Ya era hora de que Sega se acordara de una de sus sagas más queridas y entrañables de su maravilloso universo: Super Monkey Ball. Después de mucho tiempo de silencio, al fin podemos disfrutar una vez más con la presencia de AiAi y sus colegas. Análisis de Super Monkey Ball: Banana Blitz HD.
Cuando alguien piensa en Sega probablemente lo primero que se le viene a la cabeza es Sonic, Mega Drive, Golden Axe, Daytona USA, Streets of Rage, Virtua Tennis, Dreamcast y demás “activos” muy conocidos que forman parte de esta gran compañía. La historia y el legado de Sega es magnífico, hasta el punto de que posee sagas queridísimas y tremendamente veneradas que, sin embargo, a veces pasan hasta desapercibidas así a bote pronto. Y uno de estos casos es Super Monkey Ball, una franquicia que fue bastante popular hace ya bastantes años y que su última aparición en una consola (móviles aparte) fue nada menos que Super Monkey Ball: Banana Splitz, un título exclusivo para PlayStation Vita. ¡Y eso fue en el 2012!
Han tenido que pasar siete años para que la compañía nipona recupere (en cierta forma) a su venerada saga protagonizada por unos monos realmente simpáticos capitaneados por AiAi. Y digo lo de "en cierta forma" porque en realidad esta entrega destinada a todos los sistemas de juego actuales (aunque la edición de PC parece que aparecerá algo más adelante) es una remasterización en HD del mismo título que nos hizo disfrutar bastante en Wii. Un juego que posee las mismas virtudes y características que formaron parte de dicha producción para la máquina de sobremesa de Nintendo a la que se le han añadido un par de pequeñas incorporaciones… y se han eliminado ciertos aspectos que en un momento pasaré a comentar.
Habilidad y diversión en compañía de simios adorables
Cualquiera que haya probado alguna vez entrega alguna de esta fantástica serie ya sabe lo que le espera en Super Monkey Ball: Banana Blitz HD. La propuesta principal es tan sencilla como muy disfrutable, siendo necesario guiar a los distintos monos metidos en sus respectivas bolas por escenarios de diseño enrevesado hasta llegar a la meta. Y todo esto dentro de un límite de tiempo determinado. Así de simple… pero con muchos matices.
De entrada y a pesar de que en los primeros niveles las cosas nos las ponen realmente fáciles, a medida que avanzamos la composición de los recorridos que tenemos que superar se complica bastante y se llenan de obstáculos, saltos, rampas, adversarios y demás elementos que dificultan, y mucho, nuestra tarea. De hecho en las últimas fases veremos cómo perdemos una vida tras otra tratando de superar algunas secciones verdaderamente complejas. Una delicia. Por lo tanto no os dejéis engañar por su aspecto infantiloide y colorido porque estamos ante un título bastante desafiante.
También es necesario y muy recomendable ir coleccionando la mayor cantidad de plátanos posible, objetos que nos proporcionan una vida extra (muy preciada) por cada veinte de estas frutas que obtenemos. Pero lo más importante es que al final de cada uno de los diez mundos que forman parte del modo principal nos estará esperando un jefe final. Unos enfrentamientos que en algunos casos son realmente magníficos (sobre todo los más avanzados) y ponen a prueba nuestros reflejos y nivel de habilidad. Y a esto se añaden los niveles especiales de bonus que nos permiten amasar cantidades obscenas de plátanos para acaparar vidas extra. En total, un centenar de niveles que, además, han sido agrupados en escenarios claramente diferenciados que van desde las clásicas junglas a desiertos, zonas heladas y demás localizaciones exóticas.
No os dejéis engañar por su aspecto infantiloide y colorido porque estamos ante un título bastante desafiante
Todos estos escenarios podemos recorrerlos con los monos de turno… más algún que otro personaje especial que debemos ir desbloqueando, entre ellos nuestro venerado Sonic. Y lejos de ser distintas skins del mismo personaje, cada uno posee ciertas características específicas (velocidad, salto, etc.) que les hacen más o menos aptos para superar según qué niveles, añadiendo así más gracia a cada partida.
