Abe está de vuelta. Siete años después de su última entrega, la longeva saga Oddworld regresa con Soulstorm, una reimaginación del clásico Abe’s Exoddus que aprovecha las bondades de la nueva generación de consolas para poner en nuestras pantallas la historia más madura y oscura realizada por la franquicia hasta la fecha. Analizamos Oddworld Soulstorm.
Con la llegada de la primera PlayStation fueron muchos los juegos que la acompañaron y empezaron sus propias sagas. Uno de ellos fue Oddworld: Abe’s Oddysee, un título diferente dentro del catálogo; una mezcla de plataformas y puzles que iba más allá de encadenar saltos y carreras a toda velocidad en sus distintos niveles, exigiendo del jugador un ritmo pausado que yo, personalmente, no supe valorar con mis once años de la época. La propuesta supo madurar, de la misma forma que lo hicimos los jugadores, incluso se ha convertido con los años en una saga de culto y a sus espaldas contaba, hasta hoy, con ocho títulos en diversas plataformas, con aquel Munch’s Oddysee para la primera Xbox entre ellos.
Con Oddworld: Soulstorm ya son nueve los juegos que han inspirado los mudokons y su terrible y constante huida. Con esta entrega Oddworld Inhabitants quiere reimaginar el universo de la secuela del juego de 1997 Abe's Oddysee. En Soulstorm los sucesos de Abe’s Exoddus se recrean adaptando la obra a las nuevas tecnologías y recursos narrativos sin perder por el camino su esencia. Lo cierto es que la historia de Oddworld como franquicia no es precisamente idílica, cancelaciones, fracasos comerciales y largos impases han marcado su pasado. De hecho, el remake de su primera entrega New ‘n’ Tasty! data ya de 2014, si bien ha vuelto a estar en boca de todos gracias a su reedición en Nintendo Switch recientemente.
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Desde los primeros minutos de Oddworld: Soulstorm se advierte el mimo y gran interés que ha puesto Oddworld Inhabitants en este desarrollo. Utilizando una técnica que ellos mismo han denominado como 2.9D, los escenarios del juego consiguen crear una sensación de tridimensionalidad sin perder por el camino la esencia de un juego con desplazamiento lateral en dos dimensiones. Esto se consigue gracias a que el programa angula y mueve su cámara en determinados momentos creando esa sensación. Realmente le sienta de maravilla al título, sin embargo, entorpece en determinados momentos las mecánicas de juego. De esta manera, el ángulo de la cámara me ha jugado alguna mala pasada a la hora de arrojar objetos, viendo cómo estos caían al vacío sin que yo pudiera hacer nada al respecto ya que Abe puede calcular la parábola de su lanzamiento, pero no puede cambiar la profundidad del mismo en los escenarios.
Oddworld: Soulstorm es más oscuro y adulto
Con todo, Oddworld: Soulstorm es una obra seria y con un claro mensaje político e ideológico detrás. El capitalismo descontrolado o la esclavitud son sus temas, siempre lo han sido, pero el avance de la técnica le ha servido al estudio para plasmarlo de una manera más eficiente en sus cinemáticas y composiciones. Precisamente estas escenas cinemáticas se ven realmente bien, son un auténtico espectáculo cinematográfico que aprovecha de maravilla el uso de su narración in media res, para sumergirte de lleno dentro de su discurso, el más oscuro y concienciado que tenemos en Oddworld hasta la fecha.
El título cuenta con niveles bastante extensos, en los que cada una de sus secciones compone un puzle en sí mismo. Si nunca has jugado a la franquicia y te acercas aquí pensando en ir dando saltos, balancearte o cogerte de salientes he de decirte que lo vas a poder hacer, pero no de la manera que te imaginas. El ritmo en Oddworld: Soulstorm es pausado y pide al jugador que observe cada uno de sus tramos para poder seguir avanzando. Los puntos de control son numerosísimos, por lo que el título se puede afrontar con calma, probando distintas soluciones en cada una de sus pantallas hasta dar con la correcta. Porque al final eso es Oddworld, un juego de ensayo y error que sigue arrastrando los mismos problemas que ha tenido siempre a esta entrega.
El sistema de control es demasiado impreciso; los rompecabezas muchas veces exigen de coordinación de movimientos, de lanzar un objeto en un lugar concreto, de engancharse de un saliente, de utilizar tus habilidades con cierta presteza, de que un enemigo active una trampa en un momento dado… Es aquí donde el programa falla estrepitosamente, la lucha constante contra el mando hace que el buen trabajo que vemos en pantalla quede completamente deslucido cuando topas con tantos inconvenientes. Enemigos que pasan por encima de trampas que no se activan, saltos que no se ejecutan con precisión, parábolas de lanzamiento difíciles de fijar… como digo, son los fallos de siempre, aquellos que hacen que la franquicia Oddworld no sea para todo el mundo. Lo cierto es que conforme van pasando las horas en el juego todo esto se va mitigando, pero más por el hecho de que tú como jugador te has acostumbrado a los fallos y ya los conoces y puedes prevenir que porque se haya hecho un buen trabajo en esta faceta.
