Windows es el sistema operativo por excelencia para los jugadores, por lo que las noticias entorno a él siempre son interesantes. Con el anuncio de novedades para este SO durante este junio por parte de Microsoft, no podemos sino pensar en qué esperamos de él como jugadores.
Aunque solemos delimitar el tema del software a los propios videojuegos, dejando el lado más técnico de nuestros textos al propio hardware, sería muy ingenuo por nuestra parte dejar pasar la posibilidad de hablar de los posibles cambios que se avecinan para una pieza tan importante en todo equipo como lo es el sistema operativo (SO) que prepara nuestros dispositivos para su uso más cercano. Y es que hace unos días pudimos comprobar cómo Satya Nadella, actual CEO de Microsoft, anunciaba en un evento en vídeo para desarrolladores que sabríamos más del "futuro de Windows" durante el actual mes de junio, fechando el encuentro para una fecha tan próxima como el próximo día 24 de junio. Un anuncio que se vio acompañado por un tweet de la cuenta oficial del archiconocido sistema operativo.
Como no podía ser de otra forma, tras esta noticia comenzó el barullo habitual que sucede a este tipo de acontecimientos por parte de usuarios y medios por igual. Debido a la importancia del sistema operativo para miles de equipos de jugadores alrededor del globo, nosotros hemos querido sumarnos al mencionado barullo desde un punto de vista, digamos, esperanzador, hablando de aquello que esperamos ver en este futuro de Windows del que nos habla Microsoft y qué nos gustaría ver en él desde el punto de vista de lo que somos: jugadores de tomo y lomo. En los últimos días se ha filtrado una importante cantidad de información, capturas y vídeos sobre el nuevo sistema operativo, pero nosotros seguimos teniendo algunos deseos y cosas que nos gustaría ver al margen de todo lo visto.
Windows 10: una enorme y poderosa quimera
Microsoft lanzó la primera versión de Windows 10 (W10) hace ya casi seis años. Su actual SO "bandera" ha recibido una actualización hace escasas horas desde el momento de la redacción de este texto, y a lo largo de su existencia se ha convertido en una de las versiones más estandarizadas de la vida de este emblemático software, con una cuota de mercado superior al 60% de los usuarios de Window y una base de usuarios que, a su vez, representa ocho de cada diez equipos de uso personal según las últimas encuestas. Estos números acompañan las declaraciones que dejaban hace unos cinco años los de Redmond, en la que aclaraban que su intención con W10 era la de crear una versión estandarizada y unificada del SO y sus funciones. Es decir, el salto de Windows hacia un modelo de servicio que parece tan afín a los tiempos que corren.
Sin embargo, por muy interesantes que fueran las intenciones de Microsoft, este modelo de distribución ha probado ser una tarea ardua. La adopción de una plataforma única para todos los dispositivos con Windows y la aparición de modelos de actualización constante han traído importantes ventajas en materia de seguridad y saneamiento de muchos equipos, pero también ha bajado la estabilidad general de dichas versiones, ha aumentado los tiempos entre cambios palpables, y ha alargado las etapas de corrección de errores. El resultado ha sido, aunque positivo en el global del planteamiento, algo menos palpable de lo esperado, en buena parte por los fragmentos de pasadas iteraciones que el SO arrastra consigo desde hace décadas, unas trazas que MS se ha centrado en pulir o sustituir completamente poco a poco.
Por todo ello, no sorprenden los rumores que hablan de un cambio significativo en el SO, uno que va más allá del modelo de actualización semestral que hasta ahora había llevado a cabo la compañía norteamericana. Estos rumores hablan de un Windows 11 con todas las de la ley, y aunque creemos que eso se aleja de las verdaderas intenciones de los chicos de Redmond, sí que sabemos que están trabajando en un cambio estructural importante para el SO. Algo que nos lleva a nuestro siguiente punto.
¿Qué cambios esperamos ver en el nuevo Windows?
