Vivimos una época dorada para los videojuegos protagonizados por los héroes de Marvel. En general, el Marvelita puede estar contento: nunca el fan de los cómics de "La Casa de las Ideas" había disfrutado de tantas adaptaciones, y de tanta calidad, de sus personajes e historias preferidas. Y en los últimos años, los videojuegos de Marvel brillan con luz propia.
El juego de Spider-Man resultó asombroso, el de Guardianes de la Galaxia fue deliciosamente divertido. Incluso el título de Los Vengadores de Crystal Dynamics tiene su aquel. No veo la hora de ver qué nos propone Insomniac Games para Wolverine y qué sorpresas no esperan en Spider-Man 2. Se rumorea que son varios los estudios de peso dentro de la industria de los videojuegos que están desarrollando algún título con alguna propiedad intelectual de Marvel. Si bien no han trascendido detalles que lo confirmen, recordad que tanto Wolverine como Guardianes de la Galaxia se anunciaron prácticamente por sorpresa.
El caso es que viendo la popularidad de la que disfrutan muchos personajes de Marvel, las desarrolladoras pueden elegir entre un amplísimo catálogo de héroes para sus proyectos, aunque yo opino que Thor sería el que más juego, literalmente, daría en este momento. El personaje es toda una celebridad dentro de la cultura pop actual gracias a las películas de Marvel Studios. La nueva película, Thor: Love and Thunder, es uno de los estrenos más esperados de este año, sin ir más lejos. Pero creo que en un nuevo salto a los videojuegos, después del Thor: God of Thunder de SEGA, debería seguir el ejemplo de Spider-Man y alejarse de la propuesta cinematográfica y buscar su propio camino. Y podría ser un camino sobre un puente de arco iris acompañado de épica, magia y heavy metal. Imaginad conmigo.
Un nuevo juego de thor debería alejarse de la propuesta cinematográfica y buscar su propio camino
En mi cabeza de "marvelita" el juego perfecto de Thor sería una mezcla entre el magistral God of War de Sony Santa Monica y la interesantísima puesta en escena del Guardianes de Eidos Montreal. Y es que el tono del personaje oscila de la épica propia de la mitología nórdica original, que tan bien supo adaptar la última aventura de Kratos, a la escandalosa orgía pop del reciente viaje de Star-Lord y su equipo de inadaptados. Imaginad una propuesta de "space opera" que no tenga tanto que ver con Star Wars que con una colorida revisión de Wagner. La parte colorida, claro, es la que ya está en los cómics de Marvel, que es el material que la hipotética desarrolladora de este juego imaginario no debería perder de vista.
A nivel técnico, God of War es el modelo a seguir. No solo a nivel de escala y nivel gráfico, también en las mecánicas de combate. Ya el hacha de Kratos en el juego se comporta casi como el Mjolnir de Thor, solo habría que implementar una mecánica de vuelo para que Thor pudiera desplazarse por el escenario a gran velocidad. Con esto, también se ganaría mucha verticalidad en la exploración de escenarios. Para vestir esa base, tal vez el arte clásico de Jack Kirby o Walter Simonson resulte demasiado excéntrico para llevarlo tal cual a un juego, pero las páginas que Esad Ribic o Nick Klein han dibujado para el personaje en los últimos años pueden ser perfectas para encontrar ese difícil equilibrio entre realismo y fantasía que tan bien funciona en los videojuegos.
Donde los imprescindibles Kirby y Simonson sí que pueden dejar sentir su influencia es el tono narrativo de este juego. Evidentemente el componente mitológico tiene que estar presente, pero es solo un punto de partida para explorar los escenarios originales de las edas nórdicas y germánicas, y mezclarlas con viajes interdimensionales, tecnologías extrañas y visiones apocalípticas donde serpientes y lobos de escala colosal se mezclen con armas de energía y equipaciones legendarias que mejoren las habilidades de Thor en el juego. Ahí Assassin's Creed Valhalla dejó un precedente maravilloso. Imagino también que se pudiera saltar de uno a otro de los nueve reinos de la mitología nórdica, cada uno con su propia identidad visual y sus reglas de juego, con la facilidad con las que se cambiaba de mundos en Ratchet and Clank: Una Dimensión Aparte. De propina, una banda sonora con temazos de Slayer o Black Sabbath.
Este juego imaginario sería perfecto para explorar a personajes tan interesantes y complejos de los cómics de Thor como Odín, Bill Rayos Beta, El Destructor, Ulik o Loki. Una propuesta entre lo mitológico y lo cósmico que me entretengo desarrollando en mi imaginación a la espera de un milagro. Realizaré una libación en honor del dios Tyr para que interceda por nosotros ante El Padre de Todos y podamos disfrutar de algo así antes de la llegada del Ragnarok (el de la mitología, no el de God of War). Por ahora, no nos queda otra que disfrutar en cines de Thor: Love and Thunder, que parece que ha salido buena.