EA Montreal sigue la estela del mejor arcade en un título ideado expresamente para Wii. Conducción directa, excitante sensación de velocidad y mucho óxido nitroso en las mejores ciudades del mundo. Deja atrás a tu sombra y compite por ser el rey de las calles.
Las buenas sensaciones que nos llevamos en el primer contacto con el título han quedado ratificadas con la versión final de Need for Speed Nitro. El trabajo realizado por EA Montreal para llevar a los usuarios de Wii un nuevo videojuego creado desde cero y aprovechando las exigencias de Wii es bastante meritorio. Mientras que las otras versiones de sobremesa han abrazado un nuevo cambio de tuerca a la serie con un Need for Speed: Shift más simulador que arcade, los poseedores de las consolas de Nintendo reciben una nueva subserie bautizada como Nitro que poco tiene que ver con su compañero Shift pero mucho con las anteriores entregas de la serie.
Nitro vendría a ser la extensión espiritual de los Need for Speed clásicos, de diversiones directas, sin demasiadas complicaciones y a toda velocidad por las calles, y como no, explotando la moda del tuning para lucir nuestros vehículos por las distintas ciudades. Need for Speed Nitro en su versión para Wii es un juego potente gráficamente que ofrece una nueva forma de jugar usando el wiimote y el nunchuk, dejándonos una sensación bastante convincente tanto en el terreno jugable como técnico.
Cinco controles a máxima velocidad
Como ya comentó EA en su tiempo, el juego está ideado tanto para jugadores nuevos en la serie como para los experimentados. Esta declaración de intenciones puede verse desde el primer momento con la elección de los controles, teniendo cinco para elegir: wiimote en vertical, el combo wiimote y nunchuk, el volante Wii Wheel, el mando clásico y el de Gamecube. Cada uno de ellos funciona a la perfección, aunque destacaremos dos: el combo, que es quizás el más funcional y donde mejor sacaremos nuestra destreza en la conducción; y el wiimote en vertical, que nos permite jugar con solo una mano.
Lo que hace grande a Nitro es su sensación de velocidad, y eso se demuestra en que el juego va a 60 fps, una auténtica delicia visual poco antes vista en Wii, donde precisamente no tenemos grandes exponentes en el género de la conducción, y que hace de Nitro una de las mejores ofertas en esta consola a día de hoy, si exceptuamos Mario Kart. Esta sensación de velocidad es vertiginosa, apabullante por momentos, pero donde no perderemos el control del coche bajo ningún concepto gracias a la elaborada jugabilidad del título y al acertado enfoque que se le han dado los circuitos.
Los vehículos superan los 40 y tendremos varias gamas, pudiéndolos comprar a medida que avancemos por el modo principal. Cada vehículo acelera, corre, derrapa y en definitiva rinde de una manera particular. En todo caso la forma de correr en Nitro es directa, tremendamente sencilla, pero a su vez premia a los buenos conductores con una serie de puntos a canjear por coches, brochas y demás añadidos a los que podremos dar buen uso. Las señalizaciones bien claras de los circuitos no nos harán tomar mal una curva, y gracias a su linealidad, no necesitaremos memorizarlos para empezar a ganar carreras.
Conducción temeraria a base de nitros
Eso sí, de suma importancia es el derrape, que nos permitirá incrementar la doble barra de nitro con la que contamos. De hecho, lo que caracteriza al juego y viene reflejado en su título son los nitros, esos impulsos de velocidad que en este juego son aún más espectaculares. Podemos dar un sólo impulso, sea pulsando un botón o agitando el wiimote, que nos servirá para ganar posiciones. Pero sin duda es el doble impulso con la segunda barra recargada la que puede parecer que estamos manejando más un avión que un coche. Al activar el segundo entraremos en el espectacular efecto motion blur donde nuestro coche saldrá disparado pudiendo sobrepasar a grandes rivales y dejar atrás a la policía. Esta doble barra de nitro se rellena sola mientras conduzcamos bien y hagamos buenos derrapes. Si hemos tenido una buena conducción percibiremos a final de carrera los llamados puntos de estilo.
El papel de la policía en NFS: Nitro no podía faltar, y de hecho su aparición es tan estelar como abrumadora. No dudarán en chocarse violentamente contra nosotros afectando por consiguiente al rendimiento de nuestro coche, aunque siempre podremos intentar quitarnos de encima a la poli si recogemos un ítem específico disperso por la carretera. Otro de estos items que podremos recoger es la llave inglesa, que nos permite arreglar el coche en plena carrera para así evitar averías.
