Análisis de Necromunda Hired Gun. Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien

Análisis de Necromunda Hired Gun. Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien
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El universo de Warhammer 40.000 vuelve al videojuego, en este caso con su spin-off Necromunda. Hired Gun es un juego de disparos en primera persona en el que encarnamos a un mercenario sin miedo a nada, repleto de habilidades, aumentos cibernéticos y acompañado de su fiel mastín. Suena bien, ¿verdad? Te contamos más en nuestro análisis.

Warhammer 40K es una fuente inacabable de ideas para crear nuevos videojuegos basados en su franquicia. Entre todos ellos encontramos títulos de corte RPG táctico, estrategia en tiempo real, cartas y, por supuesto, propuestas de acción y disparos. Con la mirada puesta en el discreto Space Hulk: Deathwing, ya que fue el último juego de Streum On Studio sobre esta saga de fantasía futurista, tenía ganas de saber hasta dónde habían sido capaces de llegar con Necromunda: Hired Gun, porque, no lo voy a negar a estas alturas, las aventuras como marine espacial en el juego de 2016 no me terminaron de dejar del todo contento.

Es normal entonces que tuviera ganas de ponerle las manos encima a Hired Gun. Este prometía un viraje mucho más desenfrenado hacia la acción y los tiroteos trepidantes. Sin embargo, y aunque este Necromunda me ha parecido realmente divertido en las 8 horas que dura su campaña. No consigue redondear muchas de sus facetas, dejándome la sensación de que, con un poco más de tiempo o presupuesto, se podría haber creado un título al nivel del resto de sus competidores en el mercado. Porque no es sencillo hacer un juego de disparos en primera persona centrado únicamente en la experiencia para un solo jugador. El apartado narrativo es importante; la historia ha de acompañar a los momentos de acción, justificarlos y darles un marco para que los tiroteos cobren un sentido y no se acaben percibiendo como meras pantallas que pasar hasta completarlas todas. En este punto Necromunda: Hired Gun no da lo mejor de sí mismo. Existe un argumento, unos sucesos que van hilando el progreso de los distintos contratos que como mercenario vamos aceptando, pero fuera de la historia de venganza que nos ocupa en este caso, no hay mucho más. Las escenas cinemáticas y las conversaciones con un par de personajes en nuestra base son su principal recurso para ubicar al jugador, no habiendo tenido ni la fuerza, ni el desarrollo suficiente para llegar a conectar conmigo.

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Otro tema totalmente diferente es el escaso esfuerzo que hace el título por acercarse a los no iniciados en Necromunda, los cuales se van a ver completamente perdidos dentro del trasfondo de las casas y facciones que dan forma a las colmenas del planeta en el que tiene lugar la acción. Quitando este detalle, que pudiera ser menor para algunos, realmente los esfuerzos de Hired Gun van más encaminados a sentar al usuario ante un mata-mata ameno, pero falto de la necesaria profundidad que se requiere en sus mecánicas para hacer de un FPS "cumplidor" un buen juego de disparos.

La acción de Necromunda

Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien

Digo esto porque, habiendo jugado la versión de PC del título, he que reconocer que su sistema de disparos y las sensaciones que transmiten al jugador funcionan. La sangre, las explosiones, las luces, las ejecuciones cuerpo a cuerpo, el uso de las habilidades, el excelente rendimiento del título en PC… todo esto contribuye a pasarlo bien con Necromunda: Hired Gun. Sin embargo, la apuesta no va mucho más lejos de proponer oleadas de enemigos que van a venir a por nosotros sin ningún tipo de piedad y, tampoco de demasiada inteligencia.

Necromunda me ha parecido realmente divertido en las 8 horas que dura su campaña.

La inteligencia artificial de la mayoría de las unidades las hace completamente previsibles, algo que se acentúa con fuerza en los enfrentamientos contra algunos jefes de nivel que no pasan de ser esponjas de balas carentes de mecánicas realmente propias salvo contadas excepciones. Al final la pantalla se llena de dianas a las que disparar, unas con mayor o menor necesidad de acierto por parte del jugador y otras, más peligrosas que las anteriores. Lamentablemente no se atisba ni un pequeño intento por parte del juego de hacernos sentir que peleamos contra enemigos preparados, sin coberturas de por medio o un mínimo trabajo de evasión de estas unidades salvo contadas excepciones en algunas unidades correspondientes al clan Escher.

Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien

Una percepción parecida deja el hecho de que los escenarios de Necromunda: Hired Gun son una pasada, cada uno de ellos tiene su propia ambientación dentro de su universo y se sienten inmensos a pesar del carácter lineal del título o de que la duración de cada una de sus pantallas no sea excesivamente larga. Sin embargo, tienen muy poco que ofrecer fuera de ser un complemento para las habilidades de desplazamiento de nuestro personaje y la exploración se centra únicamente en encontrar cofres de equipamiento y, en determinadas secciones, hacerse con algunos elementos como baterías que nos permitan continuar.

Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien


Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien


El doctor nos va a dar las mejoras tanto para nosotros como para nuestro mastín.
El doctor nos va a dar las mejoras tanto para nosotros como para nuestro mastín.

La sensación con Hired Gun es la que un maestro tendría con un alumno al que sabe que puede pedirle más, pero que se conforma con aprobar. Esto se detecta ya en los primerísimos compases de juego, cuando el programa te deja elegir el aspecto que quieres que tenga tu mercenario. Puede seleccionar entre distintos rostros de hombre o mujer, carentes de nombre, solo les acompaña una numeración y no existe absolutamente ni una sola habilidad o valor en combate que los diferencie a efectos prácticos durante la partida más allá de la cara y la forma de su cuerpo. Además de las misiones de la campaña principal, en Hired Gun se pueden hacer contratos para las distintas facciones que hay en el juego. Recordemos que somos un mercenario y, por lo tanto, no hay problema para asociarse con unos o con otros en estos desafíos adicionales. Los objetivos que se nos encargan son variados y pueden ir desde recoger cadáveres repartidos por el escenario, hasta acabar con un número determinado de unidades concretas pasando por desafíos en los que hay que controlar diferentes zonas del mapeado, por citar algunos ejemplos. Estas misiones se generan de manera aleatoria y tienen lugar en secciones más acotadas de los mismos escenarios que se conocen durante la aventura. Como recompensa vamos a ganar afinidad con cada una de las facciones que hay en el juego y, por supuesto, dinero.

El dinero es la única moneda de cambio que existe en Hired Gun y con él podremos acudir a distintos comerciantes que se encuentran en el lugar de descanso que visitamos entre misión y misión llamado Martyr’s End. El asentamiento es bastante limitado en cuanto a posibilidades y no hay mucho más que un par de puestos para comprar armas, un bar que sirve como recurso habitual para tener conversaciones relacionadas con la campaña principal del juego, una arena de entrenamiento y, lo más importante, la consulta del doctor.

Implantes cibernéticos en Necromunda

Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien

Porque en Necromunda: Hired Gun no vamos a tardar en quedar más destrozados que la ropa de Son Goku. Rescatados por Kal Jerico, este nos lleva a la consulta de un doctor del milenio 41 el cual reemplaza casi todo nuestro cuerpo por partes cibernéticas. Es a partir de esta premisa sobre la que se elabora la construcción y desarrollo del personaje durante el resto del juego. De esta manera contamos con hasta seis árboles de progreso independientes que van a servir para mejorar nuestras estadísticas de escudo o salud, así como para poder utilizar en combate una serie de habilidades de las que tratar de sacar el mayor provecho posible.

Elegir una apariencia u otra no cambia nada a nivel estadístico.
Elegir una apariencia u otra no cambia nada a nivel estadístico.

De base contamos con que nuestro personaje puede hacer movimientos de parkour que le permiten correr por las paredes a lo Titanfall o Mirror’s Edge, deslizarnos a toda velocidad por el suelo o el aire, incluso cuando ejecutamos dobles saltos o hacemos uso del rezón, un gancho que nos permite acceder rápidamente a puntos elevados como viéramos en la serie Batman Arkham. El abanico de posibilidades y movilidad que tiene nuestro personaje es extenso y se plasma muy bien a la hora de desplazarse dentro de los escenarios. No obstante, el juego no invita demasiado a utilizar algunas de ellas como es el caso del desplazamiento por las paredes, que pronto quedó muy olvidado para mí. Me he obligado a utilizarlo de cara a este análisis, tratando de sacarle partido dentro de unos escenarios que se concentran más bien poco en exprimir esta mecánica.

