Las expectativas puestas en GTA 6 son enormes. La grandeza de Rockstar es incuestionable, pero es cuando revisamos los grandes hitos logrados con algunas de sus últimas entregas cuando comprendemos la importancia del estreno de un nuevo Grand Theft Auto. ¿Qué supuso San Andreas, IV y V para la saga?
No hay lugar para infravalorar lo que Grand Theft Auto ha hecho por el mundo del videojuego y no es extraño que la gente pierda la paciencia por saber cuál será el próximo gran movimiento de Rockstar con su saga capital. ¿Cuándo, dónde y cómo jugaremos a Grand Theft Auto 6? ¿Por qué la empresa fundada por los Houser se resiste tanto a ofrecer pistas sobre el que es, sin duda, el videojuego más deseado del momento? La realidad es que hay hambre tras el estreno del fabuloso Red Dead Redemption 2 y hay ganas de saber cómo continuará la encrucijada jugable y técnica de la firma.
¿Pero cómo fueron otros estrenos de Grand Theft Auto en el pasado y qué aportaron en la industria más allá de una nueva historia, ciudad y personajes? En 3DJuegos hemos querido hacer un repaso de los acontecimientos vividos en 2004, 2008 y 2013 y teorizar sobre las bases del futuro de la franquicia. De hecho, ver el pretérito puede ser muy esclarecedor para saber dónde tenemos que poner la barra de las expectativas para una Rockstar acostumbrada a romper cualquier límite impuesto por la tecnología o las propias consolas en las que se han lanzado sus juegos. ¿Siempre han triunfado? ¿Siempre han estado a la altura de los acontecimientos?
Por eso es bueno parar y preguntarse algo tan sencillo como, ¿qué es exactamente GTA y qué le ha traído hasta aquí para convertirse en una de las grandes sagas del sector? ¿Puede repetir los éxitos del pretérito o está todo inventado ya? ¿Qué podemos esperar de GTA 6 viendo los estrenos de GTA San Andreas, IV y V?
Lo que legó GTA San Andreas
¿Sabéis qué me sigue alucinando en los tiempos actuales con las actualizaciones locas de gigas y gigas de contenido inane que "okupan" el disco duro de tu consola? Que GTA San Andreas cupiese en un disco de PlayStation 2 o Xbox me parece una absoluta obra de ingeniería. San Andreas era mastodóntico y enorme, imposible de abarcar en sus primeras horas. De hecho, mi reencuentro en los últimos días con C.J. y Groove Street me ha hecho quererlo aún más todavía porque todo, con el paso del tiempo, se ha convertido en una experiencia genuinamente icónica. De hecho, ¿os habéis fijado en la forma gradual que tiene Rockstar de aproximarnos en cada una de las primeras misiones a su mundo? ¿Cómo nos conduce por sus territorios para que conozcamos junto a la trama todos sus vastos escenarios? La cuestión, más allá de las fantásticas ideas de diseño prácticamente inéditas en 2004 está en lo que Rockstar puso sobre la mesa entonces.
La ingenua Rockstar de 2004 aún no sabía bien qué quería
Si lo analizamos fríamente, de hecho, Carl tenía un poco de Claude Speed y Tommy Vercetti: del bueno de Tommy rescataba el tener identidad, su capacidad de no ser un mero avatar hueco en el que imprimir nuestras acciones; era un personaje con un objetivo, una familia y una vida con la que podías empatizar. De Claude toma la posibilidad de moldearlo a nuestra imagen y semejanza, pero no en el mero sentido de ser un muñeco vacío; más en el sentido de convertirse en un avatar que podíamos cambiar a nuestro gusto no solo en lo estético, sino también en lo físico. Carl puede ser el personaje que más hemos podido moldear a nuestro gusto con nuestros actos de toda la saga, y eso lo convierte en algo valioso y significativo: ¿Por qué no nos han dejado continuar con dicha personalización desde entonces?
Parece evidente que la ingenua Rockstar de 2004 aún no sabía bien qué quería a pesar de la magnitud de lo que tenía entre manos. Con el tiempo aprendería a narrar una historia con recursos cinematográficos que, entonces, ni tenía ni soñaba. Iba a ser cuestión de tiempo adaptarla para contar lo que querían, y es probable que para contarlo no podían permitir una libertad tan exacerbada con el avatar del juego. En todo caso, GTA San Andreas hizo cosas a mediados de los 2000 que juegos ni soñaban hasta mucho después. Resulta difícil imaginar un videojuego en los próximos años que fuese capaz de suponer el impacto que fue la aventura de C.J. en su día entre el gran público.
Lo que nos legó GTA 4
Si me permitís la osadía, creo que el tiempo ha puesto en su lugar a Grand Theft Auto 4. Es una obra inconmensurable en la que Rockstar se puso seria y presentó la historia de un personaje muy alejado de Vercetti o C.J.: el siempre querido Niko Bellic. Los únicos atisbos del Grand Theft Auto gamberro los firmaba Brucie y sus sentadillas, pero no era lo único que se echaba de menos de las anteriores obras de Rockstar: incomprensiblemente, faltaban elementos que caracterizaron la parte del todo de San Andreas. ¿Qué fue de los tuneos o el cambio de atributos? ¿Era la nueva Liberty City menos ambiciosa que el mapa del anterior videojuego? ¿Desconectó Niko al usuario?
