El 2020 ha sido otro año cargado de grandes videojuegos y, en esta ocasión, los miembros de la redacción de 3DJuegos se encargan de destacar los que han sido sus favoritos. Una selección de títulos de lo más variopinto entre los que puedes encontrar JRPG, shooters, roguelikes y muchas cosas más.
Queremos olvidar muchas cosas del año 2020 por razones obvias, sin embargo en los videojuegos sí que nos ha dejado algunas alegrías importantes. No solo tenemos sobre la mesa nuevas consolas con PS5 y Xbox Series, sino que también ha habido una importante retahíla de grandes lanzamientos que nos han entretenido durante muchas, muchas horas a lo largo de estos pasados doce meses. Y hoy, precisamente, estamos aquí para hablar de software. De esas obras que han dejado sello en los redactores de 3DJuegos y que, en esta ocasión, toman la palabra para contarte cuáles han sido sus favoritos.
La mejor forma de prepararnos para el 2021 es rememorar las grandes cosas que hemos podido disfrutar a lo largo del año que cerramos. Por ello los miembros de la redacción vuelven a mostrarte el lado más personal de sus gustos, y eligen cuidadosamente cuál ha sido el favorito de cada uno de ellos de cuantos han probado durante este tiempo. No es una verdad absoluta y no estamos repartiendo el GOTY, para que quede claro a todo el mundo, es sencillamente una oportunidad para conocer los gustos de cada uno de los redactores y responsables de la web siempre en base a su tiempo y gustos. ¡No todos han jugado a todos los videojuegos que han salido!
En esta selección, al igual que en la del año pasado, hay un poco de todo, con géneros muy variados y opciones de lo más pintoresco. Plataformas, acción, aventuras, gestión, JRPG… un sinfín de alternativas para que conozcas más de cerca los gustos del equipo y, además, también para que puedas poner alguno más en tu agenda de seguimiento. Más adelante podréis votar cuáles son vuestros favoritos, pero ahora puedes descubrir aquí cuáles son los videojuegos favoritos de 2020 para los redactores de 3DJuegos por orden alfabético.
13 Sentinels: Aegis Rim
El GOTY 2020 de Adrián Suárez
Es un ejercicio de cómo contar una historia frenético, intenso, absorbente e inolvidable
George Kamitani se la jugó con 13 Sentinels: Aegis Rim. Quería crear un videojuego en el que la narrativa fuera un puzle complejo, algo entretenido que desenmarañar y que tuviera muchísimo de los dejes de Twin Peaks, Neon Genesis Evangelion, la filmografía de Satoshi Kon…. El resultado es un ejercicio de cómo contar una historia frenético, intenso, tremendamente absorbente e inolvidable. Controlamos a trece estudiantes y solo percibimos retazos de la historia en base a lo que ellos creen que saben; pero todo es mentira, o no. O sí.
Esta narrativa tan compleja adquiere mucha intención gracias a los pinceles de Vanillaware. Los atardeceres, las azuladas mañanas, las noches violeta y los amaneceres tan rojos nutren de ambigüedad, misterio y profundidad cada conversación que mantenemos. He estado absolutamente enganchado a este juego durante las 25 horas que me duró, y he seguido pensando en él a diario desde que lo terminé. Para mí, es el videojuego más interesante y apasionante que nos ha dado este año, y uno de los fundamentales para entender cómo el videojuego es capaz de contarnos una historia.
Half-Life: Alyx
El GOTY 2020 de Alberto Pastor Irles
Es alucinante. Una de las mejores experiencias que he vivido como jugador en toda mi vida
Llevamos unos cuantos años en los que elegir el GOTY se ha convertido en todo un desafío. Hay tantos grandes videojuegos de los que hablar, tantos títulos que de una u otra forma te marcan que quedarse solo con uno suena hasta ofensivo. Ahí está Animal Crossing, que en este año tan triste y raro ha sido el mejor bálsamo para millones de jugadores de todo el mundo; o el brutal DOOM Eternal con su acción sin límites, o el extraordinario TLOU Parte II, que a todos nos ha dejado una huella en el corazón por la crudeza de su historia, por sus demoledores tiroteos o la humanidad de sus protagonistas. Todos ellos merecen estar en un pedestal pero tras jugar a Half Life Alyx, este año lo he tenido algo más fácil. Es alucinante. Una de las mejores experiencias que he vivido como jugador en toda mi vida.
