Max Payne no es una saga cualquiera de acción: es la saga de acción en tercera persona por excelencia. La saga pasó de Remedy a Rockstar para su tercera entrega, pero los creadores de la franquicia Grand Theft Auto no dudaron en elevar al policía de Nueva Jersey a un nuevo nivel técnico y jugable. ¿Cuáles fueron sus claves? Lo vemos en nuestro nuevo Memorias Retro de Max Payne 3.
Muchos pensábamos que lo de Max Payne alejándose de sus padres originales iba a terminar como un relato de Dickens. Y sabiendo del vicio de Max por el whiskito a nadie le extrañaba ver a la criatura vendiendo cerillas a altas horas de la noche en un tugurio lleno de maleantes para malpagarse el último trago de la jornada. ¿Qué propició tal desconfianza? Quizás el cariño y el apego al policía de New Jersey más querido del videojuego y la preocupación de verlo alejado de Sam Lake y compañía. Quién nos iba a decir que al bueno de Max le tocaría la lotería cuando recaló en las redes de Rockstar. La saga pasaba de ser un meritorio ejercicio de acción desarrollado en el norte de Europa a convertirse en una superproducción digna de la marca Rockstar respetando el legado de una Remedy que se situó en el mapa gracias a la aventura de Max.
Igual que muchos relacionan el desarrollo del clásico Midnight Club con la necesidad de Rockstar de mejorar la conducción en su saga GTA (algo tremendamente constatado en la muy pobre remasterización de las primeras entregas), muchos relacionan la existencia de Max Payne 3 con la necesidad de mejorar la acción en su serie más famosa. ¿Significa que Midnight Club y Max Payne 3 servían como producciones de segunda por un bien mayor? En absoluto. Centrándonos en el bueno de Max, mis últimas horas a sus mandos me han servido para volver a disfrutar del que creo que es el mejor juego de acción en tercera persona de la generación de Xbox 360 y PS3. De hecho, me ha servido para pensar en la frivolidad que me parece que únicamente podamos tirar de retrocompatibilidad de software en el caso de Xbox para disfrutarlo a día de hoy, opción fantástica por otro lado, pero que sigamos sin disfrutar de una remasterización que permita perpetuar la historia de Max entre los jugadores actuales cuando ha habido juegos muy inferiores que sí la han recibido.
Pero qué sería de Max Payne 3 sin el respeto a la obra original de Remedy. El estudio finlandés nunca ha dejado de reconocer el mimo y respeto de los millonarios tras Grand Theft Auto por su producción, acto evidente tras convertirse en su distribuidora con Max Payne 2: The Fall of Max Payne, pero que se evidenció cuando Rockstar construyó una pieza catártica para la propia trilogía. 3DJuegos no ha dejado de mostrar su amor por la obra desde diversos frentes, pero hoy nos toca rendirle el homenaje que sin duda merece. ¿Qué hizo grande a Max Payne 3 hace casi diez años?
La historia tras Max Payne 3
Fecha de lanzamiento: 18 de mayo de 2012
Plataforma: Xbox 360, PS3, PC
Ventas: Más de 4 millones de juegos vendidos
Género: Acción en tercera persona
Desarrollador: Rockstar Games (GTA, Bully, Midnight Club, Red Dead Redemption)
Personal clave en su producción: Steve Martin, Sergei Kuprejanov, Dan Houser, Michael Unswoth, Paul MacPherson.
Motor gráfico: RAGE (Rockstar Advanced Game Engine)
Si hacemos tanto hincapié en el respeto de Rockstar por Remedy es porque hay muy pocos títulos que tengan el estatus de culto tan elevado como el de la saga Max Payne. Una obra irrepetible de Remedy que logró cautivar a los fans de la acción en PC con un inconfundible tiempo bala que, por increíble que parezca, no era tendencia aún entre los videojuegos de acción. Su carismática puesta en escena, sus inconfundibles momentos de acción a cámara lenta y la historia tras el Valkyr y los mafiosos de poca monta de Nueva Jersey logró enamorar a toda una generación de usuarios hambrientos por emular con teclado y ratón lo que Lana y Lilly Wachowski habían imaginado en las pantallas del cine de todo el mundo.
