propia interfaz de usuario, tampoco termina de convencerme. No es que se juegue mal y, tal vez, la costumbre de disfrutarlo con teclado y ratón haya hecho que pasear a lomos de algunos dinosaurios no sea una experiencia tan intuitiva como esperaba. Tampoco realizar algunas acciones o gestionar los objetos del inventario. Cuestión de práctica. Es una máxima en ARK: Survival Evolved. Puede que al principio cueste sobrevivir, que los dinosaurios, por pequeños que sean, terminen haciéndonos polvo, pero al final aprendes, evolucionas, y consigues defenderte mejor de todas estas amenazas. Es, como decía antes, lo que más me gusta del videojuego. La sensación de aventura, de estar perdidos en un maravilloso mundo donde todo es posible. Puedes disfrutar la experiencia en solitario, o formar una tribu con otros jugadores y dejar volar la imaginación construyendo imponentes bastiones, explorando las profundidades marinas, surcando los cielos, o domesticando dinosaurios mientras creáis un arsenal de armas futuristas y os dejáis seducir por una historia que, si bien no tiene un peso primordial en la acción, si plantea enigmas de lo más interesantes traducidos al español, con retos pensados para un solo jugador que incluyen la lucha contra peligrosos jefazos y una mazmorra final francamente atractiva.

El mundo perdido


La sensación de andar perdidos por una isla repleta de dinosaurios es increíble y emocionante

Todo es posible en un videojuego que promete no dejar de crecer en tiempos venideros, pero tiene un precio. Uno que ha creado controversia entre los aficionados por considerarlo excesivo dado los contenidos que ofrece ARK en comparación con otros títulos del estilo. Disfrutar de la experiencia base cuesta 69,99 euros en PS4 y Xbox One, o 59,99 euros en PC, lo que da acceso a dos gigantescas islas con sus propios desafíos. De forma paralela, ya está disponible una expansión de contenidos, Scorched Earth, que amplía el juego con una región desértica francamente interesante por las criaturas que en ella encuentras. Pagando 39,99 euros os haréis con un Pase de Temporada que incluye este DLC más dos expansiones adicionales, cada una de ellas con 300 horas de juego extra. Una barbaridad, está claro; y además con ideas francamente prometedoras como lo demuestra el recién anunciado episodio Aberration, segundo gran DLC, con nuevas aventuras y opciones de juego. Pese a ello, siento que algunos de estos contenidos podrían haber formado parte del juego principal.

La expansión Scorched Earth nos transporta a una región desértica con criaturas místicas como los golems de piedra. Este DLC se vende por separado.
La expansión Scorched Earth nos transporta a una región desértica con criaturas místicas como los golems de piedra. Este DLC se vende por separado.


¿Merece entonces la pena ARK: Survival Evolved? La evolución de esta aventura de supervivencia es encomiable, porque desde el inicio de su Acceso Anticipado no ha dejado de crecer, de añadir nuevos contenidos y mejorar sustancialmente en todos sus ámbitos. No es un título especialmente original en sus mecánicas de juego y, en algunos aspectos, no termina de ofrecer su mejor cara, volviendo algo repetitiva su acción. Sin embargo, la sensación de andar perdidos por una isla repleta de dinosaurios es increíble y emocionante; es maravilloso dar con nuevas criaturas, estudiar sus comportamientos, tratar de domesticarlas, o ir de cacería junto a otros jugadores. Por todo eso, y aún a pesar de sus fallos, este es un viaje que merece la pena vivir.

Bueno

Sin sello
El mundo perdido

ARK: Survival Evolved

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Es fácil pasarlo muy bien con ARK: Survival Evolved gracias a la épica de su acción y sus amplias opciones de juego. Sobrevivir en un mundo repleto de dinosaurios ¡es un sueño hecho realidad para muchos!, y Studio Wildcard saca oro de esta situación, permitiéndonos incluso domesticar a estas criaturas. Es divertido, desafiante y, si juegas en equipo, una aventura fantástica, pero también algo repetitivo y falto de emoción en ciertos aspectos. Por otra parte, su futuro es muy prometedor con la llegada de nuevos contenidos en forma de expansiones con más islas que explorar y nuevas criaturas a las que dar caza.

Comprar ARK: Survival Evolved
  • Perderse en la isla y toparse con dinosaurios es una experiencia increíble
  • Amplias opciones de juego: caza, exploración, artesanía, rol, etc.
  • Domesticar dinosaurios y vivir aventuras con otros jugadores
  • La inteligencia artificial de los dinosaurios es, por lo general, bastante mala
  • Progresión algo lenta. A veces el juego se torna algo aburrido
  • Problemas de rendimiento y algunos errores técnicos afean el resultado final
Jugadores: Multijugador masivo
Idioma: Textos en español
Duración: Incalculable
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