En esta época de renacimiento digital estamos redescubriendo clásicos con versiones actualizadas y nuevos juegos que, basándose en estos mitos , tienen su propia personalidad. En Lucha Fury se ha trasladado la acción más macarra al México de los luchadores, la Santeria y la magia, dentro de un juego divertido pero limitado en su desarrollo y opciones.
Lucha Fury es un Beat’em up que nos pone en la piel de 4 luchadores de lucha libre mexicana con sus propias características y golpes. Cada luchador tiene muy marcadas sus características, un conjunto muy clásico donde encontramos un luchador fuerte pero lento, uno rápido y dos intermedios.
Nuestro objetivo es alcanzar la fama persiguiendo a unos ladrones y descubriendo el secreto del pollojo durante 11 fases de avance lateral, en las que deberemos eliminar a todos los enemigos que salen a nuestro encuentro. Realmente el hilo narrativo del juego es prácticamente nulo, ya que las fases se suceden sin explicación alguna y no sabemos muy bien cual son nuestras motivaciones y objetivo real, solo debemos saber que nuestra misión es poner en danza nuestras habilidades de lucha libre y machacar a nuestros enemigos. No hay una historia para cada personaje, no hay un desarrollo narrativo, solo vale una cosa: patear culos.
El desarrollo se sucede en distintos escenarios como un basurero, un edificio en construcción, una carretera e incluso un poblado chino. Cada escenario tiene su propia personalidad, sus propios enemigos y su dificultad propia.
El elenco de enemigos no es muy variado, pero sí existe una variedad de comportamientos y patrones, y ciertos enemigos bastante "pesaditos" que te pueden arruinar el avance y hacerte empezar de nuevo el nivel. Por supuesto, como buen Beat'em up encontraremos enemigos finales de fase de gran tamaño y mayor dificultad, aunque estudiando sus patrones de ataque acabar con ellos está "chupado".
Lucha Picante
Aunque la esencia jugable se base en los clásicos Beat 'em up, Lucha Fury tiene su propia personalidad que le hace destacar y convertirse en un opción original dentro del género. Cada luchador tiene sus propios movimientos de lucha libre que debe poner en práctica para aumentar su combo de puntos y alcanzar la máxima puntuación posible.
Según avanzamos por los niveles obtendremos nuevos movimientos y habilidades. La esencia de esta jugabilidad radica en usar estas habilidades de lucha libre, ya que aunque podemos avanzar dando puñetazos y patadas, solo la utilización de estas espectaculares técnicas y presas nos permitirá alcanzar un puntuación alta y poder optar a los primeros puestos de la clasificación mundial on-line.
En los tiempos que corren que un juego como éste carezca de un multijugador on-line es, al menos, una decisión extraña, ya que un cooperativo on-line le vendría como anillo al dedo. Eso si, podemos jugar hasta 4 jugadores en la misma consola. Como hemos comentado antes, la única opción on-line es una clasificación mundial por puntos.
Aunque el aspecto visual es original, caricaturizando la lucha libre mexicana y dándole un toque vistoso y divertido, en el apartado técnico y jugable sus creadores no han puesto toda la pimienta necesaria. Los movimientos son extremadamente lentos y a veces es muy frustrante cuando nuestro héroe no responde de igual manera a la rapidez de nuestros dedos. Esto estropea una dirección artística llamativa, y deja el producto en el limbo de los juegos descargables.
Los que disfrutamos en nuestra adolescencia de los salones recreativos acogemos con gran alegría estas propuestas clásicas actualizadas. Sin embargo en este caso, aunque el apartado visual sea bueno y su ambientación mariachi es genial, el desarrollo jugable flojea mucho, dejándonos un sabor de boca agridulce.
