Con la temporada de fútbol bien entrada volvemos a tener entre manos una entrega de la simulación de gestión deportiva más profunda que puede encontrarse. Con el análisis de Football Manager 2020 puedes descubrir cómo le han sentado al juego las novedades de este año.
Hay un género que ha resistido a todos los envites del mercado de los videojuegos desde hace décadas y, por supuesto, ese es el de la gestión. Títulos que no tienen unos números tan abrumadores en cuanto a ventas como los de las grandes superproducciones del momento, pero que nos han seguido dando enormes alegrías a todos los que gustamos de las experiencias algo más tranquilas y sesudas del mercado. En este sentido, uno de los juegos más populares del momento sigue siendo la saga Football Manager que, en esta ocasión, nos presenta sus argumentos jugables para volver a ser un pozo sin fondo de horas invertidas en la temporada deportiva 2019-2020.
Las grandes novedades del episodio de este año tienen que ver con algo que no se había explorado tanto en una visión del fútbol que, como los entrenadores de verdad, vivía fundamentalmente del día a día. Ahora podemos ver como los chicos de Sports Interactive, conscientes seguramente de que tienen tanta profundidad en el control a corto plazo que parece difícil seguir progresando en esa dirección, se han volcado en hacernos mirar al horizonte con Football Manager 2020. Ya no solo importa el partido a partido ni el período desde la pretemporada al 30 de junio, ahora hay que poner nuestro punto de mira mucho más allá y, lo que es mejor, hacer compromisos y, después, tener que batallar para cumplirlos.
Volverse a poner el traje de manager de fútbol, o el chándal, vuelve a ser tremendamente divertido este año en un título que, cual buen vino, seguro que mejora con el tiempo… Y que, además, crece también cuantas más horas metas en él, y cuantas más temporadas dediques a llevar a tu club de fútbol favorito a lo más alto.
Cambiando el Futuro del Fútbol
Si eres jugador habitual de la serie Football Manager ya sabes que llega un momento en el que tu inversión en la gente joven comienza a dar frutos, ¿verdad? Todos hemos visto cómo los grandes futbolistas del mundo real se van retirando y van dando paso a lo que la comunidad conoce habitualmente como los regens. El dominar bien el mercado de chavales de entre 15 y 17 años que sean muy prometedores a coste reducido, y la habitual inoperancia de la IA de cara a peinar bien este perfil de futbolistas o mantenerlos en sus plantillas, producía que en cosa de seis o siete temporadas pudiéramos tener un equipo campeón hasta con un presupuesto inicial ridículo.
Los británicos de Sports Interactive son muy conscientes de esto, y han querido que uno de los aspectos capitales en los que volcarse en Football Manager 2020 fuera el de tener más control sobre todo el proceso. Se hace a través del Centro de Desarrollo, un panel más para dominar y que está repleto de valiosísima información sobre nuestras futuras estrellas o sobre esa retahíla de juguetes rotos que se quedarán por el camino.
Aporta muchos datos de interés, desde luego, y además cierra algunos incomprensibles “agujeros de información” que había en el pasado en aspectos como, por ejemplo, el saber exactamente cómo les iba a nuestros jugadores cedidos: más allá de algunas estadísticas bastante básicas y unas opciones de interacción con ellos muy limitadas. Ahora también sabremos mucho más sobre ellos y sobre una felicidad que sigue siendo tan necesaria como siempre para que todo el mundo rinda al máximo, aunque esté fuera del club, claro.
Volverse a poner el traje de manager de fútbol, o el chándal, vuelve a ser muy divertido este año
También llama la atención todo lo relacionado con la Visión del Club, uno de los primeros apartados con los que tomamos contacto nada más arrancar nuestra partida, pero que es de los que nos permite profundizar cuanto más tiempo le dediquemos al juego. Se trata de una serie de objetivos que nos fija la directiva o incluso la afición, y que lógicamente varían mucho en función del perfil de nuestro club, y que pueden tener que ver con el estilo de juego que desde arriba o desde la grada quieren que adoptemos, el perfil de los fichajes o cuánto quieren que fomentemos todo el tema de la cantera.
