Análisis de Gran Turismo Sport. Vive deportivamente

Gran Turismo Sport arranca tras muchos años desde su última entrega y con su primera incursión para PS4. Un largo desarrollo que cambia por completo la filosofía de juego, conduciendo a una nueva tendencia online y renunciando a otro tipo de contenido por el camino. ¿Cuál es el resultado al final de la última vuelta? Análisis.

Incluso sin haber seguido la actualidad de Gran Turismo Sport, no tardarás mucho en descubrir la nueva filosofía de la última obra de Polyphony: la competición online. Más allá de sus eventos diarios, de sus acuerdos con la FIA para convertirte en un piloto profesional a través de los eSports, de su obligación de estar siempre conectado para poder guardar tus progresos, GT Sport quiere que entiendas lo que significa competir.

La primera vez que intentas buscar una sala para ello, bien sea a través de la búsqueda de partidas privadas o de las oficiales de la categoría Sport, verás un candado bloqueado, que te insta a sacarte el diploma de Etiqueta en Carreras: dos vídeos insertados de Youtube (el juego contiene cientos de ellos) en los que se apela al espíritu deportivo basado en el respeto y la diversión, así como las maniobras consideradas de "mal comportamiento", entre las que entran atajar una curva, embestir al rival para frenar, apoyarte en él para girar o sacarlo de la carretera. Ya sabes, todas esas cosas que has sufrido más de una vez en un modo multijugador y que probablemente hayas efectuado en alguna ocasión.

Dejadme remarcarlo: estos vídeos son obligatorios y no puedes jugar sin verlos para lograr así el "certificado de buen conductor". La apuesta de Polyphony por el juego limpio parece seria. En los últimos años, hemos visto cómo el grueso de los jugadores más dedicados ha emigrado al componente online, pero muchos se han enfrentado con jugadores que no tienen ningún problema en hacerte perder todo el tiempo dedicado a una práctica, pole y carrera por conducir temerariamente en la parrilla de salida.

Vídeo Análisis

Pero con un par de vídeos, GT Sport está básicamente pidiendo a Internet que se porte bien y todos somos lo suficientemente adultos como para saber... que eso es imposible. Por ello, la verdadera esencia de la nueva obra de Yamauchi, la que determinará el éxito o fracaso de su visión, es un símbolo (dos manos estrechadas) y una letra (S, A, B, C, D, E), que indica el grado de Clasificación de Deportividad en cada una de las pruebas. Si quieres competir en serio, vas a tener que acatar las normas, decelerar en las penalizaciones o tu futuro en el modo online no será muy halagüeño, quedando reducido a las categorías más bajas, en las que todo el mundo se comporta igual que tú. Si por el contrario respetas las frenadas y la posición del rival, haces sectores limpios y cumples con los tiempos lentos, subirás de categoría y cada vez tendrás menos problemas para encontrar rivales respetuosos.

Competir y Respetar

Esa es la teoría, porque efectivamente, en el lanzamiento de un juego con tanta trayectoria no podemos prever el resultado final. Si el sistema será lo suficientemente severo para dividir las clases de jugadores. Pero para muestra un botón. En una de mis primeras carreras online, me vi sobrepasado por un rival que jugó sucio. Hay todavía un vacío legal en algunos atajos y contactos con los vehículos que pueden llegar a ser un problema, pero en esta ocasión GT Sport hizo los deberes. Uno de nuestros rivales me golpeó en la esquina trasera en una curva, me desestabilizó y adelantó. Al llegar a la clasificación final, vi cómo su nombre desaparecía del puesto por delante para irse a posiciones mucho más atrasadas. El juego no sólo había penalizado su mala conducta mediante la categoría (un castigo que no habríamos visto reflejado inmediatamente), sino que le sancionó con segundos que no cumplió reduciendo la velocidad bajando por tanto de puesto. Y así el juego se ajusta con reglas difíciles de incumplir.

El resultado es una experiencia online brillante, una que se puede calificar no sólo de divertida, sino de seria. Sabemos que no es ni la única, ni la primera, sino un rebufo tardío de los competidores que detectaron esta tendencia hace tiempo, como iRacing o RaceRoom. Y Gran Turismo, lento en su desarrollo como un cuatro latas, ha llegado a duras penas a este nivel a base de sacrificar muchas de sus señas de identidad y, por lo tanto, muchos de sus seguidores. Ha llegado, que es lo importante, y por lo tanto tendrás una experiencia online soberbia, dentro del estilo de conducción de Gran Turismo que, sin ser de la más alta simulación, ha hecho más que perfilar la respuesta de los vehículos ganando en información de lo que ocurre en carretera y con una sensación de velocidad bastante mejorada y de la que muchas veces ha adolecido.

