Por fin hemos podido ver en movimiento el nuevo juego de El Señor de los Anillos basado en Gollum. Os contamos qué nos ha parecido, cómo jugaremos con Gollum y qué podemos esperar de esta producción que promete ampliar la historia de este personaje. ¿Su aspecto más interesante? Su diseño de niveles.
Jugar con Gollum no parece la propuesta más atractiva del mundo, ¿verdad? En La Tierra Media hay cientos de héroes que parecen mejores que él para protagonizar un videojuego. A bote pronto, se me ocurren cinco personajes que, por sus fortalezas, poderes y valor, serían perfectos para ello. Pero, curiosamente, ahí está la clave de este videojuego. El videojuego de El Señor de los Anillos basado en Gollum destaca por cómo aprovecha las debilidades del personaje para formarse. Gollum es un ser débil, rastrero y con problemas de personalidad. No está preparado para el combate, por lo que lo único que puede hacer es esconderse, emboscar a sus enemigos, ser inteligente e intentar ser muy, muy sigiloso.
Daedalic, el equipo que lo desarrolla, ha entendido perfectamente estas particularidades del mediano corrompido por el anillo, preparando un videojuego de sigilo, plataformas, exploración y toma de decisiones. Hemos podido disfrutar de una presentación jugada por el productor encargado del proyecto. Nos advirtió que la demo era antigua, tenía diez meses a sus espaldas, por lo que fue imposible hacerse una idea de cómo será el juego técnicamente. Ni las animaciones ni las texturas estaban todavía al nivel. Lo que sí tenía muy buena pinta era tanto el tamaño como el diseño de los escenarios, la dirección de arte y la representación del universo de Tolkien reimaginado por Peter Jackson.
La jugabilidad recordaba a una mezcla entre Assassin's Creed y Uncharted
La demo comenzó con Gollum encerrado en Mordor. Su misión era escapar y trepar en busca de la salida de las catacumbas. La jugabilidad recordaba a una mezcla entre Assassin's Creed y Uncharted, solo que con un personaje decrépito y flaco. Con la cámara colocada a su espalda, Gollum demostró que podía trepar y encaramarse por cualquier risco con muchísima facilidad y sin ninguna complicación mecánica. No había limitaciones para desarrollar estas acciones como sí ocurre en The Legend of Zelda: Breath of the Wild. El personaje está más limitado cuando camina, pues tiene que ir reptando, pero eso lo aprovecha para que nadie lo pueda ver. El productor del juego nos explicó que lo más interesante del título se encontraba en su diseño de niveles, y así era. Al principio, El Señor de los Anillos: Gollum parece un juego lineal de saltos y escalada, pero, al rebasar el primer tramo, el resto del nivel se descubre. La zona es muy vertical, con muchos recovecos para permitir que el personaje llegue del punto A al punto B como más le convenga. La gracia de esto, como decía al principio del artículo, está en las limitaciones del personaje. Gollum no puede pelear de tú a tú. Si un orco lo ve y se lanza sobre él, lo mata. Cada movimiento que hace genera ruido. Sus únicas armas son las sombras y saltar sobre sus enemigos por detrás; eso sí, Gollum no mata de manera instantánea, sino tan torpemente como en las películas. Es decir, es como jugar a Assassin’s Creed pero con un personaje que no es todopoderoso, y eso resulta interesante.
Porque jugar con Gollum nos obliga a tener que estudiar muy bien el nivel, a localizar los lugares por los que trepar, a estudiar los movimientos de los personajes y a ir avanzando, poco a poco, hacia nuestro destino. Este, por cierto, está fijado en el mapa. Pude hablar durante unos minutos con Jonas Hüsges, publishing director en Daedalic, para saber más de este juego y de su personaje. Por lo que me explicó, en El Señor de los Anillos: Gollum no hay árbol de habilidades para que el personaje crezca, tampoco existe la opción de no ser sigiloso. Es decir, si lo tuyo no es el sigilo, este no es tu juego. De vez en cuando nos encontraremos con algún personaje conocido de La Tierra Media que nos echará una mano, pero este es un juego centrado en la historia y con un personaje que "ya está hecho". La facilidad que tiene Gollum para trepar, y la verticalidad de los escenarios, es propicia para el universo de La Tierra Media. En las películas hemos podido ver muchas torres y montañas altísimas que aquí también se darán cita. Por lo tanto, la clave será trepar, ser sigiloso y llegar a la siguiente escena cinemática que seguirá desarrollando la historia.
Gollum y Smeagol, protagonistas del videojuego
En el aspecto narrativo destacan dos cosas. El primero es el de las continuas conversaciones que el personaje tiene con su alter ego; también con ‘mi precioso’, que es cómo se refiere a su querido anillo único. Gollum no para de hablar para poner en contexto eventos que acaba de vivir. Esta bipolaridad da pie a las decisiones que hemos de tomar en el juego. Tras alguna cinemática, tendremos que decidir quién gobierna el cuerpo del mediano: si su personalidad macabra o la más dócil. En función de ello, cambiarán determinados eventos del juego. Le pregunté a Jonas Hüsges si esto afectaría al final del juego. No me quiso responder a esto, tampoco a si el título tendría jefes finales en algunas de sus áreas. Lo que sí me confirmó es que “para conocer toda la historia del juego tendrás que explorar a fondo los niveles”. La verdad es que esta demo demostró que el Gollum de Daedalic es fiel al del material original.
No os voy a engañar. La primera toma de contacto con Gollum ha sido algo descafeinada. Al presentar una versión tan preliminar del juego, siendo imposible destacar por los gráficos, esperaba ver más músculo jugable. Es cierto que algunas ideas tienen buena pinta. Controlar a un personaje débil que no puede hacer mucho ruido moviéndose por escenarios amplios suena bien, pero ni la IA de los enemigos ni las soluciones que Gollum adopta son nuevas. El personaje se cuela por debajo de estructuras, trepa y mata manteniendo apretado un botón. Ya conozco estas mecánicas, y la presentación no ha mostrado de qué forma diferencial las usará este personaje. Que Jonas Hüsges no quisiera profundizar más sobre el diseño de niveles o la narrativa del juego, consiguen que no sepamos si este título aportará algo totalmente interesante.
Por ahora, lo único que parece pretender es adaptar a Gollum al videojuego con solvencia, contar una historia y permitirnos darnos un paseo por este universo. Porque lo que está claro es que a nivel de lo que cuenta sí que parece que estará a la altura. Y nunca mejor dicho, porque la habilidad de trepar de Gollum nos permitirá tener una buena vista de La Tierra Media. Pero, sinceramente, a día de hoy, solo tengo claro que este Gollum es un título a caballo entre Uncharted y Assassin’s Creed, con la Tierra Media de fondo, un protagonista débil, desquiciado y que tiene que tomar decisiones sobre su personalidad de vez en cuando. Es decir, el personaje está bien adaptado al videojuego, pero hace falta saber más sobre qué ofrecerá nuevo como tal, como videojuego. Seguro que lo descubrimos en futuros eventos.
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