Del estudio que nos ha devuelto recientemente clásicos como Rez o la remasterización de Lumines, llega ahora Tetris Effect. Una experiencia onírica única que mezcla el característico estilo visual y sonoro con las clásicas piezas. En el análisis de Tetris Effect buscamos hasta qué punto mejora la experiencia original y qué nuevos modos incluye a la mezcla.
La razón por la que pasé un año absorto por Guitar Hero cuando lo descubrí no fue solo por su atractivo repertorio musical. Me es difícil explicarlo. Cuando avanzabas a los niveles más altos de dificultad, y los botones de colores llovían literalmente en tu pantalla, se generaba un fenómeno tan extraño como adictivo. Soy una persona bastante racional. Me gusta pensar mucho las cosas y que todo cuadre en mi cabeza. Cuando las notas de Guitar Hero pasaban tan rápidas que tu cerebro era incapaz de computarlas, de repente, por arte de magia, tus dedos iban solos. Y ahí estabas, viendo cómo se movían e incapaz de entenderlo. Eras uno con la canción. No había tenido esa sensación en mucho tiempo. Hasta Tetris Effect.
La magia de esta versión se descubre en su modo Viaje. Al principio, por esa conexión sinestésica que el juego crea entre música, color y las clásicas piezas cayendo. El relax de sus primeras áreas pronto da pie a un meteórico compás, en el que se mezclan velocidades que van más allá de lo que tus reflejos son capaces de procesar. Es en esos momentos en los que sucede. Tus dedos, de nuevo, vuelven a hacer girar las piezas a un ritmo vertiginoso, desesperados porque logres encajarlas. Más allá del nivel 10 de velocidad, el juego te obliga a tomar una elección: guiarte por tus instintos o dedicarte a otra cosa.
En esa variante de los Shoot'em Up que son los Bullet Hell, los desarrolladores intentaron rizar más el rizo del género. Para llenar la pantalla de balas, tu nave era demasiado grande. Ocupaba demasiado espacio en pantalla. Por ello, ingeniaron un truco. La única parte vital del sprite era el núcleo y el resto era transparente y así parecía que tus reflejos eran casi instintivos. En Tetris sucedió lo mismo.
La única forma de aumentar más la velocidad de lo que el ojo era capaz de percibir era creando un pequeño truco. La pieza cae como una roca, pero puedes dedicar unos segundos a girarla en la base. Tetris Effect vuelve a basar sus fases más desafiantes en esta mecánica que serán suficiente para poner tus nervios a flor de piel. Supone la diferencia entre la vida y la muerte y una completa necesidad para pasarse el juego que se potencia más que nunca gracias a la fuerza que la banda sonora imprime en el juego. En el modo Normal de dificultad la velocidad 13 ya te pone en suficiente tensión, mientras que Difícil o los Modos Maestros con velocidades sobrehumanas son para verdaderos expertos.
Todo está en tu cabeza
El denominado «Efecto Tetris» es comúnmente conocido por ser ese fenómeno que se produce en los jugadores ávidos de este puzle. Al terminar sus partidas, siguen viendo piezas caer intentando colocarse. Es más que posible que sueñen con ellas, completamente obsesionados por hacerlas cuadrar en su cabeza. Tetris Effect es la máxima expresión de este concepto, por lo poderoso que resulta acompasar el puzle con la música y los efectos alrededor de la matriz de juego. Sabéis de lo que hablo. Esa característica de sincronizar lo visual y sonoro que es sello de identidad los juegos de Tetsuya Mizuguchi con Rez, Lumines o Child of Eden. Unir el nombre del diseñador con el de Tetris es algo que cualquier fan del japonés ha esperado toda la vida. El resultado, como habrás podido darte cuenta ya, no sólo cumple, sino que marca al jugador. Tetris Effect es la mejor experiencia Tetris para un jugador que hayas podido probar.