Lo que nunca podremos echarle en cara a Rockstar es que no fuese atrevida con la cuarta entrega numerada de la saga. Tecnológicamente, de hecho, supuso un imponente cambio técnico gracias a Euphoria. ¿Había algún título de la magnitud de Grand Theft Auto 4 equivalente en lo técnico y visual en el mercado? ¿Podía compararse cualquier sandbox del momento a la aventura de Niko? Vale, si GTA IV hubiese sido un capítulo a la altura de los grandes de la saga, estoy convencido que no conoceríamos a Trevor, Michael y Franklin, ¿pero sabéis qué perpetuó Rockstar en 2008? La sensación de comunidad y vida dentro de un videojuego, algo que marcaría a GTA V y, más adelante, Red Dead Redemption 2.
Porque seguramente no éramos conscientes entonces, pero la implementación del móvil y el contacto constante entre Niko, Roman, Manny, Elizabetta o el siempre querido Brucie es el embrión de la relación a tres de los protagonistas de la quinta entrega y la caravana de Arthur en el Oeste. GTA IV fue importante para el desarrollo de futuras producciones de Rockstar, pero es evidente que ayudó al resto más en sus fracasos que en sus éxitos. De hecho, sus éxitos son durmientes, y hemos necesitado años para valorarlos en la medida que sin duda merecían en 2008. ¿Recordáis que es el último GTA con expansiones de historia? Quizás es algo que de cara a GTA 6 nos gustaría rescatar, claro. Rockstar, con GTA IV, aprendió sobre qué deseaba el fan para firmar el que sería, sin saberlo entonces, el mayor éxito de la franquicia.
Lo que lega GTA 5
No mucha gente lo recuerda, pero GTA Online no salió junto a GTA 5 en su día. Se retrasó unos días y no mucha gente se preocupó demasiado, porque todos estábamos alucinados con lo que Rockstar había puesto sobre la mesa a pocas semanas del estreno de la nueva generación de consolas. Es más: tardaríamos mucho en ver algo equivalente al quinto Grand Theft Auto en consolas de nueva generación; era una producción sin fisuras en casi ninguno de sus apartados. De hecho, parecía haber entendido los principales problemas de GTA IV y aprender de la experiencia de disparos de Max Payne 3 para hacer realidad un título irrepetible que aún no había mostrado su potencial y qué lo llevaría a convertirse en uno de los cinco videojuegos más vendidos de la historia.
Estamos en 2021 y la historia de GTA no ha dejado de escribirse
GTA Online era una máquina de hacer dinero. Sin saberlo los jugadores, parecía que todo estaba construido desde el principio para que la versión en línea de GTA 5 tuviese uno de los mejores escenarios jamás vistos en un multijugador. Y la gente comenzó a engancharse y continuaron la historia con sus propios avatares, dejando atrás a Michael, Trevor y Franklin. Una tripleta protagonista, por cierto, que cambió los sandbox como los entendíamos y planteó una de las historias más frescas vistas en toda la saga, tomando todo el trato cinematográfico para plantear una producción de la que lamentaríamos, años después, no volver a disfrutar de ninguna historia extra que complementase al relato original.
¿Queréis un dato alucinante? Son anecdóticas las veces que Grand Theft Auto 5 ha estado fuera de los principales rankings mundiales de la industria del videojuego desde su estreno en PS3 y Xbox 360 en 2013. Estamos en 2021 y la historia de GTA no ha dejado de escribirse. El videojuego de Rockstar espera ser relanzado en PS5 y Xbox Series X|S y seguir sumando millones de juegos a su lista. ¿Qué quiero decir? Que la desarrolladora tiene un presupuesto a la altura de hacer realidad cualquier fantasía jugable que se pueda plantear. La cuestión está en cómo conseguir un efecto San Andreas o GTA 5 en la década del 20. ¿Hay terreno suficiente en la industria del videojuego para dar cabida a tanta innovación y sorpresa o está todo inventado?
Lo que legará GTA 6
¿Juego más largo? ¿Mapa más grande? El tiempo y la tecnología han mostrado claramente que más grande no es mejor. Rockstar, que es perra vieja de la industria, es muy probable que entendiese antes que nadie que el nuevo Grand Theft Auto debería pivotar en tres bases básicas: tecnología de vanguardia, on-line e historia. Lo primero es evidente, porque si ya fue capaz de quitarnos el hipo en 2004, 2008 y 2013, ¿qué puede hacer en los próximos años? ¿Qué partido podrá sacar a las consolas de actual generación y PC? Resulta complicado pensar en un impacto capaz de poner a la industria del revés como ya ha hecho en el pasado, pero si alguien puede replicar el efecto son ellos.
El online es innegociable. La fuente de ingresos que está siendo GTA Online para Rockstar no puede ser obviada en su próxima entrega. Por lo tanto, esperemos más y mejor en el sandbox online de lujo. Muy seguramente con herramientas que ayuden a potenciar las capacidades de rol que han hecho tan famoso al videojuego en los últimos tiempos, convirtiéndose en una herramienta que trascienda y facilite las bondades que tantos disfrutan en la actualidad. Parece sencillo hacer que la sexta entrega logre crear una caja de herramientas capaz de satisfacer a los jugadores sedientos de nuevas aventuras desde el principio aprovechando las bondades técnicas y jugables sumadas en el sexto episodio.
El éxito del online es tan abrumador para las arcas de Rockstar y Take-Two que es comprensible que tienen algunos fanáticos al pensar que, quizás, la firma, elude una de sus principales marcas para centrar todos sus esfuerzos en esa máquina de hacer dinero que es el juego en línea. Sin embargo, yo creo que va a resultar difícil que los desarrolladores no concedan una de sus señas tras ver la madurez adquirida a la hora de narrar sus historias en Red Dead Redemption 2. Es evidente que a Rockstar no le sobra la historia, es más, todo lo que trabajan en la campaña acaba siendo rentable para el multijugador, por lo que parece un campo de pruebas perfecto para construir lo que será el futuro de Grand Theft Auto en la presente década.