Lo genial de Alyx es que hace realidad ese sueño con el que muchos vivimos nuestra infancia imaginando estar dentro de un videojuego, pero lo hace con mucho ingenio, haciéndote vivir situaciones de juego tan geniales que no puedes más que reír y aplaudir la maestría con la que Valve ha diseñado esta aventura de acción, que es brutal en sus tiroteos, pero también increíble en el diseño de sus puzles y escenarios. No es un juego menor ni un experimento para mostrar lo guay que es la realidad virtual. Es un juego revolucionario tan impactante y emocionante en su acción que está a la altura de la leyenda de Half Life. Y lo mejor es que tras años de espera, de ruegos y lamentos, la propia Valve ha dado esperanzas por Half Life 3. Hasta esto tiene de bueno Alyx.
Half-Life Alyx
El GOTY 2020 de Alejandro Pascual
Prefiero ahora mismo un Half-Life: Alyx 2 que Half-Life 3
Hacía mucho tiempo que no jugaba a nada como Half-Life Alyx. Por ello, es fácil detectar esos momentos; porque te sientes como si estuvieras presenciando un momento clave en la Historia del videojuego. Como cuando jugaste por primera vez a un gran juego 3D, como Super Mario 64; a uno que aplicaba bien las leyes de la física, como el propio Half-Life 2; o que inventó una nueva perspectiva, como Doom. Y, por si fuera poco, es mucho más que una precuela: se siente un nuevo capítulo de Half-Life.
Al terminarlo y recordarlo, esa sensación crece y, a menudo, no me creía que algunos de los momentos que viví en sus capítulos pudieran ser trasladados a mecánicas de videojuego. Half Life: Alyx no solo es un grandísimo juego por apoyarse en la VR; lo es por entender el medio y llevarlo a otro nivel, irreplicable fuera del entorno virtual. Es una pena pensar que, como la VR no es un formato estandarizado (pese al repunte que ha dado este año, uno de los mejores sin duda para la plataforma), quizá no veamos nada igual en muchos años. Pero eso también significa que Alyx seguirá vigente y seguirá impactando durante mucho tiempo. Lo decía en Twitter hace un tiempo: prefiero ahora mismo un Half Life: Alyx 2 que Half-Life 3.
The Last of Us: Parte II
El GOTY 2020 de Álvaro Castellano Córdova
Su diseño de misiones y niveles es una verdadera locura y tardaremos tiempo en volver a verlo
A pesar de que 2020 ha sido un año olvidable por muchos motivos que no quiero entrar a enumerar, lo cierto es que en cuanto a videojuegos ha dejado grandes alegrías. En un año en el que se han lanzado Xbox Series X y PlayStation 5, la secuela ha sido, en mi caso, la mayor de todas ellas en lo que a software se refiere. Un videojuego que, como las grandes obras, ha generado una división de opiniones muy importante (con una discusión en algunas ocasiones muy sana, y en otros nauseabunda) pero que ha conseguido para muchos lo que parecía muy difícil desde la brillantez de su primera parte: conseguir una secuela a la altura del videojuego original. Algo que tiene un mérito tremendo cuando hablamos de que la primera aventura de Joel y Ellie ya era uno de los mejores videojuegos del anterior ciclo de consolas.
Sin entrar en detalles sobre los aspectos narrativos más valientes del juego, y que en su mayoría tienen que ver con spoilers que no quiero revelar, el título es una joya a cualquier nivel imaginable. Jugablemente presenta unas escenas de acción tremendamente inmersivas y con el grado de violencia necesario para el tipo de historia que quiere contar, su diseño de misiones y niveles es una verdadera locura y tardaremos tiempo en volver a verlo y, por si todo eso fuera poco, tiene un apartado tecnológico y artístico verdaderamente apabullante que aún no hemos visto igualado en los escasos compases de nueva generación que tenemos encima. Un lanzamiento tremendamente redondo en todos los sentidos que, para mi gusto, es también el mejor que nos ha dejado este año.
Final Fantasy VII Remake
El GOTY 2020 de Carlos Gallego
Hay que ser muy atrevido para hacer un videojuego sobre un videojuego y eso, es para siempre
Es un año muy complicado para elegir un solo juego con el que quedarse, el final de la generación ha dejado una ristra de experiencias inolvidables pero, como estamos en fechas navideñas, toca hablar con el corazón y no tanto con la cabeza. Por este motivo elijo a Final Fantasy VII como el mejor juego del año para mí, al menos, el que más he disfrutado y mejor poso me ha dejado.
