Si te copia todo el mundo, no importa que pierdas los premios a juego del año: PlayerUnknown's Battlegrounds es el videojuego del momento, el espejo en el que todos se quieren mirar. Al título de Brendan Greene le han sentado los ocho meses en el Early Access de maravilla: buen rendimiento y pura jugabilidad multijugador. En nuestro análisis de PUBG hablamos de su compromiso con una simple norma: uno gana y 99 pierden. ¿Pollo para todos? Ni en broma. Bienvenidos a la más grande Battle Royale.
Preparad el paracaídas: PUBG ya ha salido del Early Access. El videojuego de Bluehole, uno de los títulos más exitosos que se recuerdan en la presente década, ya ha completado su desarrollo, permitiendo a los usuarios hacerse con la obra sin tener que aguantar la creación y los distintos problemas que caracterizan los procesos de programación de la presente modalidad de financiación. Lo que ves es lo que hay, y creo que a lo largo de los últimos ocho meses se han hecho muchas cosas bien en el estudio comandado por Brendan Greene.
Creo que PlayerUnknown's Battlegrounds, además, ha firmado un proceso ejemplar en Early Access: avisó poco después de su estreno que estaría unos seis meses en el servicio de acceso anticipado de Valve, y aunque ha necesitado unas semanas más antes de producirse el estreno, ha terminado saliendo antes de acabar 2017. Su travesía por el servicio le ha servido para crear un mejor juego, con un rendimiento a años luz del que tenía a mediados de año y permite acceder a un producto digno de las 30 millones de copias anticipadas que se han vendido entre PC y Xbox One.
Aunque he disfrutado mucho del desafío que supone a todos sus niveles, estamos ante el momento en el que debemos comprobar si ha valido la pena la espera y está a la altura del estruendo mediático cosechado.
Todos contra todos
¿En qué consiste PUBG exactamente? Es simple: 100 jugadores desarmados son lanzados a un inmenso mapa en el que deberán explorar las distintas localizaciones para encontrar armas, equipo y accesorios que le permita sobrevivir hasta ser el último en pie. O dicho de otra forma: 99 pierden, uno gana y cena pollo. Hay dos, uno basado en una suerte de isla rusa llamada Erangel y un entorno seco y desértico llamado Miramar, estrenado pocas semanas antes de la salida del acceso anticipado.
La estrategia a seguir es simple: deberás ser atento, astuto y estudiar a tus rivales para poder poner fin a su avance y acercarte un poco más a la victoria. ¿Impera el perfil del jugador pasivo y defensivo? Francamente, sí, pero para evitar situaciones en las que un jugador no se mueve en toda la partida, PUBG va acortando la zona de juego de temporalmente, haciendo, cada vez, un mapeado más pequeño; los jugadores fuera del círculo pierden vida, acrecentando el castigo según se achica el mapa.
PlayerUnknown's Battlegrounds es puro entretenimiento
Puedes jugar en solitario, pero también por parejas, tríos o equipos de cuatro, lo que te llevará a enfrentarte a 50, 33 o 25 escuadras rivales, respectivamente. La colaboración y comunicación serán vitales para el éxito: podrás compartir recursos, conducir algunos de los vehículos distribuidos por el escenario e intentar crear tus propias estrategias para hacer caer a nuevos rivales en tus redes. No siempre gana el más inteligente, pero sí que puedo garantizarte que los más descerebrado son, siempre, los primeros en caer.
Entiendo lo que, seguramente, estás pensando: ¿Es para tanto? Yo también pensé lo mismo cuando me enteré de la mecánica tras Playerunknown's Battlegrounds, pero la verdad es que hay pocas experiencias más intensas que la de estar entre los 10 o 20 últimos jugadores de la partida. Battlegrounds depara situaciones inesperadas en cada encuentro, y solo tu buen ojo e intuición te llevarán a ser el último superviviente. Por supuesto, más allá de las recompensas, poco importa que mates a diez o quince en tu partida: lo importante es que mates al último.
