"Pesina asegura que mientras los desarrolladores hicieron millones, los actores fueron dejados de lado".
Cuando se habla de la historia de la saga Mortal Kombat todo el mundo recuerda a sus dos principales artífices, John Tobias y Ed Boon; en particular a este último, quien ha continuado ligado a la saga y que ha servido de director en títulos como Injustice: Gods Among Us, por poner un ejemplo. Desgraciadamente las crónicas sobre el nacimiento de esta saga suelen omitir a un tercer miembro vital en este desarrollo, un artista marcial que si bien no escribió ni una sola línea de código, sí fue instrumental en el desarrollo de sus dos primeras entregas. Daniel Pesina no es muy conocido fuera de Estados Unidos, pero en los años noventa, por un instante, se convirtió en toda una celebridad, protagonizando incluso un litigio contra sus antiguos empleadores. Sin su participación directa, es muy probable que Mortal Kombat no se hubiera convertido en el mito que hoy todos recordamos.
Volvamos a finales de 1991, cuando los directivos de Midway encargaron a Boon y Tobias desarrollar un juego de lucha que pudiera competir en igualdad de condiciones contra Street Fighter II. En un intento de distanciarse de la obra de Capcom, la cual estaba siendo imitada sin rubor alguno por docenas de estudios, ambos idearon un título de corte realista inspirado en películas de artes marciales como Contacto sangriento. La idea, que por un momento contempló contar con la colaboración de Jean-Claude Van Damme en persona, pretendía utilizar actores reales cuyos movimientos fueran digitalizados, en un intento de recrear el realismo y brutalidad de aquellas películas.
En el instituto Tobias había congeniado con estudiantes de artes marciales a los que había servido como master en partidas de Dungeons & Dragons, por lo que llegado el momento retomó el contacto con ellos para que le ayudasen en aquel proyecto. Ellos eran Daniel Pesina, su hermano Carlos, y Richard Divizio, quienes habían seguido estudiando y compitiendo en torneos de artes marciales. Incluso habían participado en algunas películas del género como extras. Concretamente Daniel Pesina y Divizio habían servido como soldados del Clan del Pie en Tortugas Ninja 2: El secreto de los mocos verdes, en cuyo rodaje conocieron a Ho-Sung Pak, uno de los especialistas encargados de doblar a las tortugas en las escenas peligrosas, quien también participaría en el desarrollo de Mortal Kombat.
Según las crónicas Daniel Pesina, un entusiasta de las artes marciales, fue instrumental en el proyecto, colaborando no solo en la creación de sus coreografías, sino también en perfilar sus personajes, en cuyo desarrollo se dejaron inspirar por sus cómics y películas de acción favoritas. En aquel momento, en el que todavía estaban pendientes de si Van Damme se animaría a participar en el proyecto, el personaje de Johnny Cage estaba inspirado en Danny Rand, el protagonista de la serie de cómics Iron Fist. Pero cuando el actor belga renunció a participar en el juego, convirtieron al personaje en una caricatura de Van Damme, el cual sería interpretado por el propio Pesina. Durante tres largas jornadas, el artista marcial y sus compañeros filmaron todos los movimientos de los protagonistas de Mortal Kombat. Carlos Pesina hizo de Raiden, Ho-Sung Pak de Liu Kang y Shang Tsung, Richard Divizio de Kano, mientras que Elizabeth Malecki, una bailarina profesional, interpretó a Sonya Blade. Daniel Pesina, por su parte, no solo puso rostro a Johnny Cage, sino que también sirvió de base a los tres ninjas Scorpion, Sub-Zero y Reptile, que al usar el mismo actor y vestuario abarató considerablemente el proyecto.
Esta preocupación por el presupuesto es constante en el desarrollo de todo el juego. Parece como si Midway pretendiese plantar cara a Street Fighter II pero sin invertir demasiado, como si no confiasen en aquellos jóvenes desarrolladores. Hasta el punto de que los actores fueron grabados sin croma y con una cámara que era propiedad del padre de Tobias. Unas circunstancias que lógicamente cambiarían dramáticamente de cara al desarrollo de la secuela.
