Análisis de Ion Fury, un digno heredero de Duke Nukem

Análisis de Ion Fury, un digno heredero de Duke Nukem
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Acción al estilo Duke Nukem 3D. En el análisis de Ion Fury verás que el nuevo videojuego de disparos de 3DRealms es un gran homenaje a los clásicos de la acción que se estrenaron en los noventa. Combates frenéticos, explosiones y un trepidante ritmo de la acción. Estas son las claves del hasta ahora conocido como Ion Maiden.

Corres, apuntas y… ¡BAM!; casi sin darte cuenta has muerto. Así de frenética y brutal es la acción de Ion Fury, un videojuego de disparos en primera persona que recrea de forma admirable los trepidantes tiroteos de clásicos como Duke Nukem, Blood, Shadow Warrior y tantos otros grandes títulos de la década de los noventa. Te mueves tan rápido y hay tal caos a tu alrededor que creerás ser incapaz de sobrevivir a tal infierno. Pero lo haces, y disfrutas, porque el nuevo trabajo de 3D Realms y el estudio independiente Voidpoint es un digno heredero de todas esas grandes obras que definieron el género de la acción veinte años atrás. Es pura adrenalina; un festival de tiros y explosiones con el que resulta difícil no pasarlo bien. Corres, apuntas y ahora sí disparas como un loco mientras decenas y decenas de enemigos se cruzan en tu camino solo para recibir un tiro en la cara que los convierta en una pulpa sanguinolenta. Y así durante horas.

No tendrás ni un segundo de respiro en un videojuego que se ve y se juega como los clásicos en los que se inspira. Es como volver atrás en el tiempo; regresar a una época en la que los shooters te obligaban a moverte con una rapidez endiablada mientras disparabas casi por instinto, sin pensarlo, pues detenerse aunque fuera unos instantes significaba en la mayoría de casos muerte instantánea. Por eso Ion Fury va directo al corazón de los jugadores más nostálgico; de aquellos que crecieron con los clásicos de Id Software o 3D Realms. Aquí van a encontrar un fiel reflejo de la época que incluso ha adoptado la tecnología gráfica del memorable Duke Nukem 3D para ser más auténtico si cabe; un "BUILD Engine con esteroides" que aún luce francamente bien dos décadas después. Así que sí, claro, si apuestas por Ion Fury te lo vas a pasar muy bien, aunque lo nuevo de 3D Realms a veces peca de falta de ambición y se queda, en el mejor de los casos, como un gran homenaje a los clásicos de la acción y poco más.


Traga plomo, cabr**

Si esta es la primera vez que juegas a un shooter propio de la década de los noventa seguramente te sorprenda y mucho el trepidante ritmo de la acción de Ion Fury. Ya desde el primer minuto los enemigos te asaltarán en grupo, desde todas las direcciones, mientras corres, saltas, esquivas y disparas como un aunténtico experto. Y hay pocas sensaciones más gratificantes que esa. Entrar en una sala repleta de enemigos y, en segundos, acabar con todos ellos usando explosivos, disparos de escopeta o hasta dos metralletas capaces de prender fuego a sus víctimas. Antes conocido como Ion Maiden, el videojuego de Voidpoint es pura adrenalina. No paras ni un segundo. Siempre tienes algo a lo que disparar, lo que ayuda a disfrutar muchísimo de la experiencia.

Nada mejor que soltar una granada en mitad de un grupo de monstruos. ¡Que salten por los aires! Pero no te duermas en los laureles que hay muchos más enemigos.
Nada mejor que soltar una granada en mitad de un grupo de monstruos. ¡Que salten por los aires! Pero no te duermas en los laureles que hay muchos más enemigos.


Todo es tan de la vieja escuela, tan Duke Nukem 3D, que cuesta no emocionarse cuando te topas sin quererlo con una de las muchísimas zonas secretas ocultas en cada nivel, o recoges esa tarjeta de color con la que abrirás camino a través de unos laberínticos escenarios que destacan por su buen diseño de niveles. Faltos de originalidad en los compases iniciales de la aventura, pronto empezarás a combatir en lugares cada vez más divertidos, más inesperados, en los que tan pronto te verás inmerso en un tiroteo, como buceando, saltando o hasta resolviendo sencillos puzles basados en el uso de interruptores. Lástima que Ion Fury no busque sorprender más con esta clase de situaciones ajenas al combate, pues llega un punto en el que sientes que la acción es siempre la misma. Matar, matar y matar mientras sigues adelante, sin pensar; correr y disparar a todo lo que se mueva.

