Han pasado cuatro meses desde el lanzamiento de Baldur's Gate 3. Y todavía encuentro situaciones tan variadas e inverosímiles que me es imposible no aplaudir a Larian Studios por su buen hacer a la hora de llevar el caos típico de una campaña de Dragones y Mazmorras al formato del videojuego. Porque, si bien es cierto que el género lleva adaptando las aventuras del rol de mesa desde hace años, la explosiva popularidad de este RPG ha hecho que la comunidad experimente de forma masiva hasta encontrar detalles tales como flores que te pueden proteger en una torre mágica llena de trampas o combates en los que puedes atacar a los enemigos lanzándoles el cuerpo de un goblin. Sin embargo, los más asiduos de D&D se han quedado sorprendidos por la ausencia de un objeto que, aunque simple, es prácticamente imprescindible para cualquier party: la cuerda.
Un objeto que representa el caos de Dragones y Mazmorras
El uso de la cuerda solo tiene un límite: la imaginación de los usuarios.
Es una de las primeras lecciones que se aprenden en el universo de Dragones y Mazmorras: debido a su enorme versatilidad, la cuerda se establece como un objeto capaz de sacarte de mil apuros (o para crear problemas adicionales, según lo prefiera el grupo de jugadores). Ya sea en una campaña clásica de fantasía medieval o en una aventura ambientada en el Lejano Oeste, es muy probable que el Dungeon Master se vea obligado a adaptar la experiencia de juego a una idea loca que involucre el uso de este ítem.
Porque, como sucede con cualquier elemento que compone el infinito mundo de D&D, el uso de la cuerda solo tiene un límite: la imaginación de los usuarios. ¿Quieres evitar una potencial trampa enredando los engranajes que la activan? Adelante, no es mala idea. ¿Deseas bajar por un hueco que carece de escaleras? Deslízate sin problema. ¿Crees que es necesario atar a un NPC e interrogarlo por las malas? Tú eres quien lleva las riendas de la partida.
De hecho, el juego cuenta con varios packs de ítems que, entregados al inicio de la partida o vendidos a través de un comerciante, incluyen cuerdas de distintas longitudes. Al fin y al cabo, las reglas básicas de Dragones y Mazmorras estipulan que los más granujas necesitarán un Paquete de Ladrón con una cuerda de cáñamo de 50 pies. Y cualquier aventurero que se precie buscará un Paquete de Explorador de Mazmorras que disponga de este recurso para recorrer a fondo todas las cuevas del mapa. De este modo, la comunidad de D&D ya observa la cuerda como un objeto absolutamente imprescindible en cualquier aventura, y es por ello que su falta de usos en Baldur's Gate 3 ha sorprendido a más de un veterano del rol de mesa.
Demasiado versátil para existir en Baldur's Gate 3
Si pudieras atar a todos los NPC con la cuerda, Larian Studios tendría que crear cientos de diálogos inéditos y nuevas ramas narrativas.
Por lo tanto, y teniendo en cuenta que los videojuegos no pueden integrar toda la imaginería que sucede alrededor de una campaña de Dragones y Mazmorras, la cuerda no tiene más remedio que integrarse en Baldur's Gate 3 como un ítem común cuya utilidad se limita básicamente a ser vendido por unas pocas monedas. Sí, se puede usar para atascar trampas como cualquier otro objeto del RPG, pero sus usos no tienen nada que ver con lo que podemos hacer en D&D. Al menos, Larian Studios se ha asegurado de que los jugadores tengamos suficientes recursos para dejarnos caer por precipicios sin recibir daño alguno, lo que explica la gran cantidad de pociones de Caída de Pluma que hay a lo largo de la aventura o la fácil accesibilidad (a niveles elevados) a hechizos de teletransporte y vuelo.
Porque ya lo dijo Swen Vincke en los Premios 3DJuegos Lenovo: "en nuestras cabezas Baldur's Gate 3 era incluso más [ambicioso], pero si hubiéramos hecho todo eso… tal vez lo terminaríamos en 60 años o así; nos habría llevado muchísimo tiempo hacerlo posible". Imagínatelo: si pudieras atar a todos los NPC del juego con la cuerda, como si fuese una acción al estilo Comerciar o Atacar, Larian Studios tendría que crear cientos de diálogos inéditos y nuevas ramas narrativas que respondieran a este acto realizado por el jugador. Una tarea titánica con la que habría sido imposible lanzar la peripecia entre Azotamentes en este 2023 o en un futuro próximo.
Todos los desarrollos se ven obligados a hacer sacrificios en el camino, y Baldur's Gate 3 no iba a ser una excepción. Sí, la cuerda es un elemento tan caótico que su implementación en el videojuego habría provocado la creación de decenas, sino cientos, de escenas adicionales. Sin embargo, hay algo en lo que coinciden tanto los veteranos de Dragones y Mazmorras como los jugadores no tan familiarizados con el rol tradicional de mesa: el juego, ya de por sí, es masivo. Y está hecho con tanto mimo que es imposible mosquearse por la ausencia de un único objeto. Así que, con cuerda o sin ella, todos aplaudimos el gigantesco esfuerzo de Larian Studios por dar vida a una entrega que pasará a la historia.
En 3DJuegos | Más de 260 horas con Baldur's Gate 3 y es fácilmente uno de los mejores RPG (y juegos) de la historia. Análisis definitivo
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