Assassin's Creed 2: Impresiones jugables

Assassin's Creed 2: Impresiones jugables
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Rico, conquistador, apasionado, violento y orgulloso, pero por encima de todo, defensor de su familia. Ezio Auditore de Firenza nos invita a su Florencia natal para descubrirnos cómo pasó de la "dolce vita" a convertirse en un asesino sediento de venganza. Con los brazos abiertos y un puñal debajo de cada manga, el italiano llega a 3DJuegos para cambiar la opinión a los que pensaban que Assassin's Creed era un juego monótono.

Dos años van a transcurrir desde el lanzamiento del Assassin's Creed original, pero todavía somos muchos los que recordamos aquel videojuego con entusiasmo. El título de Ubisoft Montreal, famoso por su calidad y por haber convertido en famosa a su productora Jade Raymond, avanza casi 300 años en el tiempo para llevarnos hasta la Florencia de 1476 en Assassin's Creed II.

El tono monocromo del mundo medieval protagonizado por Altair deja su paso a los contrastes cromáticos del Renacimiento, gracias a un nuevo protagonista, Ezio Auditore da Firenze, un joven noble convertido en asesino tras haber perdido prácticamente todo lo que tenía.

Representación del típico noble italiano, Ezio es un niño rico, un conquistador, un apasionado, un visceral y un orgulloso, pero ante todo, alguien que defiende a su familia. Toda la personalidad de la que carecía Altair está ahora reflejada en este joven que verá una narrativa más elaborada que en el primer Assassin's Creed. Y es que no sólo se nos explicará cómo pasa de la "dolce vita" a la realidad de matar para sobrevivir, sino que todo el videojuego es un continuo ir y venir de situaciones históricas, con múltiples giros argumentales siempre impredecibles que tendrán a veces como coprotagonistas a personajes tan famosos como Maquiavelo o el mismísimo Leonardo da Vinci.

Un asesino con mucha personalidad
Assassin's Creed II, no obstante, trata sobre la historia de un hombre que revive las hazañas de sus antepasados. Y sí, lo habéis adivinado, Desmond Miles vuelve a la acción en esta segunda entrega haciendo algo más que caminar, escapando del laboratorio y metiéndose en la Animus 2.0 (versión mejorada de la anterior) para protagonizar virtualmente el papel de Ezio, repleto de venganza.

Con los brazos abiertos y un puñal bajo cada manga. Así llega Ezio Auditore, un asesino que conserva algunas de las virtudes de Altair como la vista de águila, pero que aporta nuevas formas de matar, y a partida doble...
Con los brazos abiertos y un puñal bajo cada manga. Así llega Ezio Auditore, un asesino que conserva algunas de las virtudes de Altair como la vista de águila, pero que aporta nuevas formas de matar, y a partida doble...

No os contaremos mucho más, salvo que el guión cobra en Assassin's Creed II un papel importantísimo, con un arranque frenético y un desarrollo elaborado que sirve para que nos metamos desde el primer momento en el papel de Ezio, un personaje más humano, tocado por la mala fortuna y que deberá de luchar contra los que parecían sus amigos para hacer justicia. Todo ello dentro de un esquema de juego que mantiene su carácter de mundo abierto y progreso semilineal, con unas misiones más variadas e interesantes que en el pasado.

En total hay 200 misiones, divididas en unos 15 tipos de tareas (tres veces más variedad que en el primer Assassin's Creed), entre las que se cuentan luchas, persecuciones, huidas, asesinatos... Aparte, el ciclo día/noche ahora existe y se rige por exigencias del guión, de manera que habrá misiones bajo la luz de la luna donde deberemos de planear sobre el Gran Canal de Venecia (gracias al artilugio volador de nuestro amigo Leonardo) o escalar hasta el Palacio de Vecchio para rescatar a nuestro padre encarcelado.

En la variedad está el gusto
Pero eso no es todo, ya que a esta variedad tenemos que sumar el hecho de que las misiones serán completamente dinámicas, lo cual conseguirá sembrar la incertudimbre en el jugador al ver cómo una simple misión de escolta pasa a convertirse en una de persecución hasta acabar en una de asesinato. Eso si un carterista no osa robarnos el dinero para que salgamos tras él, haciéndonos olvidar por un momento nuestra misión...

El factor sorpresa era algo en lo que Ubisoft Montreal estaba muy interesada, pero no podemos dejar de comentar el hecho de que, de estas 200 misiones, prácticamente la mitad sean opcionales. En efecto, el 50% de Assassin's Creed II está guiado intrínsicamente por la narrativa, pero el resto son misiones que invitan a la libertad de acción para escoger entre ayudar a un ciudadano en apuros, recolectar los tesoros escondidos por la ciudad o disputar uno de los varios retos de velocidad disponibles.

Ezio nadará, volará y, por supuesto, montará a caballo, una ayuda fundamental para completar misiones que podrán aumentar nuestra notoriedad. Y es que, esta vez, el protagonista tendrá una mayor influencia en el entorno.
Ezio nadará, volará y, por supuesto, montará a caballo, una ayuda fundamental para completar misiones que podrán aumentar nuestra notoriedad. Y es que, esta vez, el protagonista tendrá una mayor influencia en el entorno.