La cosa difiere de lo que veíamos en juegos anteriores no solo en que todo lo que se nos exige es ahora más profundo y detallado, sino también que los planes van vinculados a nuestro contrato. ¿En qué sentido? El que tengamos firmado por defecto es bastante predeterminado, pero irá variando conforme vayamos renovándolo o fichando por otros clubs. Por supuesto, podemos tener una temporada brillante en lo deportivo y que acaben despidiéndonos por no haber cumplido en otros aspectos relacionados con la política del equipo, así que son aspectos a tener muy en cuenta. No todos los objetivos son cortoplacistas, y me agrada ver que desde el principio están muy bien fijadas todas las metas necesarias para cumplir conforme vayan pasando los años en estos planes que durarán tanto como lo haga nuestro contrato.
Algo parecido sucedía con las negociaciones, en las que un joven entendía que las condiciones contractuales de joven promesa, por ejemplo, le podían garantizar en el futuro un puesto en el primer equipo. Era algo que tanto él como nosotros prácticamente dábamos por hecho. En el ansia de Sports Interactive por darnos cada vez un mayor control en el medio-largo plazo, nos permite ahora algo que me encanta y que creo que es una de las mejores adiciones en cuanto al tratamiento con, por ejemplo, las jóvenes promesas. Se trata de definir su rol en el equipo temporada a temporada en una negociación, lo que nos permite no solo tener una carta más en la baraja de herramientas para conseguir un fichaje o una renovación, sino que también nos abre la posibilidad de ser más claros y justos con nuestro futbolista en cuanto a la comunicación de su relevancia en el equipo temporada a temporada.
Ajustando el Presente
Todo lo que tiene que ver con el corto plazo vuelve a apostar por algo que me gustó mucho en Football Manager 2019, y es la accesibilidad total para el nuevo aficionado. Tutoriales muy cuidados y orgánicos, que nos permiten ir aprendiendo según vamos descubriendo la función de las diferentes pestañas de un título tan complejo como el que nos ocupa. Con todos los años que llevo metiendo cientos de horas en todas las entregas de la serie no soy precisamente el público objetivo de este tipo de funciones, más orientadas a instruir al que no domina los conceptos, pero valor muy positivamente el acercamiento que hacen Miles Jacobson y sus chicos para que el novato se sienta también cómodo lo más rápidamente posible. Y es algo especialmente meritorio, teniendo en cuenta lo árido que es el videojuego a primera vista.
También, y a caballo entre la guía que necesita el neófito y la información extra que le viene de maravilla al veterano, hay algunos debuts importantes en la forma en la que el cuerpo técnico interactúa con nosotros. El equipo británico quiere que éstos sean “más importantes que nunca”, y buscan que todo el esquema de nuestros ayudantes, ojeadores y preparadores se parezcan más a “la estructura de un club de verdad”. Esto es una forma muy rimbombante de decir que, en realidad, ahora todos los que nos rodean pueden tener más peso si así lo deseamos, y sus consejos parecen más útiles que nunca tanto para el corto como para el medio plazo. En ocasiones supone dar alguna que otra vuelta de más para obtener esa información que antes conseguíamos en un par de clicks y en otros casos sí es realmente útil.
Se ha hablado mucho de mejoras de la inteligencia artificial, tanto para los partidos como para las políticas de gestión de las plantillas pero, lamentablemente, no he tenido suerte con ellas. En las diferentes partidas que he disputado he visto políticas de fichajes y ventas del todo incomprensibles. Sí que en el pasado era fácil ver alguna que otra sorpresa, pero me parecía que entraba dentro de esa lógica tan caprichosa del fútbol que permite que, por ejemplo, en el mundo real el FC Barcelona fiche a Kevin Prince Boateng o deje escapar a algunas de sus jóvenes estrellas; no obstante aquí este tipo de cosas suceden con excesiva frecuencia. Es fácil aprovecharse de esos comportamientos erráticos de los grandes clubes y armar con facilidad una plantilla de leyenda.
