Análisis de God of War Chains of Olympus

Análisis de God of War Chains of Olympus
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El periplo de Kratos aún no ha terminado. Arrojado a un destino marcado por una vengativa violencia, el fantasma de Sparta explora los chips de PSP para ponerlos al rojo vivo a través de una acción combativa que llevará hasta límites insospechados el hardware de la máquina. Litros de sangre, tintes mitológicos y una historia para recordar en un videojuego que lo único que tenía que hacer para triunfar era recuperar toda la esencia de los anteriores títulos de PlayStation 2. Lo ha logrado. El guerrero espartano alza una vez más su grito de victoria.

El conocido como fantasma de Sparta, muy lejos de querer olvidar el trágico destino que le abocó a una vida de servidumbre, vuelve por tercera vez consecutiva a una máquina Sony con el fin de amarrar sus cadenas al que acaba de convertirse en su nuevo dios portátil: una PSP. Kratos, un ser marcado por la desdicha deshumanizadora que le causó el someterse al todopoderoso Ares, intenta buscar su redención en un capítulo que le conducirá de nuevo por territorios mitológicos donde intentará deshacerse por fin del yugo que tanto le oprime y que en su día le llevó a matar a su propia familia.

Con sed de venganza pero, sobre todo, de muchos litros de sangre, la máquina de matar reemprende su eterno y desolador camino a través de un videojuego que exprime hasta límites insospechados el hardware de PSP. Y es que para la ocasión los profesionales de Ready at Dawn han creado un motor de juego que, aunque parte de uno de sus trabajos anteriores (Daxter), ha sido suficiente como para conseguir un título que puede presumir de aprovechar como ningún otro los 333 megahercios de CPU y los 32 megas de RAM de una consola que no ralentizará la acción de Kratos en ningún momento.

Kratos regresa con toda su fuerza
El atormentado enviado de los dioses comenzará su particular odisea en la ciudad de Attica, lugar desde el que nuestro admirado y temible guerrero espartano empezará a demostrarnos que se encuentra en un perfecto estado de forma. Sus golpes, sus combos, sus magias especiales y sus ejecuciones finales no han perdido ni un ápice de la espectacularidad y rapidez que ya demostraron en PlayStation 2, consola que no tiene mucho que reprimir a una PSP que desde el primer momento nos meterá en el calor de unas batallas que se librarán en una suerte de escenarios profundos, detallados y plagados de enemigos.

Demoledores. Ese es el mejor adjetivo para calificar los ataques de Kratos en una aventura que le permitirá mejorar su repertorio a medida que explore la casi decena de niveles que compone este corto pero intenso videojuego.
Demoledores. Ese es el mejor adjetivo para calificar los ataques de Kratos en una aventura que le permitirá mejorar su repertorio a medida que explore la casi decena de niveles que compone este corto pero intenso videojuego.

Chains of Olympus, en este sentido, no ha creído que la portátil de Sony fuera la máquina más apropiada para realizar la revolución de una franquicia a la que por el momento le vale con retransmitir sus valores principales en cada nuevo título. Unos valores que pasan por una frenética dinámica de batalla bajo el esquema del "hack and slash", por un sistema de cámaras fijas con estilo cinematográfico y por una duración corta pero intensa que nos dirija a enfrentamientos memorables con terribles y dantescos enemigos capaces de desbordar una pantalla que no dejará de mostrar sorpresas hasta que se baje el telón.

Mitología interactiva mezcla de tensión y relax
Y, hablando de telones, es conveniente hacer referencia al entramado argumental que nos deja el nuevo God of War a través de sus densos, espaciosos e interesantes ocho niveles. Todos ellos están interconectados y no únicamente a través del avance lineal que implica una obra de estas características, sino gracias sobre todo a unas secuencias de introducción que usarán frecuentemente el excelente motor del juego para fundir acción, historia y puzles en términos proporcionales que aumenten el interés por vivir un cuento mitológico que, aunque sea fruto de una interpretación libre, logra tener vida propia.

Tanta vida propia como el mismísimo Kratos, que no ha olvidado sus mejores movimientos ni siquiera cuando nos toca hablar de la cama. No podía exigírsele al espartano que abandonara su vicio por el sexo, y es por ello que volverá a las andadas para demostrarnos que, de vez en cuando, viene bien un poco de variedad dentro de un título que conoce perfectamente la manera de mezclar momentos de tensión con situaciones de relax. He ahí una de las claves del éxito de un videojuego que, como sus antepasados, sigue mostrando un repertorio de ataques digno de la altura del fantasma de Sparta.

