Los Sims, el juego más vendido de la historia, no necesita presentación. En esta nueva expansión, la tercera, podremos hacer una de las pocas cosas que nos quedaban por descubrir del universo sim, acompañar a nuestros personajes a sus trabajos. Dirigirán negocios, contratarán y gestionarán a sus empleados, y tendrán nuevas aspiraciones y talentos. Todo ello con el único fin de alargar la vida del mejor simulador social de todos los tiempos.
Los Sims crea una peculiar división en el mundo de los jugadores. O los aman, o los odian. Lo transgresor de su propuesta y la política de explotación comercial que llevan a cabo Maxis y EA de su particular gallina de los huevos de oro, parece irritar de sobremanera a un sector importante de aficionados. Pero objetivamente el juego presenta una propuesta de libertad y realismo irreprochable, acompañada de unos personajes encantadores, con unas animaciones tan expresivas y simpáticas que les acercan más al mundo de los dibujos animados que al de los videojuegos. En lo que se refiere a las expansiones, que es lo que nos ocupa, parece lógico que es imposible introducir en el juego original todas las mejoras y cambios que se van agregando; por lo tanto resulta más que justificable el lanzamiento de una expansión cada 6 meses, por la cantidad de elementos que se añaden en cada una de ellas y la variedad de las mismas.
Y es que de lo poco que se le podía achacar a Los Sims 2 era una cierta sensación de desamparo en el sentido de no tener objetivos hacia los que dirigir los esfuerzos. De eso se han ido ocupando las expansiones, si Los Sims 2: Universitarios trataba de aportar retos en forma de cursos de la universidad, en los que había que asistir a exámenes y sacar buenas notas, Los Sims 2: Noctámbulos convertía el salir de marcha en una desesperada carrera contrareloj para lograr la ansiada cita de ensueño. En Abren Negocios, nuestra meta será la de montar comercios y establecimientos de todo tipo, y hacer que sean rentables.
Como se ha convertido en costumbre en estas expansiones, también encontramos un barrio nuevo, Villazul del Agua, que será el lugar donde se encuadrará fundamentalmente el sector comercial, aunque podremos levantar los comercios en cualquier otro barrio, e incluso en nuestra propia casa.
Los negocios, como si de un personaje más se tratara, también evolucionan y, según nuestro trato con los clientes y lo contentos que queden con la visita, irán evolucionando y ganando niveles. Por cada nivel al que llevemos a nuestro establecimiento se nos irán concediendo una serie de puntos que podremos canjear por mejoras como descuentos en los proveedores o mejor trato para con los clientes.
Engaña, convence, presiona… ¡todo vale con tal de vender!
Como podrás suponer, realizar ventas no es pan comido. Los posibles compradores llegarán a nuestros establecimientos con una barra de deseos que debe ser satisfecha para que la transacción se produzca. Los clientes tendrán una barra que debemos llenar antes de que se aburran del producto en el que se han fijado, y para convencerles contamos con la decoración del local, el precio de los productos y las numerosas técnicas de sugestión que irán adquiriendo nuestros Sims. Estas pueden ir desde convencer a un cliente de la necesidad de adquirir ese producto, a hacerle creer que se lleva una ganga, cuando en realidad su precio es desorbitado. Hay que tener cuidado con la aplicación de estas pequeñas estrategias de persuasión, pues el uso de algunas puede llevar al límite a nuestro cliente y hacerle marcharse por donde ha venido sin comprar ningún producto.
El que nuestro Sim adquiera habilidades comerciales es muy importante, con la experiencia iremos ganando emblemas de diferentes categorías que puntuarán nuestras capacidades. Si tenemos claro que deseamos que un Sim se dedique a las ventas podremos ir cultivando sus talentos desde pequeño, haciéndole partícipe de negocios a pequeña escala, como el puesto de limonada que se puede instalar en el jardín.
Podremos poner en marcha negocios de lo más diverso, desde restaurantes y bares hasta salones de belleza, pasando por tiendas de ropa, de electrodomésticos o de juguetes. Las posibilidades son infinitas ya que todos los objetos del juego pueden ponerse en venta.
Parece complicado, ¿no?
Podremos disponer de un buen número de empleados. Para la correcta dirección y gestión de éstos, podremos emplear toda una serie de órdenes que se ramifican desde un nuevo árbol del cuadro de dialogo. Acciones tales como indicaciones de a qué labores se deben dedicar, subidas y bajadas de sueldo o incluso lo que respecta al uniforme del comercio, tremendamente variado por cierto. Todo ello de una forma sorprendentemente sencilla e intuitiva.
También es muy fácil poner objetos en venta. Aparecerá un nuevo menú en la parte superior derecha de la pantalla que nos llevará de forma rápida a las opciones para poner precio a los objetos, ver lo que opinan nuestros clientes sobre nuestro comercio o gastar nuestros puntos en mejoras para el establecimiento. Disponemos además de talleres para realizar objetos artesanales, como siempre la calidad y variedad de éstos dependerá de nuestra experiencia en ese campo.
Ahorro, iniciativa y buena gestión
Es recomendable ahorrar algo de dinero antes de lanzarse a la aventura comercial. Entre 10.000 y 20.000 Simoleones sería una cifra apropiada para comenzar, pues hay que realizar algunos gastos al principio para comprar todo el material, y una estrategia interesante es la de colocar los precios muy baratos al empezar, de este modo perderemos algo de dinero, pero la tienda ganará fama y puntos que podremos gastar en mejoras. Después cuando la tienda se encuentre asentada y tenga una clientela estable, podremos ir subiendo progresivamente los precios hasta obtener suculentos beneficios.
Podría pensarse que resulta mejor enviar a nuestros personajes a trabajos “normales” de los que abundan en el juego, pues requieren menos esfuerzos y las ganancias son seguras y estables. El juego incentiva a los que se aventuren a los negocios pues, si bien al principio es un empleo un poco duro y probablemente genere pérdidas, en cuanto se adquiere un poco de práctica y se pone en marcha un establecimiento serio y con buenos empleados las ganancias están aseguradas. Además el juego recompensa también a los jugadores con el hecho de que en los trabajos de la expansión el tiempo no transcurre, es decir, que como estamos fuera de la casa no gastaremos horas de los ya de por sí ajustados días en la vida de un Sim. Seguramente el tiempo haciéndonos cargo de los comercios se nos hará corto por la cantidad de trabajo que hay que llevar a cabo. Como pasaremos mucho tiempo allí será útil habilitar una dependencia exclusiva para los empleados, en la que puedan prepararse café para reponer energías, o incluso darse una ducha.
Algunos detalles más como la posibilidad de instalar ascensores, la de emplear robots para realizar ciertas tareas o la de incorporar enormes estatuas que pueden ejercer de estupendo reclamo para nuestro comercio, completan el apartado de las novedades más relevantes. Además, como siempre, se ha ampliado la variedad de ropa y objetos, y la de música, aunque quizá no tanto como es costumbre. Además se ha pulido la optimización, con lo cual el rendimiento, que antes andaba un poco justo en altas resoluciones, es ahora mucho más fluido.
Los Sims 2: Abren Negocios aporta interesantes novedades y cambia aspectos muy relevantes de la jugabilidad. No es ni mejor ni peor que las otras expansiones, es distinto; de hecho no seríamos capaces de recomendar una expansión sobre otra, todas ellas aportan contenidos muy válidos que mejoran y completan la experiencia del juego original.
Una revisión fresca y original de la fórmula Sims. Las grandes recompensas y lo flexible de los horarios hacen de dirigir un negocio una experiencia muy divertida. Si eres fan de los Sims 2 no te lo puedes perder.
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