Incita a la superación, a no abandonar
Digo para un jugador porque la pieza que no encaja en el puzle es el apartado online, completamente inexistente. Sí, tienes unas tablas de clasificaciones que puedes comparar con el resto del mundo o amigos, mientras subes de nivel y vas desbloqueando avatares, orbitando el globo terráqueo en forma de hologramas. Las declaraciones de Mizuguchi no terminan de convencer, aludiendo a que querían una experiencia limpia del conflictivo mundo online y sus abusos, sobre todo en lo que respecta a un juego de puzles. Más aún cuando no encontramos forma de jugar ni con amigos por Internet o de modo local evitando a jugadores desconocidos. Sí se añadirán nuevos eventos que aparecerán los fines de semana. Los llamados Weekend Ritual que proponen un desafío a completar entre toda la comunidad. Si se consigue el objetivo de puntos, desbloqueamos un nuevo Avatar para nuestro jugador. Aun así, creo que no es suficiente. Entiendo la pureza de Tetris como experiencia positiva y unipersonal, pero creo que con un multijugador que siempre fue característico de la serie esta sinfonía habría terminado de estar completa.
Al Viaje le acompaña una serie de pruebas en el modo Effect. No hay que subestimar dichas pruebas, ni mucho menos, porque puedes acabar echando más horas que a cualquier otra cosa. Mientras que algunas te proponen maratones, modos clásicos y listas de reproducción para que te dejes llevar por la relajación y la música, no podrás dejar de jugar a los modos Concentración y Misterio. Pruebas en las que se nos exigirá eliminar determinados bloques infectados o líneas, por ejemplo. Pero Misterio es tan divertida que es la parada obligatoria. Modos realizados para sorprenderte con lo imprevisible, en los que Tetris Effect aprovecha para trolear al jugador de todas las maneras que puedas pensar: colocando bloques, aumentando de tamaño las piezas, invirtiendo los controles o la pantalla...
Tampoco hay que subestimar el modo Realidad Virtual, porque aunque Tetris Effect se puede jugar de principio a fin sin las gafas, la experiencia con ellas puestas junto a unos buenos auriculares es completamente sensorial. Como en REZ, volvemos a introducirnos en este surrealismo digital en el que las partículas y efectos fluyen por delante y detrás de la matriz mientras se forma una partitura musical en base a nuestras acciones. De hecho, el resultado es tan mágico que puede llegar a desconcentrar. Para poder pasar las fases más difíciles del Modo Viaje he preferido hacerlo sin las gafas puestas, pues la capacidad que tiene para abstraerse y dejarse llevar por los colores y la melodía es única.
Hay asperezas. Me molesta bastante el hecho de que tenga que acercar la cámara siempre que empiezo o repito un nivel, porque hay fases en las que las piezas empiezan a caer tan rápido que el ajuste lo tienes que hacer sobre la marcha. Creedme, es un verdadero incordio. Pero más allá de algunos detalles similares a este, creo que es la ausencia de ese multijugador el verdadero defecto del juego. No es que no haya reto más allá de Viaje, porque existen modos de dificultad y el más difícil todavía, pasarte todas las fases de principio a fin sin continuar. Sé que algún súper humano lo conseguirá, pero yo con pasar cada pantalla, cada reto, he sentido ya una satisfacción que hacía tiempo que no afloraba.
Es la mejor experiencia Tetris para un jugador que hayas podido probar
Siempre he tenido un problema con la pieza L. Ese maldito tetrimino que tiene su homólogo invertido y que echaba al traste todos mis planes, porque siempre tenía que pensar un par de segundos de más cuál era la forma correcta a utilizar en cada ocasión. A lo largo de mis partidas con Tetris, esta pieza ha sido una constante. Pero a diferencia del resto de versiones a las que he jugado durante todos estos años, en Tetris Effect he hecho las paces con ella. No por nada en especial. Sencillamente, Tetris Effect incita a la superación. A no abandonar. A aprender a colocar la maldita pieza correcta en un acto reflejo. Estoy escribiendo esto acto seguido de terminar la última pantalla y estoy sumido en un completo trance. Y no quiero despertar.
Tetris Effect es una experiencia hecha para el deleite de los sentidos. La sincronización audiovisual con los movimientos de las piezas es impecable. Pero más allá de esto, logra desarrollar uno de los Tetris más desafiantes y bien construidos de los últimos años, acompañado por varios modos para expandir su vida jugable. Lástima, sin embargo, de la no inclusión del multijugador.
Comprar Tetris Effect- Una experiencia única, tanto con VR como sin ella
- Los modos Effect cuentan con algunos muy originales y desafiantes
- El modo Viaje es de los mejores que hemos jugado en Tetris
- La música. Pelos de punta
- La ausencia del modo multijugador. Tanto local como en línea
