Siguiendo la estela dejada por Wii Fit en el pasado E3, Nintendo vuelve a presentar un producto con el que intentar repetir su exitosa llamada hacia el público ocasional. Con Wii Music, hasta el menos virtuoso será capaz de tocar cualquier instrumento sin presiones ni ataduras. ¿Quieres saber cómo suena el wiimote?
A Shigeru Miyamoto (famoso diseñador de Nintendo) siempre le ha gustado dar la nota en el E3. Pero esta vez la ha dado de verdad, en el sentido más musical de la palabra. Si hace dos años el gurú mostraba las posibilidades de Wii como maestro de una orquesta virtual formada por Miis, este E3 2008 el creador de Mario ha vuelto a coger el wiimote para entrar en el escenario y mostrar al gran público lo que va nos va a ofrecer su último invento: el Wii Music.
Simulando tocar un saxofón, Miyamoto sujetaba el mando de Wii de una manera natural, tocando los botones 1 y 2 alternativamente para dar lugar a unos sonidos que, según hemos podido saber después de tener el primer contacto con la versión “demo”, no necesitarán de ningún tipo de sincronía con un ritmo en particular.
Lo nuevo de Nintendo vuelve a estar hecho siguiendo la filosofía de productos como Wii Fit o Wii Sports, primando la facilidad de uso y la intuitividad sobre cualquier obstáculo relacionado con conocimientos de música o destrezas adicionales en este arte.
Un wiimote que todo el mundo podrá tocar
En pocas palabras, Wii Music está pensado para ser practicado por cualquier persona que desee acercarse al videojuego. Da igual su edad, su sexo, sus conocimientos… Sólo se requerirá poder sujetar un wiimote, un nunchuk o usar el Wii Balance Board para interactuar con determinados instrumentos.
En total, el repertorio de instrumentos que se ha anunciado para el título alcanza la cifra de 60, incluyendo guitarras, gaitas, pianos, violines, maracas, baterías, xilófonos… cada uno de los cuales tiene un funcionamiento particular, aunque siempre tendente a hacernos imitar con naturalidad los movimientos de un músico profesional. Todo circula en torno a dar lugar a una experiencia libre para el usuario, exenta de ataduras y de complicaciones.
Esto es algo que podemos comprobar fácilmente cuando nos damos cuenta, por ejemplo, del funcionamiento de un saxofón. En este caso, todo consistirá en sujetar el wiimote y en pulsar los botones 1 y 2 de manera alternativa, procurando no repetirnos demasiado en las pulsaciones, ya que esa es la única premisa para que los sonidos que provoquemos sean más o menos agradables.
Ritmo nintendero para hasta cuatro jugadores
Evidentemente, a nuestra disposición habrá instrumentos de mayor complejidad, como una batería que, al no incluir el juego – salvo algún cambio de última hora – la capacidad adicional del Wii Motion Plus, nos obligará a mantener pulsados los botones de wiimote y nunchuk para accionar las diferentes partes que contiene. Eso sí, los movimientos con los controles seguirán siendo igual de naturales que si estuviéramos tocando el instrumento de verdad, con el interesante añadido de que se podrá usar el Wii Balance Board a modo de pedales.
No merece mucho la pena seguir describiendo el funcionamiento, por ejemplo, de la guitarra o del piano, puesto que también se controlan imitando a un guitarrista o a un pianista a las teclas. Cada instrumento usará wiimote en solitario, wiimote junto a nunchuk o todo unido al Wii Balance Board cuando se haga necesario, aunque por lo que hemos visto serán pocas las veces que haga falta algo más aparte del mando principal de Wii.
Esto puede ser debido, en parte, a que la obra está concebida para hasta cuatro jugadores simultáneos, que pueden formar un conjunto y tocar melodías que parece que van a formar parte de un catálogo más bien popular, con la introducción de temas propios de la casa Nintendo, como la famosa sintonía principal de Super Mario Bros que se escuchó durante la conferencia en este E3 2008.
Miyamoto vuelve a dar la nota… musical
El resultado es un espectáculo que ganará muchos puntos en reuniones de amigos o familiares que podrán verse representados en la pantalla a través de sus propios Miis, que tocarán los instrumentos realizando piruetas y todo tipo de virguerías en escenarios que prometen presentar una considerable variedad.
En este sentido, hay que apreciar que el estilo visual no se va a alejar mucho de lo visto en otros títulos como Wii Sports o Wii Fit, llegando a la grata coincidencia de que entre el público vislumbraremos a los Miis, dispuestos a aplaudirnos – suponemos – cuando hagamos sonar bien unos instrumentos cuyos sonidos se acercan mucho a los de la realidad.
Por el momento, pocos más detalles se conocen sobre un videojuego en el que, adicionalmente, seremos capaces de crear vídeos de nuestras interpretaciones e intercambiarlas con otros jugadores a través de WiiConnect24. Una interesante posibilidad dentro de un Wii Music que nos ha sorprendido por su aparente simplicidad.