Iker010 / 29 de marzo de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

Lo tiene todo
Excelente juego, historia, jugabilidad, musica, graficos, es un juego simplemente asombros, puedes ir a todas partes con absoluta libertad y lo mejor es que puedes jugarlo como si estuvieras dentro de una pelicula, nada te obliga a realizar un seguimiento, el como lo termines es tu elección. Tanto puede gustar a fns de la saga de Zelda como a nuevos gamers, simplemente te atrapa desde el primer día, no lo puedes dejar y te motiva a innovar en tus movimientos.

BlueWolf / 29 de marzo de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

El Juego del Año 
Aún recuerdo cuando pude tocar por primera vez una consola. Era tan sólo un crío de tres años que no sabía lo que hacía y mucho menos podía llegar a imaginar lo que se convertiría en su hobby favorito. Sentí un increíble encantamiento al tener en mis manos una consola como la que era la Game Boy Color. Y hoy, después de más de 15 años, he vuelto a sentirme hechizado por un videojuego. “The Legend of Zelda: Breath of the Wild”  ha vuelto a hacer que me vuelva a sentir como el niño que fui y que sigo llevando en mi corazón. Ese sentimiento que todos llevamos dentro y que, en ocasiones especiales, revive por un motivo en especial.

Con la última obra cúspide de Nintendo, he sentido como la inmensidad de su mundo, de Hyrule, ha sido capaz de penetrar en mi corazón para dejarme sin aliento. Un basto mundo repleto de posibilidades únicas, sin límites, en el que el jugador es capaz de poner a prueba su ingenio sobre cómo ha de sobrevivir y adaptarse a cada circunstancia que se presenta en cada rincón de su microcosmos. El reino de Hyrule que se nos presenta configura todo un mundo, orgánico, sistemático, que encaja en la aventura y que la hace viva, la regenera como nunca antes se había hecho. Es su mayor ventaja respecto al sistema actual de juegos que estamos viendo en la actualidad; donde impera la necesidad de ofrecer a los jugadores una infinidad de posibilidades con un mundo abierto. Pero “Breath of the Wild” toma el concepto y lo cambia, no radicalmente, para ofrecer la mayor experiencia hasta la fecha de este tipo de videojuegos.

La franquicia de “The Legend of Zelda” siempre se ha caracterizado por ofrecer un amplio repertorio de posibilidades a sus jugadores. Con juegos que conquisten, de mejor o peor manera, pero que al fin y al cabo, llegan. Con esta entrega no sucede una excepción y se proclama como una gran continuadora de esta magnífica saga. El posible temor que se pudiese generar por apostar por el sistema de mundo abierto termina siendo una mera anécdota, porque la sensación de pura libertad se siente muy presente. Nosotros somos los protagonistas, nosotros decidimos cómo emprendemos la aventura de salvar este reino. Cada partida puede ser desarrollada de forma distinta a otra, y por consiguiente, su rejugabilidad es otro factor a tener en cuenta. Y, por ello, Hyrule se presenta como un mapa totalmente orgánico, es un mapa que vive, y sientes cada latido de su corazón.

Tuvimos la ocasión de ver con anterioridad juegos como “The Wind Waker” o “Skyward Sword” y cómo Nintendo quiso apostar por un tono diferente, pero no por ello peor o mejor, en comparación a “Ocarina of Time” o “Twilight Princess”. El simbolismo sombrío y los tintes oscuros que caracterizaban a antiguas entregas no se ven de la misma manera en “Breath of the Wild” debido a que, simplemente, no lo pretende. Desea recorrer otro sendero, otro camino, otra fórmula. Y eso se refleja en su realización visual. Nintendo apuesta en esta ocasión con un gran diseño en sus personajes y en sus paisajes, con un tono cel shading que sienta de maravilla al conjunto que es capaz de presentar. Con un apartado gráfico magnífico que, a efectos prácticos, parece que utiliza en muy buena manera el software de Nintendo Switch. Por ende, tenemos la ocasión de poder contar con una de sus increíbles ventajas que no deja a nadie indiferente: Poder recorrer un enorme mundo sin esperas, sin tiempos de carga.

