Atelier Ryza 2 es una buena puerta de entrada para los que todavía no conozcan esta longeva franquicia, aunque sea una secuela. Es un JRPG ligero, divertido y muy amable en el que la gran protagonista es la alquimia. Hay que explorar mucho, recopilar muchos ingredientes, combinarlos, crear cosas nuevas y seguir explorando.
Este Atelier Ryza 2 es la continuación de una rama de la serie Atelier preparada para atraer a nuevo público. Las bases siguen siendo las de siempre, pero es verdad que sus sistemas son más amables. Es más difícil estropear lo que creas con malas decisiones alquímicas y son títulos más directos. Su combate cada vez se aleja más de los turnos rígidos y convencionales, optando por unos ritmos que, si juegas bien, a veces parece una pelea en tiempo real. Pero el resto de ingredientes siguen siendo los de siempre: unos personajes de los que es facilísimo encariñarse, una muy buena dirección artística, una historia amable y retos sencillos y repetitivos que, por algún motivo, consiguen atraparte y meterte en su bucle jugable con una sonrisa. A mí me gusta esta serie de videojuegos como también aprecio un montón los The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel. Ambas son sagas de JRPG de menor presupuesto, con problemas en sus animaciones, con limitaciones en el diseño de su mundo o en la dirección de sus cinemáticas, pero lo compensan con mucha alma, ideas originales y con ese saborcillo japonés que nos gusta a los que estamos muy metidos en este género. Ahora bien, si no estás en esta onda, es facilísimo verle mil problemas tanto a Atelier Ryza 2 como al resto de la franquicia.
Este juego es una secuela directa del original, una continuación que se esperaba con ganas ya que el original se convirtió en el Atelier más vendido de todos los tiempos. Y esto es mucho decir para una licencia que lleva lanzando juegos desde 1997. Pero razones para lograrlo no le faltan. En mi opinión, Ryza es una de las alquimistas más simpáticas de todas las que han ido apareciendo y su propuesta de juego se siente muy fresca.
Atelier Ryza 2 comienza varios años tras la finalización del original. En aquel, Ryza vivió una serie de aventuras que la ayudaron a convertirse en una buena alquimista. Los amigos que viajaron con ella también crecieron. No quiero destriparos nada por si no lo habéis jugado, así que dejemos aquí la sinopsis del primero. Si ese es vuestro caso, solo deciros que el primero es muy disfrutable. Si queréis lanzaros directamente al segundo, esta secuela sabe resumir muy bien lo que ocurrió para que podáis empezar a jugar ya, y a mí me ha gustado más. Tras esos eventos, Ryza sale de su pueblo y llega a una gran ciudad. Se encuentra a viejos conocidos y también a caras nuevas. Hay un nuevo misterio que resolver: un huevo brillante que contiene algo sorprendente y ruinas que hay que explorar. En la ciudad consigue alquilar una pequeña casa con un gran caldero. Esta será su base de operaciones. ¿Y cuál será su misión? Pues explorar el mundo, desvelar sus misterios, meter todo lo que encuentra en su olla para crear armas, armaduras, objetos y piezas clave, y también tener divertidos encuentros con amigos, realizar misiones secundarias y resolver enigmas.
Una queja general del Ryza original fue que tras unas 25 horas, el juego se acababa. En Ryza 2 eso se ha solucionado. Si juegas a toda prisa, puedes terminarte la historia principal también en ese tiempo, pero luego te quedan muchas misiones secundarias que hacer y que extienden la duración mucho más. Se nota que se han dilatado los tiempos.
