El regreso de Samus Aran a las 2D puede convertirse en galáctico si se confirman nuestras buenas sensaciones tras haber jugado a Metroid: Samus Returns. Los desarrolladores de Mercury Steam nos trasladan a la esencia más clásica de la licencia, pero con novedades que lo pueden convertir en uno de los grandes lanzamientos de Nintendo 3DS.
Metroid: Samus Returns se anunció con cierta timidez durante el pasado E3, sin fuegos artificiales. Fue en el Treehouse, con dos invitados: el padre de la saga (Yoshio Sakamoto) y José Luis Márquez, máximo responsable del proyecto en Mercury Steam. Fue una imagen bastante ilustrativa de lo que es este nuevo juego, una especie de combinación entre la esencia clásica de la licencia y la frescura de la desarrolladora española, ya experimentada con Nintendo 3DS.
El juego está basado en Metroid II: Return of Samus (1991, Game Boy), pero las diferencias son tantas que la comparación parece hasta improcedente. Eso sí, hay un rasgo que en Mercury han conservado como eje central de la aventura: la exploración. La sensación de adentrarse en el planeta SR388 en busca de 39 Metroids queda magnificada en esta producción, con diseños laberínticos marcados por un gran ingenio y talento.
Hemos tenido poco más de una hora, pero la primera conclusión es que debéis dejar vuestros miedos a un lado -si es que los teníais- porque Mercury da la impresión de haber escalado a un nuevo nivel con este proyecto. Se aprecia la búsqueda de la excelencia en cada apartado del juego, desde lo visual hasta lo sonoro, pasando por el movimiento de Samus o la incorporación de nuevas mecánicas jugables. Y lo mejor de todo es que sigue sintiéndose puro Metroid, además en su vertiente 2D, la más clásica y nostálgica.
Lucha por los Metroid
Unos artes estáticos ilustran el comienzo del juego, contándonos que los piratas espaciales van en busca de los Metroid, fuente de energía determinante para conquistar la galaxia. Ahí aparece Samus Aran, enviada por la Federación Galáctica para interrumpir el proceso, con el objetivo de exterminar a esta curiosa raza alienígena. Un minuto escaso de narrativa clásica para, a partir de entonces, dejarnos jugar y jugar, sin más elementos narrativos que nos interrumpiesen.
A Metroid: Samus Returns, como a los juegos clásicos de la saga, no le hace falta usar cinemáticas. Es el "diálogo" con el entorno el que articula la narrativa. Nuestra simple presencia en el planeta SR388 y el orden en que avanzamos (con total libertad) es lo que levanta el guión, independiente para cada usuario. Conseguirás la morfosfera, el rayo de hielo y toda una serie de mejoras que te permitirán descubrir nuevos secretos. Es un esquema conocido… pero pulido.
Resulta sorprendente cómo Mercury ha conseguido hilar tan fino. En 3DJuegos conocemos a José Luis Márquez (director) por su trabajo en Castlevania: Mirror of Fate. Fue entonces cuando nos descubrió su pasión por Nintendo, y más en concreto por la saga Metroid. Imaginamos que esto es un sueño hecho realidad, aspecto que se ve plasmado en cada uno de los minutos que hemos jugado. Hay diseños intrincados pero ingeniosos, unidos a un cierto nivel de reto, no sólo a la hora de enfrentarnos a enemigos, sino de encontrar la forma de avanzar. Si nos dicen que el juego ha sido diseñado en las oficinas de Kioto, nos lo hubiésemos creído.
Los botones de 3DS están aprovechados magistralmente
Entre los aspectos más sorprendentes está el movimiento de Samus Aran. Es ágil y al mismo tiempo confortable, con animaciones que cuidan hasta el último detalle. Puedes estar colgado de una pared, y aún desde esa posición apuntar con una libertad de 360 grados. Nintendo 3DS no posee muchos botones, pero están aprovechados magistralmente. Presionando iconos en la pantalla táctil podemos cambiar entre varios tipos de disparo. Manteniendo el gatillo L, activamos los misiles de toda la vida.
Y lo mejor: ese mapa que preside nuestras partidas en la pantalla inferior. No le haces mucho caso en los primeros compases -falta de costumbre- pero se convierte en tu mejor aliado para encontrar a los Metroid. No resulta algo difícil en los primeros compases, pero queda por ver qué tal evoluciona, su duración total y si posee suficientes elementos de rejugabilidad. Sin embargo, por el momento promete, y mucho.
Hay que decir que no estamos contentos sólo por lo jugable, sino también por lo audiovisual. En un momento en que la propia Nintendo no presta tanta atención al 3D estereoscópico, viene Mercury Steam y se marca un trabajazo. Pero no sólo eso. El juego es sobresaliente en lo gráfico, con variedad de escenarios, juegos de luces y una banda sonora que mantiene la esencia de la serie, ilustrando a la perfección cada situación. Entrevemos que la dirección musical de un veterano como Kenji Yamamoto tiene mucho que ver con esto, pero preferimos esperar para establecer conclusiones más certeras y profundas.
Para eso hará falta probar el juego al completo, cosa que ocurrirá el próximo 15 de septiembre. Metroid: Samus Returns puede no sólo significar el gran regreso de Samus Aran a la escena 2D, sino también una demostración de que en Mercury tienen talento para convertirse en un socio de futuro para la Gran N, que no es poco decir…