Los tutoriales son muy cuidados y orgánicos
Sobre el campo veo que las mejoras visuales son las prometidas, lo que supone que hablamos del mejor juego de la serie hasta ahora aunque, como es lógico, uno que anda bastante lejos de los estándares que le pedimos a un título del año 2019-2020. Ya se ve solo con arrancar el programa y con pasar por la edición del manager, mucho más completo que en años anteriores pero que, aun así, no resiste ninguna comparación con otros juegos, ni tan siquiera de su género. Hay algunos detalles curiosos en cuestión de iluminación y una mejora en la forma de representar la suciedad sobre los uniformes de los jugadores, pero en líneas generales todavía falta bastante.
Peor es lo relacionado con el comportamiento de los futbolistas, con errores flagrantes de los porteros que se suceden con excesiva frecuencia, unos ratios de situaciones de gol falladas increíble incluso con delanteros de primerísimo nivel y algunas ausencias notables en tipos de pase, especialmente los que rompen líneas. A pesar de ello, echo en falta algo más de dificultad en FM 2020, me resulta demasiado fácil conseguir buenos resultados sobre el campo y también fuera de él como comenté unas líneas más arriba, pero eso me preocupa menos puesto que supongo que a base de parches se irán ajustando ese tipo de cosas.
Por otro lado, y como viene siendo costumbre, el juego es bastante limitado en términos de licencias, equipos y torneos oficiales. Sin embargo, como siempre en estos casos. Os animo a que descubráis algunas de las estupendas comunidades que hay alrededor del videojuego, y que son sobradamente capaces de completar con su enorme trabajo todos los huecos que deja el juego en su versión oficial.
Lo que ni siquiera la comunidad puede solucionar en estos momentos son algunas incidencias que, en la entrega de este año, me parecen más graves que en temporadas anteriores. Hay un conocido problema con los atributos de determinación de muchísimos futbolistas de la base de datos que, para desesperación de los aficionados, requiere de una corrección rápida que, confiemos, se ejecute lo antes posible. Por otra parte, también he sufrido alguna que otra incidencia relacionada con la visualización de los partidos. He procurado esperar para ver si con la versión final, que se ha actualizado en el mismo día del lanzamiento del programa, se solucionaban todas estas situaciones. Sí que he visto cómo se ha trabajado algunas cosas, por poner el caso se ha reducido notablemente el abusivo número de penaltis que se pitaban durante la beta, sin embargo no acaban de arreglarse todavía muchos otros aparatosos problemas. Las próximas semanas y meses deben ser capitales para solucionarlos todos, un juego tan potente y adictivo como el que nos ocupa merece una finalización muy superior.
La saga Football Manager siempre crece a base de parches y actualizaciones que corrigen muchos problemas, sin embargo este episodio es uno de los que más trabajo tienen por delante. ¿Football Manager 2020 en sí mismo? Si FM 2019 introducía numerosos cambios muy claros y tajantes, que mejoraban la fórmula, este año tenemos una entrega de transición que apuntala aspectos que me gustaron mucho del anterior juego e incorpora mejoras modestas pero interesantes… Sobre todo, pensando en un largo plazo que había venido siendo uno de los mayores olvidados en un juego de gestión deportiva tan adictivo y con el que pasaremos tantas horas como éste.
- Sigue garantizando cientos de horas de fantástica calidad.
- Su capacidad de adicción es de las mayores del momento.
- Algunos aspectos nuevos relacionados con la visión a largo plazo del club.
- Cuanto más juegas y más lejos llegas, más patentes quedan sus novedades.
- Los cambios este año son de menor enjundia que, por ejemplo, la temporada pasada.
- Se prometió una IA pulida, pero sigue mostrándose errática dentro y fuera del campo.
- Algunos problemas técnicos que, en estos momentos, son molestos.
- La visualización de los partidos sigue dejando bastante que desear.