Es un refrescante soplo de aire fresco poder escalar o nadar
Hay dos grandes puntos de interés en esta secuela. El primero es la mejora en la exploración del mundo de juego y de las mazmorras. Ahora Ryza es capaz de saltar y de confeccionar ítems para interaccionar mejor con el mundo de juego. No llega al nivel de Breath of the Wild, pero hay vibraciones de él aquí. En una serie de juegos que es tan inmovilista en las dinámicas de sus protagonistas, es un refrescante soplo de aire fresco poder escalar o nadar; en especial si tenemos en cuenta que una gran parte de la experiencia consiste en buscar cosas que mezclar más tarde. Aunque en movimiento el juego acusa muchas limitaciones, con unas animaciones pobres y robóticas, tanto en pausa como gracias a su dirección de arte, la cosa cambia. Nos encontraremos tanto ruinas que explorar muy sugerentes como espacios al aire libre estupendos. Hay cambios entre el día y la noche, lo que nos brinda unas puestas de sol preciosas. Pero el juego no es fino. Si llueve, la gente sigue caminando por las aceras como si tal cosa, por ejemplo. Es en estos detalles en los que Atelier Ryza 2, como le ocurre a este tipo de JRPG, muestra su peor cara. Ocurre lo mismo con el diseño general de las mazmorras o con la variedad de los enemigos. Estaremos matando siempre a los mismos monstruos, y la estructura de las ruinas que exploramos es siempre muy parecida. Por fortuna, gracias a las nuevas habilidades de Ryza, ahora son un poquito más verticales.
La alquimia de Atelier Ryza 2, más accesible que nunca
Si tengo una pega con Atelier Ryza 2 es en lo que respecta a su manera de dejarnos mezclar cosas para convertirlas en otras cosas. Me gusta mucho que a medida que Ryza viaje, conozca a gente y cumpla misiones, se le ocurran nuevas recetas de armas, ítems o utensilios. También que cuando crea algo se le den puntos que luego pueda canjear en un árbol de habilidades por más recetas. Se crea una dinámica genial con este sistema que te anima a recolectar mucho para crear todavía más. Pero el problema está en el sistema en sí de mezcla. Cada una de estas recetas es como un caminito ramificado y conectado por hitos. En cada uno de ellos hay que meter un tipo de ingrediente. Podemos añadir varios en cada hito e incluso probar con otros siempre que pertenezcan a la misma familia. Cada espacio y cada objeto que creemos hace que eso que vamos a generar tenga valores diferentes, habilidades pasivas distintas e incluso un valor comercial mayor o menor. Es decir, el ejercicio alquímico en sí es rico y tiene muchas ideas. Además, se imposibilitan los errores que sí se podían llevar a cabo en anteriores Atelier. Aquí siempre suele salir algo útil; que puede serlo más o menos en función de la calidad de los elementos que fusionemos.
El problema es que es muy laborioso ir haciendo así ítem a ítem, y tiene pinta de que en Gust, la desarrolladora, se dieron cuenta de que esta complejidad iba en contra de la accesibilidad de Atelier Ryza 2. Total, que hay un botón que lo mezcla todo por ti y te saca siempre elementos de la máxima calidad. Pim, pam. Esta automatización le quita mucha gracia al asunto. He de reconocer que ni el combate ni las misiones secundarias que me pedían la creación de elementos concretos me obligaron a hacer algo más que pulsar este botón. Y esto es una pena, porque ojalá hubieran ideado un sistema mucho más gustoso y lo suficientemente accesible para prescindir de este atajo.
La exploración en Atelier Ryza 2 comprende encontrar lugares nuevos en las áreas generales y explorar a fondo las ruinas que encontramos. A la mitad de la aventura, la historia se centra más en el contenido de ese huevo que decía antes. Estas ruinas tienen una particularidad que nos hará recorrerlas varias veces. Ryza va armada con un compás mágico que le ayuda a encontrar recuerdos en ellas, pero para activarlo tiene que cumplir ciertas condiciones. Una vez los tenemos, hemos de ordenarlos para construir un fragmento de lore a través de un minijuego sencillo. Por una parte, este sistema es divertido. Ryza y sus amigos cumplen el papel de arqueólogos y da la sensación de que investigan activamente las ruinas, pero, por otro, tenemos que dar demasiadas vueltas por los mismos sitios. En estas ruinas también combatimos contra monstruos, jefes y rivales formidables pasados de nivel. En conjunto funciona, es atractivo, pero también es verdad que a veces tuve que dejar de jugar por puro aburrimiento de tantas idas y venidas.