Naturalmente, hemos vivido muchos casos de sagas de videojuegos heredadas de sus creadores originales a nuevos estudios y artistas con gran éxito como Deus Ex Machina, Tomb Raider o Devil May Cry. De hecho, sería estupendo no ver que, en el mundo del videojuego, la presente circunstancia es mucho más habitual que en el cine, televisión o literatura, pero no quita la precisión quirúrgica con la que Max Payne seguía siendo perfectamente reconocible tras tantos años entre la segunda y tercera parte. Prueba de ello, su secuencia inicial de juego, una obra maestra que juega con la adicción de un policía castigado por los actos y castigos vividos a lo largo de su vida. Diez segundos con la muestra de Max llorando a los suyos en su tumba: una escena icónica de un videojuego que ya es un mito.
Pero es que Max Payne 3 no es solo un videojuego que recrea una historia tras los acontecimientos del segundo Max Payne y un descarnado homenaje a la película Man on Fire de Tony Scott (a la que sigue narrativamente en muchos aspectos): también es un videojuego que nos permite viajar al pasado para conocer qué propició su salida de Nueva Jersey, qué le ha traído a vivir el lujo de Brasil en su nuevo y, supuestamente, apacible trabajo y cómo deberá luchar para sobrevivir a los desastres de un país que parece ocultar un monstruo tras sus playas paradisíacas, caipirinhas, fútbol de primer nivel y copazos en azoteas de lujo.
Sao Paulo no es lugar para vacaciones
No soy de defender a las empresas que deciden no doblar sus videojuegos al castellano, pero tengo un asterisco gigante en mi lista de ejemplos con el software que hoy nos ocupa. Mirad, es verdad que es un problema que Max Payne 3 no llegase localizado al español, pero no es menos cierto que ponerse a sus mandos y sentirse perdido mientras los locales hablan portugués y tú, como Max, no entiendes ni papa es una sensación deliciosa que nos conecta al protagonista. Nuestra lengua, hermana del luso, no habría permitido dibujar uno de los puntos fuertes del título. Pero solo es la punta del iceberg: los giros de la trama, con un acercamiento a una incómoda realidad de los bajos más fondos del crimen organizado resultan cautivadores en los últimos momentos de la aventura, con amigos que no lo son tantos e intereses que parecen ponerse en contra de Max y su única misión: proteger a la familia Branco.
Lo mejor de Max Payne 3
- Acción desenfrenada a raudales: nunca había lugar para aburrirse
- La tragedia de ser Max Payne vista desde los ojos del héroe más oscuro del videojuego
- Una historia cruda y sin miramientos: Rockstar en su estado más puro
- El multijugador no llegó a calar entre los usuarios, pero tenía ideas estupendas
- Su variedad de escenarios acompaña a Max a una mezcla de lujo y decadencia
- Respeto total por el trabajo de Remedy en las dos anteriores entregas
La auténtica caída de Max Payne a los infiernos
El mayor éxito de Max Payne reside en no desgastar al usuario con su acción desenfrenada durante las más de diez horas que dura. La fórmula es evidente: una construcción de escenarios fabulosa mezclada con una mecánica de disparo y coberturas sobresaliente que convierte al software en una delicia. Aderezado con el tiempo bala y los saltos del bueno de Max, Rockstar supo actualizar el mito del policía con un éxito brutal. Visceral en la acción, la muerte del último sujeto siempre se muestra desgarradora, como una esponja capaz de absorber kilos de plomo y pólvora por simple capricho del jugador. La física de los cuerpos recibiendo balazos es obra de un mejorado Euphoria, que ya en GTA 4 sorprendió a los jugadores por su realismo hace ya dos generaciones.
Si bien es cierto que los principales referentes de la acción en tercera persona deben mucho a Max Payne, no es menos cierto que Max Payne 3 debe mucho a los referentes de la tercera persona que se lanzaron a finales de los 2000. Las coberturas, heredadas de tendencias del momento como la saga Gears of War o Uncharted, añadían una nueva capa de estrategia al software, permitiendo al jugador seguir una estrategia más propicia a la hora de abrirse camino a balas de enemigos, desde pandilleros de poca monta a paramilitares dispuestos a poner fin a nuestra misión. ¿Qué hay detrás del interés por acabar con la familia Branco? ¿Por qué Max no es capaz de tener un trabajo normal?
