Los juegos de orientación arcade sigue siendo una de las apuestas favoritas por las compañías a la hora de plasmar sus obras en formatos móviles. Aquí nos llega el más novedoso, Digby Forever para iOS. Análisis.
No pude disfrutar (al menos con un mínimo de conocimiento y razón) de muchos de los títulos clásicos de todos los que aparecieron a principios de los 80 por una cuestión evidente: la edad. Por eso mismo juegos como Pac Man o Dig Dug, dos de las creaciones más recordadas de Namco de aquella época, no cayeron en mis manos hasta unos años después (tampoco muchos, eso sí). Se trataban de arcades muy sencillos pero tremendamente adictivos e incluso innovadores en su tiempo, los cuales fueron clonados en varias ocasiones por otras obras contemporáneas. Precisamente éste último, Dig Dug, es el que ha servido de inspiración para el estudio 3 Sprockets en su nueva propuesta, la cual lleva por nombre Digby Forever.
Este título free to play presenta una fórmula de juego tremendamente simple y muy directa. Veréis. Se trata de excavar sin parar hasta donde podamos, siguiendo una pauta en plan endless game en la cual no existen niveles en sí mismos, dado que las fases se generan de manera procedural cada vez que acabamos sepultados.
Excava sin parar
De esta forma y armados con un simple taladro, nuestro curioso protagonista debe ir adentrándose en el subsuelo más y más tratando de evitar perecer en su intento… y alcanzar la puntuación más elevada posible, meta típica en cualquier juego arcade que se precie.
¿Qué peligros nos esperan? Pues los hay a montones. Desde lava incandescente a enemigos que pululan de un lado para otro, minas que explotan al cabo de unos segundos de ser activadas y demás amenazas nos acechan, siendo necesario esquivar todos ellos como sea posible. Más simple no puede ser, pero os aviso que resulta bastante entretenido, al menos durante sesiones cortas de juego, porque sí que es cierto que a medio plazo todo se torna demasiado invariable.
Para añadir más gracia al asunto también se han agregado una buena cantidad de cartas especiales que actúan como potenciadores. De esta forma antes de aventurarnos a explorar las profundidades del subsuelo podemos echar mano de cartas especiales que nos permiten disfrutar de ciertas ventajas. Existen más de sesenta de estas cartas y nos proporcionan ayudas como una mayor velocidad para nuestro taladro, la posibilidad de ralentizar el avance de los enemigos, demorar el estallido de las minas, etc. Estos objetos podemos conseguirlos tanto mediante microtransacciones como simplemente jugando al título, el cual por cierto me ha parecido bastante "limpio" en cuanto a su carácter F2P se refiere. Un acierto por parte de los desarrolladores.
El control táctil también resulta muy sencillo como era de esperar y, salvo alguna que otra vez, no me ha parecido impreciso en absoluto, comportándose de manera bastante fiable en la inmensa mayoría de las ocasiones.
En cuanto a su apartado gráfico, lo mejor que puedo apuntar sobre esta producción es que su línea artística retro y multicolor me ha parecido muy acertada. Además las explosiones, muy habituales, añaden algo de vistosidad a un conjunto que, debido a sus características, se presenta como meramente funcional. Tampoco se trata de un juego que necesite de mucho más, eso es verdad, al igual que sucede con su aspecto sonoro, que cumple sin mayores pretensiones.
La escasa profundidad de juego que nos ofrece este arcade choca con la diversión y los piques que nos pueden proporcionar su interesante fórmula de juego arcade total. Cada partida es un mundo, pudiendo disfrutar de una sencillez realmente magnífica en el mejor de los sentidos, siendo el típico título que puede ser disfrutado por una amplia cantidad de jugadores. La generación procedural de los escenarios garantiza durabilidad y diversión, pero es cierto que puede acabar cansando en sesiones más extensas de juego.
- Diversión arcade de toda la vida
- Buena selección de cartas potenciadoras
- Los niveles procedurales garantizan frescura
- Carece de profundidad
- Algo más de originalidad le hubiera venido fenomenal