Aunque la dirección de Microsoft desde el lanzamiento de Windows 10 ha sido la de cohesionar su sistema operativo, hacerlo verdaderamente universal tanto a nivel de desarrollo, como en uso o en lenguaje visual, los de Redmond se han encontrado dando algún que otro giro importante durante el tiempo de vida de W10. La recuperación de Win32 tras la apuesta por UWP, el descubrimiento de la cancelación de Windows 10X para el público general, el importante trabajo de adaptación visual del SO en los últimos meses, o la apuesta de Windows Core para el desarrollo son sólo algunas muestras de estos giros, cambios y derrapes varios, todos siempre bajo el mismo objetivo. El futuro Windows 11 es una oportunidad de oro para cimentar muchas de estas ideas de forma consistente, y Microsoft, como es obvio, lo sabe muy bien. Tal vez por ello, hayamos oído hablar sobre el gran rejuvenecimiento visual que prepara el SO, o los importantes cambios a apartados tan primarios como la tienda de MS. Algunos de los cambios esperados son los siguientes:
- Modelo de desarrollo basado en las ideas de Windows Core en su SO de sobremesa.
- Renovación de la interfaz visual. Mayor protagonismo del menú de inicio y la barra de tareas. Esto se ha confirmado en la filtración mencionada al inicio del texto.
- Nuevas funciones para el centro de actividades y una mayor integración en el flujo de uso del sistema. Esto se ha confirmado en la filtración mencionada al inicio del texto.
- Mejor integración de las aplicaciones Win32 al marco actual. Recuperar el soporte y avances en el Project Reunion de Microsoft.
- Cambios importantes en la tienda de Microsoft. Más abierta, mejor integrada y con mayor protagonismo.
Como todo aquello que nace de rumores, no se está del todo seguro de qué cambios acarreará el nuevo Windows. Sabemos que Microsoft lleva ya casi un año preparando la implementación de estos cambios, cambios que esperamos con ansias a favor de un mejor sistema operativo, aunque tal vez los rumores que ha habido hasta ahora se nos antojan algo lejanos del desprendimiento de elementos pasados que muchos usuarios y desarrolladores llevan mucho tiempo con ansias de tener. Estos cambios, sin embargo, no son una mala noticia para muchos jugadores.
Los prometidos cambios a la tienda, por otro lado, sí que son muy interesantes para los jugadores. Sabemos que la tienda de MS quiere ser más accesible, como la noticia sobre la bajada de sus comisiones refleja, pero lo que nos parece especialmente esperanzador de cara a nuestro medio es la mencionada reconciliación con Win32, así como los rumores que hablan de un marketplace en el que alojar aplicaciones de terceros. De ser ciertos, tendríamos ante nosotros una tienda más en la que comprar nuestros títulos al nivel de tantas otras de la plataforma, un grito lejano de su estado actual, que ha mejorado, pero sigue algo atrás.
¿Y para los jugadores?
Windows 10 ha sido -y sigue siendo- un buen sistema operativo para los jugadores. Aún con ciertos problemas de inconsistencia y una trabajo de readaptación que sigue hasta nuestros días, la introducción de elementos como el Game Pass a la tienda de Microsoft, las mejoras en la aplicación de Xbox, favorecer el desarrollo de videojuegos en el marco único de Windows, o tantos otros añadidos a nivel visual y de experiencia de uso han hecho del SO de Microsoft uno de los más extendidos entre los jugadores de PC. Con los cambios que se avecinan en el futuro próximo, y a falta de ver qué presenta Microsoft definitivamente, los numerosos rumores sobre la tienda del sistema operativo de los de Redmond debería ser, como mínimo, un añadido interesante para los jugadores.
Con la trayectoria de MS en W10 estamos esperanzados con el futuro de Windows
La idea de un centro de compra en el que encontrar el catálogo actual de la Windows Store, junto a juegos Win32 nativos es una noticia de lo más interesante, especialmente si atendemos al mercado actual de las tiendas online de videojuegos en la plataforma, que siempre ha disfrutado de la existencia de cierta diversidad a la hora de escoger dónde comprar -aun a pesar de lo monolítico de plataformas como Steam- y que deberían ser un entorno difícil, pero saludable, para la nueva propuesta de Microsoft.
El cambio a Windows, como no podría ser de otra forma, afectará a usuarios, empresas y desarrolladores por igual; pero estamos confiados en que, dentro de la familia de los usuarios, y más concretamente, la de los jugadores, los cambios que acontecerán durante los próximos meses serán agradecidos para ellos. Aunque estas últimas palabras son más un deseo que una certeza, un deseo con el que vamos a dar por concluído este texto. Esperamos que haya sido de vuestro interés.