El mercado de videojuegos para los móviles o tabletas con sistemas Android o IOS suele tener altibajos en su calidad, pero Diablo Immortal podría considerarse uno de los mejores exponentes de cómo trasladar un título tradicionalmente de consolas y PC a estos dispositivos sin perder un ápice de su esencia y diversión. Tras haber empezado a catarlo en profundidad y con bastantes horas de juego en su versión final, ahora me cuesta desengancharme.
Quién te ha visto y quién te ve. Así definiría -para bien- la trayectoria que ha recorrido Diablo Immortal desde su polémica presentación en la BlizzCon de 2018 hasta su lanzamiento oficial hace escasos días. El título de NetEase Games, que busca trasladar el mundo de Santuario a nuestros móviles y tabletas, ya se encuentra disponible para su descarga, tanto su versión principal (la de sistemas Android e IOS) como para PC, y tras haber empezado a recorrer nuevamente el mundo de Diablo me he olvidado que estaba jugando a un juego perteneciente a una familia de plataformas que, por principios, he rehuido muchas veces, pero que ahora se ha convertido en mi más reciente adicción. No sólo por el hecho de que el estudio de Hangzou (China) ha hecho un trabajo encomiable trasladando la jugabilidad y el aspecto de Diablo III a aparatos como la gran mayoría de móviles y tabletas del mercado, sino porque su estructura y ''gameplay loop'' se sienten como si fuera un juego hecho para PC o incluso las consolas en mente ¡y además gratis!
De hecho, los que sean fans del mundo que creó Blizzard hace ya más de 20 años, verán que la saga se siente como en casa al jugarse en dispositivos móviles, conservando tanto el tono sombrío de sus gráficos e historia, como especialmente la frenética y violenta acción RPG que tantas alegrías nos ha dado a lo largo de los años. Ha sido abrir sus servidores, conectar con amigos, y volver a disfrutar de esas sensaciones y emociones tan propias de la saga Diablo, masacrando a cientos de monstruos y recogiendo decenas de objetos valiosos para equipar a nuestros héroes. Así que, aunque todavía queremos jugar mucho más para ofrecer un análisis en profundidad, tras dedicarle cerca de 20 horas y probar también la versión de PC, en esta toma de contacto quiero hablaros de mi experiencia con Diablo Immortal.
De los Infiernos Abrasadores a los Altos Cielos
Es tan variado en misiones y actividades que no parece ser gratis
Había mucho escepticismo alrededor del juego pero si algo tengo claro tras estas primera -mi primera- toma de contacto es que Diablo Immortal es condenadamente divertido, y salvando las distancias gráficas, es básicamente como estar jugando a una versión en portátil de los mismos títulos que tantas horas de diversión nos han dado en las últimas décadas. El control, fluidez y ritmo de juego se adaptan a la perfección a los dispositivos móviles, y realmente es una gozada poder disfrutar de un título de estas características en la palma de tus manos. Y además sin pagar ni un solo céntimo por él.
Sin entrar en detalles sobre su historia, situada entre Diablo 2 y Diablo 3, la calidad general del juego está a la altura de lo que podrías esperar de un juego de Blizzard, pero con pequeños matices aquí y allá que denotan que esta experiencia de acción RPG está pensada para pequeñas sesiones de juego ya sea en solitario o con amigos. La misión principal tiene un buen guion por lo que he podido experimentar hasta el momento y engancha, pero realmente, no deja de ser una excusa para masacrar monstruos, subir de nivel y adquirir el mejor botín posible para que nuestro héroe luzca imponente y resulte letal.
Tenemos una amplia variedad de localizaciones de Santuario para recorrer y una ciudad -la de Westmarch- que hace las veces de "hub" en el que socializar y comerciar con otros jugadores, gestionar equipo y mejoras, o adquirir misiones y actividades secundarias para ganar recompensas adicionales y subir de nivel. La flexibilidad a la hora de encarar el desarrollo de tus personajes está en la línea de lo visto en Diablo 3, con la posibilidad de escoger las habilidades únicas del personaje que a su vez, irán mejorando su poder a medida que avanzas en la partida. No tienes la opción de alterar las estadísticas del héroe como en el legendario Diablo 2, pero hay gemas que puedes engarzar en el equipo, y herreros que aumentarán el poder de armas y corazas a cambio de oro y materias primas. Es decir, que tampoco va falto de opciones de personalización.
