Los juegos de rol de dados, papel y lápiz son una fuente inacabable de inspiración para el mundo del videojuego. Ahí tenemos ejemplos como Dungeons and Dragons o Vampire: The Masquerade que sirven de trasfondo y fuente de reglas a innumerables productos. ¿Consigue Werewolf: The Apocalypse - Earthblood abrirse camino entre ellos? Os lo contamos en nuestro análisis.
A priori parece sencillo adaptar juegos de rol clásicos al mundo del videojuego. Aplicar unas reglas consonantes a su procedencia y formar una buena historia como marco general para el título son, fundamentalmente, los puntos clave que cualquier RPG debe perseguir. Algo que, como veremos a lo largo de este análisis, le cuesta lograr a Werewolf: The Apocalypse - Earthblood. El primer punto donde se muestra inconsistente es en qué nos cuenta y, sobre todo, cómo lo hace. Lo cierto es que no es la primera aproximación de la saga al videojuego, ya que cuenta con un título de corte muy distinto lanzado en octubre de 2020. Con motivo de este análisis he probado Werewolf: The Apocalypse - Heart of the Forest y parece que, a pesar de tratarse de una propuesta mucho menos ambiciosa en términos de producción, esta obra más centrada en la narrativa y replicar las mecánicas de un juego de mesa al uso, ha sabido captar mejor la esencia de la franquicia.
Werewolf: The Apocalypse - Earthblood apuesta por un RPG de acción en tercera persona con algunos momentos de sigilo. En principio, buenos ingredientes. Sin embargo, he encontrado que la narrativa es demasiado críptica y le falta poner mejor en contexto a los no iniciados en su particular visión de la fantasía y los licántropos. Interpretamos el papel de Cahal, un hombre lobo que se enfrenta junto a su tribu a la maléfica corporación Endron en busca de salvar el planeta y a su vez a su propia familia. Lamentablemente la historia se cuenta a pedazos, con algunas conversaciones con personajes no jugables en distintos puntos del escenario y de nuestra base que no se pueden destacar por estar especialmente bien escritas siendo, en muchos casos, totalmente prescindibles.
Tampoco ayudan algunos giros de guión que convierten al juego en una suerte de película de serie B de domingo por la tarde, a pesar de lo que recuerda a Resident Evil en algunas cosas. Con todo, la historia puede llegar a tener algún sentido y cabría destacar la existencia de diversos finales en sus últimos compases, algo que, como digo, acaba por ser meramente anecdótico por la escasa capacidad que ha tenido Werewolf: The Apocalypse - Earthblood de conectar conmigo a lo largo de las 8-10 horas que dura.
¿Ha estado Cyanide Studio a la altura?
Tenía esperanzas depositadas en esta adaptación, fundamentalmente porque detrás de él está Cyanide Studio, creadores de títulos como Call of Cthulhu y, sobre todo, de dos de mis más inconfesables filias jugables: Styx: Master of Shadows y su continuación Shards of Darkness. Sin embargo, desde los primeros minutos de juego algo empezó a torcerse, especialmente en el momento que me di cuenta de la falta de cuidado puesta en los modelados y animaciones de todos los NPC, a los cuales les acompaña una preocupante falta de expresividad en sus rostros durante todas las escenas puramente jugables. Este punto contrasta demasiado con el aceptable trabajo llevado en las escenas cinemáticas.
Con el mando en las manos Werewolf: The Apocalypse - Earthblood es juego con una estructura lineal, a pesar de contar con algunas misiones secundarias que no pasan de ser meramente anecdóticas y que se basan, esencialmente, en recoger espíritus repartidos por los escenarios haciendo uso del instinto propio del hombre lobo. Esta habilidad también nos acompaña en las misiones principales y ayuda a destacar la posición de los enemigos repartidos por sus monótonos escenarios. Lo cierto es que el juego cambia de ubicación un par de veces durante la aventura, pero al enfrentarnos siempre ante la misma organización, todas sus centrales energéticas, cárceles e instalaciones militares están cortadas por el mismo patrón y esto se arrastra durante toda la experiencia.
La propuesta jugable de Werewolf: The Apocalypse - Earthblood es confusa, la opción de sigilo está presente en todo momento, y lo cierto es que contamos con algunas herramientas y habilidades que me han gustado. Existe la capacidad de convertirse en lobo para deslizarnos por conductos de ventilación, y contamos con una ballesta que nos ayuda a acabar con nuestros rivales a distancia o inutilizar cámaras de seguridad. Sin embargo, la inexistente IA de los enemigos, así como su colocación en los escenarios, acaban haciendo que esta vía sea realmente aburrida. Me llama la atención la decisión de diseño por la que se ha optado, ya que no puedes agacharte a voluntad y es el juego quién dicta cuándo debes optar por esta opción. A veces ser descubierto te lleva a reiniciar desde el último punto de control y, otras (la mayor parte) dan pie a secuencias de combate.
