Análisis de Brave A Warrior's Tale

Análisis de Brave A Warrior's Tale
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El Wéndigo, una malvada criatura mágica de leyenda, ha vuelto. Brave, un antiguo guerrero debe hacerle frente, pero para ello deberá transmitir sus conocimientos a un nuevo héroe mientras recuerda los acontecimientos de su infancia. Una aventura de sueños y pesadillas.

¿Qué tienen en común títulos como Kameo: Elements of Power, Banjo-Kazooie: Baches y Cachivaches, Crash Bandicoot: Lucha de titanes o Sonic Unleashed? Posiblemente, que todos mezclan acción y plataformas a partes iguales. El género de plataformas, propiamente como tal, está de capa caída, y la mayoría de títulos que han aparecido en la actual generación de consolas han optado por combinarlas con dosis de acción para ofrecer un producto – al menos una gran parte de ellos –, a medio camino entre ambos géneros y sin destacar en ninguno de los dos.

De nuevo estamos delante de otro título de estas características, Brave: A Warrior’s Tale, un videojuego orientado a los más pequeños de la casa que tiene lugar setenta años después de los hechos ocurridos en Brave: La búsqueda de Danzarín Espiritual, y que si bien es cierto que propone algunas opciones interesantes en términos jugables, no es menos cierto que posee un apartado técnico de dudosa calidad si hablamos de una consola como Xbox 360 que puede dar mucho más de sí.

Visualmente el juego se muestra muy pobre, tanto a nivel de personajes como escenarios. Especialmente llamativa es la gran desproporción en el tamaño de las manos y los pies del protagonista respecto a su cuerpo.
Visualmente el juego se muestra muy pobre, tanto a nivel de personajes como escenarios. Especialmente llamativa es la gran desproporción en el tamaño de las manos y los pies del protagonista respecto a su cuerpo.

La historia de Brave: A Warrior’s Tale se desarrolla en una sucesión de flashbacks donde Brave, el joven protagonista de la primera parte que ahora ya es anciano, relata a los más pequeños de la aldea sus aventuras vividas, del mismo modo que Oso Gris, el cuentacuentos de la tribu, se las relató a él durante la infancia. Sin embargo, Brave siente un interés especial por uno de los niños, Courage. Los espíritus hablan de otra alma joven que podría llegar a convertirse en un gran guerrero y defender la aldea de El Wéndigo, una malvada criatura mágica que se ha convertido en poco más que una extraña leyenda que los padres cuentan a sus hijos para evitar que éstos entren al bosque. Pero, al igual que las peores pesadillas, El Wéndigo regresa y, en esta ocasión, sólo Courage puede acabar con él.

Luces y sombras
Gráficamente, el juego se muestra muy pobre, con un modelado en los personajes demasiado poligonal y un diseño artístico un tanto peculiar donde destaca la extraña desproporción en el tamaño de las manos y los pies respecto al resto del cuerpo. Todo el juego está envuelto de un halo infantil – público mayoritario al que está destinado –, pero poco agraciado y lejos de la calidad de títulos como Kameo: Elements of Power o Banjo-Kazooie: Baches y Cachivaches, auténticos exponentes del género de plataformas en la consola de Microsoft.

El trabajo realizado en las animaciones no es malo, y tanto las expresiones en el rostro de los personajes como sus movimientos son correctos, sin embargo, la cámara es un verdadero fastidio, y en más de una ocasión nuestro protagonista acabará fuera de plano, invisible y, lo que es peor, con una dificultad inusual para devolverlo al mapeado.

Los escenarios, por su parte, compuestos mayoritariamente por frondosos bosques, montañas nevadas y escarpadas, planicies desérticas, oscuras cuevas, caudalosos ríos, y hasta el mundo de los espíritus, ofrecen un aspecto muy poligonal y unas texturas pobres y planas.

El protagonista posee algunas habilidades como la Vista de Chamán, imitar los sonidos de ciertos animales, o incluso rastrear y poseer a animales para utilizar las características de éstos como el Espíritu del Águila.
El protagonista posee algunas habilidades como la Vista de Chamán, imitar los sonidos de ciertos animales, o incluso rastrear y poseer a animales para utilizar las características de éstos como el Espíritu del Águila.

El juego cuenta con algunos destellos de calidad en los efectos gráficos, por ejemplo en términos de iluminación; aunque de nuevo otros efectos como el fuego, el agua o la nieve, están lejos de la calidad vista en otros títulos de esta generación de consolas.

El apartado sonoro de Brave: A Warrior’s Tale es de lo mejor del título, con unos efectos bastante trabajados, una banda sonora de calidad compuesta por melodías tribales, y un doblaje a nuestro idioma bastante acertado acompañado de textos también en español.

Las Habilidades De Un Guerrero Indio
Al principio de este análisis hacíamos mención a algunas opciones originales e interesantes que ofrec Brave: A Warrior’s Tale en términos de jugabilidad y que vienen a sumarse a las clásicas de este tipo de juegos.

Durante nuestras aventuras, seremos capaces de usar algunos objetos y habilidades propias de su pueblo, como la Vista de Chamán, un antiguo poder transmitido a través de generaciones que permite ver a ciertas criaturas “especiales”. Cuando nuestro protagonista consiga capturar una criatura de estas criaturas, obtendrá una talla que le otorgará nuevos poderes mágicos.

También es capaz de imitar los sonidos de ciertos animales, una habilidad que deberá utilizar para avanzar en el juego, rastrear y poseer a animales para utilizar sus características, o convertirse incluso en un poderoso y temible oso. Nuestro personaje puede utilizar también atrapasueños para recuperar salud, y utilizar la energía espiritual para conseguir, de manera temporal, mayor fuerza y velocidad.

Un palo, un arco y el hacha tomahawk de Danzarín Espiritual, son algunas de las armas que tenemos para enfrentarnos a peligrosos insectos gigantes, lobos rabiosos o los poderosos Guerreros caídos.
Un palo, un arco y el hacha tomahawk de Danzarín Espiritual, son algunas de las armas que tenemos para enfrentarnos a peligrosos insectos gigantes, lobos rabiosos o los poderosos Guerreros caídos.

Al inicio del juego, Brave no dispone de ningún arma, pero podrá buscar un arbolillo y arrancar las raíces para usarlas como un palo. Además, puede acercar estas ramas a un fuego para obtener una antorcha que le iluminará en las oscuras cuevas y le permitirá abrir ciertos caminos. A medida que avanzamos en el juego, conseguiremos el arco del guerrero y el hacha tomahawk de Danzarín Espiritual, el mejor chamán que ha existido nunca, para enfrentarnos a los peligros del bosque y más allá, como insectos gigantes, lobos rabiosos o los poderosos Guerreros caídos, unos esqueletos soldado que han resucitado junto a El Wéndigo para acabar con nosotros.

Malo

No recomendado

Brave: A Warrior's Tale

Por: El equipo de 3DJuegos
No recomendado

Brave: A Warrior’s Tale es un título ambientado en un mundo fantástico basado en las leyendas de los indios nativos americanos. A pesar de combinar plataformas y acción, y ofrecer algunas opciones interesantes en términos jugables, posee un apartado técnico muy pobre para la consola de Microsoft. Sólo para los más pequeños de la casa.

Comprar Brave: A Warrior's Tale
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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VÍDEO ESPECIAL

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