Una nueva adición llega al catálogo cada vez más importante de PlayLink. Frantics se convierte en un party game basado en los minijuegos, pero que está protagonizado por muñecos de plastilina y se controla con tu móvil. Analizamos el resultado.
La línea de juegos sociales PlayLink tiene mucha importancia para Sony. Dicha compañía, al igual que sucede por ejemplo con los juegos destinados a PSVR, está tratando por todos los medios de editar la mayor cantidad posible de títulos ligados a esta categoría, obras destinadas principalmente al sector más casual de usuarios de PS4, aunque también pueden ser disfrutados por cualquier otro tipo de jugadores.
A los recientes Saber es Poder, Intenciones Ocultas y demás producciones asociadas al sello PlayLink, ahora se une Frantics. Un título que claramente se posiciona como un seguidor de la saga Mario Party, es decir, que basa su propuesta en la inclusión de diferentes minijuegos que, en este caso, pueden ser testados por cuatro jugadores a la vez. Un modo multijugador que, de hecho, se convierte en la razón de ser de esta obra de NapNok Games, dado que se trata de un título que baja enteros de manera proporcional al número de jugadores que se aleja de dicha cifra.
Al tratarse de un título PlayLink, ya sabéis lo que eso significa: debemos usar nuestros móviles (o tabletas) como mandos. Para ello es necesario pasarnos por la tienda online correspondiente (iTunes en formato iOS, o Google Play en Android) y descargar la aplicación del mismo nombre del juego para poder jugar. Una App que, por supuesto, es totalmente gratuita y que se instala en cuestión de segundos. Luego sólo queda conectar cada dispositivo a la misma red a la que está conectada la PS4 y todo queda listo para comenzar a jugar.
Un party game para 4 controlado con el móvil
La mecánica de juego que propone esta producción es muy sencilla de explicar. En su único modo de juego disponible, que puede tener cabida para cuatro jugadores como ya os he explicado, debemos afrontar un grupo conformado por cuatro minijuegos principales, tratando de obtener el mayor número de victorias (que se traducen en coronas) para partir con ventaja en la prueba final, que siempre es la misma, la cual determina el ganador absoluto.
¿En qué consisten dichas pruebas? Pues como sucede en este tipo de propuestas, depende mucho de cada evento, existiendo en este caso 15 minijuegos distintos… una cifra que si bien al principio parece suficiente, cuando disputamos varias competiciones seguidas nos damos cuenta de que no es así. De hecho, esta reducida cantidad de minijuegos que pone en liza Frantics se convierte en uno de los puntos flacos que presenta el título, limitando así las posibilidades que ofrece.
Lanzarnos en paracaídas, evitar que una bomba estalle en nuestras narices, pelear sobre el hielo tratando de sacar del ring a nuestros rivales o meter goles en unos minicampos de fútbol muy particulares son algunas de las tareas que debemos afrontar. Una colección de eventos relativamente originales que, como ya os he comentado antes, ofrecen unos niveles de diversión irregulares en función de unas y otras.
Que los protagonistas sean animales y de plastilina le aporta personalidad
En cuanto al manejo, la precisión que ofrece el sistema de control va unido directamente a cada una de las pruebas. Si bien existen algunas excepciones, en general el manejo gana en precisión en los minijuegos que poseen un desarrollo 2D, ya que cuando nos toca desplazarnos por (pequeños) escenarios 3D, dicha precisión se ve resentida.
Por otra parte, llama la atención la ausencia de ciertas opciones (que se nos antojan básicas en este tipo de títulos) cuando la cantidad de jugadores no alcanza la cifra de cuatro. De esta forma no es posible ajustar el nivel de dificultad de los bots controlados por la CPU así como su cantidad, algo que se echa de menos. Y del mismo modo tampoco es un juego que ofrezca diferentes modos de juego más o menos habituales en este género, carencias que afectan a la durabilidad del juego en sesiones prolongadas.
Todo esto hace de Frantics un título indudablemente divertido… pero que pierde fuelle a medida que jugamos. El factor sorpresa de las primeras partidas juega en su favor, pero conforme pasan las horas la escasa cantidad de contenido que ofrece se deja notar.
En lo relacionado con su apartado visual, Frantics es un videojuego que ha sido dotado de bastante personalidad y bien resuelto. Destaca por encima de todo su llamativa línea estética, que a muchos usuarios veteranos les recordará a la vista en títulos clásicos como ClayFighters, juegos que usaban la técnica claymation para imitar la plastilina. Evidentemente no es un título que explote ni la mitad del potencial que alberga el hardware de PS4, pero ni lo necesita ni lo intenta.
El sonido tampoco está mal, destacando el doblaje a nuestro idioma (aunque algunas líneas se repiten más de la cuenta), mientras que las melodías y los efectos cumplen correctamente.
NapNok ha tenido la gran idea de crear un party game a lo Mario Party para PS4 con la particularidad de formar parte de la línea PlayLink. Y el hecho de poder controlar los minijuegos con el móvil tiene su gracia, si bien el diseño de algunas de las pruebas no se adapta demasiado bien a dicho manejo, al que le falta precisión en ciertas ocasiones. Pero su mayor debilidad estriba en la ajustada cantidad de minijuegos y opciones que incluye, limitando sus posibilidades.
Comprar Frantics- Algunos de los minijuegos que presenta divierten bastante
- El modo para cuatro jugadores y la App funcionan muy bien
- La personalidad de Zorro añade picante a las partidas
- Los 15 minijuegos se quedan cortos
- El control se muestra algo impreciso en más de una ocasión
- Faltan opciones como elegir la dificultad y número de bots, etc.