Hay divisiones para todos los gustos. La categoría Sport es sin duda la más atractiva, ya que contiene una serie de ligas en las que competir en el campeonato oficial por pilotos y marcas, que tiene un calendario regulado y donde se reunirán los jugadores más profesionales. También hay sitio para carreras serias, reguladas en circuitos y condiciones aleatorias que se disputan cada veinte minutos. Aquí podremos practicar en una contrarreloj que sirve de pole hasta la hora de la carrera. Un sistema muy atractivo y que se antoja bastante justo, aunque es de esperar en el futuro una mayor variedad de pruebas a lo largo del día. También tenemos para cualquier momento las Salas, lugares de encuentro perfecto para crear carreras personalizadas para competir con amigos de forma abierta o privada o unirnos a otras creada por la comunidad. Gracias a los filtros podremos encontrar la pista, condición o el grupo que queramos. Pero ten en cuenta que en estas carreras no hay regulación de Clasificación de Deportividad, así que pueden resultar algo caóticas dependiendo de los jugadores con los que te enfrentes.

Al igual que la Clasificación de Deportividad, la Clasificación de Piloto mide nuestras victorias y posiciones en cada carrera y nos otorga una letra. De esta forma, podemos ser muy buenos, pero poco respetuosos y a la larga (se espera) se podrá dividir a la comunidad según su pericia y estilo de juego. Solo esperamos que las pruebas clasificatorias sean más extensas, ya que en ocasiones cinco vueltas (una carrera de 5 minutos) es demasiado corta y no siempre adecuada para medir la resistencia de los pilotos y habilidad de pilotaje, influyendo mucho el mejor tiempo logrado en la clasificación. También se espera un mejor balanceo de algunos vehículos, pues incluso con el famoso B.o.P. (Balance of Power) no es difícil encontrar algunos coches claramente beneficiados.

Todas las carreras que hemos jugado para realizar este análisis se han disputado sin ningún problema con los servidores, por lo menos hasta la fecha. El Net Code ha terminado por hacer los deberes tras unas pruebas con las betas que no auguraban el mejor resultado. Sin embargo, y como dejó entrever ya la última demostración, no hemos encontrado ni rastro de lag ni vehículos temblorosos. Todo ha ido fluido hasta la fecha. Eso sí, con el juego a la venta, hemos tenido algunas sesiones en las que los servidores estaban fuera de servicio y, dado que Gran Turismo Sport es un juego “siempre online”, nos ha sido imposible guardar ningún progreso, más allá de disfrutar del modo Arcade. Para estos momentos ayuda el modo a Pantalla Partida, cuya inclusión siempre es de agradecer.

¿Renovarse o morir?

El modo Campaña oculta más de lo que parece. Al principio puede parecer un tutorial. Bueno, el mejor tutorial que encontrarás en un juego de carreras, lleno de pruebas que te enseñan todo lo que necesitas saber para dejar de cometer errores y pasar a otro nivel más competitivo. Posteriormente, pasarás a una serie de desafíos que van in crescendo. Una serie de misiones que, aunque parecen cortas y sencillas, miden tu pericia al volante y se van convirtiendo en verdaderas pruebas de resistencia, con vueltas largas, maratones, gestión de gasolina, etc. Al no estar presentado como un campeonato en el que progresar, con su interfaz, sus carreras y divisiones, destaca poco, pero no quita que muchos jugadores se sientan decepcionados con el contenido offline que ofrece el producto, ya que en comparación con los modos GT de anteriores entregas, se nota dónde tenía Polyphony el punto de mira.

El modo Campaña de GT Sport es el menos espectacular (de lejos) de todos los modos para un jugador de juegos recientes, pero es el más didáctico con diferencia. De la Escuela de Conducción saldrás aprendiendo exactamente cómo se comporta tu vehículo y cómo controlar el freno, acelerador, el subviraje, el sobreviraje y el contravolante, por ejemplo. Los Retos de Misión cubren todo lo necesario para que te enfrentes online, aprendiendo a adelantar adecuadamente, en qué tramo hacerlo, usar el rebufo y apurar frenadas, mientras que Experiencia en Circuitos segmenta cada una de las 22 pistas para dominarlas poco a poco y perfeccionar tu técnica. Todo ello acompañado de numerosos videotutoriales de Youtube integrados en el menú que te enseñan las técnicas, las velocidades, los momentos de frenada para depurar el estilo, mientras que vas desbloqueando nuevos coches de los 162 vehículos que conforman su escuálida lista.