PUBG te ofrece unas 30 armas distintas, pasando por rifles de asalto, rifles de precisión, pistolas, escopetas o subfusiles. Será importante especializarte en todo lo que puedas, puesto que no siempre tendrás la ocasión de encontrar tu opción predilecta en el campo de batalla. Durante la partida se lanzarán contenedores que incluyen sobresalientes accesorios y equipo, que podrían ayudarte a hacerte con la victoria y comer pollo caliente, pero el riesgo de buscar un contenedor es obvio: todo el mundo quiere equiparse bien y acudirá a la vez.
Guerra en Erangel y Miramar
Sin embargo, y siendo tan difícil ganar en Battlegrounds, lamento que Bluehole no apueste por una recompensa acorde al desafío. Dada la experiencia, puedo entender (y creo que es hasta deliciosamente irónico) que no haya premio para el segundo o el tercer superviviente de la partida, pero no puedo comprender que el primero no pueda obtener más que meros puntos y un mensaje de felicitación, el del famoso pollo, por ser el vencedor. Aunque no es el único, creo que es el mayor problema que atesora la producción.
Desgraciadamente, las cajas de botín, a las que se accede con dinero obtenido en las propias partidas, son indiscutiblemente caras. Por supuesto, hay una clasificación global y estadísticas a consultar que puedes mejorar según juegas, pero creo que no es suficiente para estimular las ganas de lanzarse en paracaídas más allá de la propia partida que vas a jugar. Sobre los mapas, creo que no se le puede achacar a los desarrolladores que el producto, de precio reducido, recuerdo, tenga dos escenarios.
Erangel, por ejemplo, mide 8 kilómetros de largo y ancho, y contiene cuatro ciudades distintas y un buen puñado de emplazamientos ya icónicos que podrían ser parte de los escenarios de cualquier otro videojuego competitivo (como la escuela, la base militar o la zona de ruinas). ¿Se podrían haber creado más mapas? Claro, pero creo que el trabajo que hay en los dos escogidos, nueve meses por cada uno de ellos según la PUBG Corporation, podría justifica la cifra.
Miramar igual: se habló de un extensión de 4 por 4 kilómetros, pero se decidió ampliar hasta los 8 x 8 para dar cobijo a los 100 guerreros de cada partida. También tiene varias ciudades (alguna muy destacable como Los Leones, que parece una auténtica zona de guerra), la base militar o la estación eléctrica. A pesar de la extensión, el único problema que veo en los escenarios es que la localización y la ambientación pueda llegar a aburrir a los jugadores, pero el tiempo y la llegada de nuevos mapas podrían ayudar a evitar la desidia.
Es uno de esos videojuegos que logran marcar un antes y un después dentro del multijugador
Que la recompensa no justifique volver y, a pesar de ello, regresemos, puede mostrar la principal bondad de PUBG: es puro entretenimiento. En solitario o acompañado, la experiencia siempre es distinta y gratificante, y el espectro de decisiones y circunstancias dadas en cada encontronazo son enormes. Escuchar en la habitación contigua a un rival armándose mientras apuntas a la puerta; esperar en una ventana un jugador despistado o el enfrentamiento final en una partida, agazapado en una esquina que crees, más o menos, segura… es impagable.
Winner winner… Chicken dinner!
Battlegrounds, además, es pura contradicción jugable: todos relacionamos que la acción en un juego de disparos ayuda al título a hacerlo más divertido, pero puedo garantizar que las mejores partidas que he vivido en PUBG son las que apenas he escuchado un disparo. Recuerdo una partida con Álvaro Castellano en la que aguantamos más de diez minutos siendo una de las últimas diez parejas de la partida en una minúscula casa de Erangel en medio del campo. Desde sus minúsculas ventanas podíamos ver cómo pasábamos inadvertidos entre el resto de rivales, que se mataban mientras nosotros, agachados, optamos por sobrevivir para intentar comer pollo.
En otra, decido meterme en una isla de casas en la que veo que otros usuarios han aparcado sus jeeps y buggys. Al entrar en la primera, comienzan a acribillar la puerta y el alféizar de la ventana a pocos centímetros de mi casco. Los tímidos movimientos que hago para intentar buscar al enemigo son correspondidos con más pólvora. Paso más de cinco minutos dentro de la pequeña construcción viendo como los rivales acaban con el resto de ventanas y me intentan intimidar con granadas, pero resisto vivo hasta que la zona azul, imparable, viene a por todos los enfrascados en nuestra pequeña guerra.