Asistimos como meros espectadores al circo de sus grotescas decisiones
Seguramente, porque Max es de todo menos un personaje normal. Su adicción a los antidepresivos y el alcohol va in crescendo según avanza la aventura y Rockstar no hace más que mostrar sus efectos con pequeños guiños en pantalla. La caída del héroe no puede ser más trágica, sin ser capaz de controlar una adicción que sabe que, poco a poco, lo está matando. Nosotros asistimos como meros espectadores al circo de sus grotescas decisiones mientras le ayudamos a sobrevivir un día más. El arsenal brillante, con situaciones lo suficientemente variadas y desafiantes para no caer en el sopor de una acción inocua nunca; la acción de Max Payne 3 es de primera de principio a fin.
Tanto es así, que una vez acabada la historia tienes tres opciones: añadir nuevos desafíos con los niveles superiores de dificultad, lanzarte al modo arcade o disfrutar de su multijugador. Del modo arcade destacaría su forma de retar al jugador con un sistema de puntuación que me recuerda al no siempre reconocido The Club, un clásico de Sega en Xbox 360 y PlayStation 3 firmado por Bizarre Creations. El multijugador constaba de distintos modos de juego inspirados en los clásicos del multi, con deathmatch, batalla por equipos, captura de bandera o captura de territorios. Guerra de Bandos fue la gran apuesta del juego, llevando la campaña al multijugador y convirtiéndose en una propuesta estupenda que, desgraciadamente, no acabó de tener el éxito esperado entre los jugadores.
La tecnología de Max Payne 3
Como decíamos, Max Payne 3 es un videojuego construido de principio a fin para dar rienda suelta a la acción de su protagonista. Llama la atención desde el primer momento el esmero que puso Rockstar por sorprender a los jugadores con su motor gráfico, RAGE, y los grandes avances realizados con Euphoria desde el estreno de Grand Theft Auto 4. ¿Lo primero que te llamará la atención? La destrucción prácticamente total de los escenarios a balazos por parte de los enemigos y el protagonista. Te propongo un experimento: haz un mapa mental del escenario antes de comenzar el tiroteo y, cuando acabes, vuelve a dar una vuelta por el improvisado campo de batalla. Es impresionante que Rockstar lograse semejantes resultados en 2012, pero por algo son uno de los estudios más importantes del planeta.
Max Payne 3 era una auténtica delicia visual
Pero no se conformaban con lo mostrado en las escenas de acción: Max Payne 3 era una auténtica delicia visual, congregando todo tipo de escenarios variados que ponían al bueno de Max a vivir el lujo de Sao Paulo a verse involucrado en una batalla a balazos en plena favela o visitar una última vez Nueva Jersey antes de su gran escapada. Los tiroteos en la discoteca o en el cementerio ya son un clásico de la saga, con unos personajes y un exquisito gusto a la hora de plasmar la acción y la historia con un trato puramente cinematográfico, continuando la evolución narrativa de Rockstar tras los éxitos de Red Dead Redemption y el GTA protagonizado por Niko Bellic.
De hecho, ¿recordáis que en Max Payne y su secuela se apoyaban en un estilo narrativo muy similar al de las novelas gráficas? Pues Max Payne 3 no olvidaba los orígenes, y en los momentos de historia destacaba eventos y personajes con viñetas, con un bello trato en el que los hechos destacados de la historia eran subrayados por la propia narración con carteles que marcaban los elementos importantes de cada capítulo. Como decíamos: pensábamos que los fans éramos los que más amábamos a Max, pero parece que los mayores fans de Remedy estaban en Rockstar.
¿Qué pasa con Max Payne 3?
