Una de las mejores películas de la historia tiene por fin videojuego. Electronic Arts, confiando en la fórmula GTA, nos permitirá ponernos en la piel de un súbdito de los Corleone. Persecuciones, tiroteos, extorsiónes, peleas…todo lo que viste en El Padrino cinematográfico está también en el digital. ¿Estás preparado para formar parte de la familia?
La gigantesca epopeya mafiosa narrada por Francis Ford Coppola en 1972, nos traslada al convulso Nueva York de la primera mitad del siglo XX. En el juego interpretaremos a un matón a cargo de la familia mafiosa más célebre de la historia del cine, que, en la más fiel tradición GTA, comenzará desde lo más bajo creciendo hasta ganarse un puesto de privilegio en el mundo del hampa.
EA ha tirado la casa por la ventana una vez más, y ha gastado unos 15 millones de euros, incluyendo la gigantesca campaña publicitaria, en el que será, junto a La Batalla por la Tierra Media II, uno de sus lanzamientos estrella de 2006. Las licencias cinematográficas son uno de los movimientos comerciales favoritos de la compañía norteamericana; pero es su primera incursión en el modelo de juegos “abiertos”, y si bien parece bastante cómoda amoldándose a los esquemas de este género, el juego tiene algunos defectos notorios.
La ciudad es tuya
El juego bebe de numerosas fuentes, la más obvia como es lógico es GTA, la millonaria franquicia de Rockstar aporta todo lo que se refiere a robo de vehículos, estilo de conducción y sensación de libre albedrío. Pero también hay otras referencias menos conocidas como el reciente The Punisher de Volition, del que toma los brutales interrogatorios, transformados aquí en extorsiones; o el también extremadamente violento Manhunt, de nuevo de Rockstar, del que recoge algunos aspectos concretos de la forma de apuntar y las ejecuciones, aunque convenientemente suavizadas para un juego mucho más “mainstream” como este.
La adquisición de la licencia de El Padrino se revela como todo un acierto, y se amolda perfectamente a los estereotipos GTA. El empleo del guión es fantástico y asistiremos a los grandes momentos de la película vistos desde otra perspectiva, la del brazo ejecutor de las acciones. Las historias del “hilo principal” están bien escritas, y serán seguidas con interés, las misiones secundarias en cambio pecan de estar menos trabajadas, y devienen rápidamente en rutinarios ajustes de cuentas de gente a la que apenas conocemos. Por si esto fuera poco, estas aburridas misiones laterales cuya principal función debería ser enriquecer el juego y que podremos llevar a cabo o no, no aportan ningún incentivo que nos motive a realizarlas, ya que aparte de comprar armas y ropa, poco más se puede hacer con el dinero con el que se nos recompensa.
Otro aspecto a destacar es el gran esfuerzo realizado en la personalización del personaje que encarnaremos. Las opciones serán numerosas, y prácticamente cualquier detalle de la cara podrá ser alterado, incluidas cicatrices o narices rotas. Esto contribuirá notablemente a la inmersión en el juego, pudiendo crear prácticamente un personaje virtual idéntico a nosotros. Resultará impagable ver a un clon nuestro escondiendo la cabeza del caballo en la cama del productor de Hollywood, o acabando con los peligrosos hermanos Tattaglia.
Dinámica de juego
El juego tiene 3 estilos de juego bien diferenciados. El primero es la conducción, nos desplazaremos de un lugar a otro de la ciudad de forma tan sencilla como en cualquier GTA, robando cuantos coches queramos sin oposición alguna. La conducción es sorprendente, pues los vehículos reaccionan como bólidos de fórmula 1 alcanzando unas velocidades vertiginosas en apenas unos segundos. La fidelidad histórica en este sentido es por tanto nula, y la conducción de lo más irreal.
La segunda vertiente de juego es la del combate cuerpo a cuerpo que emplearemos a menudo, tanto para las extorsiones violentas como para acabar con los enemigos cercanos. Las peleas están muy bien resueltas, y será un auténtico placer solucionar a golpes cuantos problemas se nos presenten. Los puñetazos se sucederán con pasmosa facilidad con apenas unas combinaciones de botones a las que rápidamente nos habituaremos. Hay dos maneras de llevar a cabo las reyertas, empleando el ratón con rápidos movimientos de éste para dibujar los golpes sobre nuestra alfombrilla, o utilizando los botones, lo que nos permitirá ser más precisos. Sin duda los combates con las manos serán la mejor parte del juego.
Los tiroteos están correctamente resueltos, pero son muy convencionales y no aportan nada que no hayamos visto ya muchas veces. El juego dispone de puntos de guardado en pisos francos al igual que GTA; y dentro de las propias misiones encontramos checkpoints estudiadamente situados antes de cada momento duro, para no minar nuestra moral repitiendo partes insustanciales muchas veces.
La otra vía prometida por EA para avanzar en el juego, la diplomática, queda finalmente reducida a sobornar policías.
El juego tiene ciertos elementos de rol a pequeña escala. Con la realización de misiones iremos ganando puntos de experiencia que, con el cambio de nivel, nos aportarán mejoras en las disciplinas que elijamos entre combate, disparo, velocidad, etc.
Aciertos y descuidos
El apartado gráfico es, sorprendentemente, lo peor del juego, y queda muy alejado de lo que se vio en las primeras imágenes que se hicieron públicas hace unos meses. Estamos hablando de una tecnología muy mediocre, sensiblemente inferior a la mayoría de títulos potentes de acción actuales; y ampliamente superado en aspectos tales como vehículos y decorados por un juego de similar temática pero lanzado en 2002, Mafia.
