Sam Fisher ya no es el que era. Y no porque su forma física se lo impida, si no porque algo en su interior ha cambiado. Algo que le ha hecho cuestionarse si de verdad merece la pena trabajar para el gobierno.
Curiosamente las terceras partes nunca llegan a convencer al respetable público juego-adicto. Sin embargo algunas si dejan un poso que deja constancia de la calidad. Este es el caso de la serie Splinter Cell. Nuestro hombre del Third Echelon ha estado en cientos de misiones que lo han curtido durante años, pero ahora esa época ha pasado…
Haciendo una poco de memoria sobre las andanzas de Sam Fisher, recordamos que en el primer capítulo teníamos al perfecto agente de la NSA, con una peliaguda misión que cubrir y llena de obstáculos. El sistema de juego en la época en que salió (2002) era muy revolucionario, pues con nuestro personaje podíamos realizar infinitas acciones como escalar, reptar por paredes, tirarnos en tirolina, caminar sigilosamente, usar las armas y artilugios más modernos…
El segundo capítulo nos adentraba un poco más en el mundo de Sam, el movimiento del personaje cambió para mejor, la trama se volvió aún más intrincada y los gráficos dieron otra vuelta de tuerca a la serie. Como no podía ser de otra manera este Pandora Tomorrow encandiló a todos los fans de la saga haciendo de la odisea de Splinter Cell toda una genial leyenda.
Llegamos al año 2005 y se abre paso la tercera de las partes, esta vez se hace llamar Chaos Theory y todo gira alrededor de un logaritmo de ordenador que puede hacer cambiar toda la faz de la tierra. Como veis el argumento siempre tiene que ver con sucesos de una importancia vital para el mundo.
En esta cuarta parte que nos ocupa todo se ha dado la vuelta, ahora Sam Fisher se ha convertido casi en un proscrito. Nuestro protagonista ya no trabaja para el gobierno de los Estados Unidos, ahora es una especie de mercenario que trabaja para el mejor postor. Su vida ha dado un vuelco de 360º debido a los acontecimientos que en su vida le han abocado al fracaso. Por lo tanto ahora es enemigo de los que antes eran sus aliados, es un espía al servicio de aquellos a los que juró destruir.
En realidad no es que Sam se haya pasado al bando enemigo, sino que en este capitulo podemos interactuar con nuestro entorno de tal forma que nosotros decidimos que hacer en cada momento. Todo se reduce a elegir en cada situación a quién apoyamos y a quién eliminamos. Todo lo que hagamos en la misión tiene consecuencias, y según como actuemos el destino se presentará favorecedor o todo lo contrario. Por lo tanto los finales en la historia pueden variar en función de las decisiones tomadas en cada momento.
Situaciones novedosas
La gran novedad de este Splinter Cell Double Agent son las tácticas utilizadas por agentes reales. Se ha implementado en el juego una retahíla de situaciones vividas por agentes que en la vida real han tenido que solventar misiones de alto riesgo. Con esta gran pincelada dentro del argumento todo cobra una mayor verosimilitud, las misiones tienen una magnitud bastante realista que ahonda aún más en la personalidad de nuestro agente doble. Las misiones pasan por sabotear los planes enemigos, contribuir a airear los grandes secretos de los países implicados en la trama, destruir complejos armamentísticos, o sacar a la luz las confabulaciones de grandes corporaciones.
Las misiones también han cambiado. Además de las incursiones en ciudades o grandes barcos como en capítulos anteriores de la serie, vamos a poder bucear debajo del agua, escalar entre grandes témpanos de hielo, sortear una gran tormenta de arena o sobrevivir entre el polvo y el humo.
Además, según vamos avanzando en el juego, se ha elaborado un sistema de recompensas por el que iremos mejorando las habilidades o las armas utilizadas. Esto se consigue gracias a las decisiones y las habilidades demostradas a lo largo de la experiencia.
La acción transcurre a lo largo de varios destinos diferentes, así podemos vernos en Cozumel, ubicados en pleno México, en el gran Shangai con un montón de asiáticos pisándonos los talones, y en las grandes urbes americanas, como lo son Nueva York y Los Ángeles.
