El fútbol de EA Sports echa a rodar por fin en la next-gen, y lo hace en el E3 con una demostración jugable muy ansiada por la prensa internacional. Ponemos nuestras manos sobre una versión del juego en Xbox One con el fin de conocer cómo se siente el esférico en la próxima generación de consolas.
Habíamos comprobado ya gran parte de lo que FIFA 14 nos tenía preparado para esta generación de consolas. Sin embargo, EA Sports mantenía un enorme silencio sobre lo que estaban planeando en la serie futbolera de cara a la next-gen. El E3 ha sido el momento escogido para darnos una primera aproximación sobre lo que pueden ofrecernos las consolas Xbox One y PlayStation 4 (recordemos que la versión para PC no dará el salto todavía).
Gracias al Ignite Engine, los diseñadores canadienses pretenden darnos una versión del deporte más realista que nunca. Un motor dedicado a la nueva generación de títulos deportivos de Electronic Arts que por supuesto no se pierde la cita con el próximo FIFA, dando lugar a un inédito planteamiento en términos de IA (con una respuesta más humana por parte de los jugadores) y por supuesto de detalle gráfico (con las animaciones más avanzadas que hayamos visto en un juego de deportes).
Fútbol next-gen
Pero esto era teoría, y en el mundo del fútbol ya sabemos que importa mucho más la práctica. Por eso mismo cogimos el mando para disputar uno de los partidos que los chicos de EA habían preparado para el evento. Un duelo muy español (Atlético de Madrid contra FC Barcelona) que ya nos dejaba ver el grado de dedicación aplicado sobre los rostros, pero sobre todo en los uniformes, que se deforman de forma viva con la carrera de cada jugador.
Obviamente, se aprecia una mejora considerable en términos de resolución y número de polígonos, con una fluidez más robusta que en el juego para Xbox 360 y PlayStation 3. El número de detalles tanto dentro como fuera del terreno de juego se multiplica exponencialmente, con animaciones variadísimas y una grada que deja de ser una masa uniforme. Ahora cada espectador está modelado y animado de forma independiente, aportando una vida y frescura al paisaje que antes era imposible de percibir.
El objetivo es conseguir que nos sintamos parte del espectáculo futbolístico, como si de una retransmisión televisiva se tratase. Ese sigue siendo el camino de EA Sports, y lo veremos representado no sólo en términos visuales, sino también jugables. El control va a ser el mismo que se ha aplicado sobre 360 y PS3, con la tecnología "step based locomotion", que se basa en un manejo del balón paso a paso, siendo posible maniobrar con la pelota de una forma más precisa.
El ritmo de juego, ahora más lento, es otro de los aspectos que se mantiene tal cual en ambas versiones. Lo que cambia sustancialmente es el sistema de físicas, tanto el del balón como el que tiene que ver con el comportamiento de los futbolistas. Así, el esférico lo hemos notado más pesado, generando un desplazamiento más realista e intuitivo sobre el césped. Con respecto a los forcejeos, se van pareciendo cada vez más a lo que ocurre en los partidos de verdad, siendo posible desplazar a los adversarios para ganar la posesión del balón (aunque en algunos casos se incurra en una falta).
Un detalle que también nos ha gustado es que se puede modificar la hora exacta del día en la que deseamos jugar. Cuando el responsable de EA Sports configuraba las opciones de nuestro partido, daba la opción de modificar el horario (de media hora en media hora), algo que suponemos que tendrá implicaciones tanto en el ambiente dentro de la grada como en la iluminación global aplicada sobre el terreno de juego.
Así pues, algunas interesantes novedades que no marcan un punto y aparte con respecto a la anterior generación, pero que sí mejoran el juego tanto a nivel visual como, sobre todo, jugable. A este respecto, el estilo de los partidos es más calmado, sin tantas carreras entre porterías. La sensación es que ahora el encuentro discurre más en el centro del campo, siendo más frecuente que perdamos el balón debido a los avances en términos de IA implementados.
Con ello, el juego se hace más físico y enmarañado, constituyendo esto parte fundamental para entender lo que es FIFA 14 en realidad, un producto que trata de acercarse al realismo del fútbol profesional. Pero para obtener más detalles, así como una visión más profunda sobre la técnica de esta entrega en la next-gen, deberemos jugar más partidos. Por el momento, lo nuevo de EA Sports supone una evolución en el buen camino que esperemos llegue lo antes posible hasta nosotros.