¿Y qué tal se controlan estos mono-bolas? Pues lo cierto es que realmente bien… aunque no puedo dejar de mencionar lo mucho que he echado de menos la integración de un método de control opcional que reconociera nuestros movimientos con el mando, y eso que no soy muy fan de este tipo de manejos. Si recordáis, la entrega original de Wii hacía uso de dicho control mediante el sensor de movimientos del Wiimote (aunque de manera no lo suficientemente precisa, todo hay que decirlo), siendo ésta justamente una de sus características fundamentales, algo que en esta edición se ha omitido por completo. Y es una lástima porque considero que al menos en las versiones de Switch (Joy-Con) y PS4 (DualShock 4) dicho manejo (reitero, que fuera opcional y complementario al normal) hubiera sido muy bien recibido. Pero una vez dicho esto, es justo afirmar que el control que ostenta esta edición en HD es mucho más preciso que el que fue plasmado en el título original precisamente por cambiar de formato, y guiar a las bolas por los serpenteantes escenarios es un gusto.
Otra de las novedades de Super Monkey Ball: Banana Blitz HD la encontramos en sus modos de juego. El modo Decatlón es completamente nuevo y nos invita a participar en diez minijuegos seguidos para tratar de alcanzar la mejor puntuación posible, score que podemos comparar posteriormente con usuarios de todo el mundo mediante los ya consabidos leaderboards online. Y lo mismo sucede con el modo Contrarreloj. Por otro lado, otro de los elementos que poseía el juego original de Wii eran los minijuegos. Respaldando al modo principal individual se integraron la friolera de 50 minijuegos, una cifra que en esta ocasión ha sido recortada hasta los 10.
Evidentemente este recorte no hará felices a muchos usuarios, pero siendo justos es necesario precisar que de los 50 minijuegos que formaron parte del título primigenio sólo se salvaban una docena o así: el resto eran muy malos. Por lo tanto y en cierta forma, casi hasta se agradece la criba que se ha realizado, unos minijuegos que permiten la participación simultánea de hasta cuatro jugadores en modo local, opción que resulta tremendamente entretenida y que asegura risas y cachondeo.
Otro cambio muy evidente tiene que ver con su salto gráfico a la HD. Todas las versiones poseen una apariencia muy nítida y si bien (y por sus características) no es un juego que despunte en el plano técnico, sí que muestra muy buenas maneras. Las animaciones de los personajes son excelentes, la variedad de los entornos es muy elevada y los tonos alegres y llamativos que muestran los fondos aportan una gran vistosidad al conjunto. Mención aparte merece el diseño de los recorridos que debemos sortear, que en algunos casos me han parecido excelentes.
Y para terminar, el apartado sonoro también es muy bueno. Las voces (muy esporádicas) en inglés (aunque en el original estaban en castellano si no recuerdo mal) se complementan con una banda sonora muy movida cuyo tema central (el cual nos acompaña en las pantallas de menú) resulta imposible dejar de tararear cuando llevas un rato jugando.
Sega recupera una de sus sagas más queridas y adorables gracias a una interesante remasterización de una de sus últimas entregas, Super Monkey Ball: Banana Blitz de Wii. Divertido, desafiante y dotado de minijuegos multijugador muy entretenidos, se trata de un título bastante completo que hará disfrutar a multitud de usuarios. Un juego que a pesar de su apariencia inocente e infantil, sus últimos niveles son de todo menos sencillos de superar. Ojalá sirva como punto de partida para una nueva era de juegos basados en esta saga de AiAi.
- 100 niveles bien recreados y desafiantes (sobre todo la recta final)
- Los jefes finales aportan más interés y variedad al asunto
- Los 10 minijuegos multijugador garantizan piques y añaden rejugabilidad
- La presencia de Sonic siempre es un plus
- Se echa en falta control mediante movimientos en las versiones de Switch y PS4
- Alguna opción o modalidad adicional más le hubiera venido muy bien