En primer lugar por dejarnos disfrutar de nuevo de la historia de Cloud y sus compañeros y, de paso, descubrirla por primera vez a muchos. El Remake es un juego que ha sabido aportar nuevas mecánicas jugables a su género, alcanzando un equilibrio perfecto entre la acción en tiempo real y el combate por turnos en un sistema que espero veamos emulado por sus congéneres en el futuro. Además, es un Final Fantasy que, por su profundidad en el uso de la materia invita a ser descubierto por segunda vez en una pasada con mayor nivel de dificultad. Me dejo para el final el punto más controvertido, Nomura ha sido valiente, mucho, hasta el punto de llegar al descontento de muchos fans de la saga, pero hay que ser muy atrevido para hacer un videojuego sobre un videojuego y eso, amigos de 3DJuegos, es para siempre.
Animal Crossing: New Horizons
El GOTY de Chema Mansilla
Nintendo logró darnos un escondite emocional cuando más los necesitábamos
No seré yo quien discuta su derecho al trono de mejor juego de año a The Last of Us. Pero este año 2020 ha dejado emociones suficientes como para, además, añadirle la intensidad de este gran juego de Naughty Dog. 2020 ya ha sido lo suficientemente duro, gracias. Y es que los meses centrales de este año que termina fueron mucho más llevaderos gracias al bálsamo que supuso New Horizons.
La siempre amigable naturaleza de los títulos de Nintendo, sus repetitivas pero divertidas mecánicas, y su accesible y amable jugabilidad lograron dar a muchos jugadores un escondite emocional cuando más los necesitábamos. He de reconocer que el juego, actualmente, lo tengo algo abandonado, y que en mis últimas partidas estaba deseando perder de vista a un par de vecinos de la isla cuyo único propósito era hacer ejercicio. Me creo que una gaviota vestida de marinero entable conversación con mi isleño, pero no que alguien se mude a vivir a un paraíso tropical para hacer flexiones. Tampoco me convencieron los vaivenes económicos de la especulación de los nabos, o esa incursión laboral como fotógrafo de bodas. Pero el nuevo Animal Crossing salió justo en el momento perfecto para convertirse tanto en un divertimento como un refugio de la realidad más que bienvenido. Y además, es tan bonito.
Half-Life - Alyx
El GOTY 2020 de Diego Martínez
Imaginad lo que tiene que aportarme Alyx para hacerme pasar horas jugando de píe
Desde hace tiempo, lo de sentarme a jugar una panzada de horas es algo poco frecuente. Por eso, cuando ocurre suelo achacarlo a que alguien -los desarrolladores- ha hecho un buen trabajo. Por esa lógica podría coronar a Hades como mi juego del año, dado que Supergiant Games se las ha apañado para tenerme enganchado a su epopeya por el inframundo decenas y decenas de horas ¡con doble mérito! Puesto que cada partida tiene el potencial de durar apenas una hora… Zagreo se ha convertido en un amigo, y su familia en mi familia. Pero, claro, en 2020 he conocido más de cerca a otra amiga: Alyx.
Bueno, y tan de cerca. Porque con Half-Life: Alyx me he convertido en la hija del doctor Vance, descubriendo que la primera persona en un videojuego podía llegar mucho más lejos. En mi mente tengo ya grabadas a fuego vivencias irrepetibles e intransferibles que, desgraciadamente, están presentes allá donde vaya en la VR y en otros FPS. Con este último Half-Life, Valve ha vuelto a demostrar por qué sigue siendo espejo para la industria a base de artesanía y el valor para superar el vértigo de llevar a cabo una obra que abre paso al resto. Además… si ya me cuesta sentarme horas para jugar, imaginad lo que tiene que aportarme un juego para hacer lo propio de pie.
The Last of Us - Parte II
El GOTY 2020 de Jesús Bella
El título de Naughty Dog eleva el nivel del videojuego como arte interactivo, y por el camino sorprende
Hay ediciones de los Oscar en que no dudas sobre cuál será la mejor película, sino cuántos premios se llevará al final. Este año me ha ocurrido eso con The Last of Us II. Creo que ningún título le ha podido hacer sombra, simplemente porque lo borda en todas sus facetas, ya hablemos de lo narrativo, lo técnico o lo jugable. Incluso a pesar de que la primera entrega no me terminó de enganchar, aquí me sumergí por completo en su trama, en sus situaciones y sobre todo en la absurda cantidad de detalles que introduce no solo en lo jugable, sino en lo visual. Los también creadores de Uncharted son unos auténticos magos haciendo esto.
