Construction Simulator 2+3 traslada la fascinación por las enormes máquinas de construcción a Nintendo Switch. Es hora de arremangarse, ponernos el casco y bajar a la obra para descubrir si excavar y cementar resulta ser una experiencia placentera. Os lo contamos en este análisis.
Existe una especie de embrujo en la maquinaria de obra. Una suerte de efecto hipnótico que consigue que, cuando pasamos por al lado de una construcción, nos detengamos a observar esos mastodónticos ingenios creados para modelar el mundo a la voluntad del hombre. No es difícil preguntarse qué se sentirá al manejar una enorme retroexcavadora o cómo se las ingenia un operario de grúa para conseguir llevar a cabo su trabajo con la precisión y cuidado que se le exige. En Construction Simulator 2+3 he podido sentir una ligera aproximación a lo que sería tener el control de estas enormes máquinas. Sin embargo, no puedo dejar de pensar que una experiencia de simulación como esta pide un nivel mayor de inmersión. Pero no quiero precipitarme, así que dejadme que os cuente qué es lo que he encontrado en este pack recopilatorio del juego desarrollado por Astragon.
Vaya por delante que este análisis va a englobar a los dos juegos al mismo tiempo. La razón de esto es que, a pesar de su numeración, estas entregas solo cuentan con una diferencia de 7 meses en su salida al mercado, siendo juegos prácticamente idénticos en su estructura y jugabilidad, variando únicamente su ambientación y misiones, por lo que tenemos un mapa americano y otro europeo. Si hay algo que ha de ser tenido en cuenta en un videojuego que lleve la palabra “simulador” en su título es que consiga transmitir las sensaciones de la vida real de la manera más aproximada posible tanto al control con el mando como a las representaciones de la interfaz y las recreaciones de aquellos elementos que emule. En este sentido, Construction Simulator 2+3 me ha dejado un sabor de boca algo amargo como te contaré a continuación.
Simulación para todos
Pese a contar con una enorme selección de vehículos y maquinaria con marcas licenciadas como MAN o CAT que suman entre los dos juegos más de 60 opciones diferentes, el título no consigue transmitir de manera satisfactoria su manejo a Switch. El esquema de controles es errático y exige del jugador una enorme cantidad de horas para hacerse con el manejo de la distinta maquinaria. He tenido la sensación de que me hubiera sido más sencillo aprender a manejar alguna de estas máquinas en la vida real que dentro del videojuego.
No se explica la utilización de los botones L y R de Switch para acercar o alejar la cámara, dejando todo el control de la ingeniería sobre los sticks direccionales. Puede que la maquinaria más sencilla no suponga un problema, pero en cuanto vamos haciendo uso de excavadoras con varias plumas, que responden a más de un eje sobre el que pivotar, resulta demasiado confuso y tedioso realizar una tarea tan sencilla como excavar una zanja.
Obviamente, con esta configuración de botones es imposible manejar la cámara y la maquinaria al mismo tiempo, por lo que existen dos modos entre los que hay que ir alternando de manera constante durante el juego: el modo funcionamiento y el modo vehículo. A priori es una idea magnífica, ya que la mayoría de nuestras herramientas solo se van a mover para ser trasladadas desde el garaje hasta el lugar del trabajo en cuestión, pero ¿qué pasa cuando el juego exige que movamos un vehículo a la vez que manejamos sus herramientas? El resultado no consigue estar a la altura de lo esperado. Durante tareas como excavar con la pala frontal de alguna de nuestras máquinas vas a pasar más tiempo luchando por ver algo de lo que estás haciendo, que realizando la tarea en sí misma. Esto sucede porque el juego posiciona la cámara automáticamente detrás del vehículo a pesar de que la hayamos fijado en un lateral durante el modo funcionamiento.
Todo esto se traduce en una experiencia que nos saca de la simulación debido a una complicación excesiva de un proceso que, trasladado a la realidad, es mucho más sencillo de lo que el juego propone. Conviene mencionar que este problema solo se da con determinados vehículos y que cuando el juego exige utilizar otras herramientas como grúas, apisonadoras u hormigoneras estas complicaciones no se dan u ocurren en menor medida, ya que el juego no exige esa combinación de uso de herramientas y movimiento al mismo tiempo.
