Demos gracias a Dios, o al mismísimo Diablo, pero la vorágine de distribuidoras no se ha tragado a Brutal Legend, y finalmente Electronic Arts distribuirá lo nuevo de Tim Schafer. Una de las aventuras de acción más prometedoras del 2009 se encamina, por fin, hacia su lanzamiento.
Para ser sinceros, nos temíamos lo peor. Cuando Activision se deshizo de los derechos de distribución de Brutal Legend en una maniobra que afectó a otras innumerables franquicias, no confiábamos demasiado en que otra compañía se ocupara de esta siempre peliaguda fase de la producción. Los precedentes de Double Fine habían sido funestos en lo comercial –Psychonauts, sin ir más lejos-, y en tiempos de crisis parecía complicado que ninguna “major” se inclinara por un proyecto arriesgado como éste.
La antaño denostada Electronic Arts, sin embargo, vuelve a demostrar una vez más su decidida apuesta por las nuevas IPs, y será finalmente la encargada de traer a las tiendas la nueva aventura que unirá a Tim Schafer –El Día del Tentáculo-, con el intérprete Jack Black, y todo ello ante el gigantesco e inmortal telón de fondo del Heavy Metal.
Heavy Metal Nation
En el Primer Contacto que llevamos a cabo ya hace casi dos años dimos algunas de las claves sobre el argumento de Brutal Legend, con lo cual será una parte que obviaremos para dar más peso en este segundo avance a los factores más puramente jugables del título.
Nada más viajar a la dimensión en la que se desarrolla el nuevo videojuego de Double Fine, empezaremos a darnos cuenta del fortísimo carácter de Hack and Slash que tiene el título. Eddie, nuestro protagonista, tendrá su primera toma de contacto con los demonios nada más pisar esta tierra, pero por fortuna contará con un hacha desde el inicio con la que poder acabar con ellos.
Sin embargo, y lejos de caer en el machacabotones fácil y sinsentido, Brutal Legend propone diferentes fórmulas para luchar contra la rutina, y una de ellas es Clementine, su guitarra. En el mundo real “sólo” es una Gibson Flying V, sin embargo en este universo de pesadilla se convierte en un letal artefacto capaz de lanzar hechizos con sus notas. Así progresando durante el videojuego iremos aprendiendo virtuosos solos de guitarra que interpretar con nuestro pad, y con los que liberar brutales ataques mágicos para acabar con nuestros enemigos.
De hecho en una de estas primeras hordas de enemigos descubriremos a Ophelia, disfrazada de criatura demoníaca que se revelará como la sexy nena rockera que es antes de que la despedacemos como al resto de bestias. Pronto descubriremos que la joven pertenece a un movimiento de la resistencia que se enfrenta al poderoso y maligno Doviculus, que es el amo y señor de estas tierras.
A lo largo de la campaña individual de Brutal Legend contaremos con más de 10 aliados de diferentes formas y aspectos, con los que podremos realizar espectaculares combos de cooperación que variarán según el compañero concreto que camine con nosotros en cada momento. Con este matiz encontramos una nueva forma de enriquecer la jugabilidad, puesto que lejos de anquilosarse en patrones repetitivos, nos ofrece una experiencia fresca y diferente por cada “amigo” que conozcamos en su metálico universo.
Como ya señalamos en su momento el mundo en el que se desarrolla la aventura es libre, con lo cual podremos escoger en cada momento qué misiones llevar a cabo a continuación por un mapa gigantesco, de 64 kilómetros cuadrados, en el que nos podremos desplazar con vehículos. Por ejemplo una de las primeras misiones será la de liberar al ejército de resistencia al que pertenece Ophelia, y que se encuentra cautivado en dos lugares diferentes: Las mujeres en la Torre del Placer y los hombres en la Cantera de Roca. La primera decisión del juego será el ir a acabar con el cautiverio de unos u otros.
No obstante también en la línea de la frescura y la variación de temas y patrones jugables debemos encajar las fases de conducción que salpican la Campaña Individual. En determinados momentos deberemos separarnos de la libertad que ofrece el videojuego para afrontar estos lapsos de carretera, en los que recorrer a toda velocidad el asfalto a lomos de uno de los macarras coches que pilotará Eddie, El Deuce, para arremeter contra todos los enemigos que encontremos por un camino lineal.
Brutal Legend sigue impertérrito su camino para acabar la opera rock que lleva años componiendo de cara a la segunda mitad del presente año 2009. Su desparramada y metalera jugabilidad expandirá notas de guitarra eléctrica a través de Xbox 360 y PlayStation 3.