Análisis de Beowulf

Análisis de Beowulf
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Beowulf, el guerrero más poderoso de todos, se embarca en un viaje a Dinamarca para matar al gigante Grendel bajo petición del Rey Hrothgar. La muerte de Grendel provoca la eterna ira de la seductora y despiadada madre de la bestia, que promete venganza para el joven guerrero, convertido ahora en Rey de los daneses. La batalla épica que sigue, llega hasta nuestros días con un beat’em up contundente.

Beowulf, un joven guerrero nórdico arrogante, egoísta y hambriento de riquezas y gloria, es el protagonista de un poema épico escrito en la primera mitad del siglo VIII, en inglés antiguo, en versos aliterativos. Es considerado una de las obras más importantes de la lengua anglosajona. El poema no tiene título en el manuscrito, pero se le ha llamado Beowulf desde principios del siglo XIX.

La acción que narra se sitúa en los siglos V-VI, y está dividido en dos grandes partes, la primera, con un Beowulf joven que ayuda a los daneses a derrotar a Grendel, un monstruo, y tras matar a éste, se enfrenta a su madre sucumbiendo a las promesas de poder. En la segunda parte Beowulf ya es el rey de los gautas y el poema narra las consecuencias de tal decisión y las numerosas batallas por defender sus tierras.

Ubisoft, después del magnífico Assassin’s Creed, presenta Beowulf, el videojuego, para hacer vivir al jugador las aventuras del legendario guerrero y algunas nuevas e inéditas aventuras no vistas en la película, en un total de 30 misiones, llenas de sangrientas batallas, inhóspitos lugares, e impresionantes enemigos.

Luces y sombras a la vista
Gráficamente, el juego mezcla elementos de una gran calidad, con otros no tan buenos. ¿Qué queréis leer primero, lo bueno o lo malo? Empezaremos por lo bueno, que no es poco. El modelado y las texturas de Beowulf, por ejemplo, así como de otros personajes principales y de algunos enemigos, como los terribles trolls, el dragón, el lobo o la madre de Grendel es muy bueno, y algunos entornos son bellísimos con unos efectos de luces y sombras, de partículas como el polvo, fuego y el agua en determinadas zonas, muy bien conseguidos. La gruta donde está Grendel derrotado, y su madre, es un claro ejemplo de este preciosismo.

Las animaciones de Beowulf son muy buenas, y tanto los movimientos al caminar, correr, rodar, esquivar o escalar, como los de combate están perfectamente trasladados a la acción, con movimientos rápidos y ágiles con los ataques rápidos, y movimientos lentos o a cámara lenta con los ataques fuertes o ataques finales, estos últimos de un gran impacto.

Beowulf nos pondrá en la piel del legendario guerrero escandinavo que poseía la fuerza de 30 hombres y que sufría por la falta de paz interior debido a un enfrentamiento entre los sentimientos de brutalidad y nobleza.
Beowulf nos pondrá en la piel del legendario guerrero escandinavo que poseía la fuerza de 30 hombres y que sufría por la falta de paz interior debido a un enfrentamiento entre los sentimientos de brutalidad y nobleza.

El pero a todo esto es que, a medida que vamos jugando, no nos podemos quitar de encima esa sensación que nos lleva a pensar “parece que no se haya puesto el mismo empeño en este escenario” o “esas texturas no parecen tan reales como las de antes”. Es algo a lo que no ayuda el hecho de que los enemigos comunes como bandidos, bárbaros o caníbales se repitan, igual que nuestros guerreros, y que algunos lugares como ciénagas pantanosas, y bosques nevados, tengan un gran aspecto, mientras otros como algunos pueblos o montañas rocosas estén muy por debajo de la calidad media del juego.

Una banda sonora de calidad, con tintes épicos y dramáticos, acompaña a la acción en todo momento, junto a los gritos de nuestros aliados y enemigos, y el sonido de las espadas al chocar, las botas al correr y pisar los distintos terrenos, perfectamente reconocibles por el sonido. En este aspecto, una ambientación totalmente impecable, a lo que hay que sumar un perfecto doblaje al castellano - con la posibilidad de oírlo con voces originales en inglés -, con un Beowulf con mucha personalidad, igual que el resto del reparto. De igual modo, todos los textos del juego están también en un perfecto castellano.

Como curiosidad, comentar que los actores de la película Angelina Jolie, que interpreta a la madre de Grendel, Anthony Hopkins, en el papel del Rey Hrothgar y John Malkovich, que interpreta a Unferth, un consejero del antiguo Rey, que no ve con demasiados buenos ojos a Beowulf, no aparecen en el juego - derechos de imagen, suponemos - aunque sus personajes están igualmente bien realizados (y de qué manera en el caso de la madre de Grendel). Sí está Beowulf, que es interpretado por Ray Winstone, protagonista de la película.

Beowulf, el videojuego, tiene algunos extras, básicamente todos ellos bocetos, diseños, tomas eliminadas y videos del juego, así como el trailer de la película.

