La escena indie sigue dándonos alegrías. Una nueva demostración la tenemos con The Plucky Squire, un encantador juego de acción y aventuras que nos propone viajar entre las 2D y las 3D con un arte espectacular y una jugabilidad inspiradísima. Ya es de mis juegos más esperados para 2023.
Una de las cosas que más me entusiasmaron de Super Mario Odyssey fue la mecánica de pasar de escenarios 3D a planos tradicionales 2D. Seguro que lo recordáis los que lo hayáis jugado. Era una genialidad. Por eso, me he sorprendido al ver la mecánica reflejada en un videojuego que no está realizado por Nintendo, y que sin embargo sorprende incluso más. Existe solamente un tráiler y un poco de información, pero para mí ya es uno de esos juegos que he apuntado en el calendario (llegará en 2023).
The Plucky Squire es una aventura de acción en que no puedes decir que exista solamente un ingrediente jugable, porque tiene batallas cuerpo a cuerpo, disparos, puzles, saltos y una infinidad de planteamientos que discurren entre las dos y las tres dimensiones. Básicamente, todo se construye en torno a la idea de que nuestros personajes vivían plácidamente entre las páginas de un libro de cuentos, hasta que el villano se da cuenta de que puede cambiar la historia. Entonces empuja a Jot y sus amigos hasta un mundo 3D en que deberán encontrar la forma de derrotar al malvado Humgrump y devolver todo a la normalidad. En definitiva, una trama sencilla, ideal para ponerte a jugar y disfrutar de la jugabilidad tan directa y original que nos propone el simpático videojuego que nos presentó Devolver Digital.
De un libro 2D a un mundo 3D
Ahora es cuando os voy a dar un dato de lo más curioso, porque resulta que The Plucky Square está desarrollado por una compañía de reciente creación (All Possible Futures). ¿Y quién está detrás de su fundación? Nada más y nada menos que James Turner, que se hizo popular por ser el primer diseñador occidental de Pokémon, y que constribuyó a diseñar varios de los personajes de la licencia. Participando en este proyecto también podemos encontrar a Jonathan Biddle, responsable de otros juegos de renombre como The Swords of Ditto o Bastion.
Entra por los ojos, y la jugabilidad no parece quedarse atrás
Todo esto me sirve para comprender que nos encontramos ante algo muy artístico, y solo tienes que fijarte en las imágenes para darte cuenta. El colorido es bestial, con unos diseños muy cartoon que, no obstante, se combinan con entornos fotorrealistas. Me parece una maravilla cómo se plasma la acción jugable en un libro 2D, para acto seguido estar disfrutando de un juego con libertad 3D y vista de 360 grados. Hay incluso momentos en que ambas perspectivas colisionan, dando lugar a escenas tan increíbles como manejar en 2D a nuestro personaje mientras la cámara gira alrededor de una taza en un plano 3D.
Pero lo mejor es cómo se hace. ¿Os habéis fijado en los guiños que contiene el videojuego? Aparece una escena de un minijuego que recuerda claramente a Punch-Out, pero también una secuencia shoot 'em up que parece rememorar al clásico Contra. Estoy seguro de que referencias como estas las tendremos a raudales dentro de una experiencia de acción-aventura donde la variedad parece que será clave indiscutible.
Y es que la sensación es que es una ensalada de propuestas, que tienen por supuesto como denominador común un apartado artístico sensacional y bastante fuera de lo común. Entra mucho por los ojos, pero es que la jugabilidad no parece quedarse atrás. ¿Será esta una de las grandes sorpresas indie del próximo 2023? Personalmente, me encantaría que así fuera.