¿Zombis más nueva consola? A Capcom y a Microsoft sin duda les encanta esta combinación. Ya la pusieron en marcha con Xbox 360, y ahora la repiten con Xbox One. El holocausto zombi llega con Dead Rising 3, y lo hace de la forma más macabra y retorcida posible, divirtiéndonos creando todo tipo de vehículos y armas para aplastar a nuestros queridos "no muertos". Os traemos su infección desde la Gamescom.
Capcom y Microsoft han demostrado tener una buena relación durante los últimos años, algo que se notó sobre todo en los primeros compases de Xbox 360, cuando los japoneses apoyaron decididamente a la consola con un Lost Planet y un Dead Rising exclusivos. Ahora, con la llegada de Xbox One, se repite la jugada.
Dead Rising 3 será un título de lanzamiento muy importante para el gigante estadounidense, el cual recibirá un mundo abierto realmente ambicioso, tanto que incluso se dice que será más grande que el de los anteriores juegos de la saga combinados. Un espectáculo antizombi en el que se ha confirmado que no habrá límite de tiempo (aunque tendremos un modo especial en el que sí existirá). También se ha afirmado que será posible guardar partida en cualquier momento, algo que seguro pondrá contentos a muchos seguidores de la franquicia.
Pero esos son datos que ya conocíamos. Ahora lo que importa es saber cómo se siente esta entrega en las manos, una que nos traslada 10 años en el tiempo tras los sucesos de Dead Rising 2. Ahí es justo cuando nos colocaba la demo de la Gamescom, en el papel de Nick Ramos, un joven mecánico que se ve obligado a usar su astucia para sobrevivir a la hecatombe zombi.
Holocausto zombi
Una aventura de supervivencia en la ciudad de Los Perdidos, la cual se nos mostraba de noche y, por tanto, con una enorme cantidad de "no muertos" campando a sus anchas. Tantos enemigos que incluso costaba encontrar un resquicio por el que avanzar sin ser devorados. Y es que no nos hallamos precisamente ante un paseo. Que nos agarren será algo muy habitual, aunque siempre tendremos la posibilidad de escabullirnos mediante un fugaz -y nada sencillo de superar- evento "quick time".
La dificultad existe, y es un alivio que así sea. Sin embargo, lo mejor de esta demo residía en la habilidad de nuestro protagonista para construir los vehículos antizombis más raros que hayáis visto jamás. ¿Una apisonadora con pinchos y lanzallamas incorporado? Hecho. Con sólo ponernos entre los dos vehículos a fusionar, y presionando el botón correspondiente, ya tendremos el arma de matar zombis más estrafalario de la historia.
El humor absurdo, típico de Capcom con esta saga, se repite en esta entrega. O mejor dicho: se duplica. Dead Rising 3 acaba siendo por muchos motivos una auténtica locura en términos de diversión. Enfrentarnos a cientos de zombis, aplastándolos o haciéndolos saltar por los aires a mansalva, supone un gran aliciente para la jugabilidad del título. Aunque no sólo hay vehículos. Además tenemos lucha cuerpo a cuerpo, con el regreso de la construcción de armas, así como la presencia de elementos tan fantásticos como un sable láser.
La fantasía toma el lugar de la realidad en un videojuego que antepone la sensación de caos continuo a todo lo demás. Es un auténtico holocausto zombi, y suponemos que no ha sido nada fácil conseguirlo. La razón es una y muy importante: se necesita mover una enorme cantidad de elementos simultáneamente en pantalla. El número de "no muertos" es tan sumamente elevado que en ocasiones resulta extremadamente complicado hallar un camino despejado. El sentimiento de encerramiento está ciertamente conseguido, yendo un paso más allá dentro del subgénero.
Eso sí, esto tiene su contrapartida. El "frame rate" no es todo lo estable que se desearía. Definitivamente, el videojuego está mucho más pulido que desde la última demo probada en el E3, pero aún así debe mejorar para obtener una correcta tasa de imágenes. Dado que este tipo de imperfecciones son habituales en ferias, no damos mayor importancia al asunto, recalcando que se ha realizado un notable avance con respecto a la demostración previa.
Aparte, hay que tener en cuenta el trabajo llevado a cabo. No hay tiempos de carga en el mundo abierto que supone Los Perdidos, un logro notable que tendremos que ver si se complementa con un sólido apartado gráfico. De momento, el juego se nota que cuenta con un motor potente, capaz de mover una elevada cantidad de elementos en pantalla.
Por último, cabe mencionar que Dead Rising 3, y más siendo exclusivo de Xbox One, tendrá soporte para Kinect, el cual se aprovechará para crear distracciones, entre otros aspectos que aún quedan por esclarecer. Igualmente, tendremos soporte para SmartGlass. Pero la mejor conclusión es que esta entrega promete convertirse en la más loca de toda la serie, gracias principalmente a los vehículos más impensables y a la cantidad de zombis que podremos machacar gracias a la nueva consola de Microsoft. El holocausto zombi estará en noviembre con nosotros.