La narrativa principal no es la mejor de toda la saga (y es aquí donde podemos ver en qué es capaz de mejorar Nintendo para la próxima entrega) pero se encuentra complementada a la perfección con otros retos que se nos presentan nada más empezar nuestra aventura. La historia nace de una manera chocante para el jugador, pues no estamos acostumbrados a empezar sin saber los sucesos que vivimos. Se genera una intriga debido a que no recordamos nuestro pasado, pero sí sabemos lo que haremos con nuestro futuro. Son varias piezas que generan un mecanismo que hace que funcione el suspense por descubrir qué sucedió hace 100 años y quiénes fueron los culpables del Gran Cataclismo.

Pero, como he mencionado con anterioridad, la historia principal no fluye sola, necesita de otros alicientes y mecanismos para funcionar con eficiencia. Y aquí se nos presentan los diversos retos del videojuego con el objetivo de sobrevivir a las diversas pruebas que tendremos que hacer frente. Existe una necesidad de progreso, y esta se ve satisfecha con Santurarios, misiones secundarias, semillas Kolog, un incremento de nuestro inventario, etc. En términos generales nosotros debemos adaptarnos a los distintos medios que se nos presenten, y por ende, debemos mejorar tanto en equipamiento como en estrategias.

Como es tradición, toda leyenda cuenta con sus grandes elegidos, con sus héroes y heroínas. Y aunque no se llegue a empatizar de la misma forma con personajes como Revali, Daruk, Urbosa o Mipha, estos co-protagonistas no pierden nada de personalidad, simplemente no cuentan con una gran cantidad de minutos en que podamos admirarlos para poder llegar a relacionarnos directamente con sus mentalidades. Y aún así, a pesar del tiempo justo (pero suficiente) que poseen sus apariciones, podemos llegar a cogerles especial cariño por las causas que defienden y por la personalidad contrastada que poseen unos u otros. Son blancos y negros, contrastes en temperamento, pero ninguno falta a lo que de verdad les caracteriza: su valentía.

La mayoría de entregas de Nintendo cuenta con un magnífico apartado sonoro que brilla automáticamente nada más empezar cualquier juego. ¿Breath of the Wild continúa por el mismo sendero? Sí, pero obviamente lo hace de otra manera (se adapta a la aventura y a las dimensiones que trata). No posee la misma grandilocuencia que sí pudimos ver en títulos como “Twilight Princess” o “Super Mario Galaxy”, pero no por ello es peor, simplemente diferente. En esta ocasión se apuesta por un toque minimalista que posee sus propios tonos enfáticos, pero lo importante es que es capaz de impregnar en nosotros una huella en nuestro corazón para que, cuando escuchemos cualquier pista de dicho juego, seamos capaces de reconocerla y emocionarnos.

Este videojuego cuenta con pistas musicales que se volverán un icono de los videojuegos, sino, al tiempo. “Main Theme” , “Kakariko Village”, “Kass Theme”, “Mipha’s Theme“, “Guardian Battle” o “Hyrule Castle” son ejemplos de cómo esta banda sonora es capaz de integrarse en cualquier situación y provocar en nosotros una respuesta favorable.

“Breath of the Wild” no es sólo una gran declaración de intenciones por parte de Nintendo y un gran golpe sobre la mesa dejando claro quiénes son y qué es lo que pretenden en esta generación. No, ni mucho menos; la compañía nipona pretende mucho más que captar la atención de los jugadores casuales o los meramente interesados en esta industria de los videojuegos. Sino que “Breath of the Wild” también es un gran regalo para los más veteranos y amantes de esta saga. Cumple por ambas partes, aunque claramente un jugador de siempre lo amará con más admiración. Hablamos por tanto de un grandísimo apartado que denominaría “fanservice”.