Las transformaciones de hombre lobo
La propuesta jugable del videojuego de Cyanide es confusa
Este sistema mixto se podría justificar en la posibilidad de, mediante el uso del sigilo, desactivar torretas, abrir o sabotear las puertas por las que llegan refuerzos. Sin embargo, el desmesurado poder que desencadena nuestra transformación en Crinos (un hombre lobo bestial) hace que todo ello carezca de sentido. Ante lo plano de la apuesta por el sigilo, me he decantado más habitualmente por acabar con todos los enemigos en sangrientas batallas.
Porque es la parte del combate las que más me ha gustado de Werewolf: The Apocalypse - Earthblood sin estar del todo contento con el resultado. Las refriegas siempre se producen de esta forma, como humano jamás peleas, y como Crinos puedes asestar golpes normales o fuertes, saltar y hacer esquivas para evitar el impacto de golpes o balas. Para usar ataques especiales que desbloquearás en un escueto árbol de habilidades hay que prestar atención a la barra de rabia. Este es un medidor que se puede rellenar previo al combate, ejecutando guardias por la espalda o bebiendo de una petacas que se encuentran repartidas por los escenarios. En la lucha, esto se hará gracias a dar más y más golpes. Según se va rellenando esta barra fragmentada, puedes utilizar devastadores ataques o sanar tus heridas en combate.
Algunos mercenarios cuentan con balas de plata, el principal talón de aquiles de los hombres lobo. Si estas nos impactan iremos perdiendo segmentos de vida que no se podrán rellenar mediante el uso de habilidades. Coger a nuestros enemigos y ejecutarlos con nuestras propias manos es otra posibilidad, pero ojo, porque esto no es todo, ya que al encadenar golpes se irá completando la barra de frenesí, la cual nos hace entrar en un estado de casi total invulnerabilidad, cubriendo los metálicos escenarios del juego de rojo sangre. Como ves, la forma de Crinos nos hace casi invencibles, algo que, si se suma al escaso desafío que plantean las, eso sí, variadas unidades que nos van atacando por oleadas una y otra vez durante todo el juego, acaba resultando en una experiencia muy mejorable.
De esta forma, Werewolf: The Apocalypse - Earthblood da al jugador un buen puñado de herramientas en combate, pero se olvida de plantarte cara para que la experiencia no se acabe haciendo repetitiva al cabo de unas pocas horas. Es una pena, porque me gustan las animaciones de transformación y desmembramiento que tiene el programa, así como destruir los elementos de sus niveles tiene hasta su punto. Consciente de sus carencias lo he pasado bien en algunos momentos.
Luces y sombras de Werewolf: The Apocalypse
El caso es que detrás de toda esta cobertura de producción gris existen ciertos destellos, intentos de dar algo de originalidad al juego. Véase algunas conversaciones que, si se llevan de la manera correcta, pueden evitar la confrontación física, consiguiendo nuestro objetivo por medio del diálogo. Lo malo es que no contamos con mucha información y algunas de ellas pueden llegar a sentirse como una auténtica lotería al no saber muy bien qué responder. En un segmento concreto el juego se acota y tira de un par de misiones al estilo Hitman, algo que me hace plantearme si no le hubiera ido mejor esta vía que la de convertirse con demasiada asiduidad en una mezcla de musou y hack and slash.
La parte del combate de Earthblood es la que más me ha gustado
Werewolf: The Apocalypse - Earthblood llega con voces en inglés y textos en castellano. Lo he jugado en su versión de PS5 y la verdad es que consigue moverse con fluidez en resolución de 4K y 60 imágenes por segundo. El problema en este apartado viene más por los ya comentados deficientes modelados y animaciones y por un uso casi inexistente de las sombras. Algo que contrasta con el buen diseño de los Crinos y algunos seres espirituales.
Werewolf: The Apocalypse - Earthblood no consigue adaptar su obra al videojuego como hubiera sido deseable. Es un título que en cierta medida es disfrutable y su acotada duración de no más de 8-10 horas es un buen aval si estás interesado en darle un tiento. Sin embargo, no debes de esperar demasiado de su sistema de sigilo, la IA enemiga es demasiado escasa y los combates acaban por hacerse repetitivos y poco precisos en su ejecución. De lo positivo me quedo con las transformaciones en lupus y Crinos, especialmente esta última, así como con los momentos en los que el programa parece querer hacer algo distinto. Creo que la falta de definición por un estilo de juego concreto es lo que ha acabado lastrando a un título del que esperaba un poco más.
Comprar Werewolf: The Apocalypse - Earthblood- Werewolf: The Apocalypse - Earthblood no es la primera adaptación al videojuego de Werewolf: The Apocalypse.
- Es un RPG de acción en tercera persona que permite usar el sigilo.
- La IA enemiga es prácticamente inexistente, por lo que las secciones de sigilo se ven muy deslucidas.
- En combate, la forma de Crinos nos hace casi invencibles y los rivales no presentan demasiados problemas.
- Los modelados, animaciones y expresiones faciales son bastante pobres.