Regresa el modo Arcade, único contenido que se puede disfrutar sin una conexión a Internet, perfecto para practicar contrarrelojes o realizar carreras individuales contra la IA. La inteligencia artificial de Gran Turismo nunca se ha caracterizado por su agresividad y en este nueva entrega no encontramos grandes diferencias. No la hemos visto meter el morro en ninguna ocasión y apenas provocan accidentes a no ser que nos colemos en su trazada. Las colisiones siguen representando daños mínimos, pero como he reiterado ya en más de una ocasión, para una serie de juegos donde, por norma general, un accidente significa abandonar la carrera y, teniendo en cuenta que sí existen daños internos, no parece ya el argumento más significativo. La IA, sin embargo, sí que logra apurar algo más en las rectas de lo acostumbrado y en los modos más difíciles costará alcanzar a los primeros puestos.

No se pueden ocultar las carencias. 162 coches son insuficientes. 22 pistas también. Duele más que ninguno de ellos sea de categoría Fórmula y sin embargo encontrar abundantes prototipos; o que existan pocas variantes de cada pista (3 de ellas son velódromos) y se utilice el recurso de recorrerla en sentido contrario. Los recortes llegan también a la climatología, pues no encontraremos efectos climatológicos, ni cambios dinámicos entre horas y clima como sus competidores actuales. Todos estos factores pesan y mucho en un juego que nos tiene acostumbrados a miles de vehículos y un sinfín de pistas, que se atrevía con condiciones climáticas, superficies y disciplinas cuando otros vacilaban. No se entiende tampoco su faceta de Siempre Online, que impide jugar al Modo Campaña o comprar nuevos vehículos si no estás conectado a los servidores. Evidentemente si los servidores están caídos o no tienes disponible la conexión a Internet, se entiende que haya restricciones, pero no acceder a contenido que no requiere obligatoriamente de conexión y cuyos datos se podrían sincronizar posteriormente al servidor es una decisión bastante extraña.

Por todo ello, se entiende que muchos jugadores vean a Gran Turismo Sport como un Prologue. Una obra a medio camino entre la serie numerada. Se entiende también el concepto de Sport, porque no sólo es un prólogo de lo que está por venir, sino una oportunidad para entrar en la pista a calentar ya en el terreno de los eSports a riesgo de perder el moméntum de una generación bien entrada en años. Lo que quizá no se entienda tanto es que, con todo el tiempo que ha estado el juego en desarrollo, se hayan priorizado elementos curiosos, pero innecesarios, por delante de tener una pista más o un puñado de coches más. Es realmente elegante ver en el fondo de pantalla de tu menú datos históricos sobre la aparición de El Grito de Munch, el Premio Nobel de Ernest Hemingway o el lanzamiento de las distintas ediciones del Sistema Operativo Windows, pero quizá habríamos preferido poder correr con un coche tipo Fórmula en Francorchamps. Sí se agradece, no obstante, un HUD en carrera muy útil para visualizar mejor el cambio de marcha y otros parámetros.

Sin reproches para algunas de las repeticiones más logradas de la historia del género, aunque se logran a base de bajar la tasa de frames a 30 fps con el fin de añadir extras gráficos, o un modo foto que, más allá de las debatidas imágenes en HD en las que colocar tu coche (que lucen y mucho) logra crear su propio Instagram automovilístico con imágenes creadas por la comunidad que son puro arte. El interfaz, en líneas generales, es limpio, aunque las primeras horas no demasiado claro cuando se trata de buscar información de tu perfil, comprar coches o cambiarlo. De hecho, hemos tenido bastantes problemas para poder comparar coches de una misma categoría debido a la ausencia de filtros. La guinda la pone el Control de Tracción, que por alguna extraña razón se debe desactivar manualmente en todas las pruebas y carreras.

Como adelantaba, la conducción de Gran Turismo Sport se siente familiar a la marca, pero recibiendo una gran respuesta de lo que ocurre en la carrera y con una sensación de velocidad mejorada. Con un volante entre las manos, el feedback de las ruedas es claro y los coches que hemos podido probar hasta el momento responden de formas muy distintas. El Force Feedback, si bien es fidedigno y representa adecuadamente las fuerzas centrífugas, tiende a ser duro. En líneas generales, se corrige con acierto el subviraje, aunque con el control de tracción a 0 puede hacerse algo difícil rescatar el coche de un sobreviraje. En prácticamente todas las pruebas que hemos hecho sin incluir coches de Rally, contravolantear es complicado y lograr corregir un mal sobreviraje una tarea muy complicada. Es de agradecer, eso sí, el comportamiento en hierba y pianos, donde un pequeño acelerón en el momento inapropiado castiga adecuadamente.