No se debe malinterpretar tal calificativo, pues está realizado por y para los fans experimentados. Para los corrientes, o los que se incorporan a esta saga, serán meras casualidades a las que no se les dará importancia. Son meros detalles que engrandecen a esta obra y que se agradecen. Hay un gran emplazamiento de meras acciones, diálogos u objetos de otros juegos de Zelda que respetan el discurso narrativo de la historia, pero que claramente nos provocan una sonrisa al tener en cuenta juegos anteriores que tuvimos la ocasión de jugar. Por tanto, los “guiños” a anteriores juegos se encuentran bien integrados.

“The Legend of Zelda: Breath of the Wild” se corona por méritos propios como la obra maestra de Nintendo de sus últimos diez años. Marcará un antes y un después en lo relativo a la concepción del mundo de los videojuegos y lo que son capaces de crear, de sus límites creativos y de sus nuevos horizontes a recorrer. Sin duda alguna es leyenda, crea un nuevo mito que, con el tiempo, será consagrado como uno de los mejores juegos de la historia. Es el juego de la marca nipona que posee mayor contenido y mayores secretos por descubrir, es prácticamente infinito y realmente complicado para los más puristas que desean cumplir el reto de completarlo al 100%. Realmente todo ha cambiado, pero al mismo tiempo, todo sigue igual, con una magia se siente más viva que nunca.

Nota final: 10

Fenalarus / 27 de marzo de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,5 Imprescindible

Simplemente impresionante
La verdad debo confesar que no soy o mejor dicho no era muy devoto de esta saga, de hecho no soy un usuario de Nintendo ni mucho menos pero debo decir que este juego me parece una obra maestra con un diseño artístico impresionante y pienso que así como The Witcher 3 marco un antes y un después en relación a las misiones secundarias y el enfoque que le dieron argumentalmente hablando, me atrevo a decir que también ahora se tendrá que tomar como referencia a este Zelda por toda la libertad que ofrece, porque es impresionante la de cosas que puedes hacer, cualquier punto que veas en el mapa es accesible hasta el pico mas remoto de la montaña y debo aclarar que para mi no es el juego perfecto ni mucho menos, pero eso no le quita la obra maestra que es.

No voy a comentar puntos positivos porque creo que ya a estas alturas todo el mundo sabe cuales son, pero si pienso que hay cosas que debieron ser mejores, como por ejemplo el tema de los recuerdos, siento que fueron pocos ya que para mi fue uno de los puntos mas altos de este zelda y siento que no le sacaron el provecho que merecía, también el tema de las mazmorras, que como ya comente no soy muy conocedor de esta saga, pero fue llegar este juego y jugar al Ocarina of Time y comparando las mazmorras, me parece que las de Breath of The Wild son algo mas flojas y ojo no digo que sean malas ni mucho menos, porque vamos que disfrute bastante de los santuarios y las bestias divinas pero si pienso que podían aportar un poco mas tambien esta el tema de las misiones secundarias que me parecieron un poco flojas y por ultimo los jefes me hubiera gustado que fueran un poco mas difícil, de resto no voy a negar que disfrute como un niño, la viciada que le eche no fue normal jajaja, Lo que si veo que es verdadera malo y lamentable, es que el nivel de dificultad venga como un DLC.

Para culminar decir que en un principio menospreciaba a este juego, lo veía un poco infantil o incluso tedioso, pero que tras jugarlo me conquisto totalmente, tanto así que tras terminarlo comencé a jugar a otros Zeldas para conocer toda ese maravilloso universo que me he estado perdiendo durante tanto tiempo y repito para mi no es un juego perfecto y no lo es simplemente porque no creo en los juegos perfectos, todos tienen pros y contras, pero eso no quiere decir que no sea una jodida maravilla, Gracias Nintendo por este juegazo!!