Lo mismo ocurre con uno de los mayores atractivos que se habían publicitado de este Necromunda: Hired Gun, el mastín. Nuestro héroe está acompañado de un perro que también puede ser mejorado con implantes cibernéticos. Sin embargo, su uso acaba siendo meramente testimonial; todos los enemigos pueden ser derrotados sin tener que hacer uso de él. Acaba siendo tan solo una mera distracción para momentos de agobio y además, al usarlo la pantalla se llena de siluetas rojas para marcar los enemigos que resultan muy antiestéticas.

Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien

El tan publicitado mastín acaba teniendo un uso testimonial en la aventura

Con todo, sí que existen un buen número de habilidades de las que sacar partido a medida que vamos mejorando el personaje. Desde la rueda de selección rápida podemos activar hasta siete pericias distintas que hacen que el tiempo vaya más despacio, que fijemos automáticamente los puntos débiles de los enemigos al apuntar o que lancemos misiles de energía, por citar algunos ejemplos. Todas estas habilidades tienen grados de mejoría que se irán agradeciendo conforme avances en la campaña principal. Eso sí, si tienes algo de experiencia en juegos de disparos y acción te recomiendo que vayas directamente a jugarlo en difícil, ya que cuentas con ayudas como botiquines o jeringas revitalizantes que harán que vuelvas a la vida con relativa facilidad. Además, la manera más efectiva para ganar salud en Hired Gun es atacando. Cada vez que somos heridos se abre un espacio de tiempo que se expresa en pantalla por un humillo rojo en nuestras muñecas en el que cada punto de daño que infringimos al enemigo se traduce en puntos de salud recuperados. De esta forma, las refriegas en este shooter con tintes de infierno de balas no dan tiempo al descanso. Esto se acaba traduciendo en un modo de juego muy similar al visto en títulos como Doom en los que estar en perpetuo movimiento es la clave para seguir con vida. La “danza” aquí no es tan satisfactoria como en el título de id Software, pero sí imita el recurso de utilizar a los enemigos como cajas de botín.

El arsenal de Hired Gun, un gran desconocido

Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien

Los objetos que estos dejan caer al morir es la fuente principal de recursos en Necromunda: Hired Gun. Esto se puede interpretar como un acierto de cara a limitar la exploración a determinados cofres secretos y dejar al escenario servir más como plataforma que acoja combates plagados de verticalidad. Lamentablemente, el título opta por utilizar el mismo tipo de munición para todas las armas, por lo que siempre vamos a tener reservas de sobra para disparar con nuestra arma favorita, algo que acaba desembocando en una preocupante falta de estímulos que nos saquen de nuestra zona de confort y obliguen a conocer mejor el arsenal que el juego tiene que ofrecer.

Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien


Es importante, antes de salir a la misión, dejar bien preparado el equipamiento.
Es importante, antes de salir a la misión, dejar bien preparado el equipamiento.

Porque al acabar cada una de las misiones, ya sean de la campaña o las correspondientes a los contratos de mercenario, vamos recoger y organizar todo el botín que hayamos obtenido, vendiendo el sobrante. Esto incluye a las armas, claro, pero también a otros objetos como armaduras, talismanes u objetos de tecnología con los que mejorar el equipamiento. El sistema de rareza por colores tan arraigado en el género vuelve a estar presente y, si bien no contamos con tanta profundidad en esta faceta como la hay en otro juegos del género, en Hired Gun podemos personalizar nuestro arsenal, mejorando sus estadísticas al equipar distintas mirillas, cargadores, cañones, agarres, etc. Estas armas pueden hacer daño elemental adicional como fuego, radiación o tóxico, pero no son más que una anécdota y un recurso muy espectacular en pantalla al no haber quedado ligados a un sistema de debilidades u oportunidades contra los distintos tipos de enemigos

Necromunda: Hired Gun cuenta además con un sistema de puntuación para evaluar cada una de nuestras partidas en función de nuestro estilo de juego, de si hemos sido capaces de encontrar todos los cofres secretos o si hemos muerto demasiado para lograrlo. La verdad es que me gusta este añadido, me anima a volver y tratar de buscar el rango S. Este sistema de ranking, junto con las misiones de mercenario dejan la puerta abierta a echar alguna que otra partida suelta ya que estos contratos no suelen durar más de diez minutos.