Los escenarios se pueden revistar en cualquier momento, por lo que podremos mejorar nuestra partida
A pesar de esto Oddworld Soulstorm se esfuerza por traer elementos que, sin ser rompedores, dan algo de frescura al juego. Ahora tenemos un sistema de creación de objetos que nos permite fabricar nuestros propios recursos al recoger elementos de los escenarios. Por contra las interacciones con los mudokons que vamos recogiendo y salvando por los escenarios se han visto simplificadas, no yendo mucho más allá de pedirles que nos sigan o estén quietos. Además, ahora podemos darles objetos que tengamos en nuestro inventario, algo que les va a permitir defenderse si son descubiertos y atacados, aunque pocas veces son lo suficientemente efectivos como para salvarles de la muerte. Hay que tener especial atención en este punto, ya que el juego cuenta dos finales distintos: de la cantidad de mudokons que seamos capaces de salvar va a depender que veamos uno u otro. Afortunadamente, los escenarios se pueden revistar en cualquier momento, por lo que podremos mejorar nuestra partida, así como intentar hacernos con todas las medallas de cada nivel al encontrar todos y cada uno de sus secretos, algo que, a buen seguro alargará para más de uno las 20 horas que lleva completar Oddworld: Soulstorm.
Los objetos que podemos utilizar son relativamente variados, aunque puede que en los últimos tramos de la aventura la sensación de repetición de situaciones y retos se dé más de una vez ya que, llegado un punto, el juego no es capaz de ofrecer nada nuevo. No critico esto, ya que durante los dos primeros tercios, el programa nos va planteando nuevos objetos que crear, pero sí que tengo la sensación de que algunos de ellos quedan en un segundo plano demasiado pronto o que exigen del jugador observar los escenarios y registrarlos más de lo que el título se puede permitir en un ritmo ya de por sí muy lento.
Cantos de mudokon
El uso del sigilo sigue siendo vital para no ser detectados, y los escenarios cuentan con frecuentes puntos que ayudan a esta tarea. Además, no olvidemos la presencia del canto, una habilidad que permite a los mudokons poseer a sus enemigos y que da lugar a las secciones más divertidas del juego, aquellas en las que este gana una pequeña dosis de acción en contrapunto a lo pausado de su propuesta. Esta mecánica es ahora más certera y permite seleccionar más certeramente a nuestras víctimas además de poder ser utilizada para iluminarnos en zonas oscuras como cuevas o minas abandonadas.
Hemos jugado Oddworld: Soulstorm en PS5 y lo cierto es que su rendimiento es sólido, moviéndose a una resolución de 1440p y 60 imágenes por segundo estables en casi todo momento (en PC funciona a 4K). Las pocas caídas que he advertido no influyen de manera especialmente significativa en la jugabilidad. Lamentablemente, a la poca precisión de su control hay que sumarle la presencia de algunos errores que, sin ser fatales, son muy molestos. En algunas secciones me he visto obligado a reiniciar un escenario completo por culpa de algún bug o fallo de la inteligencia artificial ya fuera enemiga o aliada. El mayor problema ha sido identificar si lo que estaba sucediendo en pantalla tenía más que ver con la “inexactitud” del juego para con sus puzles o se trataba de un error real.
Oddworld: Soulstorm cuenta con una buena dirección artística que luce muy bien a la hora de transmitir la opresión y tristeza de su historia en sus escenarios y personajes. Como comentaba hace unas líneas las cinemáticas están a un gran nivel y se ha conseguido que tanto los modelados como las animaciones durante el juego luzcan de manera convincente. La banda sonora acompaña esta intención, no siendo especialmente destacable en ningún momento pasando por ser meramente ambiental, con unos efectos de sonido que andan en la misma línea. El título llega con casi todos sus textos integrados en castellano, habiéndose dejado alguna que otra línea suelta en inglés en la interfaz, nada preocupante. Para las voces es el inglés el idioma que escuchamos, queda ya muy lejano aquel doblaje al castellano de la primera entrega.
Soulstorm es una gran reimaginación de lo que fue en su momento Abe’s Exoddus, ha sabido traer a la nueva generación de consolas una experiencia renovada que se mantiene fiel a sus ideas. Lamentablemente, también trae consigo sus mayores defectos, el ritmo sigue siendo un problema, con secciones que pueden llegar a hacerse tediosas debido a lo impreciso de su manejo y algunos fallos. A pesar de ello, la incorporación del sistema de creación de objetos, su tecnología 2.9D y el pulido llevado a cabo en la mecánica de canto hace que Soulstorm sea, un buen título dentro de la saga, saga que sigue sin ser para todo el público.
Comprar Oddworld: Soulstorm- Oddworld: Soulstorm es la secuela de New ‘n’ Tasty y, al mismo tiempo, una reimaginación del clásico Abe’s Exoddus.
- El título tiene un sistema de juego pausado, basado en puzles donde podemos crear objetos, apoderarnos de enemigos o rescatar a compañeros.
- Algunos problemas en el control, fallos de la IA y errores pueden ser un tanto frustrantes.
- Soulstorm cuenta con un apartado artístico excelente, visualmente luce muy bien gracias a la aplicación de la técnica 2.9D en sus escenarios.
- Su historia es muy entretenida y madura, como el resto de la saga, te hará reflexionar.