GabX / 25 de marzo de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

Cuando los videojuegos divertían de verdad! 
Como dice el titulo, éste juego me hizo dar cuenta de que no perdí la pasión por los videojuegos, todavía puedo pasar horas jugando y eso es gracias a que Nintendo le presto atención a lo jugable y no a la guerra de los pixeles y poteeencia! 
Me hace sentir como cuando prendí las nes y conocí a Mario, por x motivos nunca había jugado un Zelda y al comenzar a jugar sientes que aprendes a jugar nuevamente, sientes que estás en una aventura que tu decides como superarla. Vas a morir si! Muchas veces! Pero no es frustrante porque vas aprendiendo y el juego te va enseñando.  
Si tienen la oportunidad pruébenlo.

LocoDeLasColes / 25 de marzo de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

7 Interesante

Buen juego pero demasiado exagerado
El juego esta bastante bien pero desde mi punto de vista se han pasado con las notas que le han dado, tiene buena jugabilidad , buena banda sonora y un mundo muy amplio con infinidad de cosas que hacer, o eso es lo que nos hacen creer pues cuando llegamos a cierto punto del juego que no voy a nombrar aquí por el tema de spoilers lo único que aremos sera patear de un lado para otro completando santuarios recuerdos y alguna que otra cosilla mas (por lo que al final yo por lo menos he acabado bastante cansado) para mi gusto este zelda pierde bastante la esencia de los anteriores, lo siento pero para mi es asi, han querido hacer un mundo tan amplio que al final acabas aburriéndote y deseas completar el juego antes de completar ciertas cosas, sigo prefiriendo el TP me divertí mas con el y me pareció mejor juego en general con una historia mas "elaborada" por lo tanto, es un buen juego pero no es para tanto y ni de lejos el mejor juego de la historia como dicen algunos......

JavierWiiU / 25 de marzo de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

El Zelda que se quería.
Si te dijese como querrías un Zelda, habrías dicho que no fuese tan lineal, con misiones que te impulsasen a realizarlas y poder dejarlas para otro momento sin necesidad de cumplirlas en ese mismo momento. También habrías dicho que fuese bonito, y que te impresionase en todo momento y pararte a ver el paisaje, y realmente no parases de investigar. Sin duda es un juegazo y sin habérmelo pasado llevo 70 horas jugadas, lo cual es una burrada. Sinceramente, es de los mejores juegos de la generación. Bravo

Rockgl04 / 23 de marzo de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

Sin palabras... Lo mejor
Desde Ocarina of Time no se veía un impacto en los juego de este genero tal como se vio con BOTW. Sin dudas todo, la jugabilidad: un gran cambio y adaptación para los tiempos de ahora, unos gráficos a la altura (Es cierto que no podemos compararlo con Horizon o Uncharted pero el nivel de detalle y la limitación es mas que optima para la Switch), un audio de primera y una historia realmente magnifica. tienes la opción de jugar la historia de una forma rapida, o perderte en el inmenso y basto mundo abierto con un centenar de misiones.

Quizás un punto flojo pero notan importante el tema de as armas que se desgastan y hay que reemplazarlas. Pero te lleva manejar varias estrategias para continuar.

Toda una obra de arte dentro de los videojuegos, no creo que supere el impacto que tuvo OOT, pero sin duda después de esta (aunque muy cerca) se convierte en uno de los mejores Zelda. 

Por este juego compre la Switch y o me arrepiento. Estara en lo mejor del año y lo mejor de la generación. Gracias Nintendo. Esperamos que sea referente en cuanto a calidad para los próximos juegos made in Nintendo.

Seiferxd / 22 de marzo de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,5 Imprescindible

Muy buen juego, y muy buen Zelda
A rasgos generales, el juego me ha parecido una pasada. Pensaba que el estilo de mundo abierto no daba más de sí. Hacía tiempo que ninguno me enganchaba como este lo ha conseguido. El juego me lo he pasado en 50 horas (se puede pasar antes, pero el juego te invita a explorar, a ir más allá) y aún me quedan horas si quisiera seguir dándole.