Entonces, ¿qué es lo que engancha? La supervivencia. La inseguridad que impera en cada segundo de juego; el ver a otros rivales creer que nadie los observa mientras tú les apuntas con tu mirilla de X8 a un click de volarle los sesos. La colaboración con otros compañeros y salvarlos entre un río de balas enemigas o los tiroteos imposibles a bordo de un Dacia cutre. Todo eso es PUBG, pero puede ser mucho más según el tipo de jugador que seas. Diré, además, que el acceso es facilísimo: aunque la idea nace en ARMA 3, el chiquillo de Greene es mucho más amable con los nuevos que la creación de Bohemia Interactive.
La inseguridad que impera en cada segundo de juego engancha
Dadas sus características de Battle Royale, lo visual nunca ha sido una prioridad entre el equipo de desarrollo, pero es indiscutible que el trabajo realizado en sus localizaciones ayuda a otorgar identidad y carisma a cada una de las construcciones repartidas en cada escenario. Puede ser criticable el uso de modelos de casas repetidas a lo largo y ancho de isla y desierto, pero es un mal menor si tenemos en cuenta la vasta extensión de su geografía y las zonas habilitadas para la batalla en cada una de ellas (destacando Miramar).
Muchos hemos sido los medios que hemos destacado los problemas, reconocidos por la propia editora, que tenía PUBG con los tramposos en los últimos meses. Sin embargo, creo que los esfuerzos que se han hecho desde la PUBG Corporation y BlueHole para frenar a los jugadores tóxicos ha dado buenos resultados. Bajo mi experiencia, puedo decir que no he tenido ningún problema serio en el presente campo en las últimas semanas, lo cual es una noticia magnífica para su debut. Sí es criticable, sin embargo, que configuraciones gráficas inferiores tengan ventaja al borrar vegetación que sirve a jugadores de camuflaje: sus desarrolladores deberán encontrar una solución.
El rendimiento, gracias al trabajo de sus desarrolladores y los meses en Early Access, le permite moverse bien en procesadores de más de dos y tres años y tarjetas de cuatro, lo que facilitará el acceso de nuevos jugadores. Hay jugadores que lamentan problemas en sus ordenadores y la persistencia de algunos errores (no ha sido nuestro caso en dos equipos distintos), pero de momento son casos menores. Recuerda, en el caso de que Playerunknown's Battlegrounds no funcione bien en tu equipo por lo que sea, echar mano de la devolución de Steam si llevas jugadas menos de dos horas.
Como os decía, PUBG es el juego del momento. Te fies o no de la idea, no dudes en echar una partida, si puedes, y ser partícipe de ella para ver lo que Brendan Greene y su estudio han hecho realidad y han llevado de mod a experiencia independiente. El tiempo, como todo, pondrá en su lugar al título, pero en este análisis de PUBG debo resaltar que creo que estamos ante uno de esos videojuegos que logran marcar un antes y un después dentro del multijugador en ordenador. Battlegrounds aspira a ser lo que fue en su día Doom, Quake o Counter-Strike, ¿tomará el testigo? Yo creo que sí.
PlayerUnknown's Battlegrounds es entretenimiento puro. Tres ingredientes: 100 jugadores, 99 perdedores y un solo vencedor, que deparan infinitas circunstancias e historias en cada partida. Dos mapas gigantescos, unas 30 armas y la posibilidad de llevarlo al territorio del juego en equipo para dos, tres y cuatro usuarios, lo que cambia por completo la identidad de PUBG. Copiado hasta la saciedad por todos en los últimos meses, estamos ante una de esas producciones que aspiran a marcar época en el multijugador de PC. Le ha fallado su torpe presentación y la poca recompensa para los vencedores, pero poco importa cuando la experiencia es tan grata.
- Adictivo y retante: un auténtico desafío. Puro entretenimiento
- Amplio y polivalente arsenal para todo tipo de jugadores
- Jugar por equipos le otorga una nueva dimensión
- Una de las experiencias de juego más intensas del mercado
- Poco cuidadoso en el acabado de su diseño, menús y HUD
- Que optar por configuraciones gráficas inferiores borre vegetación y dé ventaja
- La victoria, aunque gratificante, no tiene una recompensa real
- Los dos mapas son enormes, pero se hacen algo escasos