El título de Naughty Dog eleva el nivel del videojuego como arte interactivo, y por el camino sorprende con un giro de guión absolutamente inesperado, que vapulea al usuario en un movimiento impropio del medio, que desafía las lógicas narrativas tradicionales. Se me quedará grabada para siempre su escena (casi) final, y también su mensaje sobre la venganza. Y es que me parece encomiable la forma en que la desarrolladora californiana ha introducido una reflexión sobre la violencia, usando precisamente para ello la violencia más desgarradora. Sin palabras. Por descontado, fueron las 25 mejores horas que pasé este año con un videojuego.
The Last of Us: Part II
El GOTY 2020 de José Luis Ortega
The Last of Us 2 debe ser un espejo donde mirarse para la industria
No me puedo negar a la evidencia. The Last of Us ha estado por encima del resto en este 2020 tan particular en el que hemos usado, todavía más, los videojuegos como refugio. Y, es curioso que el entretenimiento interactivo, ese lugar en el que nos sentimos tan cómodos, el juego de Naughty Dog haya conseguido sacarnos de la zona de confort por medio de los conflictos morales que plantea. La aventura protagonizada por Ellie consigue, con su crudeza y su pretexto, que nos sintamos incómodos con lo que hacemos en algunos momentos. Pero lo tenemos que hacer. Y nos hace presenciar uno de los momentos más duros que yo he vivido en más de 30 años con un mando en las manos.
The Last of Us debe ser un espejo en el que la industria debe mirarse para seguir creciendo y madurar. A nivel de evolución, ningún juego ha alcanzado cotas similares. Ni en 2020 ni, probablemente, en los últimos diez años. Cierto es que, a nivel personal, no me ha dejado la huella de la entrega original y que mis expectativas me dejaron algo frío durante los primeros días. Pero el poso del tiempo hará que esta obra maestra se valore con más fuerza durante los próximos años.
Animal Crossing New Horizons
El GOTY 2020 de José Miguel Rodríguez Ros
Animal Crossing nos recuerda la importancia de los juegos amables y sin violencia
No os voy a mentir: he tenido un debate interno sobre qué juego elegir, pero me tengo que decantar por Animal Crossing. Es mi juego favorito de 2020 junto a The Last of Us: Parte 2 y me ha costado decidir, pero apuesto por el título de Nintendo. ¿Por qué? Primero, a nivel de jugabilidad y como fan de la saga, creo que ha sido un paso adelante importante, dando mucha libertad al jugador para tener la isla de sus sueños. Además, las constantes actualizaciones hacen que el interés en el juego se mantenga en el tiempo y los jugadores sigan mejorando su hogar.
Y, segundo, y aquí la verdadera razón por la que me he decidido por él, por lo que ha supuesto. New Horizons salió cuando la pandemia provocada por el coronavirus empezaba. Todo parecía una tormenta perfecta planeada por el destino, porque después de algún que otro retraso, el juego se lanzó cuando más lo necesitábamos todos. A mí y a muchas personas nos ayudó a sobrellevar el confinamiento, el dolor, la pérdida. Era el juego perfecto para esas circunstancias y nos volvió a recordar que los títulos amables y sin violencia, enfocados además a ser disfrutados con familia y amigos (aún recuerdo las mañanas y tardes que eché jugando con mi primo o con amigos), son también muy importantes.
DOOM Eternal
El GOTY de 2020 de Manuel Buzón
Cada disparo y ejecución es catártica, aún con la experiencia de su predecesor
El magnífico Doom de 2016 rescató el cadáver de una saga mítica para llevarlo al escenario del videojuego moderno AAA en un momento, además, en el que parecía que los shooters de corte clásico lo tenían muy difícil para salir de la escena indie. Sólo por este hito, Doom Eternal tenía el mayor de los retos, pues se apoyaba entre los hombros de dos gigantes: el de su propia historia y el de las expectativas generadas por su vuelta por la puerta grande. Y aún con todo, Id Software se las ha arreglado para hacer una versión más refinada, visceral y divertida de su nueva visión de Doom.
