¡A las armas! Los tambores de guerra resuenan en el horizonte, y en 3DJuegos ya estamos listos para saltar al campo de batalla de la mano de Mount & Blade II: Bannerlord; una aventura medieval de acción, estrategia y rol que promete mejorar lo ya visto en sus antecesores. Repasamos todas sus novedades en este avance dedicado a uno de los videojuegos más ambiciosos del momento.
Salvo que en su momento disfrutaras de la acción de Mount & Blade puede resultar chocante que su secuela, tan alejada del foco mediático, esté en la lista de videojuegos más esperados por miles de aficionados al PC, pero basta echarse una partida a esta aventura de rol y estrategia para entender sobradamente los motivos. Hay pocas obras como esta, tan completas, tan creíbles en la forma de transportarnos a la guerra; y muchas menos las que cuentan además con un potentísimo multijugador capaz de hacerte sentir en mitad de una batalla campal entre señores feudales. Así de épico es.
Misma emoción y épica que nos aguarda en Mount & Blade II: Bannerlord, una secuela continuista, sí, pero también extremadamente ambiciosa por todas las mejoras y añadidos con los que promete sorprender a los fieles seguidores de la franquicia. El más y mejor, que se suele decir, aplicado a un videojuego que ya de primeras apuesta por corregir una de las principales lacras de sus antecesores, la inteligencia artificial de los enemigos, que en esta ocasión tendrán un comportamiento más realista, más temible por así decirlo, ya que serán capaces de aprender, de adaptarse constantemente a la situación aprovechando todas y cada una de las opciones a su alcance que, no podía ser de otro modo, son exactamente las mismas con las que contamos nosotros mismos. Las mejoras van más allá.
Más grande, más real
En el pasado ya pudimos disfrutar de escenas tan geniales como ver correr en desbandada a los enemigos cuando sentían que todo estaba perdido. En esta secuela ocurrirá lo mismo, pero a una mayor escala. Incluso desde el equipo de TaleWorlds Entertainment aseguran que la IA que han programado es tan potente, que aun cuando en el futuro se integren nuevas opciones de juego, nuevas estrategias que seguir, los rivales seguirán siendo capaces de aprender, de valerse de esas nuevas ventajas para sorprendernos con tácticas infalibles. Y no todas ellas basadas en el combate.
Del mismo modo que podemos convencer a otros nobles para que se sumen a nuestra causa en el papel de vasallos, los enemigos buscarán contrarrestar nuestro poder tentando a los aliados para que nos traicionen. Por eso, avisan los desarrolladores, habrá que estar atentos si no queremos sucumbir en manos de nuestros propios camaradas. Precisamente, la diplomacia es uno de los aspectos que más evolucionan en esta secuela, ampliando de forma notable las opciones a nuestro alcance. Se mantienen los matrimonios por conveniencia, pero también el intercambio de rehenes; podemos capturar al hijo de un noble y usarlo como moneda de cambio, evitando así batallas innecesarias. Y lo mismo ocurre con las tropas en general.
Pese a la crudeza de los combates, el juego concede una importancia primordial a las tácticas de guerra, a la estrategia
Tras capturar un castillo podremos encerrar a los supervivientes, ejecutarlos, o intentar de algún modo convencerlos para que se sumen a nuestro ejército. Nos gusta. Como también nos encantan todas las mejoras que prometen aplicar al sistema de combate. Las batallas serán tan intensas y emocionantes como antaño, pero con un toque algo más realista, más creíble, potenciando las animaciones y la propia física de las armas para que al golpear, o protegerse de un ataque, sientas que de verdad estás en la piel de un caballero de la Edad Media. Incluso la climatología afectará a sus movimientos, haciendo que por ejemplo pelear bajo una intensa lluvia se convierta en una auténtica pesadilla (el fango hará que avancen más lentos).
En los asedios encontraremos igualmente nuevas opciones de batalla y, parece, disfrutaremos de una escala mucho mayor que en los Mount & Blade previos. Escogeremos el tipo de máquinas de asedio a usar, asignaremos tropas a las mismas, las dispondremos por el campo de batalla, y formaremos a la hueste ante las puertas del castillo. A partir de ahí ¡la guerra! Una lucha encarnizada en la que, una vez más, tendremos total libertad para actuar como deseemos. Podemos usar nosotros mismos las máquinas de asedio, participar en el derribo de los portones, disparar con flechas a los arqueros en lo alto de las murallas, o directamente plantar las escalas para internarnos en la fortaleza y así iniciar la lucha con espadas.
Cada batalla será única, también épica, pues habrá montones de castillos con sus particularidades que habrá que estudiar para no morir durante su conquista o defensa. Es importante tenerlo en cuenta. Pese a la crudeza de los combates, Bannerlord es una aventura que concede una importancia primordial a las tácticas de guerra, a la estrategia, por eso nuestro héroe podrá en todo momento asignar órdenes a las tropas; indicarles hacia dónde deben ir, a quién deben atacar y cuándo hacerlo. Hasta tenemos opción de iniciar un ataque simultáneo desde varios puntos distintos.
Puede que el no poder derribar por completo los muros decepcione a algunos, pero esta es una decisión por parte de TaleWorlds que entendemos perfectamente. Reconocen que sería difícil de ejecutar, también costoso para un estudio humilde como ellos, por eso como mucho podremos destrozar las almenas para dejar al descubierto a los defensores. Tampoco está mal. Menos viendo los esfuerzos que están haciendo los creadores de Mount & Blade II para hacer de este un videojuego no solo más completo que sus antecesores, también más fácil de jugar.
La interfaz de usuario está siendo rediseñada por completa, aun conservando sus señas de identidad, para que muestre la máxima información posible sin abrumar a los jugadores. La gestión del imperio será igualmente más sencilla, más amigable, pudiendo incluso ceder el mando de las ciudades a los vasallos, para que sean ellos quienes controlen los pormenores en el día a día en este conflicto mundo medieval.
Con ocho facciones en liza y un mapa mucho más grande que el de Warband, el anterior episodio de la serie, también crecen las opciones de personalización: habrá montones de armas y equipo defensivo que comprar o fabricar por nosotros mismos, y hasta se nos permitirá modificar, aunque sea levemente, la apariencia de los castillos. Los autores de Mount & Blade prometen además una historia más trabajada, con muchas más líneas de diálogo y eventos especiales de los que no han ofrecido detalles, pero sí garantizan que sorprenderán a los aficionados a la franquicia.
TaleWorlds no se olvida tampoco de los mods y del multijugador, que son dos aspectos clave para entender el éxito de esta franquicia. Habrá mejoras al respecto y la promesa de actualizar el videojuego de forma constante para que siempre tengamos una excusa para volver al campo de batalla. Hacían falta pocas, la verdad, pues Mount & Blade II: Bannerlord es un videojuego tan prometedor que más de uno anda como loco esperando que se concrete de una vez por toda su fecha de lanzamiento. Todavía no la hay, pero se espera que el videojuego esté disponible a lo largo de 2017. Tanta espera de seguro merece la pena.