Mi valoración general es 9.5 y pasaré a explicar los pros y los contras.

PROS (seguramente me deje bastantes, pero a lo que a mi respecta lo que más me ha llamado la atención):
- La enorme cantidad de armas, escudos y atuéndos que hay. Muchos se han quejado de la reducida durabilidad de las armas y escudos. Personalmente pienso que es un acierto y que va perfecto con el juego. Puedes usar el arma de todos los enemigos a los que derrotas y poco a poco vas encontrando mejores. Algunas con más durabilidad, otras con poderes elementales..pero no quiero desvelar más respecto a este asunto.

- Los gráficos. Me parecen un acierto, un mundo abierto precioso con estilo cartoon. Me ha encantado. Mucha gente se queja y dice que son malos porque no son realistas...Pero qué decir, creo que no le podía haber ido mejor al juego con otros gráficos. Todo luce precioso.

- El tamaño del mapa. Es gigantesco e invita a descubrir más y más. La exploración se ve premiada con diferentes desafíos al llegar a un punto, ya sea por encontrar un templo, un enemigo poderoso o una serie de misiones (secundarias y heroicas) que te pondrán a prueba de muy diversas y originales formas.

- Los personajes, las localizaciones, los diálogos (que sin ser muy profundos, te meten en la historia y te hacen querer saber más).

- El combate, es muy bueno. No sólo por la combinación ataque, defensa, poderes, arco, etc, sino porque los enemigos son un desafío. Muchos de ellos te podrán matar de un sólo golpe si no vas bien preparado.

CONTRAS:
- No me ha gustado el tema de la cocina. Creo que un libro de recetas hubiese sido necesario y acertado. Tampoco es que haya tenído mucho problema con el tema, pero entiendo que para algunos esto sea un problema.

- La banda sonora. No me ha parecido tan épica como las de otros Zeldas, bso que sigo escuchando desde youtube años después. Para mí este ha sido el peor contra.

- Quizás hubiese estado bien que hubiesen habido mas ''gadgets'' como en otros zeldas. Aquí se reduce a una serie de poderes que se desbloquean desde el principio.

- Jefes finales y sus respectivos templos sencillos y de mecánicas simples (a excepción de alguno, que no destriparé por si vais a jugar).

- Algunos bajones de fps en ciertos momentos en el que aparecen muchos elementos en pantalla (sólo los he encontrado en el modo sobremesa, al cual casi no le he dedicado tiempo).

En general me parece un must, tanto el juego como su consola ( Nintendo Switch, pese a sólo haber jugado a Zelda hasta ahora, me ha parecido una pedazo de consola).

PabloTR22 / 21 de marzo de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

El mejor juego de la historia junto al Ocarina Of Time
Es ,simplemente, el mejor juego de la historia.La jugabilidad es increíble, todo lo que ves es explorable, todo puedes verlo, si no puedes, es porque no eres lo suficientemente bueno. Los gráficos son maravillosos, con un precioso nivel artístico , es como una mezcla del Twilight Princess y el Wind Waker.Pero el Breath of The Wild es notablemente más bonito que el Wind Waker. Funciona muy bien en Switch.Recomendación máxima

VashTheStampede / 20 de marzo de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

Una leyenda atemporal 
''Un mundo abierto que ofrece al jugador libertad absoluta de movimiento y acción''. Esta es una promesa que sin duda hemos oído montones de veces a lo largo de los años, especialmente recientemente con la moda de los sandbox que está afectando a muchas sagas emblemáticas. No se podía quedar atrás The Legend of Zelda, que a pesar de ofrecer una calidad sin par en cada entrega principal, había empezado a mostrar síntomas de fatiga como saga debido a su linealidad, el abuso de tropos específicos y las ayudas e interrupciones constantes en la aventura, elementos que verían su cénit con Skyward Sword (2011). Tras experimentar con mecánicas como el uso polivalente de objetos y que el jugador completase mazmorras en el orden que quisiese en el brillante A Link Between Worlds de 3DS (2013), llegamos a la nueva leyenda: Breath of the Wild, una aventura gigantesca y rompedora que devuelve la sensación de descubrimiento a la saga, perfeccionando el desarrollo 3D del Zelda del mismo modo en que A Link to the Past lo hiciese con las 2D. Esta vez no hay ayudante que nos diga a dónde ir, ni un camino marcado: Despertamos, salimos de una cueva y, como en el The Legend of Zelda original de 1986, somos libres para encarar esta obra maestra del modo en que queramos.