Todo el poder de los Horadrim en la palma de tu mano
Que Diablo Immortal busque emular el estilo artístico y diseño de juego del Diablo III es algo que desde luego le ayuda a presentarse muy bien ante quienes lo prueban. La transición de las consolas y PCs a los móviles se ha llevado con una precisión y un cuidado que hace que dude de si de verdad es posible que este juego sea gratis, o del excelente apartado técnico del que hace gala. Me explico: he tenido la suerte de poder probar Diablo Immortal en una tableta Galaxy S8+, cortesía de Samsung, y pese a que jamás había jugado a un ARPG en un dispositivo de este tipo apenas he notado un cambio significativo a lo que podría suponer el hacerlo con un mando o el teclado y el ratón. Con esta comodidad, la fórmula jugable se vuelve aún más adictiva, y el hecho de que puedas elegir tú mismo la manera de subir de nivel no hace que nos cansemos de ir probando nuevas actividades además de la historia. En definitiva, un juego que se retroalimenta a sí mismo y que sabe mantenerte enganchado pese a la simplicidad y brevedad de sus actividades. Pero nuevamente no olvidemos que esto es un juego pensado para móviles.
No me ha dado la sensación de tener que recurrir a microtransacciones para progresar
En cuanto al apartado técnico, el estar jugando en el dispositivo antes mencionado hace que luzca soberanamente bien. Claro, la Galaxy S8+ es una de las tabletas más potentes y completas del mercado a día de hoy, pero obviando las diferencias de tamaño de pantalla en cuanto a otros modelos o los móviles no creo que la diferencia sea muy grande, como me confirma mi compañero de redacción Alberto Pastor que lo han probado en un iPhone 8 Plus. En ese terminal el juego funciona con fluidez, salvo ralentizaciones esporádicas, aunque sí me ha comentado que al rato de jugar siente la vista un poco cansada por las propias dimensiones de la pantalla. Y eso que el juego tiene de serie un zoom que muestra la acción de forma muy cercana, además de que el tamaño de las letras es bastante grande.
Respecto a los gráficos, lo dicho, parece una versión portátil de Diablo 3, y pareciera que realmente han hecho un excelente port de contenido adicional de la tercera parte, con las consabidas novedades a nivel jugable, de habilidades y economía, y unos gráficos preciosos incluso en la versión para móviles.
Todavía tengo que jugarlo más, acercarme al límite de nivel, probar el juego en grupo y llegar al ''endgame'', pero quisiera concluir este avance de la versión final recalcando lo divertido que me está resultando jugar a este juego y que creo que podría seguir haciéndolo durante muchas más horas una vez acabada su historia. No os he hablado del tema monetización porque no he tenido la necesidad de comprobarlo. Admito que en alguna que otra ocasión el juego me redirige a sus menús de tienda in-game con microtransacciones para conseguir potenciaciones u objetos legendarios de mejora, pero ya os digo que cerca de las 20 horas que llevo jugadas no me ha dado la sensación de que tenga que recurrir a ellas para progresar. Son realmente una opción para quien quiera invertir en ellas y no un requisito para progresar como sí ocurre en otros juegos.
Seguiré explorando Santuario en compañía de mis compañeros de 3DJuegos para traeros lo antes posible un análisis completo con todo lo que necesitáis saber de este juego de acción RPG gratuito que ya podéis jugar en iOS, Android y PC a través de Battle.net. Lo único que puedo deciros por ahora es que si no lo estáis jugando ya, no sé a qué esperáis; el juego es gratis y para todos los fans de Diablo, así que ¡a seguir probándolo!