Todo en Eternal está magnificado, desde el propio gunplay hasta el acompañamiento sonoro; haciendo de él una experiencia que se ha quedado conmigo aún a pesar de haber visto la luz en un momento temprano de este turbulento 2020. Tiene algunos problemas, como alguna que otra incoherencia mecánica en momentos puntuales del juego, pero no llegan a eclipsar cotas de calidad en el diseño que los niveles, enemigos y armas que Doom Eternal llega a alcanzar de forma casi constante. Es mi juego del año y teniendo en cuenta la cantidad de veces que me he puesto su banda sonara en la playlist, posiblemente el mejor álbum interactivo que he jugado.
Ghost of Tsushima
El GOTY 2020 de Marc Rollan "El Funs"
Es una oda de amor a Kurosawa y al Japón de las leyendas
Debo confesar que ya no soy ni una sombra del jugador que fui. Los años pasan y las responsabilidades se acumulan, haciéndome muy difícil encontrar momentos para disfrutar de los videojuegos como antaño. Sin embargo, uno de los juegos de este 2020 ha conseguido que me reencontrase con una parte de mi que creía ya olvidada. Aquel que podía pasar horas hasta encontrar el más oculto de los secretos, capaz de exprimir hasta el último rincón del mapa y que encontraba diversión incluso en pasear por los escenarios disfrutando de sus paisajes. Ghost of Tsushima, la obra maestra de Sucker Punch, me ha reencontrado con mi yo de veinte y tantos años.
No creo que Ghost of Tsushima sea el mejor juego del año. De hecho, creo que abusa de fórmulas que ya deberían estar más que superadas. Tiene algunas carencias muy evidentes y sin duda hay juegos de mundo abierto mucho mejores en comparación. Pero ningún otro juego ha conseguido tenerme enganchado a la pantalla durante meses, apurando minutos de mi tiempo libre con tal de conseguir el ansiado trofeo platino. La clave, en mi opinión, ha sido el mimo que han demostrado los desarrolladores de Sucker Punch en todo momento. Ghost of Tsushima no solo es un juego bello, con rincones de ensueño en cada esquina, sino que ha demostrado el mismo amor hacia el género de los samuráis que yo también profeso. El juego es una oda de amor a Kurosawa y al Japón de las leyendas. Un título en el que quería encontrar una suerte de sucesor espiritual de Tenchu o de Way of the Samurai y que en su lugar me ha ofrecido mucho más.
Ghostrunner
El GOTY 2020 de Mario Gómez
¿Ganas de comerte el teclado en la primera fase? Las tuve, y eso es que el juego hace las cosas bien
¿Sabéis qué? Que entre retrasos y decepciones, el 2020 me ha hecho recordar la clase de producciones que me gustan a mí: experiencias cortas, pero intensas y rejugables; así como multijugadores, con numeritos, y otras cosas de menor peso. Me lo he pasado como un enano en Among Us, en WoW Shadowlands, en D2 Beyond Light (¡estrenándome en un Platinum! ¡Wooo!) en Minecraft Dungeons, en Ultrakill, en Immortals Fenyx Rising, en Monster Train, en las Nieves de la Corona de Pokémon Espada y Escudo, en pequeños descubrimientos como Monster Crown, Gunfire Reborn, Nexomon Extinction, Scribble It o hasta en Godfall: una... experiencia de nueva generación. ¡Casi nada, y eso que tengo pendiente Baldur's Gate 3! Pero de todo lo que he jugado, creo que el juego que más me ha impresionado es Ghostrunner. Se siente ágil, enérgico, desafiante, y desde luego, endiabladamente divertido.
Si alguna vez has tenido que pausar un juego para secarte las manos después de tres cuartos de hora atascado en el mismo punto, sabes a lo que me refiero. Es uno de esos juegos que cuando completas, sientes que tienes la habilidad de un profesional, y no dudas en ir a por tus mejores récords, a superar a tus colegas. Luego llegó el modo hardcore, y para el que le interese, creo que hace de sobra justicia a su nombre. ¿Ganas de comerte el teclado en la primera fase? Las tuve, y eso es que el juego hace las cosas bien. Sé que esto no tiene nada que hacer contra Cyberpunk 2077 y otros títulos igual de rimbombantes, pero las sensaciones que me ha dejado son tan únicas, que para mí ya vale más que ningún otro. Para el que no lo haya probado aún, solo puedo recomendarlo: combina ritmo y estilo, un poco en la línea de Vanquish o Metal Gear Rising; música sintética de Daniel Deluxe y vale la mitad que cualquier mundo abierto que tengas pendiente.