Una sola conducción, muchos tipos de carrera
En modos de juego no hay excesiva variedad, aunque sí en el tipo de carreras. El juego nos propone entrar en un modo Arcade para jugar con los coches y circuitos desbloqueados sin mayor preocupación. Sin embargo, el modo principal es el Historia, aunque no hay ninguna trama que seguir. Únicamente nos limitaremos a conseguir estrellas en cada circuito para poder entrar a otros que requieran un número determinado de ellas. Todos estos circuitos se desarrollan en cinco ciudades: Río de Janeiro, El Cairo, Madrid, Singapur y Dubai; cada una con un corredor líder que sigue los estereotipos de la región.
Los tipos de carrera nos llevan a disputar pruebas como dar vueltas a un circuito, contrarreloj, drift, drag, carrera por equipos, eliminación y radar. Todas conocidas de otras entregas y donde el jugador tendrá a buen seguro una preferencia específica. En todo caso nos gustaría nombrar la carrera tipo Drag, ya que funciona de una manera distinta a los demás. Aquí estaremos obligados a cambiar de marcha de forma manual en el momento oportuno y evitar colisionar con el tráfico y otros corredores. Vencerá el corredor que haya conseguido una mayor aceleración, siendo especialmente importante contar con una gran salida.
Cada carrera está regida por un éxito representado por cinco estrellas. Las tres primeras se consiguen por la posición de carrera, mientras, que las dos restantes se obtienen por los puntos de estilo y por superar un tiempo estipulado en la carrera. Estas estrellas nos sirven para acceder a otras ciudades que requieren un número determinado para entrar y también para conseguir accesorios para el modo edición. A su vez conseguiremos dinero para canjearlo por mejores coches, pudiendo editar éstos en el sencillo pero eficiente editor con el que cuenta el juego.
El fin de todas nuestras carreras es acceder al Grand Prix, una carrera de varias rondas donde competiremos con auténticos líderes al volante de coches de gran potencia. Al conseguir ganar ese pequeño torneo completaremos una de las copas, teniendo tres: oro, plata y bronce. La única diferencia entre ellas es la dificultad y los coches que aparecen.
Domina las calles dejando tu firma
Como ya hemos comentado, el aspecto gráfico del título es bastante alto, aunque peca de contar con circuitos algo repetitivos sin muchas posibilidades a la hora de tomar otras rutas. Aun así el espectáculo es su seña de identidad, no sólo en su excelente sensación de velocidad, sino también en la recreación de los coches, con rasgos exagerados pero que han quedado bastante bonitos al final y que se complementan con la filosofía del título. Al ser un juego totalmente arcade no veremos destrucciones ni accidentes, pudiendo chocarnos una y otra vez sin ver grandes desperfectos en las carrocerías. Un detalle a destacar en el juego es la posibilidad de pintar las calles con nuestra firma. El juego, de forma automática, irá trazando de nuestro color y símbolo el circuito siempre y cuando seamos el líder de la carrera.
El apartado sonoro es lo más flojo del juego, pero no por ello menos válido. Temas licenciados del mejor rap y hip hop del momento acordes con el ambiente del título, y doblaje al castellano, de gran ayuda en los tutoriales del juego y presentación de las carreras.
Por lo demás la jugabilidad es muy acertada, con una perfecta curva de aprendizaje y un control muy sencillo. En todo caso hubiera sido fenomenal la inclusión de algún tramo distinto en los circuitos o alguna mayor variedad.
El juego permite la participación de hasta 4 jugadores mediante pantalla partida, resintiéndose un poco la sensación de velocidad. El juego finalmente nos llega sin ningún tipo de funcionalidad online que, por su enfoque, le podría haber venido bastante bien.
Need for Speed Nitro demuestra tener personalidad propia aprovechando bien las exigencias de la consola. La apuesta sumamente arcade no desentona con otras entregas anteriores de la franquicia, ofreciéndonos un juego directo y muy entretenido. El apartado gráfico del título tiene su mayor baluarte en la gran sensación de velocidad que transmites, volviendo además la moda tuning a primera plana gracias al eficiente editor incluido en el juego. Se echa en falta un modo online multijugador y una mayor variedad en los circuitos, pero en general estamos ante uno de los mejores títulos de conducción que podemos encontrar en la consola.
Comprar Need for Speed: Nitro