Lamentablemente, el título opta por utilizar el mismo tipo de munición para todas las armas

En lo referente al apartado gráfico, Necromunda: Hired Gun deja luces y sombras, con un trabajo a buen nivel en los modelados y diseños de los distintos enemigos, si bien no todos están a la misma altura. Sin embargo, se echan en falta algunas animaciones más para acciones determinadas como quitar el escudo a los enemigos. Algo similar ocurre con los puntos de anclaje del rezón, este se puede acoplar a casi cualquier punto del escenario y la verdad, no le hubiera sentado mal tener algún indicador más allá de la cruceta que diera una pista al jugador de qué está haciendo. Los efectos de partículas en explosiones y la presencia habitual de grandes regueros de sangre por disparos o desmembramientos hace que el juego luzca muy espectacular. En el apartado artístico destaca el buen trabajo que ya he comentado sobre sus escenarios y ambientación y se acompaña de un buen número de diseños muy resultones para las unidades enemigas. Si eres jugador de Necromunda o de Warhammer 40K vas a deleitarte a lo grande con las recreaciones que se han hecho de las figuritas de los distintos clanes.

Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien

Hemos analizado el título en su versión de PC y lo cierto es que no puedo estar más contento con su rendimiento. Habiendo jugado con una RTX 2080 Super, procesador de 8 núcleos y 32 gigas de RAM, he podido correr el juego a 60 imágenes por segundo rocosas a una resolución estable de 4K en todo momento con la calidad gráfica al máximo. A pesar de contar con un buen equipo, esto no sería posible sin el uso que hace Hired Gun de la tecnología Deep Learning Super Sampling de NVIDIA y que, tal y como ya os comenté en el análisis de la Enhanced Edition de Metro: Exodus, me tiene tan maravillado como contento.

Necromunda: Hired Gun deja luces y sombras en su apartado gráfico

El apartado sonoro no brilla especialmente. Los acordes de guitarra eléctrica acompañan a la acción cuando deben sin molestar, pero sin llamar en exceso la atención. Los efectos de sonido tienen margen de mejora, ya que algunos de ellos no entran cuando deben, algo que camufla la banda sonora, pero lo suficientemente notable como para escribirlo en estas líneas. Con voces en inglés, Necromunda: Hired Gun llega subtitulado al español.

Divertido pero simple

Sin sello
Esperaba más, pero no quita para que me lo haya pasado bien

Necromunda: Hired Gun

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Ante todo, Necromunda: Hired Gun es un juego muy divertido. Sin embargo, se trata de una experiencia menor en el catálogo de juegos de disparos en primera persona, y eso se debe a que tiene algunos problemas y áreas donde no brilla demasiado: Carece de profundidad en muchos de sus apartados, tiene una IA que devalúa sus combates e infrautiliza algunos de los recursos de los que dispone como el mastín. Todo ello lo convierte en una experiencia algo tibia. Incluso así, su diseño artístico llama mucho la atención y es un placer jugarlo en PC dado su excelente rendimiento gracias al DLSS 2.0 de NVIDIA. Puede ser una opción a tener en cuenta para los fans del género, aunque lejos de ser prioritario.

5 cosas que debes saber:
  • Necromunda: Hired Gun es un título de disparos centrado en la historia, no tiene multijugador.
  • Es un FPS muy divertido que aúna la mejora de equipo, poderes especiales y batallas frenéticas en su experiencia.
  • La historia no es demasiado elaborada, si bien está ambientada en el spin-off de Warhammer 40.000 que le da nombre.
  • A pesar de disponer de muchas herramientas no consigue sacar de ellas todo el partido, especialmente del desplazamiento por paredes y del uso del cibermastín.
  • Su rendimiento en PC es excelente gracias al aprovechamiento de la tecnología DLSS 2.0 en las tarjetas gráficas compatible de NVIDIA.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 8 horas + Misiones
Ver requisitos del sistema
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