Max Caulfield robó nuestro corazón ¡y de qué manera! en el fantástico Life is Strange, y ahora la que fuera su compañera de viaje pretende hacer lo propio con una precuela que acaba de estrenar el primero de sus tres episodios. Como anticipo al análisis de Life is Strange: Before the Storm, que realizaremos cuando se complete el videojuego, os contamos qué tal está la aventura de Deck Nine Games protagonizada por Chloe Price. ¡La cosa promete!
Creo que era algo que todos los seguidores de Life is Strange teníamos muy claro. Su nuevo episodio, una precuela ambientada pocos años antes de los acontecimientos narrados en el videojuego original, lo tenía difícil para sorprender... y así ha sido. Aunque la premisa es buena y la historia se sigue con gran interés, Life is Strange: Before the Storm no consigue, al menos en su episodio inicial, asombrar como lo hiciera la emotiva aventura gráfica protagonizada por Max Caulfield. Tampoco es algo negativo per se. El equipo de Deck Nine Games, que toma las riendas de la serie mientras Dontnod trabaja en el prometedor Vampyr y la auténtica secuela de esta franquicia, ha apostado por lo que, pienso, la mayoría de fans deseaban; un videojuego fiel a la esencia del original que permitiera conocer en profundidad a la que fue uno de los personajes más enigmáticos en la aventura primigenia, la joven Chloe Price, aquí gran protagonista de la función. Y lo cierto es que la idea funciona francamente bien.
Sabíamos que la joven Price no había gozado de una infancia tranquila, idílica, y eso es algo que la marcó en la adolescencia. ¿Por qué su carácter rebelde? ¿Qué la llevó a convertirse en la chica que conocimos? Before the Storm ahonda en esta y otras cuestiones mientras nos permite conocer a personajes como Rachel Amber, otra joven que tras sus sonrisas y buenas palabras esconde un oscuro trasfondo argumental. Y esto es algo que me encanta. Como en el original esta aventura retrata con gusto algunos de los problemas que azuzan a los adolescentes, apoyándose en una muy buena narrativa que siempre da al jugador la opción de escoger su propio camino. ¿Hasta qué punto las decisiones afectan a la acción? Todavía es pronto para decirlo pero, al menos, el juego te hace sentir partícipe de la vida de sus protagonistas.
No hay novedades, ya lo decía antes, pero sí algunos pequeños detalles que me han encantado. Me refiero especialmente al llamado Desafío de Insolencias, una nueva mecánica de juego que permite a la protagonista entrar en discusión con otros personajes -¡cómo no!- para sacar suculenta información o, simplemente, salirse con la suya. Lo malo es que, al menos por ahora, no se le saca mucho partido a esta opción y sin posibilidad de controlar el tiempo, que era una ausencia esperada, lo cierto es que la acción se siente por momentos demasiado simple. La buena noticia es que la historia, con sus más y sus menos, consigue enganchar durante las tres horas que puede llevar completarse este episodio que presenta además un desenlace bastante bueno. Ahondar en los recuerdos de Chloe, redescubrir zonas ya vistas de Arcadia Bay o volver a conversar con viejos conocidos es una experiencia que emociona, que tiene encanto, aunque tal vez no al nivel que esperaba. Le falta algo a esta precuela, le falta corazón, esa chispa que hizo del original un título tan especial. Resta esperar que los dos episodios restantes, aún sin fecha de lanzamiento concreta, nos hagan sonreír y emocionarnos como lo hiciera la aventura de Max. Las bases están ahí y, lo bueno, es que tiene tiene potencial para lograrlo.
Nos ha Gustado
- El regreso a Arcadia Bay; redescubrir lugares conocidos y encontrar otros nuevos
- La narrativa. La historia, aunque sin sorpresas, consigue enganchar
- La relación de Chloe Price y Rachel Amber está muy bien llevada y se siente natural
- Profundizar en el pasado de Chloe, entender sus motivaciones
- Decisiones, buena música y una estética cuidada
No nos ha Gustado
- Pocas novedades. No tiene la capacidad de sorprender del original
- De momento se le saca poco partido a la nueva mecánica del Desafío de Insolencias
- Técnicamente no ha evolucionado mucho