Hades
El GOTY 2020 de Martín Amechazurra
Me parece el exponente ideal de lo que nos ha brindado toda una era de juegos independientes
No lo voy a negar: me veo muy dividido entre elegir a éste o a 13 Sentinels: Aegis Rim. Pero al final, la obra de Supergiant Games ha destronado al que tenía claro que iba a ser mi juego favorito del año. Y lo tenía todo en contra para ello: no me apasiona la mitología griega, los anteriores juegos del estudio no me dicen mucho, y los roguelikes… Vale, los roguelikes me encantan, aunque abundan tanto en los últimos años que acusaba algo de fatiga con ellos. Pero fue la insistencia de las redes y de conocidos del sector lo que me hicieron darle una oportunidad a Hades. Y doy las gracias enormemente por ello. Se pueden hablar bondades de su jugabilidad, de la inmensa profundidad que se esconde en las miles de combinaciones de poderes y armas que se ofrecen, y de cómo el juego te obliga a salir de tu zona de confort para probar nuevas formas de jugar una vez crees haber dado con tu estrategia "ideal".
Pero es en la muerte donde brilla Hades. La manera en la que cada muerte es una parte natural no solo de tu crecimiento y aprendizaje como jugador, sino también de la historia de Zagreus. Cómo el juego esconde sus contenidos detrás de cada muerte y reinicio, creando esa sensación de que siempre tienes algo nuevo por descubrir, e hilando a la perfección la parte narrativa con los aspectos roguelike de forma que se sientan como un "todo" unificado. Esta generación que vamos a dejar atrás será recordada dentro de años como la generación de los indies, y Hades no solo ha sido el juego que más me ha impresionado de este año, sino que, a nivel personal, me parece el exponente ideal de lo que nos ha brindado toda una era de juegos independientes.
The Last of Us Part II
El GOTY 2020 de Pedro Herrero
The Last of Us 2 no dejó indiferente a nadie, y ahí creo que radica su mayor mérito
Aunque hemos gozado de un año espectacular en lo que a videojuegos se refiere, no puedo hacer otra cosa que quedarme con el que, a mi juicio, es el juego que ha puesto el broche de oro a toda una generación. En especial, para aquellos que nos dedicamos al audiovisual, la obra de Naughty Dog ha sido una delicia para los sentidos. Desde su apartado gráfico, llevando el hardware de PS4 a límites que nadie imaginaba al comenzar la generación, pasando por su fotografía y su diseño artístico, mostrándonos un mundo post apocalíptico rico en detalles alucinantes, y terminando por una banda sonora, que nos sumergía en una tensión constante hasta reventar. Por no hablar de la narrativa, presentándonos una historia de doble venganza que me hizo recordar a grandes obras cinematográficas similares a las que guardo especial cariño como las de Uma Thurman en Kill Bill o Antonio de la Torre en Tarde para la ira.
Podría enumerar decenas de razones por las que destacar al juego de Naughty Dog y, aunque es tentador explayarme y daros la turra (ya que no suelo tener la oportunidad de escribir en la web), me quedo con la que para mí es su aspecto más rompedor y que lo desmarca de las demás propuestas de este año. Y ese no es otro que la encrucijada en la que nos puso el estudio californiano. Nos hizo sentir que teníamos que tomar un bando, empatizar con una Ellie más madura cargada de razones para hacer el mundo arder. Y esa es, en mi opinión, la parte más brillante de The Last of Parte II: el hacernos sentir incómodos con nuestras acciones y hacernos reflexionar sobre lo que estamos haciendo y lo que estamos viendo. Nos sacó a los jugadores de nuestra zona de confort, nos sorprendió, nos enfadó, nos puso la piel de gallina. No dejó indiferente a nadie, y ahí creo que radica su mayor mérito. The Last of Us II es un tsunami de emociones, una obra tan redonda y pulida, que consigue lo que se propone de una manera excepcional y que merece ser reconocido por ello.