Recuerda quién eres, pero con calma

La premisa, como de costumbre, es bastante sencilla. Cien años después de una gran batalla que asoló Hyrule, Link, el héroe Hyliano elegido por la Espada Maestra, despierda recuperado de sus heridas mortales en el santuario de la resurrección. Su tarea: descubrir más sobre los Guardianes y las Bestias Divinas, monstruos mecánicos construidos tiempo atrás por la tribu Sheikah y controlados por Ganon, al mismo tiempo que recupera su memoria sobre lo que sucedió hace cien años. El interés proviene de que esta vez Hyrule es un paraje postapocalíptico, en el cual de todas formas las distintas culturas y especies han podido adaptarse a la calamidad viviendo en las ruinas y reconstruyendo sus vidas. Además de las misiones principales arraigadas a cuatro puntos principales, la historia también nos pide que busquemos los lugares retratados en una serie de fotografías, lo cual nos trae recuerdos del pasado, construyendo la historia como un puzzle con las piezas esparcidas por todo el mundo. ¿Lo mejor? Todo es opcional, construímos la historia en el orden y ritmo que nosotros escogemos de una forma en que pocos lo han hecho.

La aventura avanza de forma muy natural, en pocos momentos se nos da indicaciones precisas de a dónde ir y todo se descubre explorando. En este caso tenemos 'sólo' cuatro mazmorras principales, o cuatro bestias divinas relacionadas con las varias tribus de Hyrule, junto a sus correspondientes questlines para llegar a las bestias. Algunas de estas misiones son mejores que otras, y es cierto que en alguna de las cinemáticas el diálogo es un tanto artificial, pero por lo general los personajes y situaciones derrochan carisma y personalidad. No es necesario que todos los juegos tengan un lore gigantesco y lleno de diarios para leer como en otros RPG's occidentales. Hablando de las cinemáticas, por primera vez en Zelda hay actuaciones de voz -y doblaje para bastantes idiomas incluido castellano- y, quitando algunas líneas que cojean un poco, el resultado es satisfactorio y encaja. Por esta misma razón, y que los personajes se refieren al protagonista como Link, no podemos cambiar el nombre al héroe en esta ocasión. El tono de la aventura no es tan oscuro como Majora's Mask o Twilight Princess, pero tiene sus momentos consiguiendo un equilibrio tonal que sólo logró en su día Ocarina of Time.

Compensando la escasez de mazmorras principales tenemos los santuarios: 120 lugares de aprendizaje esparcidos por Hyrule que sirven como pequeñas mazmorras. Algunos están dedicados a retos de combate, pero la mayoría se centran en solucionar puzzles. Y en estos santuarios hay algunos de los mejores y más inventivos puzzles que se hayan visto en un Zelda (que ya es mucho decir). En las primeras horas de juego ya desbloqueamos todas las runas principales, que nos permiten usar habilidades como parar el tiempo, crear bloques de hielo en el agua o utilizar el magnetismo con objetos metálicos. Todas estas habilidades deben ser utilizadas con cabeza para salir airoso de los santuarios, y en ocasiones encontrar estos santuarios es el puzzle en sí mismo, teniendo misiones secundarias dedicadas a ello. Se compensa de sobras, vaya. Además, ya no vamos a buscar fragmentos de corazón debajo de las piedras y en guías, en Breath la progresión no es tan obtusa: cada cuatro santuarios podremos recibir un corazón o una mejora de stamina -importantísima para escalar y desplazarnos por el mundo-. Es un cambio bienvenido, aunque, por supuesto, encontrar muchos de los santuarios va a ser complicado.

