Se ha convertido en una de las demos más populares del Next Fest de Steam, y no es para menos. Este juego de estrategia sorprende con sus posibilidades y está destinado a hacerse un hueco entre los grandes nombres del género.
Si te pones a jugar a Manor Lords sin conocer mucho de él, posiblemente te lleves una sorpresa. Su planteamiento parece el del clásico juego de estrategia de construcción de ciudades, algo parecido al que podríamos encontrar (salvando las distancias) en un Two Point Campus. Es decir, ir haciendo crecer nuestra población, en este caso en la Edad Media, cumplir los objetivos de construcción que se nos indican y, poco a poco, ir profundizando en las pequeñas decisiones y microgestiones que nos harán triunfar y lograrán que nuestro pueblo sea atractivo para más habitantes. Y aunque esto es así, y no hay duda de que es una de las grandes bases de Manor Lords, no es la única. Como si de un Total War se tratase, todo este sistema de construcción de ciudades se irá transformando, cuando llegue el momento, también en un juego de estrategia bélica en el que podemos llevar a nuestro ejército, e incluso a nuestros aldeanos con sus hoces y sus horcas si no tenemos otra cosa, a la guerra. Incluso creando todo tipo de formaciones de batalla, escaramuzas y flancos como estamos acostumbrados a ver en el género.
Así que Manor Lords es como un dos en uno. La parte en la que se centra la demo es en la gestión y construcción de tu primera villa, empezando desde el punto más bajo. Con apenas un puñado de hombres y un buey para cargar los troncos de los árboles talados, he empezado a construir el pueblo con sus edificios más básicos mientras a su vez iba creando las carreteras para que se desplacen entre sí. Poco a poco, se nos irán exigiendo una serie de objetivos que tendremos que cumplir, pero también se espera de nosotros que empecemos a dominar muchos de sus detalles, y lo cierto es que merece la pena. Tanto si queremos comprender cómo evolucionar algunos edificios, cómo dedicarse al negocio de la importación y la exportación o los beneficios de construir mercados e iglesias, es un placer pausar la acción y examinar cada una de las pantallas de juego.
El primer enemigo con el que he lidiado no ha sido una población rival u otro país, sino el invierno. He tenido que sobrevivir a las duras condiciones climatológicas y a los largos meses de frías temperaturas que esperan de nosotros que hayamos trabajado como hormiguitas y tengamos nuestros graneros y almacenes llenos de comida a riesgo de que la partida termine por completo.
Cuando toda la estrategia está configurada podemos bajar al barro y disfrutar del espectáculo
Es fácil describir estas escenas en las que ves a tus trabajadores levantando nuevos edificios, talando árboles, arando el campo y cazando animales, porque el nivel de detalle de Manor Lords es increíble para este tipo de juegos. La cámara puede acercarse y mucho, y el juego no se resiente en absoluto en cuanto al nivel de detalle, viendo todas las acciones y el trabajo que hay detrás de cada una de ellas.
Es más: te puedes dar una vuelta por tu propio pueblo. El personaje que represento, apenas un retrato en una esquina de la pantalla, puede bajar y recorrer los caminos transitados por el vulgo mientras realiza el jornal. Y no es solo a modo de curiosidad, ya que la forma de caminar de nuestro personaje está muy trabajada. Incluso su lujosa capa ondea mejor que lo que hizo nunca la de Batman.
Lo mismo ocurrirá en las batallas. Como era costumbre en Total War, cuando toda la estrategia está configurada podemos bajar al barro y disfrutar del espectáculo para ver el choque de tropas con las del rival y cómo van cayendo por el acero enemigo. Le hace a uno preguntarse quién es Slavic Magic y de dónde han salido, pues el realismo con el que han impregnado su obra mediante captura de movimientos, fotogrametría y simulación de físicas es tan completo que no tiene nada que envidiar ni a los mejores city builders ni a los mejores juegos de estrategia bélica.
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Al menos, esa es la sensación que me deja su demostración y sus primeros tráileres en la que todo parece estar a un nivel altísimo. Su paso por el Next Fest no ha hecho más que confirmarlo para que estemos atentos a su lanzamiento, que por el momento sigue sin concretarse, aunque no debería ser ya demasiado lejana en el tiempo. Sea como sea, el invierno de espera será igual de duro que el del juego.