Y si esto fuera poco, la obra incluye también las conocidas como "secret locations" (localizaciones secretas), que son unos niveles lineales al estilo Prince of Persia o Tomb Raider donde deberemos de practicar acrobacias, resolver puzles y poner en marcha algo de sigilo. No se trata de añadir detalles sobre la historia, pero sí sobre la guerra entre asesinos y templarios, así como algunas horas adicionales de juego dentro de los diversos interiores ocultos del videojuego como iglesias, palacios o catacumbas como la de la iglesia de Santa Maria Novella de Florencia. El único problema es que habrá que trabajar duro para dar con sus entradas.

Por un puñado de florines
En definitiva, Assassin's Creed II es un juego más profundo que su predecesor debido a pequeños detalles, como el hecho de que Ezio progresa tanto emocional como físicamente a lo largo del juego. Sus vivencias a lo largo de parajes como Venecia, Florencia o Roma le harán ganar la habilidad de escalar o de hacer "free running" cada vez mejor.

Sin embargo, seguramente el mayor culpable de esta profundidad sea el sistema económico que Ubisoft Montreal pone en práctica con esta secuela. El siglo XV fue el momento en que la banca apareció en Italia, una excusa ideal para que los desarrolladores implementen un sistema monetario en florines. En otras palabras, Ezio podrá comprar armas, munición, armaduras, medicinas y otros variados items, como veneno. Las tiendas están repartidas estratégicamente por las ciudades de Assassin's Creed II, así como los médicos de la época (dotados por cierto de una apariencia más que reconocible).

Pero no todo es comprar, con lo que nuestro asesino será capaz de robar a los ciudadanos y hasta establecer relaciones con su entorno en base al dinero, comprando influencias de los que aquí serán sus amigos: cortesanas, ladrones y mercenarios. Gracias a ellos podrá despistar a unos guardias para acceder a un edificio, acabar con otros que le estén haciendo la vida imposible o simplemente tirar dinero al suelo en medio de la muchedumbre para crear una distracción antes de la huida.

La fuerza de la venganza
Assassin's Creed II mejora en términos narrativos, en la profundidad y aporta grandes detalles plagados de variedad como las localizaciones secretas o el sistema económico. No obstante, importantes son igualmente las nuevas habilidades de Ezio, que ahora puede nadar, navegar en góndola, planear con el artefacto de Leonardo y luchar con una visceralidad y brutalidad inusitadas.

El sistema de combate no se modifica demasiado con respecto al anterior Assassin's Creed, pero sí se mejora. Tenemos la opción de atacar, de defendernos, de esquivar, de contraatacar en el momento oportuno y hasta la oportunidad de robar el arma al rival para después darle duro, ya sea con una espada, una maza, un hacha, un martillo, una lanza... y eso sin contar los instrumentos propios de Ezio, entre los que se cuentan una pistola oculta y una doble cuchilla, fabricadas otra vez por el gran Leonardo da Vinci.

El Animus 2.0 nos traslada hasta una nueva época, pero también mejora para darnos mayor información sobre las localizaciones y personajes con que nos encontremos, incluido un tutorial del juego.
El Animus 2.0 nos traslada hasta una nueva época, pero también mejora para darnos mayor información sobre las localizaciones y personajes con que nos encontremos, incluido un tutorial del juego.

Todos estos artilugios no se quedarán en la recámara sin usarse. De hecho, serán muy útiles, y es que Assassin's Creed II nos presenta hasta tres tipos de enemigos con los que desahogarnos: el bruto (tan fuerte como estúpido), el explorador (que se percatará de nuestra presencia aunque estemos escondidos) y el "free runner", dotado de una inteligencia artificial cuyas características se extrapolan al resto del juego. Es decir, los soldados esta vez son menos previsibles y actúan respondiendo a nuestras acciones, sin seguir pautas preestablecidas.

La grande Italia
Otro de los aspectos en los que se ha trabajado ha sido el entorno gráfico, potenciado por el mismo motor que en Assassin's Creed, que conserva todas sus virtudes para ofrecernos en esta ocasión un mayor colorido consecuencia de los enclaves históricos que nos va a tocar visitar. Florencia, Venecia, Roma y otros espacios menores como San Gimignano o Forli están representados con una gran fidelidad, respetando monumentos, paisajes y la sociedad del siglo XV.

El mundo de Assassin's Creed II está vivo y no sólo eso, sino que nos va a permitir disfrutar de su jugabilidad en los alrededores de la catedral de Santa Maria del Fiore, del Palacio Vecchio o del mismímimo Gran Canal de Venecia. El trabajo realizado desde el plano del modelado es épico, gracias a un trabajo de documentación que ha originado que, como nosotros, buena parte del equipo de Ubisoft Montreal se desplazara hasta Italia para tomar todas las fotos e información necesarios.

En el aspecto de las animaciones, Ezio es visiblemente más ágil y vivo que Altair en sus movimientos. La impronta gráfica de nuestro protagonista y su entorno crea una auténtica sensación de inmersión en el año 1476 nada más comenzar a jugar. Y este sentimiento no desaparece nunca, ni aunque lleguen las secuencias de introducción, ya que a veces nos tocará estar atentos y pulsar un botón en el momento adecuado, por ejemplo para que Ezio bese a su amada. Lo sentimos, si no hay botón, no hay beso, de la misma manera que si no llega el 20 de noviembre, no habrá Assassin's Creed II. Va a hacerse larga la espera...

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