Análisis de Ion Fury, un digno heredero de Duke Nukem


Siempre tienes algo a lo que disparar, lo que ayuda a disfrutar muchísimo de la experiencia

Por supuesto los tiroteos son geniales y recrean a la perfección las sensaciones de clásicos como Duke Nukem 3D, pero mientras el juego de 3D Realms te dejaba atónito con sus desternillantes armas de fuego, el arsenal de Ion Fury se queda corto. Hay variedad, sí, y lo más importante es que todas ellas tienen utilidad; las usarás una y otra vez durante todas las misiones. La pega es que son demasiado típicas. Salvo las granadas que lanzas como si fueran una bola de bolos, o las minas de racimo, que desplegarán una lluvia de fuego a su alrededor, el resto de armas son las habituales en cualquier juego de disparos. El revolver, por ejemplo, tiene un ataque secundario que es fantástico: puedes marcar objetivos y exterminarlos en un segundo; pero ya está. La escopeta es lo que es, las ametralladoras son lo que son, y así con todo.

Análisis de Ion Fury, un digno heredero de Duke Nukem


La ballesta es una de las armas más mortíferas. Puedes cargarla y disparar varios virotes eléctricos a la vez, o aguantar un poco más y desatar el infierno.
La ballesta es una de las armas más mortíferas. Puedes cargarla y disparar varios virotes eléctricos a la vez, o aguantar un poco más y desatar el infierno.


Si bien Ion Fury mantiene alto el interés durante las cerca de diez horas que puede llevarte completar la historia principal, se echa en falta algo más de variedad en los tiroteos, en el diseño de las misiones, en los propios enemigos a los que te enfrentas. Empieza fuerte, presentando cada pocos minutos a un nuevo rival al que batirse en duelo… y después de eso horas peleando contra los mismos monstruos. Menos mal que en el tramo final de la partida empiezan a surgir nuevos rivales y la acción se anima de forma bestial. También en los compases finales el propio diseño de escenarios mejora notablemente con unos entornos más enrevesados, más interesantes, que obligan a explorar y prestar mucha atención para dar con el camino correcto.

No puedo negar que me lo he pasado en grande aniquilando a cientos de enemigos en Ion Fury, pero también es cierto que el juego de Voidpoint no termina de alcanzar las cotas de calidad de aquellos grandes clásicos en los que se inspira. Es un gran homenaje, un título que cualquier fan de la acción retro debería jugar, pero siento que le ha faltado algo más de ambición para dar un paso adelante y sorprender con nuevos retos aún siendo fiel a la esencia de los originales. Y si no, al menos, ser más ingenioso en los desafíos que propone. El ritmo de la acción es trepidante, destaca por su buen diseño de niveles e incluso presenta combates contra jefazos que no están nada mal, que son divertido; pero algo le falta a Ion Fury para terminar de consolidar su apuesta por la acción noventera.

Análisis de Ion Fury, un digno heredero de Duke Nukem


Es un gran homenaje, un título que cualquier fan de la acción retro debería jugar

La buena noticia es que Ion Fury incluye un editor de niveles para que los usuarios más creativos puedan crear sus propios escenarios de juego. Y esto, obviamente, puede brindarnos horas y horas de juego adicional. ¿La historia? Os habréis percatado que no he hablado nada de ella pero es que sinceramente, hay poco que decir. Un científico malvado ha liberado un ejército de criaturas monstruosas en la Tierra, y Shelly “Bombshell” Harrison debe acabar con todas ellas a base de tiros, explosiones e insultos. No hay más, pero tampoco lo necesita; con los desternillantes comentarios de la heroína te vale para echarte unas risas mientras masacras a cientos de enemigos. En este sentido, y dentro de la cutrez que enmarca la historia, Ion Fury tiene algunos momentos apoteósicos, como cuando la protagonista se topa con un nuevo tipo de enemigo, uno monstruoso, y su reacción es decir: "jamás había visto algo tan horrible. Un hombre sin poll*". Este es el tono, y es una de las razones por las que disfrutarás tanto de Ion Fury.

Bueno

Sin sello
Análisis de Ion Fury, un digno heredero de Duke Nukem

Ion Fury

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Con un trepidante ritmo de la acción y un buen diseño de niveles, Ion Fury te lo hará pasar en grande disparando a los cientos y cientos de enemigos que se cruzarán en tu camino. Es un no parar de tiros, explosiones e insultos que refleja fielmente las sensaciones vividas en clásicos como Duke Nukem 3D, pero al juego de 3D Realms y Voidpoint le ha faltado algo más de originalidad a la hora de plantear sus desafíos, que a veces pecan de ser algo repetitivos. A pesar de todo, es un juego de acción retro que merece la pena.

  • Digno heredero de la acción de Duke Nukem 3D y Blood
  • El frenético ritmo de la acción; no pararás ni un segundo
  • Buen diseño de niveles, con montones de zonas secretas por explorar
  • El arsenal está bien pero se echan en falta armas más originales
  • Los combates pueden volverse algo repetitivos. Más puzles y enemigos le habrían venido bien
Jugadores: 1
Idioma: Textos en inglés y voces en lnglés
Duración: 8-10 horas
Ver requisitos del sistema
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