La naturaleza respira y habla con nosotros

El personaje principal en Breath of the Wild es el mismo mundo de Hyrule. Desde cañones cerca del desierto hasta junglas amazónicas pasando por montañas nevadas y volcanes en erupción, este mundo tiene una variedad y un sentido geológico nunca visto en la saga. Todavía mejor, vale la pena recorrer cada milímetro de este mundo: esparcidos por todo el mundo hay objetos, comida y animales que podemos cazar y recolectar. Se acabaron los días de obtener corazones cortando el césped, aquí te tienes que buscar la vida comiendo, lo cual se conecta a una de las mecánicas más innovadoras y adictivas del título: la cocina. Mezclando distintos ingredientes, objetos y partes de monstruo podemos cocinar una variedad de platos y elixires con múltiples efectos de regeneración de vida y mejoras temporales de estadísticas. La economía en Breath of the Wild es dura: nuestro principal método para conseguir rupias, más allá de encargos y misiones secundarias, es vender todos estos materiales que vamos recolectando, lo cual incentiva aún más la exploración y la búsqueda de minerales y materiales bien valorados.

Debemos prepararnos bien para el combate en este juego, porque es duro. Las distintas variedades de enemigos esparcidas por el mundo pueden llegarnos a quitar un buen puñado de corazones o incluso acabar con nosotros de un solo golpe, por lo cual en encuentros principales hay que ir con el equipamiento adecuado y con suficiente comida y elixires. Sí, las armas se rompen tras unos golpes y este ha sido un elemento que ha generado bastante polémica. Para muchos esto genera frustración ya que no pueden encariñarse con ningún arma, pero realmente esta mecánica hace al combate más dinámico ya que nos fuerza a ser polivalentes y a experimentar para conocer las fortalezas y debilidades de cada arma (hay una muy especial que no se rompe, imagino que ya podéis imaginaros de cuál estoy hablando). Este es el Zelda más difícil -quitando quizá los de NES-, y esto se deja notar en unos combates contra jefes que son combates reales y exigen precisión a los controles, no simplemente repetir una serie de patrones con los objetos para derrotarlos. Su diseño, eso sí, es repetitivo, pero esto se ve compensado gracias a los varios subjefes que hay esparcidos por el mundo. Una especie en específico hará las delicias de los fans de los juegos de From Software al ver varias veces seguidas la pantalla de Game Over.

El mundo respira y puede acabar con nosotros: Si llueve, resbalaremos al intentar escalar superficies rocosas. Si hace demasiado calor o frío, perderemos salud a no ser que nos vistamos acordemente o tomemos elixires. Si hay una tormenta eléctrica y llevamos encima objetos metálicos, hay altas probabilidades de que nos caiga un rayo encima. Todo esto se conecta con uno de los mejores motores de físicas que se hayan hecho, dotando al mundo de Hyrule de un realismo sorprendente. La gravedad y los elementos están a nuestra disposición para crear una infinidad de posibilidades jugables; nuestra mente es el único límite, creando el mundo abierto más orgánico que he jugado. Es refrescante ver a una desarrolladora tomarse en serio la palabra sandbox y comprendiendo su significado en las mecánicas jugables, más allá de simplemente un escenario abierto a ser explorado. Esta es la mejor, más completa y más coherente versión de Hyrule que ha habido, con una enorme verticalidad y montones de cosas por ver: Días después de completar la historia principal seguía descubriendo nuevas aldeas y parajes. Observar desde una situación elevada el mundo y decidir a dónde ir a continuación es una auténtica gozada. Es común en los juegos de mundo abierto que siguen modas llenar el mapa de iconos y distracciones para el jugador; no es así en Breath of the Wild. Al conquistar una de las torres Sheikah del juego (tropo estilo Ubisoft que este juego consigue revitalizar y hacer interesante) y desbloquear un trozo del mapa, descubrimos que está vacío. Todas las actividades y elementos del mundo debemos descubrirlos nosotros mismos. Gracias.

