Tras ayudar a su amigo comerciante Kong con sus problemas de abastecimiento, Basim debe proseguir con su investigación de las extorsiones y robos que están teniendo lugar a ciertos comerciantes del Bazar en Assassin's Creed Mirage en preparación para la gran subasta que se está preparando. En esta guía paso a paso os explico cómo investigar todas las pistas del caso de ''El Trabajo y los Impuestos''
El Trabajo y los Impuestos
Nuestra primera parada es un pequeño puesto regentado por una comerciante a la que los guardias del califa parecen estar extorsionando. Debemos acabar con sus acreedores, y la mejor forma de hacerlo es, bien atrayéndolos uno a uno al montón de flores que hay cerca, o bien usando la concentración de Asesino para acabar con ellos en rápida sucesión (o los que podamos hasta donde nos permita nuestra barra de concentración).
Pese al tumulto que organizaremos, la comerciante nos estará muy agradecida por haberla librado de los guardias. Nos cuenta que, por lo visto, varios comerciantes que quieren acudir al mercado están siendo emboscados o persuadidos de no venir a Bagdad. Podría haber algunos en el abrevadero que hay cerca de la ciudad al sur.
Si ponemos rumbo a esa posición, llegaremos a un campamento donde veremos que los mercaderes han hecho un alto pero no para abrevar, sino para decidir si van a Bagdad o no tras descubrir que uno de los mercaderes ha encontrado la cabeza cercenada de su caballo en señal de advertencia.
Investigando la cabeza y hablando con los mercaderes que se resaltan al activar nuestra Vista de Águila habremos descubierto suficientes detalles. Si hablamos con el líder de los mercaderes le podemos ofrecer protección. Con nuestra montura nos ponemos a acompañarles, pero a medio camino de Bagdad, una emboscada de los guardias del Califa busca acabar con nosotros.
A nosotros parecen ignorarnos y su objetivo son los mercaderes. Al no poder luchar tenemos que ser rápidos. Lo mejor es tirar una herramienta trampa que incapacite a todos los enemigos cuando estén rodeando al mercader (aseguraos de que sólo aturde y no mata) para dejar a los que podáis en el suelo y rematarlos con facilidad.
Con la emboscada desbaratada, sólo necesitamos terminar de escoltarlos a Bagdad y hablar nuevamente con su líder. Según su testimonio, un tal Al-Anqa es el responsable de la emboscada, y nos dice que los guardias se han referido varias veces al recaudador de impuestos con ese pseudónimo.
El precio de la codicia
El siguiente paso está claro: hay que ir a la mansión del recaudador de impuestos a recabar más pruebas, y al igual que hicimos con Al-Kullulu (el práctico del puerto) eliminarlo. No obstante, al llegar, la exploración desde el cielo se puede complicar por un tirador que hay en una de las almenaras de la mansión que dispara a Enkidu.
Hay unos palés de mercancía en la zona suroeste del recinto de la mansión que nos pueden servir para colarnos directamente al techo. A partir de ahí, la seguridad comparada con otras ubicaciones es bastante laxa. No debería costarnos mucho llegar a unos andamios que hay cerca mientras vamos agazapados por los jardines para eliminar al tirador.
Con este fuera de juego, Enkidu ya puede ''chivarnos'' todo lo que hay en los alrededores. La habitación en la que está nuestro objetivo está cerrada, pero por fortuna hay un guardia con una llave que abre la puerta no muy lejos de nuestra posición en la que eliminamos al tirador.
Hay una garita cercana que podemos usar para escondernos, silbarle para que explore lo que ocurre y asesinarlo sigilosamente para hacernos con la llave. Sin embargo aún no hemos de entrar, ya que en un banco cercano hay una prueba que debemos escudriñar.
Ahora, la puerta que nos interesa se puede ver desde la garita en la que matamos al guardia para hacernos con la llave. Esta custodiada por tres guardias que podemos despachar rápidamente haciendo uso de nuestra concentración de asesino. Entramos por la puerta que custodiaban y en una mesita a mano derecha según entramos hay otro documento que registrar.
Si subimos la escaleras, encontraremos a Al-Anqa en el piso de arriba y no cuesta mucho asesinarlo, pero antes de marcharnos de la mansión, queda otra pista que nos revela que la persona de la Orden que maneja los hilos en el barrio de Karj es una mujer, y una que además es de tierras extranjeras.
Con todas las pistas investigadas, debemos volver a la guarida de los Ocultos donde están Rebekah y Roshan para poner en marcha el plan para eliminar al miembro de la Orden en cuestión.
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