No por comentarlo al principio del artículo deja de ser más sorprendente: ¿Cómo es posible que Max Payne 3 no fuera jugable hasta hace pocas semanas en las consolas actuales? Y, de hecho, a día de hoy sólo en Xbox. Eso sí, la versión de PC corre maravillosa a día de hoy y su acceso en Steam es sencillísimo, luciendo en equipos actuales mejor de lo que pudimos disfrutarlo en su día en las máquinas de Sony y Microsoft.
¿Qué podría hacer Rockstar con Max Payne 3? Lo evidente, sin duda: después de la retrocompatibilidad de Xbox por parte de Microsoft, el siguiente paso sería relanzarlo en consolas actuales en calidad de remasterización. El juego se ve tan bien aún que sería relativamente sencillo darle un buen lavado de cara para llevarlo a los 4K y sacar partido a las bondades del ray-tracing para llevar la acción del software a una nueva dimensión. Puede que mi petición a Rockstar parezca poca cosa, pero es que me resulta complicado imaginar a la editora tras Grand Theft Auto pensando en lanzar una cuarta entrega. Tras el éxito de Red Dead Redemption 2 y la máquina de dinero que es GTA 5 y su modo en línea, es muy probable que Max esté junto Bully, Midnight Club o Manhunt, esperando de forma inane un posible regreso a la actualidad de consolas y PC.
Parece hasta una quimera tener una nueva entrega de la franquicia a corto plazo
¿Alguien dijo Max Payne 4? No, nadie en realidad. Siendo sinceros, parece hasta una quimera tener una nueva entrega de la franquicia a corto plazo, porque desde el mismo lanzamiento del juego y el estreno de los distintos DLC sumados al software parece que las palabras "Max", "Payne" y "cuatro" no han llegado a salir de la boca de ningún representante de Take Two o Rockstar para dar una buena noticia al respecto. ¿La mejor arma? El cariño que la comunidad tiene a la saga creada por Remedy y el constante apoyo que recibe por parte de los seguidores… aunque esa misma arma de poco ha servido a otras franquicias añoradas de Rockstar por los fans. No somos optimistas en la 3DCasa, no.
Curiosidades de Max Payne 3
- Pasaron muchos años entre el anuncio del juego y el lanzamiento del mismo, circunstancia que desesperó a los fans durante meses.
- Rockstar garantizó que la pésima adaptación de Max Payne en cines no tuvo impacto alguno sobre el éxito del videojuego en todo el mundo.
- Las tumbas del cementerio están repletas de referencias a las dos primeras entregas de la saga Max Payne.
- James McCaffrey puso voz y movimiento a Max Payne en la tercera entrega. No siempre estuvo clara su presencia en el proyecto.
- Varias fuentes concuerdan que el estadio de los Galatians está inspirado en el estadio Morumbi, hogar del mítico club brasileño Sao Paulo F.C.
- El yate de Max Payne 3 se reutilizó en Grand Theft Auto 5. Se llamó Dignity en el quinto videojuego numerado de GTA.
- Muchos artistas del estudio viajaron a Sao Paulo para acceder a contenido in situ de la localización del juego.
- Rockstar colaboró con Remedy en un cómic que servía de puente entre Max Payne 2 y Max Payne 3.
- Remedy pondría su propio fin a Max Payne en Alan Wake. Al principio del juego puedes encontrar un boceto escrito por Alan en el que relata una sospechosa historia de un policía que encara su muerte.
¿Cómo jugar hoy en día a Max Payne 3?
Como ya hemos dicho, puede parecer increíble, pero hasta hace nada no había forma de jugar a Max Payne 3 con la retrocompatibilidad de Xbox en Series X, Series S o Xbox One y, dado que el juego se lanzó en PlayStation 3, no es compatible con PlayStation 4, por lo que solo quedaba una opción: PC. El juego de Rockstar está disponible en la lanzadera de Valve o la Rockstar Games Launcher de los creadores de Grand Theft Auto. No es exagerado decir que, dada la calidad de la producción, es inquietante lo difícil que es jugarlo en consolas, máxime cuando, jugablemente, sigue brillando tanto como el primer día. ¿Qué opciones quedan? Ahora que se ha agregado a los retrocompatibles de Xbox es una opción excelente; la segunda, que Rockstar abra el baúl de los recuerdos y le dé por reestrenarlo.