Aunque el protagonista de Mortal Kombat era supuestamente Liu Kang, fue el personaje de Johnny Cage el que consiguió encandilar al público de los recreativos. El primer título de esta serie se convirtió, contra todo pronóstico, en uno de los juegos más importantes de aquel año 1992. El cual, como se ha contado en numerosas ocasiones, protagonizaría una amarga polémica a posteriori en su paso a videoconsolas domésticas.
A Pesina no parece que nada de aquello le afectase demasiado, pues se volcó entusiasmado en el desarrollo de la segunda parte, en la que además de sus clásicos personajes interpretaría también a los nuevos ninja a imagen y semejanza de los originales. El problema vendría a posteriori: Pesina aceptó participar en el primer juego por ayudar a su amigo, quien le aseguró que el proyecto era tan pequeño, que probablemente no se fabricasen más de doscientas recreativas. Realmente nadie esperaba semejante éxito, por lo que de cara al desarrollo de la secuela, la cual todo el mundo confiaba que replicaría el éxito del original, Pesina y el resto de los artistas marciales esperaban ser remunerados proporcionalmente. No solo no fue el caso, sino que a Pesina y compañía ni siquiera les pagaron por el uso de su imagen en las adaptaciones a videoconsola. En su lugar, les presentaron un nuevo contrato por el que renunciaban a todos sus derechos de imagen. El propio Pesina asegura que mientras los desarrolladores del juego hicieron millones, por contra los actores fueron dejados de lado. Por ello la mayoría denunciaron a Midway, pleito que no ganaron, negándose a participar en el desarrollo de la tercera parte.
El público de los eventos Mortal Kombat estaba deseando ver a Pesina ponerse las gafas de Cage
Pese a estos traspiés, Pesina ya se había convertido por entonces en una celebridad. El público que acudía a los eventos publicitarios de Mortal Kombat estaba deseando verle poniéndose las icónicas gafas de Johnny Cage, por lo que ya fuera de Midway aprovecharía esta fama en su beneficio. Colaboró en el desarrollo de algunos títulos como Tatoo Assassins -el cual nunca vería la luz- o BloodStorm, los cuales eran burdos juegos de lucha que trataban de imitar la descerebrada violencia de Mortal Kombat. En este último concretamente participó también en su campaña publicitaria, en la que aparecía ataviado como Johnny Cage con el eslogan "Daniel Pesina, quien interpretó a Johnny Cage en Mortal Kombat, se ha pasado a Bloodstorm". Ninguna de estas aventuras tuvo éxito, por lo que Pesina volvió a las artes marciales, participando ocasionalmente en alguna película rodada por sus antiguos compañeros. Desde entonces se ha centrado en sus estudios, obteniendo la máxima titulación en varios estilos clásicos de kung fu. Hoy día ejerce de maestro de Wushu en Chicago.
Es una pena que la historia haya olvidado a Pesina y al resto de actores que pusieron su rostro y movimientos a los personajes del primer Mortal Kombat. No quiero entrar en si realmente su participación hubiera merecido una mayor retribución económica, como ellos defendían, pero es innegable que su imagen se ha convertido en un icono de aquella joven industria de principios de los noventa. A Midway el trato con los actores no le preocuparía mucho tiempo más, pues a partir de la cuarta entrega de Mortal Kombat sus desarrolladores dejaron de utilizar actores digitalizados como era tradición para sumergirse en el desarrollo poligonal. Los resultados fueron dispares aunque con sus últimas entregas la saga parece disfrutar de una segunda juventud. Daniel Pesina sin embargo no podría olvidarse de la serie que lo encumbró, pues en 2015 interpretó a Shang Tsung en el corto Mortal Kombat: Fates Beginning. Solo el tiempo dirá si algún día podremos volver a verle arreando mamporros con las gafas de sol de su icónico personaje.
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