Los personajes de la aventura
Ni que decir tiene que nuestro Splinter Cell está más presente que nunca, Sam aparece como una personalidad muy carismática dentro del juego. Su doble papel como agente dual es una situación completamente nueva y esto más que nunca va a dar mucho juego… y de que hablar.
Nuestro súper jefe Lambert tampoco puede dejar de aparecer, en esta ocasión ejerce un papel muy importante, pues nos ayudará de forma directa en la protección de nuestra identidad y asegurar que todo fluye con la máxima precaución.
Tendremos además un gran enemigo apodado Emile. Parece ser que este personaje es un asesino terrorista implicado en varias tramas de masacre y destrucción. Será uno de los personajes al que habrá que seguir con especial atención dado el historial delictivo que posee.
Otra novedad bastante curiosa es la inclusión en el juego de la figura de otro Splinter Cell. Su nombre es Hisham Hamza, y pretende infiltrarse en la organización de Emile Dufraisne para desmantelar desde dentro todos sus planes. Su ímpetu y decisión a la hora de abordar las situaciones no son muy del agrado de todo el mundo. Cuidado con este inteligente personaje, puede dar más de un quebradero de cabeza.
Enrica Villablanca aparece como una bioquímica que ayuda a Emile a salirse con la suya y que la organización terrorista EJB se convierta en una potencia difícilmente destructible. Los planes que se han elaborado pasan por el tamiz de sus conocimientos y será indispensable para crear la inestabilidad mundial.
Otro gran ayudante de Emile será el despiadado y sin escrúpulos Carson Moss, que se unió a la organización EJB para servir como brazo derecho del mandamás y prestar su ayuda realizando tareas de jefe de seguridad.
Por último nos encontramos con otro despiadado miembro del EJB, hablo de Jaime Washington un matón sin ningún tipo de pudor y con unas grandes dosis de crueldad y violencia. Otro de los peces gordos de la organización terrorista con peor reputación.
Tecnología aplicada
Todo apunta a que Splinter Cell Double Agent puede ser la gran punta de lanza de Ubi Soft para los próximos meses. Toda la comunidad jugona se ha puesto en jaque por la venida de un nuevo revulsivo de este calibre, que hará tambalear de nuevo los cimientos de la industria lúdica. Por un lado tendremos a los sibaritas de la tecnología (donde me incluyo), y por el otro, a los puristas de los grandes argumentos del juego. Ambas partes estarán enfrentadas por ver como transcurren los senderos del juego, pues lo mejor sería un compendio entre un buen argumento y su adaptación a la tecnología del momento. Si la tecnología se usa como excusa para realizar un juego estaría todo supeditado a un factor, que aunque es muy importante, no crea por sí mismo la correcta jugabilidad al conjunto.
Gráficamente este Splinter Cell será el mejor, muy difícil lo tienen después de ver los resultados de Chaos Theory, pero sin lugar a dudas todo apunta a un regreso por todo lo alto. No hay más que ver las instantáneas que nos han llegado, el conjunto de gráficos es para soñar. Las texturas parecen reales por completo, y si no observad la fase de los témpanos de hielo, es un espectáculo increíble. Esperemos además que se aproveche el HDR en su totalidad, porque el espectáculo estará servido.
Por lo que se observa en los personajes, estos ya no tienen esa apariencia de dibujos animados como en anteriores entregas. La modelación de los rostros ha cobrado por fin madurez y las caras ya no reflejan esas esperpénticas muecas que nadie se creía…
El juego de sombras y luces también tienen un capítulo aparte. Se han acentuado hasta límites insospechados, tanto es así que ahora verdaderamente si que parecen calcadas de la vida real. Las explosiones también cuentan con otro aspecto, al igual que todos los efectos atmosféricos y los accidentes del terreno. Todo esto y más se está preparando para el que será uno de los lanzamientos más ambiciosos de este año 2006. Seguramente no encontrarás a un agente con tanta complejidad y personalidad como Sam.