Las batallas de Atelier Ryza 2 son divertidas. El truco de los combates es tener una buena visión general de a quiénes controlamos. Solo manejamos directamente a uno de ellos, pero podemos alternar su control. Tenemos que controlar los turnos, manejar al que corresponde y colar buenos combos combinando ataques normales y especiales. Si lo hacemos bien, atontaremos al rival y activaremos habilidades de grupo. Es muy divertido encontrar la coreografía perfecta. Si lo haces bien, los monstruos apenas podrán parpadear. El problema es que, una vez le coges el punto, el juego se supera con relativa facilidad, por lo que puede también hacerse un pelín repetitivo. Con esto no digo que el combate, la exploración o la alquimia no sean buenos, porque lo son. Me he divertido haciendo todas esas cosas, pero es imposible no pedirle un poquito más a cada elemento. Por fortuna, las charlas entre los amigos y ese bucle tan adictivo de encontrar cosas para crear cosas, te empujan siempre a seguir jugando. Porque hay una fantástica sensación de vuelta al hogar y Ryza 2 sabe añadir con buen ritmo nuevas reglas para refrescar un pelín su fórmula. Podemos marcharnos al instante de las ruinas de vuelta a nuestro taller. Al hacerlo, y caminar por la ciudad, se activarán un montón de charlas, conversaciones y situaciones de la vida diaria que le dan ese encanto tan particular al juego. Y, en realidad, estamos en Ryza 2 por estos encuentros. Lamentablemente, y esta es una pena enorme, todos los textos están en inglés.
¿Cómo es la versión de PS5 de Atelier Ryza 2?
Hay un botón que lo mezcla todo por ti y te saca siempre elementos de la máxima calidad
Atelier Ryza 2 está disponible en PC, Nintendo Switch, PS4 y PlayStation 5, (si lo compras en PS4 se puede actualizar gratis). He podido probar esta última versión para comprobar en qué mejora. He notado el juego en PS5 algo más fluido, la resolución mejora y los tiempos de carga prácticamente desaparecen. Y esta es la clave de esta versión. Se mantiene el fundido en negro un tanto alargado en el paso de la campiña a una ciudad, pero la transición es muchísimo más cómoda que en PlayStation 4. Esto ayuda muchísimo en la exploración de las ruinas o cuando queremos movernos rápido por el mapamundi. Atelier Ryza 2 depende un montón de los viajes rápidos con lo que, sin tiempos de carga, el juego se disfruta mucho más. Son cambios menores, pero que hacen de la experiencia una mucho más agradable.
En resumen, Atelier Ryza 2 es un juego notable de la saga Atelier. Es divertido, tiene buen ritmo y aunque todos y cada uno de los elementos que pone en pantalla tienen mucho margen de mejora, se disfrutan. Ojalá el combate no se hiciera tan repetitivo a la larga, las mazmorras tuvieran un mejor diseño, su sistema de alquimia me animara a hacerlo todo de forma manual, y no solo fuera un juego bonito, sino también se moviera mejor y fuera menos rígido en sus diseños. Pero tiene ese algo especial del JRPG que hace que te apetezca reencontrarse con sus protagonistas, ese toque anime que nos gusta a los que nos gusta.
Atelier Ryza 2 es un JRPG divertido en el que la clave es recolectar y mezclar. Ni la historia, ni el combate ni la exploración te van a cambiar la vida, pero es el típico título que juegas y juegas y juegas hasta que te lo acabas. Tiene personajes adorables, un mundo sugerente, pero también muchas limitaciones técnicas que ya son propias de esta serie.
- Atelier Ryza 2 viene en inglés, y es una lástima
- Es mucho más largo que el original, con mucho contenido secundario
- La gran novedad de su versión de PS5 es la reducción de los tiempos de carga
- Los combates y la exploración funcionan mejor que el primero
- Su sistema de alquimia es especialmente accesible