Crash Bandicoot 4
El GOTY 2020 de Raquel Cervantes
Un juego que representa la evolución del género de plataformas
Seguramente Crash Bandicoot 4 It's About Time haya sido el juego que haya esperado con más ganas este 2020. Y no me ha decepcionado. No sólo mantiene toda la esencia original de la saga, sino que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y mecánicas. No me ha sido difícil rememorar las tardes en las que era niña y pasaba horas jugando en mi PlayStation 1 a las aventuras del marsupial más conocido. Y aquí estoy, 24 años más tarde desde que se estrenara la primera entrega, con la misma ilusión que siempre y dispuesta a parar los malvados planes del doctor Neo Cortex.
Sobresaliente en la mayoría de sus apartados, se nota que Toys for Bob ha sabido recoger el testigo que Naughty Dog les ha encomendado. Con un gran apartado gráfico, una estupenda jugabilidad y muchas dosis de humor, mentiría si no dijera que lo que más me ha llamado la atención es la modernización de sus personajes, sobre todo de los femeninos. Un juego que representa la evolución del género de plataformas y le da un gran final a PlayStation 4 y Xbox One en sus últimos momentos antes de pasar el relevo a la nueva generación. ¿Seguiremos viendo a Crash Bandicoot en el futuro? Esperemos que sí.
Final Fantasy VII: Remake
El GOTY 2020 de Sherezade Atiénzar
Valoro revivir los momentos culminantes del juego con tanta nitidez y calidad gráfica
Me ha costado bastante decidirme, sobre todo teniendo en cuenta algunos de los juegos tan potentes que han salido durante este año, como Resident Evil 3 Remake o Hades, entre otros. Pero mentiría si dijera que alguno de estos juegos me ha provocado más sensaciones al jugarlos, de las que me ha provocado Final Fantasy VII. Y aquí, siento que el componente de la nostalgia juega un papel fundamental. Aunque todavía no sepamos cuántas partes va a tener y obviando sus aspectos negativos (que por supuesto, los tiene) para mí contemplar Midgar más bello que nunca y revivir la experiencia de un juego tan relevante en la historia de los videojuegos de una forma tan especial y renovada, tiene pocas comparaciones.
Es resaltable el cuidado y el cariño con el que se ha abordado el juego, sobre todo teniendo en cuenta el riesgo que había ya de por sí en su replanteamiento. No lo voy a negar, me parece muy difícil hacer un remake. Especialmente me parece muy difícil hacer uno que sea fiel al original, y en el Remake, el sistema de batalla, los diálogos, los extras de la historia y la remasterización de la música, son aciertos enormes que se deben valorar. Pero por encima de todo valoro revivir los momentos culminantes del juego con tanta nitidez y calidad gráfica. Los había imaginado durante años y han cumplido de largo mis expectativas. Por eso no puedo obviar las ganas que tengo de jugar las partes restantes, y eso es porque la primera me ha dejado con muy buen sabor de boca.
Demon's Souls
El GOTY 2020 de Toni Piedrabuena
Seguramente, el mejor estreno de la next-gen y una de las experiencias más gratificantes del año
Vaya por delante una confesión que me apena: no he podido jugar a Half-Life: Alyx, y viendo la admiración de Alejandro Pascual y Alberto Pastor por la producción de Valve me resulta inevitable pensar que no estoy viendo todo el cuadro de 2020. Ante dicha ausencia, mi reflexión sobre el presente año es que he disfrutado de grandísimos videojuegos, pero me resulta particularmente delicioso lo disfrutado con Streets of Rage 4 y Demon's Souls, mi GOTY 2020. Dos juegos diferentes pero que comparten un mismo fin: actualizar dos conceptos pretéritos para besar la excelencia en tiempo presente. Lo que despertó Streets of Rage 4 en medio del confinamiento fue muy especial para mí en lo personal, y creo que le debo a Guard Crush mi reconocimiento como jugador.
No obstante, mi GOTY debe ser Demon's Souls de PlayStation 5. Bluepoint Games, además de ser unos artesanos del remake, son unos desarrolladores que hacen algo muy valioso para el medio: respetar el legado ofreciendo la mejor cara de sus proyectos a una nueva audiencia. Me entristecía no haber disfrutado del Demon's Souls original en su día, y gozarlo en 2020 en su nueva gloria me ha resultado muy gratificante en todos los sentidos. Un desafío que va más allá de lo que se ve en pantalla: una tour de force que me ha ayudado a entender muchas de las cosas que Miyazaki y su equipo desarrollarían durante los últimos diez años. Seguramente, el mejor estreno de la next-gen y una de las experiencias más gratificantes del año.