Que un Assassin's Creed tenga multijugador ya dejó de ser noticia hace tiempo, pero el potencial que alcanzará la faceta on-line en su nueva entrega sí es digno de admiración. Ubisoft echa el resto para los modos de juego acompañado de Revelations y te contamos todo lo que necesitas saber para estar al día.
Cuando comenzó la saga Assassin's Creed, en el año 2007, resultaba poco menos que irracional pensar en que sólo cuatro años después hablaríamos de una modalidad multijugador asentada para este estilo de juego tan fuertemente basado en la fuerza de la historia. Y es que la incursión on-line de La Hermandad ha sido de público y notorio éxito, y con Revelations sus responsables buscan una nueva vuelta de tuerca para la fórmula.
Si el tercer videojuego de la franquicia fue un más que notable primer paso en la vertiente on-line, el nuevo juego supone el salto adelante necesario. La ancestral guerra entre Templarios y Assassins va a dar a luz su nuevo capítulo en Revelations, y en esta ocasión el multijugador se va a integrar con el núcleo argumental de un modo que en su predecesor se pasaba por alto y que nos va a obligar a jugarlo para entender la historia al completo. ¿Estás preparado para sumergirte en el capítulo definitivo de la aventura de Ezio? Pues el hacerlo pasa en parte, y sin lugar a dudas, por disfrutar de su apartado multijugador.
Lucha Ancestral
En el multijugador de Revelations volveremos a ser reclutas Templarios entrenándonos en las instalaciones de Abstergo, nuevamente con la intención de prepararnos para una guerra ultra secreta. Eso sí, todo va a llegar bendecido por un mayor número de opciones, de modalidades jugables, de personalización de personaje, etcétera...
Para empezar se ha refinado el sistema de recompensas, de tal modo que los premios por llevar a cabo un asesinato de forma sigilosa serán mucho más generosamente reconocidos. Así pues, por ejemplo, la puntuación de base para un asesinato será de 100 puntos, pero en función de nuestro sigilo habilidades y un puñado de intangibles más podremos alcanzar "scores" mucho más altos que en su antecesor. De este modo no sólo encontramos el incentivo de planear los asesinatos para pasar desapercibidos, sino que además recibimos un premio mucho más suculento por lograrlo.
El videojuego, además, se suma al carácter persistente que en los últimos tiempos atesoran los apartados multijugador de, incluso, los videojuegos de acción. ¿Cómo lo hace? Sumando un procedimiento de mejora de personaje que está basado en la cosecha de experiencia en las diferentes partidas y que llegará incluso a liberar con nuestro avance partes del argumento que estaban bloqueadas. Estos datos serán ciertamente secundarios, pero si deseamos conocer más sobre la organización Templaria o también sobre los Assassins se nos obligará a progresar en el multiplayer.
Si lo deseamos podremos activar la pestaña de activación de documentos desbloqueados para conocer todos estos detalles extra sobre el argumento y el contexto de la franquicia al momento, pero la idea es que la consulta de todo lo que hayamos liberado se lleve a cabo entre el tiempo de carga de una partida y la siguiente. Eso sí, todo lo que obtengamos podrá ser consultado en cualquier momento desde su respectivo apartado de extras del menú inicial.
Por lo que respecta al personaje principal, habrá opciones visuales y de arsenal a liberar. Ubisoft ofrecerá un buen número de alternativas al aficionado tanto para personalizar a su asesino como para cambiar las armas que emplearemos, aunque lógicamente todo ello dentro de los arquetipos que impone el concepto. ¿Qué significa esto? Si recordamos La Hermandad nos vendrá a la cabeza que el pasar desapercibido es fundamental entre el gentío, de modo que decisiones extravagantes en cuanto al aspecto del asesino serían criminales para el sigilo. De este modo los personajes existentes podrán cambiar sus cabezas, sus ropajes, sus pantalones, sus accesorios y sus colores dentro de una serie de opciones que rotarán entre estas partes disponibles que llevarán todos los "civiles" a nuestro alrededor; eso sí, siempre sin grandes excesos y siempre dentro de algo que nos permita darle nuestro toque personal al aspecto sin salirnos en demasía de lo que nos rodeará. No llamar la atención sigue siendo imprescindible.
Juego de Habilidad
La tripleta de elementos que caracterizan a nuestro personaje más allá de lo físico se consolidan en las habilidades, las ventajas y las rachas. Las primeras se emplearán durante el juego, entre las armas especiales como bombas, por ejemplo, o la habilidad específica de forzar puertas para abrir secciones estratégicas del mapa. Las ventajas, por otra parte, son algo más sutiles fundamentalmente relacionadas con habilidades pasivas que no deberemos activar manualmente y que estarán funcionando todo el tiempo como mejoras de velocidad, mayor resistencia, etcétera.
Las rachas, por otra parte, también tienen un componente bastante convencional: Nada fuera de lo común. Los jugadores deberán obtener series de números de muertes concretos con premios que no hagan que un jugador obtenga una ventaja excesiva, pero que sí funcionarán a modo de incentivo. Por ejemplo hay algunos ejemplos que ya podemos citar como son los casos de ver quién nos siguen como recompensa o ver dónde ha escapado nuestro objetivo.
La aplicación de estos elementos se produce en una experiencia jugable que se beneficia notablemente de la incorporación de infinidad de novedades. Las modalidades que se han mostrado en la reciente demostración han sido bastante corrientes. El Modo Wanted resultará muy familiar para los aficionados puesto que es idéntico al que pudo verse en su momento en La Hermandad, no obstante Deathmatch es una novedad que trae consigo una opción similar aunque con la ausencia del radar y algunos elementos inéditos más. El Artifact Assault, por su parte, es el último de los que se han enseñado a la prensa y es una suerte de captura la bandera con fuertes elementos para profundizar en el sigilo y la infiltración.
La promesa de nuevos modos hace la boca agua de los aficionados a pesar de que, por el momento, sólo se han mostrado tres bastante corrientes. A parte de ello algunos elementos como la Muerte Honorable añaden mucho dinamismo a la experiencia: Ésta consiste en un movimiento defensivo que, si lo llevamos a cabo en el momento adecuado, no nos impedirá morir pero sí nos proporcionará una recompensa en forma de puntos como víctima, logrando en ocasiones llevarnos incluso la vida de nuestro asesino con nosotros.
En líneas generales parece una alternativa multijugador muy rica y detallada, dotada de una profundidad mucho mayor y que parece destinada a aportar todavía más valor a la compra del jugador acompañando a su vasta campaña. Assassin’s Creed: Revelations da la sensación, sobre todo, de profundizar en lo que La Hermandad ya comenzó ofreciendo y llevando de este modo su experiencia on-line un paso más allá.