Sus responsables reconocen que ésta ha sido "una tarea brutal".
El productor ejecutivo de Call of Duty: Ghosts, Mark Rubin, ha asegurado que trabajar en tantas versiones distintas del juego ha sido una "tarea brutal", dado que el equipo de Infinity Ward también ha dedicado su tiempo a mejorar la tecnología gráfica del juego, y crear una nueva historia y mundo de juego.
"Ha sido una tarea brutal llegar hasta aquí. Tener no solo dos consolas de nueva generación, sino también dos consolas actuales, el PC y crear un nuevo motor gráfico, así como nuevo contenido basado en una historia original, un nuevo mundo de juego y muchas más cosas del estilo, puede que no haya sido la decisión más inteligente", ha comentado en declaraciones al portal británico Videogamer.
Sin embargo, Rubin reconoce que era lo que querían hacer para no perder el control total sobre su obra. Por eso, entre otras cosas, Infinity Ward amplió su plantilla de trabajadores de los 70-80 habituales hasta los 150.
"Sabíamos que habría un montón de trabajo, y resultó que hubo un montón de trabajo, pero sin duda, era lo que queríamos hacer", concluye.