Antes de aparecer en la “next-gen”, Soul Calibur quiere mostrarnos su leyenda a través de una versión para Wii que redefine el concepto de luchas individuales de uno contra uno por el que siempre se había caracterizado la franquicia de Namco. Ahora los escenarios serán más amplios, los enemigos mucho más numerosos y los controles completamente diferentes. El filo de la legendaria espada de Soul Calibur cambia por completo en Wii… ¿lo habrá hecho para bien?
No conocer la saga Soul Calibur significa poco menos que haberse perdido una de las mejores franquicias dentro del género de la lucha. La majestuosa obra de Namco, con cerca de diez años de antigüedad, se caracterizó por el uso de espadas, bastones y todo tipo de armas capaces de meternos en unos escenarios en tres dimensiones que ya había estrenado Tekken, otro de los grandes arcade que nos hicieron exclamar de admiración en los salones recreativos.
Después de tanto tiempo, y con hasta tres entregas en su haber, no es de extrañar que la serie quiera tomarse un pequeño respiro antes de experimentar el poder de la next-gen con Soul Calibur IV. Hasta que ese momento llegue, Wii será la encargada de recibir un "spin-off" que siguiendo las claves maestras del género de la acción, de la aventura y (sobre todo) de los beat 'em up, nos sumergirá en una historia de leyendas que seguirá apostando por la lucha cuerpo a cuerpo y por los personajes de siempre, pero desde una perspectiva completamente diferente.
Wiimote y nunchuk, tus nuevas armas en Soul Calibur
Concretamente, desde una vista trasera y algo elevada que nos seguirá a lo largo de unas misiones en las que tendremos que acabar con la horda de enemigos que se presenten ante nosotros. Lo mejor, que deberemos de hacerlo moviendo nuestros wiimote y nunchuk, consiguiendo una experiencia de combate pocas veces vista hasta ahora en una Wii. El controlador de la sobremesa blanca responderá de manera fiel a nuestros movimientos. Si levantamos el wiimote, nuestro personaje hará un ataque hacia arriba; si lo bajamos, llevará a cabo un ataque hacia el suelo.
La estocada también tendrá su respectivo movimiento, al igual que los cortes laterales (tanto si los realizamos hacia uno u otro lado). Incluso podremos usar nunchuk y wiimote a la vez con el fin de lograr combinaciones de golpes realmente contundentes y capaces de hacer morder el polvo a unos rivales que no pararán de aparecer en pantalla. No obstante, no todo será luchar, ya que también podremos protegernos gracias al botón Z, además de realizar un ataque más poderoso si es que pulsamos C con el fin de activar nuestra habilidad especial.
La magia de Soul Calibur
En nuestros golpes a diestro y siniestro nos acompañará un segundo personaje al que podremos dar protagonismo en cualquier momento si es que presionamos los botones Z y B a la vez. No existirán muchos desafíos que impliquen el tener que optar entre un luchador u otro, pero resultará un buen elixir para disminuir un poco la monotonía de un título que a priori nos ha parecido menos afortunado que en el caso de sus hermanos mayores. Una menor fortuna que se paga con un modo aventura repetitivo y al que le falta la magia que Soul Calibur ha venido atesorando desde su nacimiento.
Aunque los personajes se encuentran por lo general bien modelados y animados, no se puede decir lo mismo de unos escenarios algo vacíos y que no muestran un nivel de detalle acorde con el potencial de Wii. Cambiar la estructura de juego tradicional de Soul Calibur ha implicado realizar un esfuerzo por crear entornos más amplios que, no obstante, resultan poco atractivos. Parece faltar dedicación en un título cuyo único punto verdaderamente sobresaliente va a ser la música. Una banda sonora que si cerramos los ojos nos hará recordar aquellas memorables batallas de uno contra uno.
Una leyenda también a pantalla partida
Soul Calibur Legends no incorpora solamente un Modo Aventura entretenido y duradero a primera vista, sino también un Modo Party que nos invitará a disfrutar junto a un amigo de una serie de retos que podremos disputar tanto en cooperativo como en modalidad versus o dentro del modo competición. La pantalla se dividirá en dos para tales efectos, no dejando ver una caída de frames demasiado notoria (aunque tampoco estaría justificada teniendo en cuenta que no se ha llegado a usar el máximo potencial de la consola de nueva generación de los de Kyoto).
La saga de Namco Bandai siempre ha demostrado realizar un gran trabajo gráfico con cada una de las máquinas con las que le ha tocado trabajar, pero esta vez con Wii se ha preferido explorar más un apartado jugable que habrá que comprobar si logra convencer a los fans de la serie. Fácil no lo tiene, ya que el cambio resulta bastante sustancial y (lo peor) no parece demasiado atractivo. La crítica en EEUU ha hablado ya y no lo ha hecho demasiado bien, pero habrá que esperar a tener la versión final en nuestras consolas europeas para dar una visión más clara y amplia sobre lo que parecía un más que interesante “spin-off”.