Con The Saboteur volvemos una vez más a la Francia ocupada por los nazis, aunque en esta ocasión en un planteamiento totalmente diferente. La Segunda Guerra Mundial se viste de Sandbox con lo nuevo de Pandemic, un título que mezcla sin rubor el Blanco y Negro con el Color.
Desde el momento del anuncio de The Saboteur hace ya casi dos años pocas noticias teníamos sobre el esperado juego de Pandemic, los creadores de la saga Mercenaries. Sin embargo a principios de abril sus responsables confirmaban que el juego seguía en producción, y a finales del mismo mes los desarrolladores anunciaron que a pesar de que “todavía hay mucho por hacer en The Saboteur”, el título seguía su camino.
Según comenta Pandemic la compra por parte de EA les ha dado la oportunidad de contar con “mayor tiempo para trabajar”, y señalan que sólo el carácter ultra ambicioso del videojuego nos ha impedido verlo con antelación. “El equipo ha crecido. Hemos heredado gente de Mercenaries y otros juegos. Ahora tenemos más gente trabajando en el proyecto que nos ayuda a pulir todos esos pequeños detalles de los que hemos hablado pero nadie ha tenido tiempo de tocar”, comentó Tom French, precisamente quien nos enseñó el videojuego por primera vez en movimiento.
Revisitando los Clásicos
Saboteur va de venganza, pero no de una venganza cualquiera ni de la clásica historia de redención de los videojuegos. Seremos Sean Devlin, un irlandés afincado en la Francia ocupada que no tiene especial interés en participar en el conflicto por uno u otro bando hasta que la barbarie nazi le salpica directamente, momento en el que jura venganza y dedica todos sus esfuerzos a sabotear el régimen alemán.
No seremos, por lo tanto, el clásico héroe que acaba con el nazismo desde abajo como en tantos y tantos videojuegos. Simplemente nuestra misión es vengarnos, y según palabras de sus creadores sencillamente haremos lo que podamos por aportar un rayo de esperanza a los ciudadanos de París, la capital donde se desarrolla el título. Así pues nos moveremos en un planteamiento que bebe directamente de los Sandbox recientes más exitosos, y que nos llevará por las calles de la ciudad francesa con libertad para llevar a cabo misiones principales o secundarias a nuestro antojo.
La interacción con la ciudad es una de las obsesiones de Pandemic, y para ello trabajan muy en serio sobre nuestra relación con los vehículos, y también con los escenarios que podremos recorrer a pie. No obstante si las calles son importantes, también lo son los tejados, explorando vertientes que sólo algunos juegos como Crackdown o Assassin’s Creed han tocado por encima. “Ir por los tejados nunca se hace repetitivo, es como un juego nuevo cada vez”, comentó French.
Sin embargo una de las cosas que más llaman la atención de The Saboteur está muy alejada de su faceta jugable, y es su impecable dirección artística. La mayor parte del videojuego se desarrolla en un cabal blanco y negro, que sólo cuenta como apuntes de color con un puñado de elementos como el rojo de las bandearas nazis o las amarillas luces de la ciudad. Un detalle genial que empareja al título con películas recientes como Sin City. No obstante el color dista de ser únicamente un aspecto técnico, y es que también se utilizará para proporcionarnos información del conflicto. Por ejemplo las zonas fuertemente ocupadas por los alemanes exhibirán el robusto blanco y negro que caracteriza al videojuego, mientras que según en éstas se vuelva más severa la resistencia contra el yugo nazi, irán cobrando color.
La presentación de cerca de 30 minutos nos sirvió para ver por primera vez el juego en movimiento, y también para hacernos una idea de las características técnicas y jugables de las que hará gala el título. Los cuatro actos de la historia nos llevarán por un sin fin de variadas misiones, y según parece el videojuego al completo se desarrollará en diferentes localizaciones a caballo entre Francia y Alemania. El lanzamiento aparecerá en PC, Xbox 360 y PlayStation 3, aunque todavía no se ha facilitado una fecha ni tan siquiera orientativa para su puesta a la venta.