Manos a la obra
El esquema de controles es errático y exige del jugador una enorme cantidad de horas
Con esto, el programa pone a disposición del jugador un mapeado de mundo abierto en el que, a medida que vamos progresando se irán descubriendo nuevas zonas y encargos que acometer. Existen dos variantes bien diferenciadas: los contratos y las misiones de la campaña principal. Los primeros son pequeños encargos, resolubles en poco tiempo y perfectos para ganar algo de dinero y enfrentar pequeñas sesiones de juego. En el caso de las misiones debemos de tener en cuenta que algunas de ellas van a tenernos ocupados durante muchas horas.
Estamos hablando de tareas enormes como construir bloques completos de edificios o reparar canales. Realmente es lo que más aprecio de esta recopilación, la enorme variedad que contiene su propuesta. Existen montones de pequeñas tareas que puedes llevar a cabo en función de la maquinaria que manejes, una apuesta que se ve deslucida por la enorme cantidad de tiempo hay que emplear aclarándose con los distintos modos de manejo de cada una de las máquinas. Nuestro garaje va a ir ampliándose progresivamente, ya sea comprando nuevos vehículos para nuestra flota o alquilándolos para trabajos puntuales. Además, existe una suerte de árbol de progreso al que acceder desde el perfil del jugador y conforme se va obteniendo experiencia podemos recurrir a él para subir de nivel y ganar más puntos de experiencia o dinero, obtener descuentos, aumentar la capacidad de carga de nuestra maquinaria, aumentar la comodidad en los servicios de entrega o mejorar nuestras habilidades de mantenimiento. El control de las finanzas también es un punto a tener en cuenta, aunque no resulte excesivamente complicado mantener la caja saneada. Realmente solo hay que hacer un uso comedido del viaje rápido, el cual cuesta dinero y respetar las normas de tráfico, ya que saltarnos semáforos o no respetar el límite de velocidad va a suponer una penalización económica instantánea.
Si hablamos del aspecto técnico del videojuego, no es este un título al que exigiría mucho en lo que se refiere a su tasa de imágenes por segundo, pero es que ni llega a ese mínimo. Se ha quedado demasiado justo. En el dock el programa se desvive por llegar a los 30 FPS, algo que no consigue en muchos momentos, otros problemas como popping y algunas dificultades en la carga de texturas también están presentes, un punto mejorable que no llega a repercutir significativamente en la jugabilidad. Mejor se comporta la versión portátil donde la resolución llega a 720p. Lo destacable en este aspecto es que se ha incorporado la posibilidad de dar uso a la pantalla táctil, ya sea para acceder a los menús o ver las especificaciones de cada misión, así como acercar o alejar la cámara con un movimiento similar al que se realiza desde un teléfono móvil para ampliar la imagen.
Construction Simulator 2+3 me ha dejado un mal sabor de boca
Las composiciones musicales de Construction Simulator 2+3 no pasan de ser correctas y meramente ambientales, algo que, junto a lo poco inspirados que se sienten los efectos de sonido de la maquinaria, los cuales no trascienden más allá de lo genérico, hacen que la experiencia no haya conseguido atraparme a través de esta faceta.
Construction Simulator 2+3 no consigue pasar de ser un título correcto. Lo cierto es que se esfuerza en aportar un gran contenido en forma de misiones y contratos haciendo uso de un enorme parque de vehículos y maquinaria licenciados. Las tareas son variadas principalmente por la gran cantidad de máquinas que podemos utilizar. Sin embargo, una implementación de los controles que cuesta comprender y lo tedioso de algunas de sus tareas son un factor a tener en cuenta a la hora de acercarse a este recopilatorio.
- Una gran colección de vehículos y maquinaria
- Una buena cantidad de tareas y misiones a realizar
- El desarrollo de tu empresa y habilidades le da un punto rolero que no le va mal
- El aspecto gráfico y su rendimiento tiene margen de mejora
- El posicionamiento de la cámara puede llegar a desesperar en algunas ocasiones
- El manejo de algunas de las máquinas resulta torpe y poco intuitivo