Desfasado y atemporal al mismo tiempo

Gráficamente no estamos hablando del título más puntero del mercado, aunque tampoco corre en el hardware más puntero. Tenemos 720p en WiiU, y 720p/900p en los modos portátil y TV de Switch respectivamente, a 30fps aunque en WiiU y en la TV en Switch hay bastantes caídas pronunciadas de frames que pueden ser molestas pero que en ningún momento llegan a perjudicar la experiencia realmente. Jugar un mundo así de grande y en alta definición en Switch como portátil sí impresiona visualmente, eso sí. Es más interesante, por tanto, hablar de su apartado artístico: Breath of the Wild mezcla el impresionismo centrado en el uso del color de Skyward Sword con el acabado cartoon de The Wind Waker, aunque esta vez las proporciones humanas se respetan. Sorprende el contraste de los personajes, caricaturescos y con un marcado estilo anime, con el mundo y la fauna, realistas. Esta mezcla ha caracterizado durante años a las películas de animación del prestigioso Studio Ghibli. El resultado visual es más que satisfactorio, aunque se nota que es un juego diseñado primero para WiiU y porteado con prisas a Switch. Probablemente, como The Wind Waker antes que él, este será un juego que envejecerá como un buen vino, hecho al que por supuesto contribuirá su jugabilidad a prueba de bombas.

Por supuesto, la música siempre ha sido uno de los elementos que históricamente han definido a The Legend of Zelda. La música de Breath of the Wild no está exempta de polémica: algunos fans se están quejando de que no tiene tanta prominencia como en juegos anteriores, es más ambiental. Esto es cierto, en el mundo abierto especialmente tenemos temas ambientales donde el piano cobra protagonismo, aunque este acercamiento dota de más autenticidad al mundo y sinceramente, tener de fondo un pedal épico como los temas del mundo de Ocarina of Time o The Wind Waker sería extremadamente pesado y se cargaría la ambientación. Por supuesto, en las misiones, mazmorras y localizaciones selectas la música entra con fuerza dejándonos un buen puñado de melodías memorables. La música, además, es dinámica: en los poblados, por ejemplo, varía según la hora del día, bajando el tempo y haciendo los temas más calmados de noche; esto también afecta a las mazmorras y a muchos de los combates. Tras terminar el juego y escuchar la banda sonora, he llegado a la conclusión de que cumple sobradamente con los estándares de Zelda, y tiene temas muy memorables como el principal (protagonista en el trailer del E3 2016) que ya se cuela entre mis canciones favoritas de la saga.

Conclusión

Es difícil dar un veredicto justo para Breath of the Wild al ser fan de la saga y haber crecido con estos juegos. Tampoco hay que caer en el argumento de que la prensa haya embadurnado demasiado al juego: realmente es redondo, una obra maestra atemporal a la que es muy difícil sacarle fallos. Después de mucho pensar, personalmente todos los cambios que puedan ser fuente de controversia me parecen acertados y una evolución perfecta de lo que representa Zelda, al mismo tiempo que Nintendo muestra al resto de la industria cómo hacer una aventura de mundo abierto. Los usuales bajones de framerate no son suficientes para quitarle a Breath of the Wild la recomendación máxima. Devuelve la complejidad y la exploración a la saga después de varios juegos en 3D que, a pesar de ser absolutamente excelentes, se sentían lineales y limitados, siendo un regreso a las raíces que hará las delicias de aquellos fans que siguen adorando A Link to the Past y al original. Es, probablemente, el mejor The Legend of Zelda que ha habido jamás, y como tal, un muy serio candidato a ser el mejor videojuego de todos los tiempos.