En lo que a los personajes se refiere, los principales están muy detallados y presentan grandes parecidos por los actores que representan; no podemos decir lo mismo de los secundarios, algunos de ellos con un número de polígonos increíblemente bajo, en especial los modelos de las prostitutas y de algunos pistoleros enemigos. También resulta sorprendente que con la enorme capacidad de personalización que tiene el físico del personaje principal, encontremos que la mayoría de peatones y mafiosos rivales sean todos iguales, esto resulta especialmente chocante debido a la cantidad de variaciones aleatorias que se podrían haber realizado para que hubiera variedad.
Las texturas de El Padrino son alarmantemente pobres, no hay ningún efecto de luces o sombras reseñable, salvo el fuego excepcionalmente logrado, y la interacción con el entorno es casi nula. Mención especial merecen los vehículos, cuya calidad gráfica es en algunos casos casi sonrojante. Los interiores además tampoco están nada trabajados y son casi todos iguales, hasta tal punto que nos encontraremos entrando en diversos comercios que tienen idénticas trastiendas, preguntándonos si no hemos estado ya en un mismo lugar varias veces.
Hemos de señalar que por fin parece acercarse el fin de la anterior generación de consolas, que desde hace años había tocado techo en lo que a lo tecnológico se refiere, y que desde entonces no ha hecho otra cosa que lastrar el apartado gráfico de PC en los juegos multiplataforma. Con un desarrollo exclusivo para PC y XBOX360 estaríamos hablando sin duda de otro juego mucho más avanzado.
También hay ciertas deficiencias gráficas que afectan a la experiencia jugable como los serios problemas de popping que tiene el juego, que nos llevarán a ver como se dibujan prácticamente a nuestro paso vehículos, edificios y obstáculos en la carretera. En un equipo potente este efecto no pasará de ser un mero detalle desagradable que afea el juego, pero en ordenadores más limitados se convierte en un verdadero estorbo que afecta decisivamente a la conducción.
Los controles son poco apropiados y en ocasiones frustrantes, pensados seguramente para pad de consola, aunque a algunos se nos antoje criminal manejar un juego de estas características con un pad. El personaje corriendo se desplaza demasiado deprisa, mientras que andando camina demasiado despacio, de modo que nunca nos encontraremos cómodos con sus movimientos. Apuntar con un arma también requerirá una buena dosis de práctica por lo incómodo del movimiento de la cámara.
La inteligencia artificial presenta reacciones diversas. Los enemigos de a pie se cubrirán correctamente, y usarán muebles, esquinas y vehículos para parapetarse, asomándose sólo cuando es necesario para disparar. También intentarán buscar nuestra espalda y buenas posiciones de disparo. Hasta ahí todo bien, los patrones de IA correctos para un juego de acción. La vertiente que se ocupa de los conductores enemigos de vehículos ya es otro cantar, y sólo se puede calificar de lamentable. En las persecuciones observaremos atónitos como nuestros rivales se estrellan contra todo lo que se encuentre en la calzada, realizando en ocasiones incomprensibles maniobras que les llevan a empotrarse contra coches que se habían apartado amablemente para dejarles pasar o incluso con los que se encontraban aparcados en las aceras. Este apartado por tanto, es tremendamente irregular.
Como en el cine
La dirección artística es uno de los puntos fuertes del juego, como corresponde a un título de Electronic Arts, con un gran esfuerzo sobre todo en el apartado sonoro, con las voces en versión original de Marlon Brando, James Caan y Robert Duvall, y en su versión española por la mayor parte de los dobladores de las películas. El trabajo de localización al castellano es desigual, si bien los personajes principales tienen un doblaje fantástico, no podemos decir lo mismo de los secundarios y transeúntes, que en su mayoría presentan voces carentes de componente dramático. Otro dato que debemos lamentar del doblaje es que Al Pacino no cediera ni su voz ni su imagen para el imprescindible personaje de Michael, veremos por tanto a un Michael Corleone que en nada se parecerá al de la película. Una verdadera lástima, sobre todo cuando es bien sabido que Al Pacino si que ha prestado su imagen para el inminente juego Scarface, The World ser Yours, basado en la película de Brian de Palma, Scarface, El Precio del Poder.
El espíritu de la película, por lo tanto, aparece en el juego perfectamente plasmado, pero encontraremos ciertos aspectos incongruentes como ver a Fredo o a Michael enfrascados en aparatosos tiroteos, cosa que choca con sus personajes en el cine, poco cómodos en esas lides.
Por otro lado la selección musical es excelente, e incluye todas las partituras de Nino Rota, y numerosas variaciones acerca de las mismas. El sonido de las armas también está muy bien logrado, y todas sonarán potentes y convincentes.
El aroma general que desprende el juego es fantástico, la ambientación, la historia y la acción a raudales atrapan desde el principio; aunque con el paso del tiempo puede derivar en una sensación de cierta monotonía y en un desarrollo excesivamente previsible. Si eres fan de la película o del libro seguramente éste es tu juego; si no, sigue siendo un buen juego de acción, largo y con muchos contenidos y muy notables aspectos positivos.
Fantástico empleo de una poderosa licencia como es El Padrino. Gran esfuerzo de Electronic Arts en las parcelas de la dirección artística tales como el sonido, voces y caracterización, y un severo descuido de los apartados tecnológicos y de controles. Un buen juego de acción que hubiera sido sobresaliente de no ser por sus limitaciones, tanto en lo gráfico como en su desarrollo, que puede acabar siendo rutinario.
