En los años 30, durante la Gran Depresión, una pareja de jóvenes rebeldes llamados Ruby y Luke se quieren, se besan y se adoran… Lo único que separa a este videojuego de la última mamarrachada de Hugh Grant y Julia Roberts es que estos dos no tienen problemas en usar las armas. Damos la bienvenida a los modernos Bonnie & Clyde: Asesinos, sin escrúpulos y… Enamorados.
¿Cómo innovar en un videojuego? Inventar géneros es, hoy en día, poco menos que imposible; fundir estilos algo habitual y la evolución gráfica una constante. En DeadLine Games se han propuesto diferenciar a Faith and a .45 con una historia atractiva, unos personajes carismáticos y un contexto histórico pocas veces tocado por la industria del entretenimiento interactivo.
La Gran Depresión
Faith and a .45 nos traslada a la convulsa década norteamericana de los años 30. La Gran Depresión azota de forma inmisericorde el país y un despiadado magnate del petróleo hace su agosto aprovechándose de los ciudadanos y aterrorizando al pueblo con sus hombres armados.
Ahí entran en escena Luke y Ruby, una pareja de delincuentes que recorren el país perseguidos por el sheriff Duke, y que al paso por este estado deciden quedarse y hacer frente a John Mammon, el empresario petrolífero de divertido nombre, y sus secuaces.
DeadLine Games, sus creadores, están buscando dotar al juego y a su argumento de un carisma y de un atractivo mucho más cuidadoso de lo que es tradicional en la atención que se les suele prestar a los shooters. La historia de amor que rodea a la pareja es un método más de narrarnos una historia y de establecer unos lazos de empatía con los protagonistas, pero lo cierto es que el género de la acción está tan despoblado de estas sensaciones que la aparición de Faith and a .45 se nos antoja todo un acontecimiento.
El contexto histórico del juego también es plenamente novedoso y garantiza unas construcciones, vehículos, armas y estética, cuanto menos, muy poco tradicionales en el género. La década de los 30 en la América profunda se nos antoja todo un acierto para esta reescritura del mito de Bonnie & Clyde.
El juego, sin embargo, bebe de fuentes algo más tradicionales a la hora de plantear su jugabilidad. Siendo algo simples podríamos catalogarlo como una especie de mezcla entre Gears of War y Total Overdose, aderezado con unas gotitas de Stranglehold y Army of Two.
El Beso de la Vida
El género es indiscutiblemente el de la acción en tercera persona y tendrán un peso muy importante las coberturas, pero para desplazarnos de un lugar a otro podremos acceder a vehículos, y es que una de las principales inspiraciones de DeadLine ha sido la de las viejas road movies de los años 50 y 60. El desarrollo del título es bastante libre y al parecer podremos conducir nuestros medios de transporte de un punto a otro del gigantesco mapa del juego.
Faith and a .45 basa su jugabilidad en el fuerte componente cooperativo. Así en todos los niveles contamos con dos personajes y con la necesidad de simultanear sus acciones para poder cubrirnos, rodear a los enemigos o buscarles la espalda. En el primer video que hemos podido ver, por ejemplo, se observa a Luke lanzando una lata de gasolina al aire y a Ruby disparando sobre ella para abatir con la onda expansiva a los enemigos que estaban debajo. Se trata de suplir las flaquezas de la inferioridad numérica con el trabajo en equipo.
El cooperativo tiene dos vertientes claras. El multijugador online y el offline. En una misma consola la pantalla se dividirá en dos para que cada uno de los dos jugadores controle a uno de los personajes. El online funcionará de la misma forma sólo que a través de Internet, y será posible pasar de jugar sólo a acompañado en cualquier momento y sin necesidad de reiniciar la partida.
El juego no busca ser realista ni en lo gráfico ni en lo jugable, y el título consigue una estética propia muy cercana a la animación con diferentes elementos visuales y del combate. Prueba de ello es que el programa se toma además numerosas “licencias” en pos de lograr ese aura cómic de la que tanto se beneficia. Obviamente no estamos ante un juego realista, y así lo demuestran detalles divertidos como el hecho de que Faith haga que Luke se recupere de sus heridas besándole, o el divertido modo bala que se asemeja mucho al de Sniper Elite o Stranglehold, y que acompaña una bala en su trayectoria desde su salida del rifle hasta su espectacular impacto sobre un enemigo.
Con todos estos matices y la innegable personalidad que rezuma el videojuego se nos hace la boca agua con lo que puede ser un título de estas características llevado a buen puerto. El proceso de producción acaba de comenzar, y es que un juego de este tamaño necesita de un desarrollo largo y laborioso. Desde DeadLine Games son sinceros y estiman que el tiempo hasta su salida puede rondar el año y medio y o llegar incluso a los dos años. Sólo resta encomendarnos a la paciencia y esperar que Faith and a .45 se convierta en la innovadora premisa que apunta desde la distancia.