El trono del rey, el lugar de partida
Beowulf, una vez convertido en rey de los daneses, ocupará el trono del castillo de Herot, que hace las veces de interfaz de control del juego. Las distintas estancias: el Gran Salón, la Mesa de Estrategia de Wiglaf, la Esquina de Unferth y Caín, La Cámara y, por último, el Balcón, nos dan la posibilidad de tener una visión general del pueblo de Herot, organizar a nuestros guerreros, conseguir mejoras, adquirir nuevas habilidades carnales y heroicas, o elegir el próximo destino de Beowulf antes de partir a la siguiente batalla.

La ira y lo heroico, el dilema de un héroe
Beowulf, el videojuego, es un beat’em up que bebe de los juegos del mismo género basados en El Señor de los Anillos, o el reciente Conan, de THQ, pero con algunas novedades interesantes.

En Beowulf contaremos con una armada de hasta 12 hombres que se irán desbloqueando según vayamos aumentando nuestra experiencia como grandes líderes (eso lo haremos salvando a nuestros guerreros, matando monstruos gigantes, etc.)
En Beowulf contaremos con una armada de hasta 12 hombres que se irán desbloqueando según vayamos aumentando nuestra experiencia como grandes líderes (eso lo haremos salvando a nuestros guerreros, matando monstruos gigantes, etc.)

El sistema de combate es simple pero efectivo. Beowulf dispone de multitud de armas, los desarrolladores hablan de hasta cien entre espadas, lanzas, hachas o martillos de guerra entre otras. Algunas propias, y otras que podemos recoger durante nuestras aventuras, cuenta también con un escudo que le permite parar los golpes y esquivarlos. Con tan solo dos botones, podemos realizar distintos combos, agarres, incluso golpes finales, de lo más sangrientos que hemos visto en un videojuego, podemos ver incluso como de un pisotón, aplastamos a nuestro enemigo, muy a lo Gears of War.

Las armas acaban rompiéndose, indicándonoslo el juego con un icono rojo. Escondidas en los distintos escenarios, encontraremos armas legendarias, escasas, que infligen daños mayores y además, son más resistentes.

Beowulf reúne puntos carnales al ser golpeado y al agarrar a los enemigos. También puede cargar el medidor concentrando su ira. Cuando lo haga, Beowulf se enfurecerá, liberando temporalmente los impulsos carnales del hombre, volviéndose invulnerable y consiguiendo un mayor daño. Sin embargo, padeceremos una percepción alterada - tiñendo la pantalla de rojo sangre - y un desconcierto que, además de llevarnos a poder matar a un aliado, nos hace muy vulnerable cuando termina la Ira carnal. El uso de la Ira carnal inclina el legado de Beowulf hacia el de Azote de Monstruos.

Beowulf puede dar órdenes a los guerreros que le acompañan, hasta un máximo de cuatro grupos de tres hombres, que podrán defender una posición, cubrir la espalda de Beowulf, abrir puertas o activar objetos, añadiendo un componente táctico a los combates y otros momentos.

Los guerreros irían con Beowulf hasta el fin del mundo si él se lo pidiese. A cambio, esperan que su jefe de guerra los ayude en situaciones difíciles y tenga un comportamiento heroico. Consiguiendo determinados objetivos, el indicador heroico aumenta, y hace a Beowulf y a los guerreros más poderosos y eficaces durante el combate y tareas.

Además, Beowulf puede interactuar con sus guerreros de otro modo, incitándolos a cantar, para conseguir una mayor ayuda e implicación por su parte.

La canción, una potente arma
Los cánticos son parte importante de la cultura nórdica. En la antigüedad no sólo eran cantados para festejar un triunfo, una boda, o las innumerables noches de borrachera con aguamiel. También era una forma de desafiar e infundir valentía y bravuconería a los guerreros en las batallas.

El “Carnal Power” o Ira Carnal, permite el uso de ataques más fuertes y el uso de determinadas armas. Esta habilidad se va mejorando con el paso del juego de modo que el personaje estará menos aturdido tras utilizarla y permitirá un uso más continuado.
El “Carnal Power” o Ira Carnal, permite el uso de ataques más fuertes y el uso de determinadas armas. Esta habilidad se va mejorando con el paso del juego de modo que el personaje estará menos aturdido tras utilizarla y permitirá un uso más continuado.

Como Beowulf, podremos entonar la Canción de los barones, y hacer que nuestros guerreros la canten hasta llegar a una única voz potente y abrumadora, que hará que hagan mejor y más rápido su trabajo, como hemos dicho, abrir puertas, defender un pueblo o ayudar al propio Beowulf. Para ello, contamos con un sistema parecido a lo visto en Guitar Hero en el que debemos pulsar un botón en un momento determinado y durante un periodo de tiempo marcado, dependiendo de si la nota es larga o corta.

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Beowulf

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Beowulf, el videojuego, traslada toda la épica del poema original y de la película a nuestras consolas. Durante más de cincuenta años, acompañamos a Beowulf en infinidad de batallas a través de un machacabotones correcto, que combina algunos momentos muy destacables tanto técnicamente como jugablemente, con otros momentos donde la calidad artística y la acción pierden muchos enteros, y que, por este motivo, no llega a ofrecer una experiencia de juego completamente satisfactoria.

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