Así lucha el Dios de la Guerra
Desencadenar dicho conjunto de ofensivas resulta relativamente sencillo gracias al inteligente aprovechamiento de los limitados pero suficientes botones de PSP, los cuales nos auxilian ágilmente para realizar impactantes movimientos de ataque con tan solo dos o tres botones. Y lo más interesante no será este hecho en sí, sino que, a medida que vayamos recolectando más orbes rojos, mayores serán las posibilidades de desbloquear todos los ataques disponibles en un God of War: Chains of Olympus que no deja encerrados en el cajón a los conocidos como "quick time events".

En efecto, el fragor de la batalla va a discurrir a base de combinaciones de golpes y del continuo machaqueo de botones, pero esto es algo que encontrará a su mejor complemento en una especie de secuencias que, una vez activadas, nos ofrecen a un Kratos dispuesto a llevar a cabo alguna maniobra especial que requiere de una especial atención a la pantalla. Allí aparecerá un cuadrado, una equis, un triángulo, un stick con una rotación de 360 grados y, en general, todo lo que tendremos que pulsar en el momento adecuado para que la fulminante ejecución no resulte convertirse en un fracaso.

Un apartado gráfico digno de dioses
Aparte, existirá la posibilidad de incrementar nuestras barras de vida y magia iniciales, siendo crucial la última de ellas para salir vivo de las situaciones más complicadas en un videojuego que, adicionalmente, nos deja elegir entre hasta cuatro niveles de dificultad. Será algo que extienda la duración de un videojuego que puede ser considerada como adecuada si es que tenemos en cuenta el género al que pertenece. En total, unas seis horas cortas pero intensas que nos invitan a contemplar a través de la pantalla panorámica de nuestra PSP los mejores modelados y las más trabajadas animaciones que hayamos visto hasta el momento en la portátil.

Los “quick time events” vuelven a estar presentes en una obra que nos invitará, desde una perspectiva muy particular, a ejecutar rutinas de controles que en este caso nos librarán de ser comidos por un monstruo de descomunales proporciones.
Los “quick time events” vuelven a estar presentes en una obra que nos invitará, desde una perspectiva muy particular, a ejecutar rutinas de controles que en este caso nos librarán de ser comidos por un monstruo de descomunales proporciones.

Resulta sorprendente que, con el alarde gráfico que se hace en Chains of Olympus, la máquina no haya caído en la, a veces imperiosa necesidad de disminuir su "frame rate". Por el contrario, la estabilidad de imágenes por segundo es otra de las claves de una obra que ha encontrado la manera de meter reflexiones de luz, iluminaciones preciosistas y sombras detalladas y variables dentro de un conjunto visual mitológico que evoca un tiempo pasado y, a la vez, a un mundo de dicotomías entre una estética fantástica y el realismo de una sangre que saltará de los enemigos y del propio Kratos para impregnar al suelo del violento y visceral rastro de nuestra batalla.

Para apoyar el impacto visual del motor diseñado por Ready at Dawn, los californianos han dispuesto (al igual que los estudios de Santa Mónica, responsables de los anteriores God of War) una serie de cámaras fijas perfectamente estudiadas que tan pronto nos enfocarán desde la posición más elevada de unas escaleras en espiral como seguirá la escalada del Dios de la Guerra a través de un muro completamente vertical. No hay libertad para interactuar con la cámara, aunque será algo que no se nos antojará hacer, más si tenemos en cuenta que en la totalidad de los casos no estorba a la acción de golpes a diestro y siniestro.

Unido a esta espectacular y casi insuperable puesta en escena, la música hace gala de sus mejores ritmos orquestales (variables según la situación) para acompañar a la temática mitológica por la que seguramente pasará a la historia un título como Chains of Olympus, el cual es, a día de hoy, el producto que mejor ha sabido exprimir las posibilidades de PSP.

Magnífico

Obra maestra

God of War: Chains of Olympus

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

Kratos confirma con este título para PSP el fin de su servidumbre con PlayStation 2 antes de que llegue a la “next-gen”. Su manera de hacerlo ha sido a través de un videojuego que calca el estilo de sus hermanos mayores y lo matiza con el que supone el mejor aprovechamiento gráfico de una PSP hasta la fecha. Acción, puzles, luchas, una gran variedad de movimientos y una excelente puesta en escena, además de una impecable realización, son los mejores cimientos para un Dios de la Guerra que demuestra que se encuentra en un inmejorable estado de forma.

Comprar God of War: Chains of Olympus
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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