Con todo, es un estilo de conducción que se disfruta extremadamente en Experto con las asistencias desactivadas con la honrosa excepción, si así se quiere, de refinados conos marcadores para el ajuste de trazada. El control con mando se nos ha hecho algo más complicado en esta modalidad, y aunque es posible disfrutarlo con un pad, se echa en falta la precisión si queremos jugar en su vertiente más realista. No podemos decir lo mismo de las superficies de tierra. La última demo ya nos dejó unas sensaciones contrariadas, con una pista que se antojaba más al hielo que a la grava. En la versión final y gracias al Force Feedback, las sensaciones son algo mejores, pero siguen sin ser suficientes como para disfrutar esta modalidad a la que creo le queda mucho trabajo por hacer y lejos de resultar verosímil, se hace además francamente complicado.

Elegancia Automovilística

Ha habido discrepancia de opiniones en cuanto al apartado gráfico de Gran Turisom Sport, pero lo cierto es que mis carreras han lucido siempre de forma espectacular en lo técnico. Una suavidad contagiosa y una buena calidad de imagen incluso en una PlayStation 4 estándar. Cierto es que las pistas escogidas no dejan mucho lugar para lucirse, habiendo perdido algunos de los circuitos más impactantes por el camino, pero todo esto tiene truco. GT Sport no contiene ningún tipo de climatología ni iluminación dinámica ya que el tiempo no varía, por lo que le es más fácil utilizar un mapeado de luz estático para bañar cada una de las pistas a determinadas horas del día, al gusto del consumidor.

En una PS4 Pro, el juego te da la opción de escalar la resolución nativa de 2K a 4K mediante checkerboard para una mejor calidad de imagen o favorecer la frecuencia de imagen. Lo cierto es que el cambio entre modalidades es casi inapreciable al ojo poco entrenado y hemos optado por un mejor muestreo para asegurarnos de tener la mejor respuesta en el volante. En televisores compatibles, el juego hace uso del HDR para lograr una dinámica de colores muy apreciable en los contraluces, cielos nublados y, entre otras cosas, para conseguir ese rojo Ferrari con el que Yamauchi está tan obsesionado. Los vehículos están modelados con un grado de fidelidad pasmoso y utilizando el modo Foto con fondos reales te costará creer que se trata de un modelo 3D. Y es que una de las filosofías de este Gran Turismo era la de realizar todos los coches "Premium", sin basarse en modelos antiguos ni hacer diferenciaciones entre ellos. Algo que de seguro ha ayudado a rebajar también el número final de vehículos disponibles.

Se agradece el gran cambio que presenta el apartado sonoro, una de las asignaturas pendientes de la marca, que ahora logra unos resultados excelsos al replicar de forma fidedigna cada uno de los motores a las distintas escuderías y modelos. Solo algunos efectos, como el frenado de las ruedas puede parecer algo más acolchado de lo normal y podría lograr aún más credibilidad. Se acompaña con una banda sonora completa, variada y extensa que se funde perfectamente con la pista y acompaña también cada menú, algo que se echaba de menos en los últimos años con los juegos de conducción realistas, en los que las bandas sonoras han sido cada vez más genéricas.

No quiero olvidarme tampoco de la experiencia en realidad virtual. GT Sport es compatible con PlayStation VR. La sensación con las gafas puestas es muy gratificante. De la misma forma que otros títulos como Project Cars 2 que hemos podido probar en VR, la sensación de perspectiva del circuito dentro de la cabina es perfecta, midiendo mejor las distancias en las curvas cerradas, ampliando la visión periférica y ayudando en la referencia para las frenadas. Lamentablemente, también hay malas noticias, y es que pese a las abundantes declaraciones de Yamauchi en el apoyo a la realidad virtual, únicamente podemos competir en unas carreras predefinidas contra otro vehículo controlado por la IA en todos los circuitos, lo que significa que no podemos ni personalizarlas, ni jugar a la Campaña ni, más importante aún, en el modo Online, donde verdaderamente podríamos sacar partido a la experiencia.

La nueva visión de Gran Turismo es como el famoso circuito de Nurburgring. Un autódromo increíblemente complejo, largo, ambicioso y agotador, que contiene una sección sur pequeña y otra norte más grande. GT Sport es ese tramo pequeño, más de Grand Prix, medido y bien recreado, mientras que un futuro Gran Turismo 7, con la abundancia habitual de contenido en campaña, vehículos, pistas y climatología, se convertirá en el famoso Nordschleife. Para los jugadores que quieran dar el salto al online, pero no se atrevan con los calendarios cerrados, las cuotas mensuales o anuales, o el previo pago de más circuitos y vehículos de un iRacing, GT Sport es una forma de entrar en los deportes electrónicos y la competición seria y respetuosa. Como decíamos, no podemos juzgar completamente el online hasta bien entrada la temporada, pero lo visto hasta ahora convence y mucho, logrando de largo la mejor experiencia multijugador en consola. Una vez que dominemos todos sus circuitos y la mayoría de tipos de vehículos, la pregunta es cuánto durará ese convencimiento.